- En serio, perdón por lo que pasó no era mi intención asustarte- comenta Theo intentando no asustar al pobre muchacho, que ahora que le presta más atención, le gusta más que Giovanni.
- Sí entiendo, yo también tuve una... especia de día complicado hoy, no te preocupes - comenta Daniel intentando no parecer exitado al imaginarse con la verga de aquel hombre en su ahora hambriento culo.
Hay un momento de silencio incómodo. Theo realmente quiere llevarse a este hombre a su casa y dar riendas sueltas a sus instintos. Giovanni lo dejó con ganas pero a aquel muchacho también así que decide arriesgarse.
- Qué tal si vamos por un trago... necesito calmar este... calor- propone Theo con otra de sus sonrisas pícaras pero esta vez con una mirada penetrante que provoca en Daniel una erección que intenta disimular caminando adelante.
- Pues vamos!
Theo sonríe y avanza detrás de Daniel admirando el movimiento de aquellos glúteos que le rogaban leche.
Daniel puede sentir la mirada de Theo desnudando sus nalgas lo que prolonga más su erección y comienza a sentir unos deseos incontrolables de tener la verga de ese hombre inundando sus entrañas y llenandole de la más rica leche,
Conversan por un largo rato. Theo, extrañamente, disfruta esa conversación como nunca nadie lo había hecho. Daniel ama los deportes y sobre todo la natación, trabaja como enfermero pero actualmente está estudiando medicina. Tiene 2 hermanos menores y vive solamente con su papá. Gusta de música extraña, nombres de bandas y cantantes que Theo nunca ha escuchado en su vida. Disfruta tanto de la conversación que sonríe y escucha muy atentamente a aquel muchacho que ha logrado cautivarlo. Pasados algunos minutos Theo invita a Daniel a su casa. Ambos van hacia el auto de Theo y se sientan atrás. Daniel se sienta primero y luego Theo entra a su costado. Se quita el saco y comienza a besar apasionadamente a Daniel.
Manuel, el hombre que había mandado el padre de Theo lo ve salir y entra al auto tan rápido como puede.
- Disculpe la demora. ¿A su casa señor? - Pregunta Manuel
- Sí - Responde Theo sin darle mucha importancia al hombre. Y continúa saboreando los labios de aquel hermoso hombre.
El carro inicia su recorrido. Y Theo ya no puede esperar para llegara casa. Daniel ya ha sido despojado de su camisa roja y finalmente Theo puede apreciar ese sexy pecho peludo que hace que Theo se descontrole. Empieza a lamer el pecho de Daniel y baja hasta su abdomen. Llega a su verga, pero antes debe bajarle los pantalones. Cuando lo hace descubre unas nalgas muy cuidadas y que piden a gritos su atención. Theo no duda en colocar a Daniel en una incomoda posición a cuatro patas, pero en ese momento a ninguno le importa la comodidad. Theo baja el boxer del apuesto joven y comienza a rozarle la verga por su ano. Daniel esta completamente excitado y solo gime y gime moviendo su culo intentando seguir el ritmo del movimiento de la verga de Theo. Llegan a un semáforo y Daniel logra indentificar la zona en la que se encuentran, estan a un poco menos de su casa y eso en lugar de asustarle le excita más y le ruega a Theo: "vamos, métemela".
El semáforo cambia a verde y Manuel sabe que debe avanzar con cuidado o Theo podría enfurecer. Durante el recorrido no ha hecho más que mantenerse en silencio y manejar a una velocidad prudente para su jefe pueda disfrutar de su día.
