Todo comenzó cuando tenia maso menos 10/11 años, no recuerdo bien como se dio pero paso.
Pasaba mucho tiempo con mi mejor amigo en ese entonces cuando una mañana mientras estábamos sentados en mi cama nos empezamos a tocar la pija, un rato cada uno hasta que se nos ponía bien dura...
En ese momento no sabíamos (o por lo menos en mi caso) que era lo que pasaba después de que empezábamos a sentir placer... No sabíamos que eso era mastubarse y que después de un tiempo nos saldría lechita por nuestras pijas.
Me acuerdo bien de su pija y en ese momento me gusto mucho lo que hacíamos.
Ese toqueteo de pijas se repitió durante algunos días más hasta que un día dejamos de tocarnos el uno al otro.
Fuimos creciendo y desde el último día que nos dejamos de tocar nuestras pijas ninguno de los dos volvió a tocar el tema.
Cabe aclarar que me gustan las mujeres y me gusta mucho disfrutar de una buena concha húmeda, pero me quedo ese nose que con las pijas.
Ya un poco mas de grande en una casa de verano lo volví a ver, desnudo y con su pija flácida, la pija había crecido y era tal cual la recordaba, es de esas pijas que con solo tocarla ya se empieza a endurecer. Me quede mirándose la unos segundos con ganas de agarrarsela y empezar a pajearlo pero no se dio... Es hasta el día de hoy que me acuerdo de su pija y fantaseo con estar un día solos en su casa sentados en el sillón y empezar a tocarnos como cuando lo hacíamos cuando éramos chicos, con solo pensar en esa situación ya me empiezo a calentar y se me empieza a poner toda durita...
Me queda el interrogante de si el se animaría o no a recordar esos viejos tiempos, por ahora solo queda en la fantasía pero llegado el caso creo que me la metería toda esa pija en mi boca...
Por lo pronto mi pija se tendrá que conformar con ser manoseada por mi mano...
Queda alguna historia mas que contar, pero eso será en la próxima ocasión. Disfruten de una linda noche de pajas..
Pasaba mucho tiempo con mi mejor amigo en ese entonces cuando una mañana mientras estábamos sentados en mi cama nos empezamos a tocar la pija, un rato cada uno hasta que se nos ponía bien dura...
En ese momento no sabíamos (o por lo menos en mi caso) que era lo que pasaba después de que empezábamos a sentir placer... No sabíamos que eso era mastubarse y que después de un tiempo nos saldría lechita por nuestras pijas.
Me acuerdo bien de su pija y en ese momento me gusto mucho lo que hacíamos.
Ese toqueteo de pijas se repitió durante algunos días más hasta que un día dejamos de tocarnos el uno al otro.
Fuimos creciendo y desde el último día que nos dejamos de tocar nuestras pijas ninguno de los dos volvió a tocar el tema.
Cabe aclarar que me gustan las mujeres y me gusta mucho disfrutar de una buena concha húmeda, pero me quedo ese nose que con las pijas.
Ya un poco mas de grande en una casa de verano lo volví a ver, desnudo y con su pija flácida, la pija había crecido y era tal cual la recordaba, es de esas pijas que con solo tocarla ya se empieza a endurecer. Me quede mirándose la unos segundos con ganas de agarrarsela y empezar a pajearlo pero no se dio... Es hasta el día de hoy que me acuerdo de su pija y fantaseo con estar un día solos en su casa sentados en el sillón y empezar a tocarnos como cuando lo hacíamos cuando éramos chicos, con solo pensar en esa situación ya me empiezo a calentar y se me empieza a poner toda durita...
Me queda el interrogante de si el se animaría o no a recordar esos viejos tiempos, por ahora solo queda en la fantasía pero llegado el caso creo que me la metería toda esa pija en mi boca...
Por lo pronto mi pija se tendrá que conformar con ser manoseada por mi mano...
Queda alguna historia mas que contar, pero eso será en la próxima ocasión. Disfruten de una linda noche de pajas..
2 comentarios - Descubriendo nuestro cuerpo (Relato)