Me cogí a un putito poringuero - 1era parte

Me cogí a un putito poringuero - Primera parte

Me llamo Fabricio, tengo 34 años y soy de Montevideo.
El martes a la noche, estaba en mi casa como siempre alzado y decidí buscar a un putito para que me chupe bien la verga y yo poder comerme un rico culito y cogermelo. Siempre entro a Grindr o mando algún mensaje a algún putito que tengo en el celular pero quería meter mi pija en un hoyo nuevo por lo que intenté entrando a Poringa. Hacía poco me había hecho un perfil en esta página, había visto una foto de un putito que me había dejado como loco y decidí escribirle:

- Qué buen culo que tenés pendejo - le dije -me muero por rompertelo
- ¿Te gusta papo? Es tuyo cuando quieras - dijo el putito.

Debo admitir que pensé que era uno de los pendejos que calientan la pija pero se quedan detrás de una computadora. Igual seguí el juego
- Cero vueltas, pendejo - escribí - este es mi número xxx. Escribime que te paso a buscar en el auto y te levanto en la verga.

A los 5 minutos me llega un mensaje de un número desconocido. Enseguida supe que era el putito. Me iba a comer el culo más lindo de Poringa y ya estaba con la pija dura de solo pensarlo.
Whatsapeamos un rato, me mandó algunas fotos de él que me dejaron más al palo y yo le mandé unas fotos mías que le abrieron su culito y me lo sirvieron en bandeja. El pendejo estaba desesperado por comerme la pija y yo estaba ansioso por dársela.

Eran las 23 horas y arreglamos que lo iba a pasar a buscar. Me pegué un baño y mientras me enjabonaba la verga me tuve que hacer una paja porque solo pensar el culito que me iba a comer me dejaba durísimo.
Me vestí, perfumé porque a los putitos les gustan los machos que huelen bien y agarré el auto.
Cuando llegué a la esquina que habíamos quedado, lo reconocí enseguida por las fotos que me había mandado. Un morocho con un ojete impresionante, miró el auto, me señaló y sonrió.
Le sonreí, bajé el vidrio y le dije:

- ¿xxx - su apodo acá en P!? -
- Sí - dijo sonriente - Queda mal que yo diga en voz alta tu apodo
- Ya vas a entender muy bien porqué me lo puse - le dije canchereando mientras le abría la puerta.

Mientras subía al auto mi pija ya estaba durísima. Camino a mi apartamento, conversamos un rato de la vida, pero yo ya tenía ganas de sentarlo en mi verga. El pendejo reunía todas las características que me gustan de los putos: facherito, linda sonrisa, un ojete descomunal y nada afeminado, aunque en la cama se emputezca y enloquezca por comerme el pedazo.

Ni bien cerré la puerta de mi apartamento, lo arrinconé contra la pared. Bajé mi mano hacia ese ojete que tanto quería y mi pija estalló al sentir esas nalgotas y la humedad de ese hoyito que en minutos iba a recibir mi lengua primero y me pija después.
El putito también estaba desesperado por comerme la verga, con su mano agarró mi bulto que estaba explotando y me dijo - está grande, papo - lo que me dejó más duro todavía.

Yo mido 1.85 y me gusta cogerme pendejos algo más bajos, así los puedo maniobrar bien mientras me los cojo. xxx es más bajo que yo, no tanto, pero lo suficiente para cazarlo de las nalgas, levantarlo mientras le comía la boca y llevarmelo a la cama. Ni bien se sentó, me desabrochó el pantalón y mi verga saltó disparada. Enseguida el putito se la metió en la boca y me empezó a hacer un pete que me dejó como loco. Después de ese trabajo oral, se merecía que le diera pija toda la noche.

Continuará...

PD: Así estaba mi verga antes de cogerme al putito