Buen día poringeros, antes que nada quiero agradecer por el gran apoyo que recibió mi post anterior, hubo mucha reacción positiva y espero que este relato les guste tanto como el anterior, personalmente es uno de mis favoritos, así que sin más les dejo este caliente momento 😏
Fue hace un poco menos de tres años, durante Mayo del 2016, yo tenía un año cursando en la universidad, y regularmente sólo tenemos un sólo profesor por trimestre, todos esperábamos al clásico profesor o profesora de edad muy avanzada, sin embargo no fue el caso, entró un hombre muy bien vestido, alto, pelón, con barba y además muy robusto, muy guapo sin duda, me encantó desde el primer momento que lo vi, su nombre era Humberto y tenía 42 años, pidió que alguien fuera algo así como el jefe de grupo, y una especie de asistente para él, yo sin pensarlo me ofrecí y todo bien.
Pasaron tres semanas, y él en una ocasión me pidió que llegara muy temprano para ayudarle, las clases empezaban a las ocho, pero ese día tuve que llegar a las siete, fui a su oficina como siempre y abrí con la llave que él me había dado, sin embargo me sorprendí al ver lo que estaba pasando, el profesor estaba de espaldas haciéndose una buena chaqueta, yo claro que pedí perdón y me dispuse a irme, pero él me dijo "espera", en ese momento comencé a emocionarme, a lo mejor me proponía algo, me dijo que entrara nuevamente y que cerrara con llave, yo lo hice despacio, cuando había hecho eso, volteé y ahí estaba él, con su verga bien parada moviéndola de un lado a otro, "te gusta el chorizo ¿verdad?" fue lo que me dijo, no era tonto, todos sabían que bateo para ambos lados, yo le dije que sí y que el suyo se veía bastante apetitoso, fue entonces que se sentó en su silla, y me invitó a acercarme.
Lo hice, me acerqué y me puse de rodillas, me dijo: "córrele que sólo tenemos media hora antes de que llegue la gente". Así que la tome con mi mano derecha, empecé a masturbarlo lentamente, estaba creciendo más, me encantó era gruesa y venuda, mientras más la movía más crecía, y cuando llegó a su punto máximo me lancé contra ella, mi lengua comenzó a pasar por su cabeza una y otra vez, lamía y lamía y el sabor era exquisito, el comenzaba a gemir bajito, apenas empezaba, lo metí a mi boca poco a poco, sintiendo cada centímetro dentro de mí, creo que eran aproximadamente unos 17 centímetros, perfectos sin duda alguna, el profe gemía más fuerte conforme pasaban los segundos, pero sin exagerar, después de todo era una universidad. El me tomó de la nuca, y comenzaba a jalarme hacía él, lo hacía de manera fuerte, esos brazos no eran para nada delgados, a mí me encanta que me traten de esa manera, recuerdo que me dijo "vaya putito estás hecho" eso me calentó a sobre manera, seguí chupando esa verga, me estaba dando un tremendo cogidón por la boca, lamía cada parte, y sus huevos no se quedaron sin su respectiva chupada, después de unos minutos me tomó del cuello con fuerza, yo estaba muy caliente, y tenía saliva en toda la boca, me dio una bofetada que aún puedo recordar, me dolió mucho pero me excitó aún más, me levanté y en eso me empezó a besar de manera loca, su lengua me violó por completo y eso solamente hacía que me calentara más.
Me dijo "ponte como perra para que te la meta" eso me puso a mil, me encantan esos hombres que son así de posesivos y activos, todos unos machos, yo simplemente hice caso, me bajé los pantalones y la tanga, cuando la vio sólo escuché "en serio eres toda una puta" yo me reí un poco y me puse de cuatro en el piso, el me abrió ambas nalgas y comenzó a chuparme el culo, yo empezaba a gemir de lo rica que estaba su lengua, me empezaba a abrir poco a poco y me escupía también me comenzaba a dar nalgadas, pero bien dadas, me daba miedo que se escuchara, esperaba que pensaran que era algo cayéndose o algo así, aunque sinceramente no era muy importante solamente estaba disfrutando el momento, después de unos minutos comenzó a ponerme su verga en las nalgas, me daba de vergazos ricos en ambas y también me la pasaba por la raya con suavidad, para ese momento yo ya estaba hasta arriba, me encontraba en otro lugar, no me di cuenta que ni siquiera se había puesto condón, solamente comencé a sentir cómo entraba poco a poco dentro de mi ano, era maravilloso, estaba caliente, podía sentir cada centímetro entrando en mí, gemía con mi mano en la boca ya que no quería que se escuchara, el también lo hacía pero más bajo, cuando la metió por completo me empezó a nalguear nuevamente, y ahora sí empezaba lo más rico.