El auto avanza y ninguno de los dos lo nota. Theo ha escuchado las palabras mágicas pero decide que en el auto solo continuarán jugando. El plato fuerte será en su casa. Así que empieza a besar el cuello de Daniel mientras su verga se reposa entre la raja de Daniel. El joven siente todo el peso contra su culo y continúa moviendolo intentando que de alguna forma aquel trozo enorme de carne ingrese en su culo. Theo sonstiene su verga con la mano izquierda y comienza a dibujar círculos sobre el culo del muchacho. Daniel ya no soporta más solo quiere sentir esa verga dentro y mueve su culo con mucho más locura. Mueve sus manos hacia atrás intentando jalar a Theo hacia él, intentando que se la meta de una vez. "métemela, dame verga", ruega Daniel desesperadamente... intentando dirigir la verga de Theo a su ano. Theo lo gira y acerca su cara a la del joven, lo besa y luego mete su verga en ella. Coge esa boca con todas las fuerzas que tiene. Daniel trata de no ahogarse y tragarsela por completo ¡pero vaya que lo está disfrutando! Theo no puede contenerse y comienza a correrse en la boca del joven muchacho. Daniel traga todo lo que puede aunque algunas gotas caen por sus mejillas y hasta por su cabello. Trata de juntarlas todas y se chupa los dedos llenos de leche mirando fijamente a Theo. Él admira como el joven traga cada gota de leche y no puede evitar besarlo nuevamente. El ha estado parado por algunos minutos. Ya han llegado a casa y Manuel no ha hecho ruido hasta que su jefe haya terminado lo suyo. Theo abraza tiernamente a Daniel y lo besa nuevamente. Se arreglan y abre la puerta del carro. Le extiende la mano a Daniel ayudándole a salir y le abraza nuevamente, baja sus manos hacia su nalga y empieza a meterle el dedo por su ano. Daniel vuelve a sentir ganas de ser cogido y aparta a Theo de él susurrándole: Es hora de que me llenes el culo de leche.
Ambos corren hacia el segundo piso y van directamente a su cuarto. Manuel, por fin puede salir del auto y lo alista por si Theo quiere salir más tarde. Recoge la ropa que ambos han olvidado en el carro y la lleva hacia la lavandería. Baja al primer piso y prende el televisor con el volumen lo más bajo posible. Los gemidos se escuchan más fuerte de lo habitual y piensa para sí mismo que es la mejor conquista que Theo a traído a casa.
Continúa...
- Sí entiendo, yo también tuve una... especia de día complicado hoy, no te preocupes - comenta Daniel intentando no parecer exitado al imaginarse con la verga de aquel hombre en su ahora hambriento culo.
Hay un momento de silencio incómodo. Theo realmente quiere llevarse a este hombre a su casa y dar riendas sueltas a sus instintos. Giovanni lo dejó con ganas pero a aquel muchacho también así que decide arriesgarse.
- Qué tal si vamos por un trago... necesito calmar este... calor- propone Theo con otra de sus sonrisas pícaras pero esta vez con una mirada penetrante que provoca en Daniel una erección que intenta disimular caminando adelante.
- Pues vamos!
Theo sonríe y avanza detrás de Daniel admirando el movimiento de aquellos glúteos que le rogaban leche.
Daniel puede sentir la mirada de Theo desnudando sus nalgas lo que prolonga más su erección y comienza a sentir unos deseos incontrolables de tener la verga de ese hombre inundando sus entrañas y llenandole de la más rica leche,
Conversan por un largo rato. Theo, extrañamente, disfruta esa conversación como nunca nadie lo había hecho. Daniel ama los deportes y sobre todo la natación, trabaja como enfermero pero actualmente está estudiando medicina. Tiene 2 hermanos menores y vive solamente con su papá. Gusta de música extraña, nombres de bandas y cantantes que Theo nunca ha escuchado en su vida. Disfruta tanto de la conversación que sonríe y escucha muy atentamente a aquel muchacho que ha logrado cautivarlo. Pasados algunos minutos Theo invita a Daniel a su casa. Ambos van hacia el auto de Theo y se sientan atrás. Daniel se sienta primero y luego Theo entra a su costado. Se quita el saco y comienza a besar apasionadamente a Daniel.
Manuel, el hombre que había mandado el padre de Theo lo ve salir y entra al auto tan rápido como puede.
