La verdad, no soy muy afecto arelatar o contar mis experiencias con otros hombres. Hago esto porque las cosas se están dando demanera distinta y me está gustando mucho.
Comenzó hace como tres meses. Soy operador/moderador en una sala de chat gay y por lo tanto hablo con muchos hombres de diferentes edades. La mayoría de ellos busca sexo, obviamente. No es que yo no lo busque, sino que el sexo-exprés no es mi estilo. También hay los que buscan relatos, paja por cam (Skype o Gruveo) perodefinitivamente no es lo mío.
Una noche empecé a hablar con un usuario, llamémoslo Pablo (ese no es su nombre real). Pero,al contrario de la mayoría de los pajeros, Pablo no buscaba ciber-paja sino chalar un poco y si pintaba bien ir arreglando para otro día.
De inmediato pegamos buena onda, me contó que tiene 30 años, que es separado y que labura de taxista. Estuvimos hablando de muchas cosas durante esa primera vez, haciéndonos toda clase de preguntas, algunas sexuales y otras no.
La siguiente vez, ya nuestra charla fue un poco más picante. Pero hasta ese momento ninguno de los dos nos habíamos pasado ni fotos ni wssp ni Skype ni nada, por lo que todo pasaba por la imaginación del lector.
Ya en esa conversación Pablo me dio a entender que le gustaría mucho un encuentro, tomar algo, tranqui y si había química, intimar. Debo confesar que me daba un poco de miedo, si bien parecía un tipo muy copado, me había dicho que medía 1,80, morocho, flaco y normal (ni gordo ni flaco). Y hacer entrar a mi casa a un tipo prácticamente desconocido me hacía desconfiar un poco.
Obviamente fui sincero con Pablo, le dije que me atraía la idea, pero que todavía tenía mis dudas.
Lejos de desanimarse, Pablo comprendió muy bien. Así que seguimos charlando durante unos días más.
Fue un domingo por la noche. Pablo entró al chat como siempre, nos saludamos y de repente me dijo que andaba por mi zona y que si quería podíamos vernos. Le planteé que era tarde ya (casi la 1 de la madrugada) y que ese lunes laburaba. Insistió y la verdad me dejé convencer, yo también tenía muchas ganas de cogérmelo. Por primera vez le pasé mi wssp y al toque me contestó, me dijo que estaba muy cerca. Le pedí una foto, aunque sea, ya que nunca lo había visto. Al verlo me gustó de inmediato, un flaco morocho con cara de buen tipo, no sé, esa fue (y es) la impresión que tengo de él.
Quedamos en que se venía a casa, estacionaba y yo salía a la puerta, no le dí mi dirección exacta. Llegó como a las 2 de la madrugada. Salí a recibirlo y ratifiqué mi impresión, un morocho bastante fachero con pinta de buena gente.
Una vez adentro, tomamos unas cervezas, charlamos un montón y decididamente lo encaré y le encajé un beso hermoso. Rápidamente nos desnudamos y empezamos a franelear con todo. Acá debo hacer una aclaración, la pija de Pablo, una pija realmente hermosa, larga, no muy gruesa, bastante más larga que la mía, estaba re dura. Disfrutamos de nuestros cuerpos, recorriéndonos mutuamente, hasta el punto en el que se puso boca abajo y me pidió que me lo coja. Un culito flaco, muy redondito y apretadito. Sus suspiros eran intensos, no gemía, pero me hacía entender que la estaba pasando muy bien. Me pidió que no se la saque para acabar, así que (con forro) terminé adentro. Pablo no había acabado, así que me dediqué con muchas ganas a chuparle esa pija hermosa hasta que no aguantó más y me acabó en la boca, cosa queinmediatamente compartí con él en un beso blanco apasionado.
Para esto ya eran como las 3 de la matina, nos quedamos abrazados, mimándonos mutuamente un rato y luego me dijo que se tenía que ir, pero que quería repetir con mucho más tiempo.