El profesor me cogia con mucha fuerza, era de lo más rico que puede haber, no parecía que tuviera esos 42 años de edad, me tomaba duro de la cintura y me jalaba contra él, me encanta que los hombres activos usen su fuerza para hacerlo más rico, las nalgadas seguían también, y disfrutábamos de lo rico, sentía su cuerpo chocando con mis nalgas y sus huevos pegando con los míos, una de sus manos comenzó a moverse a mi entrepierna y empezó a tocarme la verga y los huevos, no lo hacia con mucha rudeza, me masturbaba muy rico mientras me penetraba con fuerza, empezaba a acelerar el ritmo y lo único que yo hacía era azotarme más fuerte contra él, fueron unos minutos de puro goce, y en eso me dice "me quiero venir en tu cara, ven aquí mi putita" y como buena puta sumisa le hice caso, me separé y en el momento que toda su verga salió de mi ano sentía como el alma se me iba, me di la vuelta y le quité el condón, después de todo sí había usado, él empezó a masturbarse y yo solamente mantuve mi boca abierta para él, sus gemidos aumentaron y parecía que ya no le importaba ser escuchado, en ese metió su verga en mi boca, y pude sentir todo ese semen bien caliente dentro de mi boca, lo comencé a saborear rico, era una lechita calentita y deliciosa, unos segundos después me la tragué todita, con ese ardor en la garganta que me encanta, él estaba agotado, pero subió su pantalón y fue por un poco de papel, para que ambos nos limpiáramos todo sin dejar evidencia. Después de eso, él me dijo: "Hace mucho que no me venía así, tienes una boca y un culo delicioso, luego nos vamos a mi casa y ahí lo podemos hacer más tranquilos y con más tiempo" yo obviamente dije que sí, que le daría mi culo tantas veces quisiera.
Y eso es todo por hoy amigos, espero que les haya gustado, mientras lo escribía no pude evitar calentarme un montón, y es que tan sólo de recordar hace que mi culito quiera más. En fin, espero sus comentarios y díganme qué les pareció, también díganme si quieren conocer más relatos de otro tipo, no solamente como gay pasivo, también tengo relatos de Gay activo, vestida pasiva y activa, hetero, también de inter, tengo mucho material, así que yo espero sus comentarios, les mando un beso rico donde lo quieran. 😏
Fue hace un poco menos de tres años, durante Mayo del 2016, yo tenía un año cursando en la universidad, y regularmente sólo tenemos un sólo profesor por trimestre, todos esperábamos al clásico profesor o profesora de edad muy avanzada, sin embargo no fue el caso, entró un hombre muy bien vestido, alto, pelón, con barba y además muy robusto, muy guapo sin duda, me encantó desde el primer momento que lo vi, su nombre era Humberto y tenía 42 años, pidió que alguien fuera algo así como el jefe de grupo, y una especie de asistente para él, yo sin pensarlo me ofrecí y todo bien.
Pasaron tres semanas, y él en una ocasión me pidió que llegara muy temprano para ayudarle, las clases empezaban a las ocho, pero ese día tuve que llegar a las siete, fui a su oficina como siempre y abrí con la llave que él me había dado, sin embargo me sorprendí al ver lo que estaba pasando, el profesor estaba de espaldas haciéndose una buena chaqueta, yo claro que pedí perdón y me dispuse a irme, pero él me dijo "espera", en ese momento comencé a emocionarme, a lo mejor me proponía algo, me dijo que entrara nuevamente y que cerrara con llave, yo lo hice despacio, cuando había hecho eso, volteé y ahí estaba él, con su verga bien parada moviéndola de un lado a otro, "te gusta el chorizo ¿verdad?" fue lo que me dijo, no era tonto, todos sabían que bateo para ambos lados, yo le dije que sí y que el suyo se veía bastante apetitoso, fue entonces que se sentó en su silla, y me invitó a acercarme.
