Una noche, a mis 17 años, fui a una fiesta en la casa de un amigo que vivía por la zona de Palermo. Después de emborracharme, fui a caminar buscando travestis. Sabía que por las calles Araoz y Cordoba había una casa tipo PH que estaba lleno de travestis prostituyéndose.
Cuando la encontré, una travesti rubia con un vestido floreado se interpuso delante mio y me invito a pasar a su habitacion.
Aquella casa tenía un patio con una escalera que llevaba al 1er piso, ella subio delante mio y entramos a su habitación.
Al pasar me arrinconó contra la pared y empezó a besarme intensamente metiendo su lengua fuertemente en mi boca y apretando con sus manos mi cola. Tironeando de mi ropa me fue desvistiendo hasta que sólo quedar con mi cinturón de cuero. Nos seguimos besando y empecé a sentir su pija caliente en mi pierna, la agarré con mi mano, la miré, y me dí cuenta de lo grande que era.
En ese instante me tomo de la nuca guiándome para que empiece a chuparsela. Estaba arrodillado con su pija en mi boca, sus manos en mi cabeza, y me dijo:
- Que linda putita. Mirame a los ojos, que me encanta tu cara.
Yo hice lo que me dijo, estaba dispuesto a todo. Miraba su cara en la luz tenue mientras sus ojos brillaban, lentamente iba metiendo y sacando su pija sobre mis labios.
Poco a poco sus manos fueron poniéndose más tensas mientras sentía sus dedos apretando con más presión.Llenó mi boca a la fuerza con un gemido varonil, la saliva empezó a brotar espesa hasta el punto de ahogarme por momentos. La sacó de mi boca pasando su enorme pija por toda mi cara.
- Ponete en cuatro en la cama bebe. Te voy a taladrar toda esa colita.
Obedecí en silencio poniéndome torpemente sobre la cama.
- Arqueame la espaldita bebé.
Me dio una fuerte nalgada y comencé a sentir sus dedos húmedos penetrandome. Enterré mi cabeza en las almohadas y comencé a gemir despacio. Todavía sentía la saliva seca sobre mi cara.
Después de un rato se puso detrás mío, sentía como pasaba la punta de su pija por mi cola.
Poco a poco fue metiéndose cada vez más dentro mío. Hasta que sentí sus manos en mi cinturón, ahí fue cuando empezó cabalgarme duro. Nalgada tras nalgada hacían que se elevara mi climax... tenia en mi mente que esa pija enorme que había llenado de saliva minutos antes, ahora estaba en mi cola, penetrandome fuertemente.
En el momento más intenso me tomo del pelo poniendome de rodillas y me acabó en toda mi boca, sentí que me ahogaba. Escupí todo al piso.
Y ahí estaba, desnudo, arrodillado y con la cara llena de semen. Una noche inolvidable.
Cuando la encontré, una travesti rubia con un vestido floreado se interpuso delante mio y me invito a pasar a su habitacion.
Aquella casa tenía un patio con una escalera que llevaba al 1er piso, ella subio delante mio y entramos a su habitación.
Al pasar me arrinconó contra la pared y empezó a besarme intensamente metiendo su lengua fuertemente en mi boca y apretando con sus manos mi cola. Tironeando de mi ropa me fue desvistiendo hasta que sólo quedar con mi cinturón de cuero. Nos seguimos besando y empecé a sentir su pija caliente en mi pierna, la agarré con mi mano, la miré, y me dí cuenta de lo grande que era.
En ese instante me tomo de la nuca guiándome para que empiece a chuparsela. Estaba arrodillado con su pija en mi boca, sus manos en mi cabeza, y me dijo:
- Que linda putita. Mirame a los ojos, que me encanta tu cara.
Yo hice lo que me dijo, estaba dispuesto a todo. Miraba su cara en la luz tenue mientras sus ojos brillaban, lentamente iba metiendo y sacando su pija sobre mis labios.
Poco a poco sus manos fueron poniéndose más tensas mientras sentía sus dedos apretando con más presión.Llenó mi boca a la fuerza con un gemido varonil, la saliva empezó a brotar espesa hasta el punto de ahogarme por momentos. La sacó de mi boca pasando su enorme pija por toda mi cara.
- Ponete en cuatro en la cama bebe. Te voy a taladrar toda esa colita.
Obedecí en silencio poniéndome torpemente sobre la cama.
- Arqueame la espaldita bebé.
Me dio una fuerte nalgada y comencé a sentir sus dedos húmedos penetrandome. Enterré mi cabeza en las almohadas y comencé a gemir despacio. Todavía sentía la saliva seca sobre mi cara.
Después de un rato se puso detrás mío, sentía como pasaba la punta de su pija por mi cola.
Poco a poco fue metiéndose cada vez más dentro mío. Hasta que sentí sus manos en mi cinturón, ahí fue cuando empezó cabalgarme duro. Nalgada tras nalgada hacían que se elevara mi climax... tenia en mi mente que esa pija enorme que había llenado de saliva minutos antes, ahora estaba en mi cola, penetrandome fuertemente.
En el momento más intenso me tomo del pelo poniendome de rodillas y me acabó en toda mi boca, sentí que me ahogaba. Escupí todo al piso.
Y ahí estaba, desnudo, arrodillado y con la cara llena de semen. Una noche inolvidable.
10 comentarios - Mi experiencia trav (relato real)