Hace unos años, fui a una gomería al costado de la ruta. Estaba muy caliente y ya venía masturbandome un poco hasta que una goma baja me sacó del viaje. Llegúe y le pedí al gomero que revise la goma y las otras de paso. Me dijo que pasara y esperara.
Fui al fondo y había un sillón desvencijado en el cual me senté. Alcé mi mirada y estaban los clásicos posters de gomería, mas algunos posters de viejas revistas y hasta recortes de revistas porno. Me puse a mirar, a disfrutar y casi sin darme cuenta, estaba con la pija afuera, refregándola contra el sillón.
-No te quería molestar, pero el auto ya está listo.
Era el gomero, quien se ve que en la soledad de la ruta estaba tan caliente como yo, porque dijo esa frase mientras llevaba su mano a mi verga.
Lo miré y le pedi que se parara. Le bajé los pantalones y estaba su poronga parada por debajo del slip. Se lo sacó y allí estaba un pedazo enorme de carne. Me calentaba su transpiración y mis manos comenzaron la placentera tarea de masturbarlo. Nos terminamos de desnudar mientras nos pajeabamos. El tipo pasú su ojete por mi pija y quería cojermelo ahi. Pero se dio vuelta y empezó a chuparme la pija, mientras sus manos, raposas, se encargaban de mis huevos y mi cola. Ahi no di mas y le pedí que me metiera uno de esos dejos en el culo. Mi mano trataba, dentro de mi extasis, llegar a su chota, enorme. Cuando pude, me acomodé y estabamos los 2 saboreando el sexo del otro en un 69 hiper caliente. El acabó en mi cuello y yo en su mano, fue demasiado
Al incorporarnos y volver en si, me cobro por el emparche de la rueda y me regaló uno de sus posters.
"Volvé pronto" Me dijo, y tuve muchas ganas de volver. Otro día será, porque de verdad me quería coger a ese tipo y que me metiera ese trozo en mi cola...
Fui al fondo y había un sillón desvencijado en el cual me senté. Alcé mi mirada y estaban los clásicos posters de gomería, mas algunos posters de viejas revistas y hasta recortes de revistas porno. Me puse a mirar, a disfrutar y casi sin darme cuenta, estaba con la pija afuera, refregándola contra el sillón.
-No te quería molestar, pero el auto ya está listo.
Era el gomero, quien se ve que en la soledad de la ruta estaba tan caliente como yo, porque dijo esa frase mientras llevaba su mano a mi verga.
Lo miré y le pedi que se parara. Le bajé los pantalones y estaba su poronga parada por debajo del slip. Se lo sacó y allí estaba un pedazo enorme de carne. Me calentaba su transpiración y mis manos comenzaron la placentera tarea de masturbarlo. Nos terminamos de desnudar mientras nos pajeabamos. El tipo pasú su ojete por mi pija y quería cojermelo ahi. Pero se dio vuelta y empezó a chuparme la pija, mientras sus manos, raposas, se encargaban de mis huevos y mi cola. Ahi no di mas y le pedí que me metiera uno de esos dejos en el culo. Mi mano trataba, dentro de mi extasis, llegar a su chota, enorme. Cuando pude, me acomodé y estabamos los 2 saboreando el sexo del otro en un 69 hiper caliente. El acabó en mi cuello y yo en su mano, fue demasiado
Al incorporarnos y volver en si, me cobro por el emparche de la rueda y me regaló uno de sus posters.
"Volvé pronto" Me dijo, y tuve muchas ganas de volver. Otro día será, porque de verdad me quería coger a ese tipo y que me metiera ese trozo en mi cola...
5 comentarios - La Gomería (relato)