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Que tan gay es estar con un travesti?

Hola compañeros, puse este relato en categoría gay por si alguien se siente ofendido, pero dejo esta eterna duda en el aire junto a mi historia. La parte de acción si les da fiaca leer está en Negrita. Comencemos:

Cuando surge la pregunta sobre la identidad sexual entre los hombres, muchos, la mayoría, se golpean el pecho exagerando lo bien puestas que tienen sus bolas, lo bien machitos que salieron como quería papá, sonríen, ponen la voz bien gruesa, y casi gritando contestan:
_Que me estás cargando, boludo? Las minas me gustan. Un buen ojete y un buen par de gomas.
Y yo pensaba así hasta hace no mucho, pero como la mayoría nunca me planteé de verdad si eran las minas lo que me atraía sexualmente, o el culo y las tetas. Cuántas veces habré caido en la trampa de mi amigo Nacho que me dice pasándome su celular "Mirá que buen totó", y después de ver un culo perfecto y bronceado por todos los ángulos, a punto de ir a pajearte, descubrís que le
pertenece a un chabón con bigote. Claro que la femineidad no se define sólo con esos atributos, también están las actitudes al caminar, al moverse, al hablar, al seducir. Amo y me atrae profundamente todo ese conjunto que es intrínseco a la femineidad. Y quizá por prejuicio, miedo a ser juzgado y etiquetado de puto o plena ignorancia; nunca creí verme atraído con esa femineidad por alguien que no es mujer. Paso a relatar esa noche

Mi amigo y yo hacíamos la previa en mi casa antes de decidir dónde ir a reventar esa noche. Mientras copeteabamos un poco me dice que estaba chateando con una piba mediante cierta aplicación de celular, que según las fotos estaba bastante potable, y que iba a ir con una amiguita a un boliche barra libre por capital. Si estábamos de acuerdo nos encontrábamos ahí. Yo dije, cualquier cosa es mejor que nada, así que vamos para adelante; encima la propuesta de barra libre era para nada despreciable. Un par de copas mas, pilcha, perfume y nos fuimos los dos con mi autito.

Una vez allí, fue fácil encontrarlo porque es el único en la zona. Nos pusimos atrás de una cola de media cuadra y esperamos, mientras mi amigo trataba de contactar a las chicas. Si el boliche estaba bueno o no, mucho no me importaba. Una sola frase se iluminaba en mi mente de forma incesante: "Barra libre". No obstante, al mirar detenidamente la cola donde estábamos, por delante y por detrás había mayoría de hombres.
No importaba. Barra libre
Empezaron a aparecer hombres maquillados, con peluca y pollera.
B... ba... barra libre
Los caballeros de nuestras cercanías se abrazaban mucho ¡Y se besaban!
_Nachito_ digo yo a mi amigo_ Estamos mal acá, rajemos
_Para flaco, es un lugar así medio vale todo me dijeron, pero las minas se regalan, papá! Mirá allá adelante hay dos que están buenísimas... Y las chicas dicen que ya nos esperan adentro.
Yo titubee 5 segundos y al final fui convencido. Y barra libre
La entrada era carísima, el doble que en cualquier lugar de buen nivel. Y bueno, barra libre. Entramos.

Nuestra primera acción fue ir a la barra que mirábamos con ojos vidriosos. Nos hicimos un lugar entre la multitud, y 15 minutos después nos atienden dándonos la opción entre 8 tragos, uno peor que el otro. Yo pedí un fernet que era 99% gaseosa cola, y mi amigo uno verdoso horrible. Trago en mano, nos pusimos a buscar a las chicas. Como mi presentimiento pesimista oraba, no estaban, nos hicieron un verso hermoso y caímos como quinceañeros. Pero al haber gastado fortuna, nos armamos de ánimo, fuimos por mas tragos y abrimos la temporada de cacería.

Como ministros del levante produjimos inflación, aumentó todo: La cantidad de tragos que íbamos tomando para desinhibirnos, la cantidad de veces que nos dijeron "No gracias, soy torta", la frustración, las ganas de irnos. Ahora era Nachito, mi amigo el que quería irse, y yo lo convencía para quedarnos más. Estaba bastante enojado, y prefería quedarme ahí equilibrando mi sistema etílicamente aturdido, a andar vagando por calles desconocidas. Un flaco de rulos lo paqueteó de un manotazo a mi amigo Nacho y casi se agarra a las piñas. Se sentó frustrado en un sillón y ahí se quedó terminando un trago y tratando de no caer en el sueño de embriaguez. Yo por mi lado
seguí dando vueltas, haciendo oidos sordos a los piropos masculinos que me revolvían mi castigado estómago. Sentí lo que siente una mujer en un tumulto de pajeros, y sentí real empatía por ellas en ese momento.

