Rememorando un buen garche quise compartirlo con ustedes, espero que disfruten de conocer una experiencia que se medio:
Hace un par de años atrás andaba medio de joda y medio que en un momento me quise rescatar. Anduve con unas minas y nada, todo tranqui. Tenía una amiga con la que no pasaba nada y que a veces gateaba y me había estado contando de un tipo que conocía que le había ofrecido guita si le conseguía un flaco reservado para garchar. Nada, el comentario quedó ahí. Me acuerdo que había pensado que si algún día necesitaba guita no me iba a importar andar con alguien y conseguir unos billetes.
Pasó un tiempo y llegué a necesitar guita y me acordé lo que esta mina me había comentado y la llamé. Cuando hablé con ella me dijo que había perdido contacto con el vago en cuestión asique le dije que si sabía de alguien me avise. Paralelamente me hice un perfil en una web y empecé a ver qué onda. Un día boludenado, creo, en contactos sex había terminado en el chat con una pareja que buscaba un tercero para tenerlo de juguete sexual o algún fetiche parecido y como había onda quedamos en ir a tomar algo. Nos encontramos en un barcito por lomas de Zamora, yo llegué antes de la hora pactada (siempre hago eso por una cuestión de seguridad asi voy fichando el lugar y la gente que hay) y me senté en una mesita. Cuando me trajeron una cerveza que pedí llegaron, el flaco, Antonio, unos cuarenta y pico muy juvenil, alto y ancho con camisa y jeans bien rellenos y ella, Patricia, también alta aunque no tanto, muy lindo cuerpo, piel bronceada, unos 90 y algo de pechos, pelo largo suelto con reflejitos rubios. En ese momento se me paró y me acordé que las minas también me gustaban y mucho. Ella estaba vestida con una remera color salmon y unos shorts de jeans muy apretaditos, muy lindas curvas, rellenita, para nada gorda, de panza chata.
Empezamos a hablar de cualquier boludez entre los tres, cerveza va, cerveza viene y se notaba que no llevaban mucho tiempo de joda porque no iban al grano o les daba vergüenza hablar guarradas en el bar. Yo no sabía si había interés o nó de parte de ellos y lo que habíamos hablado era un encuentro entre los tres donde yo iba ser el pasivo a cambio de $600 (que en ese momento estaba re bien) y después me tenían que tirar hasta mi casa. La mina me avanzaba bastante mientras que Antonio (si es que ese era su nombre real) estaba ahí nomas. Al final tiraron la onda de ir a otro lado y nos fuimos para el auto. Cuando fuimos a subir, Patricia se fue al asiento de atrás y yo enfilé para el de adelante porque supuse que Antonio iba a querer que se la chupe. Sin embargo Patricia me dijo que suba atrás con ella. Arrancamos y la loca se me vino encima, yo nomas pensaba que hasta ahora no había visto un mango pero como la mina me encantaba la deje. Me empezó a tranzar, manosear y caí en que no sabía para donde íbamos. Me rescaté y pregunte y Antonio me dijo que íbamos a un depto en Lanus. Habremos tardado 20 minutos en llegar y en ese tiempo a patricia le alcanzo para bajarme los jeans, chupármela, meterme dos dedos en el culo y hacerme acabar un toque antes de llegar. Cuando acabé manche todo el asiento de atrás pero poco me importó.
