amarrado y con el trasero al aire (frente a mi curso)

Hola a todo el mundo
Esta es la primera de varias historias de mi vida, todas son reales, sin embargo cambio los nombres y algunos detalles para mantener el anonimato y hacer más fluida la misma historia.
Hace como 2 años estaba estudiando en el instituto, realizaba el curso de TENS (Técnico en Enfermería de nivel superior), es la persona que realiza las tareas que indican el médico y la enfermera.
Dentro de los temas que tenemos que aprender esta la administración de medicamentos inyectables (las típicas inyecciones), estas se pueden colocar en diferentes zonas del cuerpo como el musculo deltoides en el brazo o el musculo glúteo en el trasero.
En las clases ya habíamos aprendido la teoría de cómo administrar las inyecciones y solo faltaba practicar entre nosotros, con las primeras (las que van en el brazo) no había problema, hasta que llegamos a la administración en el glúteo. Nadie quería servir de modelo para que le pusieran una inyección frente a todo el curso, nadie quería terminar frente a todos con el trasero desnudo.
La profesora decidió pedirle a una de mis compañeras de curso que eligiera un numero al azar y al que le correspondiera según su número de asistencia pasaría adelante, vi que ella le preguntaba algo a sus amigas y sonreían cuando me miraron y dijo mi numero, así que proteste porque supuse que lo hicieron en forma intencional, a la profesora le dio la misma impresión así que como castigo la eligió a ella para ser la primera en pasar, lo que la enfureció a ella y a sus amigas aunque no dijeron nada. Yo tenía buenas relaciones con mi curso y también las mejores notas y creo que esto último generaba envidia en algunas personas aunque yo no presumía por mis notas, incluso ayudaba a quien podía.
Esta chica a quien llamare Magaly se recostó en la cama boca abajo y dejo que la inyectaran, la profesora tenia cuidado de que se viera solo lo necesario para administrar el medicamento, la mayor parte del trasero quedaba cubierto por una sabana, aunque de todas formas se insinuaban unas hermosas curvas. Cuando termino, la profesora pidió un voluntario para otra demostración y yo me ofrecí, me sentía mal por haber hecho que pasara la Magaly, me acosté sobre la cama boca abajo y me baje el pantalón, deje todo mi trasero desnudo y tapado solo por la sabana, estaba esperando a que empezara cuando la profesora nos avisa que faltaban materiales y que tendría que ir a buscarlos a la bodega.
Dicha bodega estaba casi al otro lado del instituto, así que le tomaría algo de tiempo ir y volver, de todas formas me quede como estaba, me estaba excitando saber que solo me tapaba el trasero una sabana delgada, siempre he sido exhibicionista y si no me ofrecí de voluntario antes fue solo porque quería ver como se realizaba el procedimiento.
Unas compañeras de curso se pusieron frente a mí y me preguntaron si sabia como se utilizan las contenciones de manos (son unas amarras que se colocan en las manos para impedir que el paciente se levante o manipule los dispositivos, cuando esta medio dormido por ejemplo), les dije que algo sabia y me las puse yo mismo en las manos, mientras ellas las ataban por debajo de la cama. Era evidente que es lo que querían hacer y me gustaba la idea, así que les seguí el juego de la forma más inocente que pude.
Alguien tiro para abajo la sabana y me quede con el trasero al aire frente a todo mi curso, éramos unas 50 personas, de ellas unas 40 eran mujeres, de inmediato comenzaron las risas y las bromas, aunque me gustaba y estaba excitado se que me puse rojo de la vergüenza. La Magaly se me acerco y me dijo “viste, por no pasar antes ahora todos vamos a jugar con tu poto” y me dio una palmada en el trasero. Paso un buen rato y nadie más se acercaba, solo miraban, reían y me sacaban fotografías, seguramente pensaban que yo los podría acusar después y por eso no se atrevían a hacerme más cosas.
Después de un par de minutos uno de mis compañeros dice “bueno, esto no se puede desaprovechar, examinémoslo” el era Marcelo, ya todos sabíamos que era un gay activo, eso me asusto, si bien me gustaba que me miren el trasero e incluso me habría gustado que me lo toquen yo seguía siendo heterosexual. Pedí que me suelten y al no conseguir respuesta trate de soltarme yo mismo pero solo conseguía risas y aplausos. Marcelo me dijo que no me pasaría nada, que solo quiera ver un poco más y que me dejara llevar si no quería que alguna fotografía se hiciera pública, sé que me puse más rojo todavía y creo que incluso se me humedecieron los ojos, solo le dije “bueno, dale” y escondí la cara en la almohada de la cama.
Marcelo me dijo “buen chico” y me dio un par de nalgadas en el trasero con las manos, pregunto al resto del curso que sugerían hacer y todos se quedaron en silencio, sabía que era imposible que me violara frente a todas esas personas, pero temía que le dijeran que lo hiciera. Ya me había quedado claro que todo el mundo estaba disfrutando y que no me ayudarían. Fue precisamente la Magaly quien salió con la idea, le dijo que me examinara y que los dejara ver mi hoyo. Nuevamente estallaron risas y aplausos y Marcelo los complació me agarro los glúteos y los separo lo mas que pudo para que se viera lo mejor posible mi ano, sentí sus dedos a pocos milímetros, pero no me los metió, solo me dijo al oído que eso pronto seria suyo.
Me soltó las manos y esperamos a la profesora, el resto del día transcurrió entre risas y bromas solamente, pero algo me decía que mi trasero nuevamente seria protagonista en algún momento.