Con un compañero activo habíamos concertado un encuentro con una pareja, ellos no convivían, pero el chico pasivo vivía solo y se podría decir que era la casa de ambos. En cuanto al activo, no recuerdo bien si ya estaba divorciado o en camino, pero sí, tenia dos o tres hijos. Concurrimos al departamento que se encontraba en el barrio de Palermo, que se encuentra en la ciudad de Buenos Aires en Argentina, era muy espacioso y lindo, un lugar agradable. Nos recibieron muy bien, ya en días anteriores habíamos tenido contactos virtuales hasta concretar el encuentro. El activo era rubio, altura normal, mas bien alto y simpático, el chico pasivo mas serio, no era tan alto, de pelo castaño oscuro, y en primera impresión se lo notaba cálido y dulce, se veía que hacia algo de gym, ninguno de los cuatro teníamos barba ni bigotes. Tanto mi compañero como yo mismo teníamos poco tiempo de haber iniciado experiencias gay, mi amigo en el rol de activo y yo de pasivo. Al llegar nos sentamos en una mesa, tomamos algo y charlamos un poco, el activo era conversador, pero el pasivo era mas callado. El chico pasivo tendría unos 37 o 38 años, el activo era mas grande en unos 7 u 8 años mas, tanto mi compañero como yo estábamos alrededor de la edad del activo. Finalizando el protocolo de, como dicen los mexicanos, la platica, comenzamos con algunos besos, manoseos, y acercamientos mas íntimos, así fue que los anfitriones nos condujeron a la habitación, que era muy linda y espaciosa, con una cama king, ideal para cuatro. En el cuarto, nos relacionamos con los anfitriones para comenzar y conocernos mas, cada uno de acuerdo al rol correspondiente. Luego de algunos toqueteos y besos, me senté en la cama y comencé a liberar la pija (en España conocido como polla) del pantalón del activo que ya estaba abierto, lo tome con una mano, era grande, diría, bastante grande, muy bien proporcionado con el grosor, me resulto muy linda y no estaba circuncisa, tal como es mi preferencia., y demás esta decir que se la chupe. Mientras tanto, mi compañero y el anfitrión pasivo hacían lo suyo, mi compañero estaba bien dotado, pero no tanto como el activo que estaba disfrutando yo. Por supuesto hubo penetraciones y distintas posiciones, y todo lo que se pueda suponer, pero no es esa la historia que habla mi relato, y ya descripta la situación y sus integrantes, contaré su leitmotiv. Con el chico pasivo tenía muy buena onda, además me resulto muy agradable y lindo, ya hecho todo lo esperable y en período de descanso, los dos activos se sirvieron un café y estaban tomándolo en la habitación sentados en unas sillas y charlando de temas varios, mientras tanto, el chico pasivo y yo seguíamos en la cama un poco besándonos, acariciándonos y hablando, en esa conversación me cuenta que él nunca había penetrado a nadie, y con esos susurros amorosos me dice si yo me dejaría penetrar. Dentro de la relación que habíamos tenido los cuatro, había notado que este chico no tenía mucha erección, además no estaba bien dotado, yo diría que era una dotación normal, mas bien chica, pero a mi me gustaba mucho ese chico, y por supuesto no era por su rol, sino lo cálido, dulce y hasta me gustaba lo calladito. Al escuchar su pedido me enternecí, sonreí levemente, le di un besito en la boca y le dije que sí. Aquí fue el inicio de una situación incomoda, al menos para mí en la primer parte. Mientras la situación era la que ya he descrito, con los dos activos sentados charlando en la habitación, el chico pasivo, sin bajarse de la cama tomo un profiláctico y volvió a acercarse a mí, yo me puse en cuatro con las piernas un poco abiertas para que este chico tenga la altura adecuada, detrás mío se estaba poniendo el condón, aunque no tenía mucha erección. En ese momento, el activo dejo la conversación y le dijo a mi amigo, no en forma alterada, pero si en un estado de alerta, “disculpa”, y sin levantarse de la silla le dijo a su pareja pasiva, “¿que queres hacer?”, el chico estaba serio poniéndose el profiláctico y no lo miro ni dijo nada, el activo continuo, “pero que se te ocurre, si no sabes ni ponerte el forro” (algo burlón, pero no tanto). Mientras el activo seguía diciéndole cosas desde su lugar, el chico, algo nervioso, continuaba intentándolo, y el activo continuaba desde su lugar, “te lo queres coger (en España se dice follar), pero si no se te para, tampoco te sabes poner el forro, se te cae, no te das cuenta. Deja eso, que es lo que queres hacer.....”. Yo me sentí incomodo, tan insistente el macho y su pasivo sin mirarlo, serio e intentado nerviosamente de ponerse el condón, cuando pudo sostenerlo me apoyo un poco, no mucho y finalmente desistió, evidentemente lo había cohibido, y aun en ese momento le decía, “Ves que no podes, deja eso (en alusión al profiláctico)...las cosas que se te ocurren”. Concluidos los intentos, volví a acostarme y el chico seguía serio, su macho se levanto de la silla y fue hacia él, yo estaba al lado, pero ellos algo alejados de mí, pude escuchar que el macho le dijo mientras se le ponía al lado, “te das cuenta que no podes”, lo abrazo y lo beso, aunque su muchachito estaba serio, mientras tanto solo escuchaba susurros que yo no podía entender. Después de un ratito, el macho activo hizo que su pasivo se pusiera boca abajo, le levanto un poco el culo tomándolo desde la cintura, el chico pasivo se separo sus nalgas y el macho comenzó a penetrarlo, no a la fuerza, pero si firmemente. Una vez dentro de su pasivo, lo abrazo y continuo susurrándole, en algunos momentos hubo penetraciones fuertes que hacían gemir al chico pasivo, en otros momentos el activo empujaba fuertemente para introducir su pene lo mas dentro de su pareja que sea posible. Toda esa situación que me puso incomodo en un momento, y que ahora veía como ese macho activo ponía en su lugar a su pareja pasiva, me llevo a un estado de excitabilidad. Ahora pensaba que lo acontecido estaba bien, el macho lo quería pasivo a su chico, y el chico debía disfrutar entregándose de acuerdo a su rol, creo que cada uno disfruto confirmándose, el activo corrigiendo a su muchacho dándole el mensaje “te quiero pasivo” y su pareja disfruto siendo corregido por su macho y aceptando su lugar. Finalizando el encuentro de varias horas, tomamos algo en la mesa y hablamos un poco, el pasivo se veía bien, creo que necesitaba que le demuestren quien es el macho y lo confirmen como pasiva (aunque utilizo el femenino, no era afeminado, solo lo utilice para marcar una cuestión energética, gráficamente, algo así como el yin y el yang, lo masculino y lo femenino). Esta es la pequeña historia de cuatro, tal vez todas las conjeturas salen sobrando, en Argentina tenemos una expresión cuando tratamos de encontrar explicaciones, “se te llena el culo de preguntas”, pero ¿existe una respuesta?, creo que el postulado tan común que dice que “somos seres racionales”, a mi no me convence, creo que es mucho mas real el que dice que “somos seres emocionales que además razonamos”.
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3 comentarios - Una historia de cuatro (Relato Gay)
Muy buena historia y muy bien relatada,
La atracción sexual está por sobre todo raciocinio.
Gracias por compartir 👍
Yo comenté tu post, la mejor manera de agradecer es comentando alguno de los míos...