Llegamos al depto, era un 2 ambientes bien equipado. Patricia entró, prendió la tele y se tiró en el sillón, como si nada y Antonio me hizo pasar a la pieza, entramos, cerró la puerta prendió un velador y apagó las luces del techo. Me preguntó si quería que ponga música, le dije que no y se empezó a desvestir. No me dijo mas nada asique yo también iba a empezar a desvestirme pero me miró y tiro “vos vas a ir haciendo como yo te diga”… bueno listo, dominante el loco pensé para mí. Se quedó en bóxers, se sentó en la cama y me dijo que me acerque y me quede parado delante de él. Hice lo que me pidió y me empezó a hacer preguntas, que con cuantos tipos andaba, que como me gustaba que me la pusieran, si usaba ropa de mina, etc. Terminó de hacerme preguntas y me dijo que me saque la remera y me diera vuelta. Hice eso y me pidió que me baje los jeans, a lo cual accedí. El se puso de pié, me acarició las nalgas y los muslos por el lado de adentro, haciéndome separa las piernas, después me agarró con sus manos de mis muñecas y me hizo apoyar de frente con mis manos contra la pared y me dijo que saque bien la cola para afuera. Me siguió manoseando y llegué a ver que se pajeaba. Yo de a poco empezaba a calentarme.
Se sacó el bóxer, se agachó por atrás mío y empezó a chuparme la cola, primero los cachetes y después el agujero separándome bien las nalgas hasta que empezó a mandar dedos. Fue hasta un placard que estaba a mi derecha y sacó un preservativo, se lo puso, se acercó a mí de nuevo y siguió mandándome dedos. Después de un rato sentí su pecho contra mi espalda, su respiración en mi oreja derecha y como su pija me iba penetrando, lento pero firme. Me la enterró del todo y me la dejó bien clavada, me dijo que yo nunca tenía que sacar las manos de la pared y me agarro con sus dos manos de la cintura. Se sentía muy bien esa verga, mi cola se había dilatado bien y él de a poco me empezó a bombear. Primero lento, bien intenso. Una de sus manos seguía en mi cintura y la otra se desplazó a mi panza, sujetándome con fuerza cuando me la enterraba hasta el fondo. Me siguió cogiendo, a mí se me escapaban los suspiros y a él las respiraciones fuertes, sobre todo cuando tomaba fuerza. Los dos empezamos a transpirar un montón y yo sentía su pija firme adentro mío y todo su cuerpo transpirado contra el mío.
Así seguimos y yo no quería que terminara nunca. Aumentaba el ritmo y después lo bajaba, regulando, una cogida hermosa. Yo tenía la pija parada y por momentos me temblaban las piernas. En un momento entró Patricia, sacó unas fotos con el celu y se volvió a ir. A los pocos minutos no aguanté más y empecé a acabar, fueron tres espasmos hermosos que no me voy a olvidar más. Tan caliente estaba que ni me preocupé en que estaba manchando el placard. El tema es que él tenía para un rato más todavía y yo no podía mantener la pose, estaba muerto y ya para el post-garche. Se lo dije, me la sacó de golpe (cosa que me hizo doler), me agarro del antebrazo y me llevo de dos pasos a la cama, “tirate” me dijo, bastante agitado. Me tiré boca arriba nomás con las rodillas flexionadas, el me la puso, esta vez sin sutileza y siguió bombeando al ritmo anterior. Yo en un principio recibía las embestidas con indiferencia mirando para un costado pero a pesar que ya había acabado empecé a sentir placer y a transpirar y jadear de nuevo. Tenía la pija medio boba pero la exitación hizo lo suyo y con la ayuda de Antonio que me empezó a pajear se me paro de nuevo. Así estuvimos un poco mas hasta que acabó, otra vez me la sacó sin importarle lo que yo sienta y se fue a duchar. Yo quedé garchado maaaal.
Cuando Antonio salió del baño entré yo y me di una ducha rápida y aproveché para sacarme los restos de lubricante del preservativo que tenía en la cola. Pensé que a lo mejor iba a tener alguna visita pero no pasó nada. Salí, me fui para el living, ahí estaba patricia con la tele que me dijo que Antonio “había salido” y que ella me llevaba a mi casa. Le dije que me había quedado un poco caliente, (lo cual era verdad, me hubiera gustado otro polvo) y la mina ahí nomas me tiró la goma tranqui.
Con todo liquidado, me llevó a casa, me dejó en la esquina y ahí me fui para mi casa, sin un mango como al principio pero bien garchado.