Si quieren saber cómo sigue, díganme.
Comenzó hace como tres meses. Soy operador/moderador en una sala de chat gay y por lo tanto hablo con muchos hombres de diferentes edades. La mayoría de ellos busca sexo, obviamente. No es que yo no lo busque, sino que el sexo-exprés no es mi estilo. También hay los que buscan relatos, paja por cam (Skype o Gruveo) perodefinitivamente no es lo mío.
Una noche empecé a hablar con un usuario, llamémoslo Pablo (ese no es su nombre real). Pero,al contrario de la mayoría de los pajeros, Pablo no buscaba ciber-paja sino chalar un poco y si pintaba bien ir arreglando para otro día.
De inmediato pegamos buena onda, me contó que tiene 30 años, que es separado y que labura de taxista. Estuvimos hablando de muchas cosas durante esa primera vez, haciéndonos toda clase de preguntas, algunas sexuales y otras no.
La siguiente vez, ya nuestra charla fue un poco más picante. Pero hasta ese momento ninguno de los dos nos habíamos pasado ni fotos ni wssp ni Skype ni nada, por lo que todo pasaba por la imaginación del lector.
Ya en esa conversación Pablo me dio a entender que le gustaría mucho un encuentro, tomar algo, tranqui y si había química, intimar. Debo confesar que me daba un poco de miedo, si bien parecía un tipo muy copado, me había dicho que medía 1,80, morocho, flaco y normal (ni gordo ni flaco). Y hacer entrar a mi casa a un tipo prácticamente desconocido me hacía desconfiar un poco.
Obviamente fui sincero con Pablo, le dije que me atraía la idea, pero que todavía tenía mis dudas.
Lejos de desanimarse, Pablo comprendió muy bien. Así que seguimos charlando durante unos días más.
Fue un domingo por la noche. Pablo entró al chat como siempre, nos saludamos y de repente me dijo que andaba por mi zona y que si quería podíamos vernos. Le planteé que era tarde ya (casi la 1 de la madrugada) y que ese lunes laburaba. Insistió y la verdad me dejé convencer, yo también tenía muchas ganas de cogérmelo. Por primera vez le pasé mi wssp y al toque me contestó, me dijo que estaba muy cerca. Le pedí una foto, aunque sea, ya que nunca lo había visto. Al verlo me gustó de inmediato, un flaco morocho con cara de buen tipo, no sé, esa fue (y es) la impresión que tengo de él.
Quedamos en que se venía a casa, estacionaba y yo salía a la puerta, no le dí mi dirección exacta. Llegó como a las 2 de la madrugada. Salí a recibirlo y ratifiqué mi impresión, un morocho bastante fachero con pinta de buena gente.
Una vez adentro, tomamos unas cervezas, charlamos un montón y decididamente lo encaré y le encajé un beso hermoso. Rápidamente nos desnudamos y empezamos a franelear con todo. Acá debo hacer una aclaración, la pija de Pablo, una pija realmente hermosa, larga, no muy gruesa, bastante más larga que la mía, estaba re dura. Disfrutamos de nuestros cuerpos, recorriéndonos mutuamente, hasta el punto en el que se puso boca abajo y me pidió que me lo coja. Un culito flaco, muy redondito y apretadito. Sus suspiros eran intensos, no gemía, pero me hacía entender que la estaba pasando muy bien. Me pidió que no se la saque para acabar, así que (con forro) terminé adentro. Pablo no había acabado, así que me dediqué con muchas ganas a chuparle esa pija hermosa hasta que no aguantó más y me acabó en la boca, cosa queinmediatamente compartí con él en un beso blanco apasionado.
Para esto ya eran como las 3 de la matina, nos quedamos abrazados, mimándonos mutuamente un rato y luego me dijo que se tenía que ir, pero que quería repetir con mucho más tiempo.
Si quieren saber cómo sigue, díganme.
7 comentarios - Historia con Pablo