La primera cogida con el portero.

Hace tiempo quería subir este relato real.
Mi primera experiencia con el portero de casa.



Tendría unos 25 años, era primavera y mi cuerpo estaba lleno de sensaciones que hasta ese momento desconocia, había tenido pocas experiencias hasta ese momento, pero intensas, algunas veces, notaba como mi culito necesitaba ser "atendida" con cierta frecuencia y en aquel entonces,
me masturbaba seguido con objetos o frutas que había en casa así que yo pasaba muchas horas dándome placer cada vez que podía.


Mis padres trabajaban los dos, mi papa, no llegaba hasta la noche y mi mamá, lo hacía por la tarde, aunque algunas veces, llegaba también bastante tarde, casi a la hora de la cena, con lo cual aquella situación era envidiada por mis amigos, al disfrutar de una libertad que ellos no podían. De hecho venían amigos a casa, uno que venia frecuentemente se llama alberto, compañero del secundario, con el que veiamos muchas peliculas y nos tocábamos.


Ya solía probarme ropa interior de mi mamá con la que permanecía durante las tardes, trataba de ponerme una tanga que me acuerdo era la mas chiquita. Me daba placer usarla, me calentaba y a mi amigo alberto tambien le gustaba vérmela puesta.

La cuestión y entrando mas al tema del portero es que siempre subia y bajaba las escaleras hasta el 6to con ganas de encontrarme con el portero, que en ese momento tendria unos 40 años, siempre le comentaba a alberto, mi amigo que me gustaría sumarlo a nuestros encuentros, pero esto nunca sucedió.

Bajaba y subia por las escaleras, no me tomaba nunca el ascensor,
además, había probabilidad de encontrarme saliendo o entrando de su casa con
mi porterito que me gustaba tanto.
Cuando me cruzaba con "mi gordito" así lo llamaba a mi portero, que sigue siendo un hombre bastante gordito y calvo , un tipo que parecia de caracter horrible pero que si lo conocias bien era el más tierno. Siempre vestía casi igual, una camisa que no se sabía si era gris o beige, abierta a la altura del pecho, los pantalones le caían y cuando se agachaba asomaba sus calzoncillos que casi siempre eran blancos.
En fin un tipo un poco descuidado, que ocupaba toda la escalera y al pasar yo, se quedaba quieto para que le rozara al bajar, suponía yo en mi imaginación.


Un día, después de tanto tiempo de roses en la escalera apoyó la espalda contra la
pared, como queriendo meterse en ella para dejarme paso y yo me puse de espaldas
a él para bajar encontrando la mejor manera, porque si me ponía de frente yo creía que se me iba a notar mucho que me gustaba tal situación era algo excitante y me calentaba. Pasé como mejor pude, de espaldas a él, sin embargo, sentí al pasar un leve roce sobre mi culo, después de un tiempo me confeso que me tenía ganas a lo que yo le conteste que siempre me había gustado. El me preguntó por mis padres y le dije que llegarían tarde los dos, presumiendo de lo libre que estaba ese día. Al pasar, noté que el cuerpo de "mi gordito" se tensaba y se apretaba contra mi culo y, para mi sorpresa ese día noté unos
dedos gordos y pesados que se metian dentro de la tanga negra que siempre usaba tanga. Me
quedé sin respiración y lleno de extrañeza, pero en el fondo hacia rato que lo esperaba y me daba miedo dar el primer paso.

Tenía fama de mirón. Mi gordito tenía el dedo en la
puerta de mi culito que ya estaba comenzando a palpiar, le pregunté con un
susurro que qué hacía (yo no veía la hora de más...) y la respuesta fue que me metía el dedo un
poquitín (jaja), yo automaticamente, abrí mucho
las piernas y pare el culito lo mas que pude. Que putito lindo que sos, me decia. Al tiempo me enteré que se pajeaba detras de la puerta de casa cuando con alberto veiamos porno. Y agrego que se escuchaba todo lo que hacíamos y hablabamos...

Me encantaba que me pasara sus dedotes a lo largo y ancho de mi culo propiciándome un
largo y profundo orgasmo conteniendo el jadeo, no sea que alguien me escuchara y
podría morirme de la verguenza. Antonio, con la mano que le quedaba libre, y, al
ver que yo no me quitaba, me tocaba la boca y me metia los dedos dentro, la boca me quedaba tipo O. Aquello era demasiado, me ponía a full a la vez que notaba
un bulto cada vez más gordo en mi culo y de pronto, me soltó deseándome un buen
día.
Baje dos escaleras y volvi a subir y menos mal que no le lleve la punte a su despedida!! yo quería más !!!

