vecino

Hace unos meses me mude a Buenos Aires para comenzar micarrera universitaria, tengo 19 años y vengo de una ciudad chica del interiordel país. Nos conocemos todos y es imposible hacer algo sin que nadie seentere. Imaginen el contraste con la gran ciudad.
Mis padres alquilaron un departamento más o menos cercano ala universidad y aquí estoy solo, anónimo y casi virgen.  Para poder coger en el pueblo hay que hacerleel novio durante mucho tiempo a alguna chica y si después te peleas se enterantodos que la “usaste” y la dejaste. Así que las descargas generalmente sonmanuales o con las putas del antro que está en otro pueblo a unos 80 km. Al cualvisitamos un par de veces con unos amigos. Con respecto a las descargas a mano,soy bastante calentón así que casi me pajeo casi a diario. Varias vecescompartí pajas con amigos, cada cual con su verga, pajas grupales sin tocarnosentre nosotros pero que incentivaron mi imaginación, 4 ó 5 pibes en pelotas conlas vergas al palo y mas que un buen culo jajajajajaj.
Hace un par de días, andaba mas caliente de lo habitual ycon muchas ganas de ponerla. Volvía a casa después de cursar  en subterráneo hora pico, bien amontonadorodeado de pibes, siento un culo que se roza contra mi pierna, se va acomodandoy queda bien delante mio, mi verga apoyada en sus nalgas. Intenté distraerme enalgo pero al toque se me puso al palo. No sabia que hacer, me daba mucho morbola situación y a la vez tenia un cagazo bárbaro de que el pibe empiece a putearmeporque lo estaba apoyando, estaba con mi mente en eso cuando siento que una manome manotea los huevos. Chau se pudrió todo mas caliente no podía estar, aprovechandoel movimiento del subte, recargue mi verga en el culo, que reaccino empijandopara atrás, apoyándose mas en mi pija. Asi un par de estaciones, llegamos a laque tenia que bajar yo y pido permiso, el pibe me dice “yo también bajo en esta”.Baja adelante mio y al pasar me roza la verga con la mano. Caminaba unos metroadelante mio, medio lento como para que lo alcanze. Cuando estábamos a la parme habla
-         Hola, como estas.
-         Bien. (medio cortado)
-         Vivis por aca cerca? Yo a dos calles
-         Yo también
-         Jajaj somos vecino y no te tenia visto
-         Si, es difícil conocer a los vecinos en unaciudad tan grande
-         Parece que lo único grande no es la ciudad (mirándomeel bulto)
-         Ehhh puede ser (con vergüenza medio cortado)
Despues de unos segundos desilencio me dice
-         Soy Matias vos?
-         Juan
-         Un placer conocerte (otra vez clavando su vistaen mi paquete)
-         Lo mismo.
Llegamos a la esquina y mientras esperábamosel semáforo para cruzar intercambiamos un par de palabras mas. Llegamos a lapuerta del edificio donde vivo y casi al mismo tiempo los dos pusimos la manoen el bolsillo para sacar las llaves. De no creer, vivimos los dos en el mismoedificio a 2 pisos de diferencia jajajaja.
En el ascensor me invitó a tomarunos mates a su departamento. Abre la puerta y cuando esta entrando tira elbrazo para atrás y me agarra la pija con firmeza . Cierra la puerta y meempieza a amasar la verga con tantas ganas que me puso a mil.
A los pocos minutos estábamos comiéndonosla boca mientras nos desnudábamos mutuamente. Ya en pelotas se arrodillo entremis piernas a mamarme la verga y los huevos.
Me hace acostar en el piso y ponesu culo en mi cara, primera vez que chupaba un orto y encima mientras setragaban mi verga.  Bien babeado, se fuecorriendo y se sento en mi pija que lenta mente se fue metiendo hasta el fondo.Meneaba su culo haciéndome gozar, de espalda a mi. Lo tome de la cinturahaciendo que suba y baje por mi tronco.
Al rato de cabalgarme se la saco,se acosto y levanto las piernas para hacer patitas al hombro. Empece a bombeardesesperado, gemíamos, gozábamos, le pellizcaba los pezones. Fui bajando mismanos y por reflejo empece a pajearlo. Acabó varios chorros que le llegaron ala cara, ahí nomas no aguate mas , el primer lechazo se lo deje en el orto, losotros en el pecho y la panza.  Me acostesobre el, rozando nuestros cuerpos, mezclando nuestros lechazos mientras nos comíamosla boca.