Lo hice, me acerqué y me puse de rodillas, me dijo: "córrele que sólo tenemos media hora antes de que llegue la gente". Así que la tome con mi mano derecha, empecé a masturbarlo lentamente, estaba creciendo más, me encantó era gruesa y venuda, mientras más la movía más crecía, y cuando llegó a su punto máximo me lancé contra ella, mi lengua comenzó a pasar por su cabeza una y otra vez, lamía y lamía y el sabor era exquisito, el comenzaba a gemir bajito, apenas empezaba, lo metí a mi boca poco a poco, sintiendo cada centímetro dentro de mí, creo que eran aproximadamente unos 17 centímetros, perfectos sin duda alguna, el profe gemía más fuerte conforme pasaban los segundos, pero sin exagerar, después de todo era una universidad. El me tomó de la nuca, y comenzaba a jalarme hacía él, lo hacía de manera fuerte, esos brazos no eran para nada delgados, a mí me encanta que me traten de esa manera, recuerdo que me dijo "vaya putito estás hecho" eso me calentó a sobre manera, seguí chupando esa verga, me estaba dando un tremendo cogidón por la boca, lamía cada parte, y sus huevos no se quedaron sin su respectiva chupada, después de unos minutos me tomó del cuello con fuerza, yo estaba muy caliente, y tenía saliva en toda la boca, me dio una bofetada que aún puedo recordar, me dolió mucho pero me excitó aún más, me levanté y en eso me empezó a besar de manera loca, su lengua me violó por completo y eso solamente hacía que me calentara más.
Me dijo "ponte como perra para que te la meta" eso me puso a mil, me encantan esos hombres que son así de posesivos y activos, todos unos machos, yo simplemente hice caso, me bajé los pantalones y la tanga, cuando la vio sólo escuché "en serio eres toda una puta" yo me reí un poco y me puse de cuatro en el piso, el me abrió ambas nalgas y comenzó a chuparme el culo, yo empezaba a gemir de lo rica que estaba su lengua, me empezaba a abrir poco a poco y me escupía también me comenzaba a dar nalgadas, pero bien dadas, me daba miedo que se escuchara, esperaba que pensaran que era algo cayéndose o algo así, aunque sinceramente no era muy importante solamente estaba disfrutando el momento, después de unos minutos comenzó a ponerme su verga en las nalgas, me daba de vergazos ricos en ambas y también me la pasaba por la raya con suavidad, para ese momento yo ya estaba hasta arriba, me encontraba en otro lugar, no me di cuenta que ni siquiera se había puesto condón, solamente comencé a sentir cómo entraba poco a poco dentro de mi ano, era maravilloso, estaba caliente, podía sentir cada centímetro entrando en mí, gemía con mi mano en la boca ya que no quería que se escuchara, el también lo hacía pero más bajo, cuando la metió por completo me empezó a nalguear nuevamente, y ahora sí empezaba lo más rico.
El profesor me cogia con mucha fuerza, era de lo más rico que puede haber, no parecía que tuviera esos 42 años de edad, me tomaba duro de la cintura y me jalaba contra él, me encanta que los hombres activos usen su fuerza para hacerlo más rico, las nalgadas seguían también, y disfrutábamos de lo rico, sentía su cuerpo chocando con mis nalgas y sus huevos pegando con los míos, una de sus manos comenzó a moverse a mi entrepierna y empezó a tocarme la verga y los huevos, no lo hacia con mucha rudeza, me masturbaba muy rico mientras me penetraba con fuerza, empezaba a acelerar el ritmo y lo único que yo hacía era azotarme más fuerte contra él, fueron unos minutos de puro goce, y en eso me dice "me quiero venir en tu cara, ven aquí mi putita" y como buena puta sumisa le hice caso, me separé y en el momento que toda su verga salió de mi ano sentía como el alma se me iba, me di la vuelta y le quité el condón, después de todo sí había usado, él empezó a masturbarse y yo solamente mantuve mi boca abierta para él, sus gemidos aumentaron y parecía que ya no le importaba ser escuchado, en ese metió su verga en mi boca, y pude sentir todo ese semen bien caliente dentro de mi boca, lo comencé a saborear rico, era una lechita calentita y deliciosa, unos segundos después me la tragué todita, con ese ardor en la garganta que me encanta, él estaba agotado, pero subió su pantalón y fue por un poco de papel, para que ambos nos limpiáramos todo sin dejar evidencia. Después de eso, él me dijo: "Hace mucho que no me venía así, tienes una boca y un culo delicioso, luego nos vamos a mi casa y ahí lo podemos hacer más tranquilos y con más tiempo" yo obviamente dije que sí, que le daría mi culo tantas veces quisiera.
Y eso es todo por hoy amigos, espero que les haya gustado, mientras lo escribía no pude evitar calentarme un montón, y es que tan sólo de recordar hace que mi culito quiera más. En fin, espero sus comentarios y díganme qué les pareció, también díganme si quieren conocer más relatos de otro tipo, no solamente como gay pasivo, también tengo relatos de Gay activo, vestida pasiva y activa, hetero, también de inter, tengo mucho material, así que yo espero sus comentarios, les mando un beso rico donde lo quieran. 😏
3 comentarios - [Relato] Sexo rico con mi profesor.