No podía creer cuando vi la foto de semejante cuerpo, era una nena con todas las letras, con las “a” bien puestas, soñaba despierto frente a la computadora, el corazón me latía al tiempo que mi verga, como una danza que solo la lujuria puede bailar.
Poringa nunca fue un medio para programar encuentros para mí, pero desde que comencé a subir relatos esas cosas no paran de suceder, y para bien, vaya si es para bien.
Me es difícil a veces por el laburo, o por el tiempo el poder organizar algo, también pareciera ser que son pocos santafesinos pasivos (yo se que son muchos igual) que están dispuestos en alguna madrugada, pero hace unas semanas me escribió Janet.
Janet comenzó siendo una dulce, sentía la necesidad de ser querida y tratada como la mujer que se sentía, yo, que siempre respete y entendí esos aspectos, me despache entre prosas y sonetos que venían a mi cabeza espontáneamente, por mensajes Janet me dijo
- basta me calentaste muchísimo, haceme tu puta de una vez- sentencio de manera terminante
Yo, que ya había visto las fotos de ella, accedí inmediatamente y al cabo de una hora estaba en la puerta de mi laburo, con una mirada de sumisión que me hizo levantar la verga al instante haciendo difícil disimularla en mi pantalón de vestir.
Entro, siguiendo algunas instrucciones para ser discretos, y cuando la tuve en frente mió no podía creerlo, se presento con su nombre verdadero, el cual no recuerdo ni quiero recordarlo, había algo en sus ojos lo note al comienzo, ella llego con un pequeño bolso.
- que traes ahí? - Le pregunte
- La misma ropita que te calentó en las fotos - me dijo, y yo ya no podía esperar
Fuimos hasta un lugarcito, cómodo dentro de todo y tranquilo, sin ruido ni molestias y a partir de ese momento comenzó el sueño llamado Janet
Le pedí que se cambie si quería , ahí frente mió, accedió, pero a los pocos segundos salte sobre la cola que estaba viendo, aun tenia puesta una colales magnifica cosa que mis manos ignoraron por acariciar semejante ojete.
Me miro a los ojos, conectamos, pude ver que su mirada había cambiado, no era la misma mirada, era otra persona.
Me hizo sentar sobre un sillón casi de prepo, y con las ansias en sus manos y en toda la cara, se refregaba constantemente, le gustaba sentir mi verga que no disimulaba por encima del pantalón, sentirla con la cara una y otra vez, me la tocaba frenéticamente un momento y al otro la tenía entre sus labios.
- que ganas de comértela papi, te gusta esto no?
- Me encanta! Divina, parà que me bajo el pantalón
- Noo, vos quédate así y mírame como me cambio, ni te la toques. Quiero que me veas,
Obedecí, si, obedecí, Janet había tomado el control de todo lo que pasaba, yo moría de placer al verla con su cola majestuosa, ella repetía “te gustan los putitos así?” y se agachaba dándome la espalda y seguía “ no te la toques, dame ese gusto, junta leche que quiero que me bañes de tu lechita”. Yo volaba, esa situación me drogaba de deseo.
Y sin avisar, aprovechando que lleve mi mirada hacia arriba, se agacho de la manera mas puta que vi en una persona y con la mayor destreza libero mi chota que peleaba por salir, una fracción de segundo solo duro fuera de su boca.
- que rica pija, me vas a dar lechita no? Mira que tengo sed papu – me decía, yo asentía solamente
- lo que mas quiero es comerte esa cola, me vas a dejar? – le pregunte torpemente
- primero yo como choto, y vos después me comes cola – me dijo
Me limitaba, pero no me desagradaba la actitud, me había equivocado al juzgarla, pensaba, donde estaba esa nena que quería romanticismo?
- mmmm, mmmm, que rica, huummm te gusta como te la como bebe?- me decía y tragaba verga con una vehemencia increíble.
- Te gusta la pija putito, como la chupas divina – le decía y aceleraba su trabajo considerablemente
- Cogeme la boca papa, cogmmmm, la bmmmm- hablaba sin dejar de chuparla, no terminaba las palabras por su deseo incontrolable de verga.
Le agarre la nuca y comencé a entrar y salir salvajemente, Janet me miraba a los ojos y gemía sin sacarme la mirada y cuando la ocasión dio un respiro, ella se paro de la misma forma que se agacho poniéndome su cola a mi entera disposición
- que le vas a hacer a esta cola!!!??- me dijo pero yo ni siquiera pensé en contestar
Tenia entre mis labios el sabor de un culo formidable, se movía en mi lengua con un vaivén que erotizaba hasta mis amígdalas, y mis manos palpaban y abrían el semejante manjar.
- te quiero coger ya mismo divina, sentate arriba- le sugerí, le ordene, le suplique, le rogué.
Me encantaba verle la cola mientras se movía, la forma en que mi pija entraba y salía me descosía la cabeza. Sus gemidos, pedían leche.
No hubo muchas poses, pero la calentura a la que me había sometido previamente dio sus frutos y ahí agachado frente a mí, con su boca abierta y sus manos jugando con mis huevos, recibió una buena ración de semen, que fue a parar en su cara y su boca.
Chupo unos minutos mas, para asegurarse que todo fue de ella, y mientras lo hacia me miraba y sus ojos evidentemente habían cambiado
Se fue después que se vistió, ordinariamente, como cualquier persona. “me encanta lo que me escribís, me hacen sentir tan nenita, no dejes de hacerlo”. Me pidió mi número y quedamos contactados. Su mirada fue lo último que vi.