- Disculpe la demora. ¿A su casa señor? - Pregunta Manuel
- Sí - Responde Theo sin darle mucha importancia al hombre. Y continúa saboreando los labios de aquel hermoso hombre.
El carro inicia su recorrido. Y Theo ya no puede esperar para llegara casa. Daniel ya ha sido despojado de su camisa roja y finalmente Theo puede apreciar ese sexy pecho peludo que hace que Theo se descontrole. Empieza a lamer el pecho de Daniel y baja hasta su abdomen. Llega a su verga, pero antes debe bajarle los pantalones. Cuando lo hace descubre unas nalgas muy cuidadas y que piden a gritos su atención. Theo no duda en colocar a Daniel en una incomoda posición a cuatro patas, pero en ese momento a ninguno le importa la comodidad. Theo baja el boxer del apuesto joven y comienza a rozarle la verga por su ano. Daniel esta completamente excitado y solo gime y gime moviendo su culo intentando seguir el ritmo del movimiento de la verga de Theo. Llegan a un semáforo y Daniel logra indentificar la zona en la que se encuentran, estan a un poco menos de su casa y eso en lugar de asustarle le excita más y le ruega a Theo: "vamos, métemela".
El semáforo cambia a verde y Manuel sabe que debe avanzar con cuidado o Theo podría enfurecer. Durante el recorrido no ha hecho más que mantenerse en silencio y manejar a una velocidad prudente para su jefe pueda disfrutar de su día.
El auto avanza y ninguno de los dos lo nota. Theo ha escuchado las palabras mágicas pero decide que en el auto solo continuarán jugando. El plato fuerte será en su casa. Así que empieza a besar el cuello de Daniel mientras su verga se reposa entre la raja de Daniel. El joven siente todo el peso contra su culo y continúa moviendolo intentando que de alguna forma aquel trozo enorme de carne ingrese en su culo. Theo sonstiene su verga con la mano izquierda y comienza a dibujar círculos sobre el culo del muchacho. Daniel ya no soporta más solo quiere sentir esa verga dentro y mueve su culo con mucho más locura. Mueve sus manos hacia atrás intentando jalar a Theo hacia él, intentando que se la meta de una vez. "métemela, dame verga", ruega Daniel desesperadamente... intentando dirigir la verga de Theo a su ano. Theo lo gira y acerca su cara a la del joven, lo besa y luego mete su verga en ella. Coge esa boca con todas las fuerzas que tiene. Daniel trata de no ahogarse y tragarsela por completo ¡pero vaya que lo está disfrutando! Theo no puede contenerse y comienza a correrse en la boca del joven muchacho. Daniel traga todo lo que puede aunque algunas gotas caen por sus mejillas y hasta por su cabello. Trata de juntarlas todas y se chupa los dedos llenos de leche mirando fijamente a Theo. Él admira como el joven traga cada gota de leche y no puede evitar besarlo nuevamente. El ha estado parado por algunos minutos. Ya han llegado a casa y Manuel no ha hecho ruido hasta que su jefe haya terminado lo suyo. Theo abraza tiernamente a Daniel y lo besa nuevamente. Se arreglan y abre la puerta del carro. Le extiende la mano a Daniel ayudándole a salir y le abraza nuevamente, baja sus manos hacia su nalga y empieza a meterle el dedo por su ano. Daniel vuelve a sentir ganas de ser cogido y aparta a Theo de él susurrándole: Es hora de que me llenes el culo de leche.
Ambos corren hacia el segundo piso y van directamente a su cuarto. Manuel, por fin puede salir del auto y lo alista por si Theo quiere salir más tarde. Recoge la ropa que ambos han olvidado en el carro y la lleva hacia la lavandería. Baja al primer piso y prende el televisor con el volumen lo más bajo posible. Los gemidos se escuchan más fuerte de lo habitual y piensa para sí mismo que es la mejor conquista que Theo a traído a casa.
Continúa...
0 comentarios - Otra historia de sexo (II): Daniel