Hace un par de años atrás andaba medio de joda y medio que en un momento me quise rescatar. Anduve con unas minas y nada, todo tranqui. Tenía una amiga con la que no pasaba nada y que a veces gateaba y me había estado contando de un tipo que conocía que le había ofrecido guita si le conseguía un flaco reservado para garchar. Nada, el comentario quedó ahí. Me acuerdo que había pensado que si algún día necesitaba guita no me iba a importar andar con alguien y conseguir unos billetes.
Pasó un tiempo y llegué a necesitar guita y me acordé lo que esta mina me había comentado y la llamé. Cuando hablé con ella me dijo que había perdido contacto con el vago en cuestión asique le dije que si sabía de alguien me avise. Paralelamente me hice un perfil en una web y empecé a ver qué onda. Un día boludenado, creo, en contactos sex había terminado en el chat con una pareja que buscaba un tercero para tenerlo de juguete sexual o algún fetiche parecido y como había onda quedamos en ir a tomar algo. Nos encontramos en un barcito por lomas de Zamora, yo llegué antes de la hora pactada (siempre hago eso por una cuestión de seguridad asi voy fichando el lugar y la gente que hay) y me senté en una mesita. Cuando me trajeron una cerveza que pedí llegaron, el flaco, Antonio, unos cuarenta y pico muy juvenil, alto y ancho con camisa y jeans bien rellenos y ella, Patricia, también alta aunque no tanto, muy lindo cuerpo, piel bronceada, unos 90 y algo de pechos, pelo largo suelto con reflejitos rubios. En ese momento se me paró y me acordé que las minas también me gustaban y mucho. Ella estaba vestida con una remera color salmon y unos shorts de jeans muy apretaditos, muy lindas curvas, rellenita, para nada gorda, de panza chata.
Empezamos a hablar de cualquier boludez entre los tres, cerveza va, cerveza viene y se notaba que no llevaban mucho tiempo de joda porque no iban al grano o les daba vergüenza hablar guarradas en el bar. Yo no sabía si había interés o nó de parte de ellos y lo que habíamos hablado era un encuentro entre los tres donde yo iba ser el pasivo a cambio de $600 (que en ese momento estaba re bien) y después me tenían que tirar hasta mi casa. La mina me avanzaba bastante mientras que Antonio (si es que ese era su nombre real) estaba ahí nomas. Al final tiraron la onda de ir a otro lado y nos fuimos para el auto. Cuando fuimos a subir, Patricia se fue al asiento de atrás y yo enfilé para el de adelante porque supuse que Antonio iba a querer que se la chupe. Sin embargo Patricia me dijo que suba atrás con ella. Arrancamos y la loca se me vino encima, yo nomas pensaba que hasta ahora no había visto un mango pero como la mina me encantaba la deje. Me empezó a tranzar, manosear y caí en que no sabía para donde íbamos. Me rescaté y pregunte y Antonio me dijo que íbamos a un depto en Lanus. Habremos tardado 20 minutos en llegar y en ese tiempo a patricia le alcanzo para bajarme los jeans, chupármela, meterme dos dedos en el culo y hacerme acabar un toque antes de llegar. Cuando acabé manche todo el asiento de atrás pero poco me importó.
Llegamos al depto, era un 2 ambientes bien equipado. Patricia entró, prendió la tele y se tiró en el sillón, como si nada y Antonio me hizo pasar a la pieza, entramos, cerró la puerta prendió un velador y apagó las luces del techo. Me preguntó si quería que ponga música, le dije que no y se empezó a desvestir. No me dijo mas nada asique yo también iba a empezar a desvestirme pero me miró y tiro “vos vas a ir haciendo como yo te diga”… bueno listo, dominante el loco pensé para mí. Se quedó en bóxers, se sentó en la cama y me dijo que me acerque y me quede parado delante de él. Hice lo que me pidió y me empezó a hacer preguntas, que con cuantos tipos andaba, que como me gustaba que me la pusieran, si usaba ropa de mina, etc. Terminó de hacerme preguntas y me dijo que me saque la remera y me diera vuelta. Hice eso y me pidió que me baje los jeans, a lo cual accedí. El se puso de pié, me acarició las nalgas y los muslos por el lado de adentro, haciéndome separa las piernas, después me agarró con sus manos de mis muñecas y me hizo apoyar de frente con mis manos contra la pared y me dijo que saque bien la cola para afuera. Me siguió manoseando y llegué a ver que se pajeaba. Yo de a poco empezaba a calentarme.
