Si por mí fuera la comería todos los días y a cualquier hora.
No me aburre ni me cansa, me gusta siempre.
Habitualmente me la como de noche y si no me la sacan de enfrente no la dejo. Pero casi siempre me guardo un lugarcito para cuando me despierto a la madrugada, ahí también le doy unos mordisquitos.
Lo que hago también es comérmela en el desayuno, yo sé que muchos lo hacen y la verdad se lo recomiento, llevársela a la boca antes de salir a trabajar es lo mejor que hay, te da una sensación de saciedad para toda la mañana.
Al mediodía no suelo comerla, tengo poco tiempo y no me agrada tragármela rápido, prefiero degustarla toda, saborearla. Además, las pocas veces que por razones de urgencia probé comérmela rápido en el break del almuerzo, terminé con la corbata toda manchada y salpicada, un garrón.
Sabiendo que la tengo en casa disponible, no veo la hora de llegar. Si llego temprano, para la hora de la merienda, lo primero que hago es agarrarla y morder la puntita, mientras me voy sacando la ropa que usé durante el día, cuando termino de desvestirme ya me la comí toda y ahí si me doy una ducha y luego me preparo unos mates.
Si voy por la calle, voy mirando y si hay alguna que me guste, no lo dudo, la pido!! Eso me permitó conocer y probar muchas, de varios gustos, texturas y sabores. A mí me gustan todas, aunque prefiero las clásicas. Últimamente he probado algunas que no volvería a probar otra vez.
Me gustan las grandes, pero casi siempre las pido chicas, por vergüenza y por no parecer goloso, y me quedo con las ganas, por eso y porque no me gusta quedarme hambriento, prefiero pedir dos chicas.
En una oportunidad me dieron a probar una, larga y recta era, se veía súper apetitosa y me llevé una desilusión, francamente era larga pero no tenía sabor, mala experiencia.
Otra vez me ofrecieron una gordita, ancha pero no larga. Esa me encantó!!! La punta no me entraba en la boca, empecé a morderla suave por los costados, menos mal que tenía servilletas de papel para limpiarme la boca, todo su juguito se me caía por las comisuras de los labios, qué delicia!!!! Debo confesar, eso sí, que la prueben bien caliente porque fría no es lo mismo, se pone gomosa.
Recuerdo que la de mi primo era fantástica. Me la hizo probar y me hice adicto a la suya. Me llamaba por teléfono me decía "Hoy la querés??? La tengo lista para vos". Yo iba más que corriendo a comerla, él no podía creer que la suya me gustara tanto. Ambos quedábamos súper satisfechos.
Ahora me dieron ganas de comerme otra, así que si la tuya es rica, hacémela probar.
No me aburre ni me cansa, me gusta siempre.
Habitualmente me la como de noche y si no me la sacan de enfrente no la dejo. Pero casi siempre me guardo un lugarcito para cuando me despierto a la madrugada, ahí también le doy unos mordisquitos.
Lo que hago también es comérmela en el desayuno, yo sé que muchos lo hacen y la verdad se lo recomiento, llevársela a la boca antes de salir a trabajar es lo mejor que hay, te da una sensación de saciedad para toda la mañana.
Al mediodía no suelo comerla, tengo poco tiempo y no me agrada tragármela rápido, prefiero degustarla toda, saborearla. Además, las pocas veces que por razones de urgencia probé comérmela rápido en el break del almuerzo, terminé con la corbata toda manchada y salpicada, un garrón.
Sabiendo que la tengo en casa disponible, no veo la hora de llegar. Si llego temprano, para la hora de la merienda, lo primero que hago es agarrarla y morder la puntita, mientras me voy sacando la ropa que usé durante el día, cuando termino de desvestirme ya me la comí toda y ahí si me doy una ducha y luego me preparo unos mates.
Si voy por la calle, voy mirando y si hay alguna que me guste, no lo dudo, la pido!! Eso me permitó conocer y probar muchas, de varios gustos, texturas y sabores. A mí me gustan todas, aunque prefiero las clásicas. Últimamente he probado algunas que no volvería a probar otra vez.
Me gustan las grandes, pero casi siempre las pido chicas, por vergüenza y por no parecer goloso, y me quedo con las ganas, por eso y porque no me gusta quedarme hambriento, prefiero pedir dos chicas.
En una oportunidad me dieron a probar una, larga y recta era, se veía súper apetitosa y me llevé una desilusión, francamente era larga pero no tenía sabor, mala experiencia.
Otra vez me ofrecieron una gordita, ancha pero no larga. Esa me encantó!!! La punta no me entraba en la boca, empecé a morderla suave por los costados, menos mal que tenía servilletas de papel para limpiarme la boca, todo su juguito se me caía por las comisuras de los labios, qué delicia!!!! Debo confesar, eso sí, que la prueben bien caliente porque fría no es lo mismo, se pone gomosa.
Recuerdo que la de mi primo era fantástica. Me la hizo probar y me hice adicto a la suya. Me llamaba por teléfono me decía "Hoy la querés??? La tengo lista para vos". Yo iba más que corriendo a comerla, él no podía creer que la suya me gustara tanto. Ambos quedábamos súper satisfechos.
Ahora me dieron ganas de comerme otra, así que si la tuya es rica, hacémela probar.
6 comentarios - Me encanta la pi..a
Yo ando con unas ganas de pi..a que no te imaginas 😢
Y más con este post 😜
Sos un genio!!!!!!
Yo cocino muy bien y entre mis recetas tengo un pi..a rellena que seguro también te va a encantar... Lo más lindo de todo, es que al relleno llegas cuando te la comiste toda.
Y como me tentaste hoy al medio día voy a almorzar una. 😉
Con la rellena siempre me babeo!!!
Gracias!
CUANDO QUIERAS TE DOY LA MIA TAMBIÉN!
Gracias por pasar
Gracias pa!
Gracias por pasar