-En serio nunca te chuparon la pija? fue mi pregunta. El pibe, bah, 19 años, pero al lado de mis 40 era un niño! jajaja, estaba hecho una bola de nervios. Lo comprendia. Yo a su edad tambien me quede duro frente a un veterano caliente, asi que sabia como manejarme...
-No. Nunca...
Me arrodillé ante el y fui bajando sus pantalones. No estaba su miembro en erección. Era lógico. Acaricié su pubis y sus piernas temblaban. Mis manos llegaron a su pene y comencé a masturbarlo. Yo ya estaba muy hot, me incorporé y me saqué todo. Acerqué mi cuerpo al de el y nuestras vergas se tocaron. Yo seguía pajandolo y de pronto, su mano fue a mi culo. Reacción.
-Te gusta mi culo? dije mientras yo me abria con las manos. Sentí su dedo recorrer mi cola y luego su mano inició una bella paja. Retrocedí hasta que mi culo se topó con un bello trozo de carne que se estaba parando. Bajé nuevamente para saborearlo. En mi boca se terminó de parar y el chico comenzó a gemir, lo que me ponía mas caliente... QUE PIJA HERMOSA!!!!!
-Cogeme por favor! le rogué, mientras le ponía el forrito...
Un poco me cogió, porque noté, en su nerviosismo, que ese tesoro se estaba desinflando. Me lo llevé a la boca una vez mas (soy buen petero) y me llenó la boca de leche. Dejé que hurgueteara mi ojete con sus dedos mientras yo limpiaba el semen que chorreaba por sus huevos con mi lengua. Se animó a seguir pajeandome y lo llevé lentamente a que me comiera la verga... No quiso, pero mi leche salió y llenó sus dedos. Luego nos vestimos y volvimos a la calle. Otra noche de lujuria nos esperaría unos días después...
-No. Nunca...
Me arrodillé ante el y fui bajando sus pantalones. No estaba su miembro en erección. Era lógico. Acaricié su pubis y sus piernas temblaban. Mis manos llegaron a su pene y comencé a masturbarlo. Yo ya estaba muy hot, me incorporé y me saqué todo. Acerqué mi cuerpo al de el y nuestras vergas se tocaron. Yo seguía pajandolo y de pronto, su mano fue a mi culo. Reacción.
-Te gusta mi culo? dije mientras yo me abria con las manos. Sentí su dedo recorrer mi cola y luego su mano inició una bella paja. Retrocedí hasta que mi culo se topó con un bello trozo de carne que se estaba parando. Bajé nuevamente para saborearlo. En mi boca se terminó de parar y el chico comenzó a gemir, lo que me ponía mas caliente... QUE PIJA HERMOSA!!!!!
-Cogeme por favor! le rogué, mientras le ponía el forrito...
Un poco me cogió, porque noté, en su nerviosismo, que ese tesoro se estaba desinflando. Me lo llevé a la boca una vez mas (soy buen petero) y me llenó la boca de leche. Dejé que hurgueteara mi ojete con sus dedos mientras yo limpiaba el semen que chorreaba por sus huevos con mi lengua. Se animó a seguir pajeandome y lo llevé lentamente a que me comiera la verga... No quiso, pero mi leche salió y llenó sus dedos. Luego nos vestimos y volvimos a la calle. Otra noche de lujuria nos esperaría unos días después...
2 comentarios - Pendejo asustado (relato)