Janet comenzó siendo una dulce, por suerte termino siendo una de las mas putas
(Lo prometido es deuda, aca cumplo)
Poringa nunca fue un medio para programar encuentros para mí, pero desde que comencé a subir relatos esas cosas no paran de suceder, y para bien, vaya si es para bien.
Me es difícil a veces por el laburo, o por el tiempo el poder organizar algo, también pareciera ser que son pocos santafesinos pasivos (yo se que son muchos igual) que están dispuestos en alguna madrugada, pero hace unas semanas me escribió Janet.
Janet comenzó siendo una dulce, sentía la necesidad de ser querida y tratada como la mujer que se sentía, yo, que siempre respete y entendí esos aspectos, me despache entre prosas y sonetos que venían a mi cabeza espontáneamente, por mensajes Janet me dijo
- basta me calentaste muchísimo, haceme tu puta de una vez- sentencio de manera terminante
Yo, que ya había visto las fotos de ella, accedí inmediatamente y al cabo de una hora estaba en la puerta de mi laburo, con una mirada de sumisión que me hizo levantar la verga al instante haciendo difícil disimularla en mi pantalón de vestir.
Entro, siguiendo algunas instrucciones para ser discretos, y cuando la tuve en frente mió no podía creerlo, se presento con su nombre verdadero, el cual no recuerdo ni quiero recordarlo, había algo en sus ojos lo note al comienzo, ella llego con un pequeño bolso.
- que traes ahí? - Le pregunte
- La misma ropita que te calentó en las fotos - me dijo, y yo ya no podía esperar
Fuimos hasta un lugarcito, cómodo dentro de todo y tranquilo, sin ruido ni molestias y a partir de ese momento comenzó el sueño llamado Janet
Le pedí que se cambie si quería , ahí frente mió, accedió, pero a los pocos segundos salte sobre la cola que estaba viendo, aun tenia puesta una colales magnifica cosa que mis manos ignoraron por acariciar semejante ojete.
Me miro a los ojos, conectamos, pude ver que su mirada había cambiado, no era la misma mirada, era otra persona.
Me hizo sentar sobre un sillón casi de prepo, y con las ansias en sus manos y en toda la cara, se refregaba constantemente, le gustaba sentir mi verga que no disimulaba por encima del pantalón, sentirla con la cara una y otra vez, me la tocaba frenéticamente un momento y al otro la tenía entre sus labios.
- que ganas de comértela papi, te gusta esto no?
- Me encanta! Divina, parà que me bajo el pantalón
- Noo, vos quédate así y mírame como me cambio, ni te la toques. Quiero que me veas,
Obedecí, si, obedecí, Janet había tomado el control de todo lo que pasaba, yo moría de placer al verla con su cola majestuosa, ella repetía “te gustan los putitos así?” y se agachaba dándome la espalda y seguía “ no te la toques, dame ese gusto, junta leche que quiero que me bañes de tu lechita”. Yo volaba, esa situación me drogaba de deseo.
Y sin avisar, aprovechando que lleve mi mirada hacia arriba, se agacho de la manera mas puta que vi en una persona y con la mayor destreza libero mi chota que peleaba por salir, una fracción de segundo solo duro fuera de su boca.
- que rica pija, me vas a dar lechita no? Mira que tengo sed papu – me decía, yo asentía solamente
- lo que mas quiero es comerte esa cola, me vas a dejar? – le pregunte torpemente
- primero yo como choto, y vos después me comes cola – me dijo
Me limitaba, pero no me desagradaba la actitud, me había equivocado al juzgarla, pensaba, donde estaba esa nena que quería romanticismo?
- mmmm, mmmm, que rica, huummm te gusta como te la como bebe?- me decía y tragaba verga con una vehemencia increíble.
- Te gusta la pija putito, como la chupas divina – le decía y aceleraba su trabajo considerablemente
- Cogeme la boca papa, cogmmmm, la bmmmm- hablaba sin dejar de chuparla, no terminaba las palabras por su deseo incontrolable de verga.
Le agarre la nuca y comencé a entrar y salir salvajemente, Janet me miraba a los ojos y gemía sin sacarme la mirada y cuando la ocasión dio un respiro, ella se paro de la misma forma que se agacho poniéndome su cola a mi entera disposición
- que le vas a hacer a esta cola!!!??- me dijo pero yo ni siquiera pensé en contestar
Tenia entre mis labios el sabor de un culo formidable, se movía en mi lengua con un vaivén que erotizaba hasta mis amígdalas, y mis manos palpaban y abrían el semejante manjar.
- te quiero coger ya mismo divina, sentate arriba- le sugerí, le ordene, le suplique, le rogué.
Me encantaba verle la cola mientras se movía, la forma en que mi pija entraba y salía me descosía la cabeza. Sus gemidos, pedían leche.
No hubo muchas poses, pero la calentura a la que me había sometido previamente dio sus frutos y ahí agachado frente a mí, con su boca abierta y sus manos jugando con mis huevos, recibió una buena ración de semen, que fue a parar en su cara y su boca.
Chupo unos minutos mas, para asegurarse que todo fue de ella, y mientras lo hacia me miraba y sus ojos evidentemente habían cambiado
Se fue después que se vistió, ordinariamente, como cualquier persona. “me encanta lo que me escribís, me hacen sentir tan nenita, no dejes de hacerlo”. Me pidió mi número y quedamos contactados. Su mirada fue lo último que vi.
Janet comenzó siendo una dulce, por suerte termino siendo una de las mas putas
(Lo prometido es deuda, aca cumplo)
2 comentarios - Esa nena, esa mirada
Me imagino a una Janet de piel suave...