Se avalanzó contra mí apoyándome contra una de las paredes,
me metió la lengua en la boca jadeaba en su boca como una puta cualquiera y me entregaba a aquella sucia caricia de sus dedotes que a mí me sabía a gloria. Estaba
babeando, jadeando y rojo de la tensión, no todos los días un tipo así tiene un pibe de 25 años regalado. Yo estaba feliz que quería estar a solas conmigo, pero me quedé
en silencio, tan solo mordiéndome el labio inferior del gusto que sentía con el
leve roce de aquel dedo gordo tan magnífico, desde luego, no era igual que
cuando me lo hacía yo o alberto . Volvió a besarme y toquetearme el culo y los y las
tetas, el tío sudaba como un pollo y gemía como un cerdo, intentando ponerme la
pija lo mas cerca de mi cola.Subimos hasta casa y lo hice pasar sacó la pija y
me llevó hasta ahi con la mano. Era una pija mucho mas gordita que la de alberto pero mas corta tipo morcillona, no se le llegaba a poner del todo dura, con unos huevos muy gordos que le caían que a mí se me figuraba los de un burro. Obedeciendo todo el tiempo, le toqué y nada más notar el tacto de mi pequeña mano, tuve entre ellas una pija cada vez mas gorda, inmensa y gorda y me aterré.
Yo ya no estaba excitado, tenía miedo y quería irme pero no me lo permitió, me dijo
que ahora no podía que estaba por venir lo mejor, que no tuviera miedo, que iba
a acariciarme como nunca me lo habían hecho y así era, porque a mí nadie me
había acariciado antes, asi de esa forma, nusca había estado con un hombre. Solo con alberto y alguno que otro.

Sin soltarme abrimos la puerta de casa y entramos mientras
seguía besándome con una lengua llena de babas , que despues se acumularon en mi boca. Fuimos al sofá, la casa estaba muy desordenada, pero a mí me daba igual, yo estaba en la gloria y casi desnudo casi sin darme cuenta.
Mis piernas apretujaban su dedo que yo quería sentir no sabía
de que manera, pero aquello me estaba sabiendo a poco, me daba tanta verguenza
estar con el portero y antes de pensarlo, me ví tumbado en el sofá con las piernas abiertas
sin el tanga ya, entregado, ofrecido, muy puta, me chupaba las tetas cosa que nunca nadie había hecho, como me calentaba. Esta hecho toda una putita. Se abrio de piernas se sento casi arriba de mi cuello, me agarro la cabeza, me hizo abrir la boca y me metio el pedazo en la boca.
Una delicia de hombre.


Lo que sentí cuando me la enchufó no puedo ni relatarlo, casi
me atraganta, esa pija olía a pis un montón, me daban arcadas pero me obligó a
mamársela y, no dejaba de tocarme el culito ya mojado por su saliva. Aquella mole humana se había apropiado de mi boca. Para que le
succionara mejor su pijota gruesa, no paraba de decirme, entera... "metetela entera en la boca,
preciosura, que yo te estoy haciendo muy feliz, haceme vos tambien a mi.
Cada vez se calentaba mas el portero !
Acabo en la boca, yo ya no podía más y sobre su barriga lo escupí como pude toda la leche que me entró, creí que se enojaría, pero lejos de eso, me puso la cara sobre lo que escupí y me obligó
a lamerlo, lo hice entre sollozos y me obligó otra vez a meterme la pijota en mi
boca . Lamí sin dejar de lloriquear,
y, al poco noté que se le ponía dura de nuevo. Mientras yo hacía eso, el tipo se quito la camisa sudada y la tiro al suelo.

Despues de tanto chupar. Tiró de mis piernas y me dio vuelta como a una media. Me apoyo la verga un buen rato en la colita, hasta que la metio, al sentirlo, no pude más y acabe y me hice pipi 😃 a la vez. El tipo gemía como un
cerdo y seguía frotándome y frotándome
Mi gordito, estaba tumbado sobre mí, su barriga me presionaba y
pesaba como un mueble, su pija estaba dentro mio y me hacía daño.El estaba quieto y susurró que me tranquilizara, que aquello pasaba
pronto, y , así fué, lentamente, comenzó un metesaca que, aunque al principio
era algo molesto, luego me hizo perder el norte. Su pija entraba y salía cada
vez más rápido y fuerte, sus huevos hacían ruido contra los mios. Jamás había sentido tanto gusto en mi cuerpo. YO temblaba, gemía y abría más las piernas, quería sentirla toda,
quería más, yo mismo me sorprendí pidiendo eso, más.

Seguía el bombeo atroz, aquel hombre estaba lleno de
potencia, me daba mucho gusto y sentía vértigo del placer, y , cuando me
sobrevino otro orgasmo que me hizo sentir, noté su pija que
palpitaba siguiendo a continuación un mar de leche que inundaba mi cuerpecito
delgado. Leche que recorria mi espalda.


Se tiró encima mío como un plomo, aún jadeoso y con los ojos
en blanco,tenía la boca entreabierta, me lamió todo pero yo lejos de
darme asco ya, estaba siendo suyo del todo.

Que sequito me dejaste putito , me dijo. Y me sonrio. Cuando quieras más pediime, me dijo.

Me puse el tanga rápidamente, estaba llenito de leche que me
caía piernas abajo cada vez que me movía, lleno de babas, me sentia una putita sucia. Sentí mucha verguenza, asco de mi mismo por un tiempo.
Me pasé horas debajo de la ducha sintiendome una putita, re-putita.