Sí! así como lo leen... Aquí comienza una nueva saga que dará que hablar en Poringa: "Las aventuras de Putiman" un superhéroe nacido para calmar pijas de día y romper ortos de noche. Un verdadero hijo de puta sin principios ni moral alguna que no cesará en su afán de degustar carne sin prejuicios...
Con ustedes el Episodio Piloto: "Putiman, el nacimiento de un héroe..."
Carlos es un hombre maduro, respetado y de buenas costumbres. Casado con una yegua hermosa y bien degenerada que le encanta meterle los cuernos y que él se entere, y padre de 3 hijos, 2 hembras y un muchacho. Trabajador responsable y con una supuesta vida muy ordenada a la vista de todos.
Carlos es poseedor de tremendo cuerpazo cultivado en el gimnasio, absolutamente depilado, con una pija envidiable y tremendo ojete.
Todo empezó una tarde en la que la puta de su mujer se había ido a garchar con alguno de sus machos amigos y él, aburrido, salió a caminar por el parque que estaba a un par de cuadras de su casa. Quería relajarse y no sabía como... De golpe ante sus ojos se cruza con un pibe bastante lindo corriendo que cubría su cuerpo sólo con un mini short ajustado y con el torso empapado de sudor. Al cruzarse con él, el muchacho le sonrió y le hizo un gesto con la mano para que lo siguiera. Carlos sin entender demasiado dió media vuelta y comenzo a caminar detrás del joven corredor que aminoró su marcha y se internó en el parque hacia una glorieta bastante tupida de enredaderas.
Al internarse dentro del recinto oscuro debido a la hiedra que tapaba el sol no pudo creer lo que apareció ante sus ojos: el joven completamente desnudo y con la verga como una estaca lo esperaba con las manos cruzadas por detrás de la espalda.
- Comela viejo hijo de puta...- exclamó el pendejo
Carlos sintió un fuego interior inédito, una explosión de adrenalina que aceleró su corazón al punto del infarto... No pudo hacer otra cosa que arrodillarse ante semejante pija y emulando al macho joven puso sus manos cruzadas en la espada y comenzó a mamar con una desesperación digna de una puta como su mujer. Parecía un experto chupapija y bien sabemos que jamás había probado carne de macho. Succionaba y babeaba a destajo esa estaca venosa, dejando que la saliva lubricara los huevos de semejante especimen varonil. El pie lo estaba culeando por la boca mientras escupía su cara. Carlos de pronto estaba en su salsa, y había encontrado su vocación, no había nada que le importara más en ese momento que esa verga empapada de baba y sudor. Comía carne mientras aspiraba el olor a huevos sudados del pendejo...
El pibe metiéndole la pija hasta la garganta desagotó sus bolas llenas de leche tibia y espesa... a borbotones, una mezcla entre ácida y dulce inundó las fauces de Carlos que luego de retener el líquido todo lo que pudo fue tragándolo de a pequeñas dosis....
Había nacido una parte de nuestro super héroe... Parte de su vocación a partir de ahora sería la de calmar pijas y el reto había comenzado esa tarde.
(continuará... bah, si comentan y puntúan continuará... 😉 )
Con ustedes el Episodio Piloto: "Putiman, el nacimiento de un héroe..."
Carlos es un hombre maduro, respetado y de buenas costumbres. Casado con una yegua hermosa y bien degenerada que le encanta meterle los cuernos y que él se entere, y padre de 3 hijos, 2 hembras y un muchacho. Trabajador responsable y con una supuesta vida muy ordenada a la vista de todos.
Carlos es poseedor de tremendo cuerpazo cultivado en el gimnasio, absolutamente depilado, con una pija envidiable y tremendo ojete.
Todo empezó una tarde en la que la puta de su mujer se había ido a garchar con alguno de sus machos amigos y él, aburrido, salió a caminar por el parque que estaba a un par de cuadras de su casa. Quería relajarse y no sabía como... De golpe ante sus ojos se cruza con un pibe bastante lindo corriendo que cubría su cuerpo sólo con un mini short ajustado y con el torso empapado de sudor. Al cruzarse con él, el muchacho le sonrió y le hizo un gesto con la mano para que lo siguiera. Carlos sin entender demasiado dió media vuelta y comenzo a caminar detrás del joven corredor que aminoró su marcha y se internó en el parque hacia una glorieta bastante tupida de enredaderas.
Al internarse dentro del recinto oscuro debido a la hiedra que tapaba el sol no pudo creer lo que apareció ante sus ojos: el joven completamente desnudo y con la verga como una estaca lo esperaba con las manos cruzadas por detrás de la espalda.
- Comela viejo hijo de puta...- exclamó el pendejo
Carlos sintió un fuego interior inédito, una explosión de adrenalina que aceleró su corazón al punto del infarto... No pudo hacer otra cosa que arrodillarse ante semejante pija y emulando al macho joven puso sus manos cruzadas en la espada y comenzó a mamar con una desesperación digna de una puta como su mujer. Parecía un experto chupapija y bien sabemos que jamás había probado carne de macho. Succionaba y babeaba a destajo esa estaca venosa, dejando que la saliva lubricara los huevos de semejante especimen varonil. El pie lo estaba culeando por la boca mientras escupía su cara. Carlos de pronto estaba en su salsa, y había encontrado su vocación, no había nada que le importara más en ese momento que esa verga empapada de baba y sudor. Comía carne mientras aspiraba el olor a huevos sudados del pendejo...
El pibe metiéndole la pija hasta la garganta desagotó sus bolas llenas de leche tibia y espesa... a borbotones, una mezcla entre ácida y dulce inundó las fauces de Carlos que luego de retener el líquido todo lo que pudo fue tragándolo de a pequeñas dosis....
Había nacido una parte de nuestro super héroe... Parte de su vocación a partir de ahora sería la de calmar pijas y el reto había comenzado esa tarde.
(continuará... bah, si comentan y puntúan continuará... 😉 )
4 comentarios - "Putiman" (Macho de noche y Puta de día)