Se sacó el bóxer, se agachó por atrás mío y empezó a chuparme la cola, primero los cachetes y después el agujero separándome bien las nalgas hasta que empezó a mandar dedos. Fue hasta un placard que estaba a mi derecha y sacó un preservativo, se lo puso, se acercó a mí de nuevo y siguió mandándome dedos. Después de un rato sentí su pecho contra mi espalda, su respiración en mi oreja derecha y como su pija me iba penetrando, lento pero firme. Me la enterró del todo y me la dejó bien clavada, me dijo que yo nunca tenía que sacar las manos de la pared y me agarro con sus dos manos de la cintura. Se sentía muy bien esa verga, mi cola se había dilatado bien y él de a poco me empezó a bombear. Primero lento, bien intenso. Una de sus manos seguía en mi cintura y la otra se desplazó a mi panza, sujetándome con fuerza cuando me la enterraba hasta el fondo. Me siguió cogiendo, a mí se me escapaban los suspiros y a él las respiraciones fuertes, sobre todo cuando tomaba fuerza. Los dos empezamos a transpirar un montón y yo sentía su pija firme adentro mío y todo su cuerpo transpirado contra el mío.
Así seguimos y yo no quería que terminara nunca. Aumentaba el ritmo y después lo bajaba, regulando, una cogida hermosa. Yo tenía la pija parada y por momentos me temblaban las piernas. En un momento entró Patricia, sacó unas fotos con el celu y se volvió a ir. A los pocos minutos no aguanté más y empecé a acabar, fueron tres espasmos hermosos que no me voy a olvidar más. Tan caliente estaba que ni me preocupé en que estaba manchando el placard. El tema es que él tenía para un rato más todavía y yo no podía mantener la pose, estaba muerto y ya para el post-garche. Se lo dije, me la sacó de golpe (cosa que me hizo doler), me agarro del antebrazo y me llevo de dos pasos a la cama, “tirate” me dijo, bastante agitado. Me tiré boca arriba nomás con las rodillas flexionadas, el me la puso, esta vez sin sutileza y siguió bombeando al ritmo anterior. Yo en un principio recibía las embestidas con indiferencia mirando para un costado pero a pesar que ya había acabado empecé a sentir placer y a transpirar y jadear de nuevo. Tenía la pija medio boba pero la exitación hizo lo suyo y con la ayuda de Antonio que me empezó a pajear se me paro de nuevo. Así estuvimos un poco mas hasta que acabó, otra vez me la sacó sin importarle lo que yo sienta y se fue a duchar. Yo quedé garchado maaaal.
Cuando Antonio salió del baño entré yo y me di una ducha rápida y aproveché para sacarme los restos de lubricante del preservativo que tenía en la cola. Pensé que a lo mejor iba a tener alguna visita pero no pasó nada. Salí, me fui para el living, ahí estaba patricia con la tele que me dijo que Antonio “había salido” y que ella me llevaba a mi casa. Le dije que me había quedado un poco caliente, (lo cual era verdad, me hubiera gustado otro polvo) y la mina ahí nomas me tiró la goma tranqui.
Con todo liquidado, me llevó a casa, me dejó en la esquina y ahí me fui para mi casa, sin un mango como al principio pero bien garchado.
5 comentarios - Un buen garche, lindo recuerdo
Bien cogido y bien peteado, no te podés quejar !!!
Gracias por compartir 👍
Yo comenté tu post, la mejor manera de agradecer es comentando alguno de los míos...