Distraídamente casi inadvertida, sentí una bella mirada rubia que se posó en mi por medio segundo y la perdí de vista en la multitud. Me hice paso con coraje entre la gente pero no la encontré. Me encontré sólo en medio de la pista, intentando no hacerme ilusiones, me puse a bailar, como bailaría cualquiera que apenas puede coordinar con un vaso en la mano. Lo empecé a disfrutar realmente, me divertía y en el momento que más relajado estaba, la volví a ver. Y ella a mi, otra vez por medio segundo. Bailaba con una compañera, y se venían acercando de a poco. Una rubia muy delgada, lindas piernas contorneadas por un pantalón de cuero, pechos
pequeños pero atractivos bajo una musculosa blanca, movimientos de baile muy sensuales pero muy cuidados, típico de una señorita de bien; y lo mas destacable era su carita, increíblemente hermosa, maquillada muy sutilmente, con rasgos delicados a la altura de la mejor obra de arte. A medida que se acercaba la veía mas perfecta y me paralizaba de emoción cada vez que me soltaba una mirada detrás de unos anteojos de marco ancho. Pensar que este pedazo de hembra está rodeada de hombres que ni la miran, tengo todas las de ganar. Aunque otra vez mi instinto pesimista me hacía bajar a la tierra, no hay chance que una mina así me de bola, ni en una isla
desierta. El destino me da una mano, cuando alguien saca a bailar a su compañera y ella queda sola. Sin darme tiempo de ponerme a dudar me terminé lo que quedaba del trago, tiro el vaso, avanzo unos metros y le extiendo mis manos para bailar. Ella acepta.

Me hacía el experto en la pista, bailando como un campeón, pero muy adentro mío, la miraba y no lo podía creer, nunca tuve una mujer tan hermosa así de cerca, no me salían las palabras. Más allá de un "¡Bien!" o "¡Así se baila, que buen ritmo!". El destino me vuelve a ayudar, cuando ella rompe el hielo y me pregunta con voz tierna y angelical:
_¿Acá es barra libre, no? Es la primera vez que vengo
_ Si, yo también vengo por primera vez, pero ya no tomo más porque me voy manejando_ (Tirando palito para que vea que no soy ratón)
_ Ah... Yo no tomé nada todavía, es un quilombo la barra
_ Vení que te acompaño entonces

La dejo caminar delante mío, contemplando entre las luces estroboscópicas su culito hermoso, de esos que solamente veía por televisión. Sacudía la cabeza para asegurarme que no estaba soñando, la mina mas hermosa del boliche me estaba dando bola, no sólo era una escultura, también súper simpática. El mejor día de mi vida.
Conseguimos el trago y fuimos a bailar nuevamente donde estábamos. Ya me había olvidado por completo de mi amigo. Ojalá me estuviera mirando. Bailamos cada vez más pegados y con más confianza, le digo:
_ ¿Será posible saber tu nombre?
_ Natalia, mucho gusto_ Me dice con una sonrisa, clavándome esos increíbles ojos pardos con anteojos
_ ¿Edad?
_ 32
_ ¿A que te dedicás?
_ Soy locutora en una radio chiquita
_ Se entiende, tenes una voz muy linda, muy seductora
_ Ah, gracias...
_ Todo lo tenés lindo Naty, el físico y la personalidad, me gustás mucho
_ Gracias, vos también me gustás
Sin saber si lo dijo en realidad o lo imaginé, no atiné a otra cosa que comerle la boca, y no pasó un minuto para que se enrieden nuestras lenguas. No podía salir de mi asombro, se daba todo mejor que en las películas. Mientros mi instinto pesimista una vez más me punzaba diciendo "guarda, acá pasa algo raro". En un momento, ella se pone a hablar con la compañera un rato, yo reviso,
billetera, celular, llaves. Está todo, no hay de que preocuparse. La amiga se vá, bailamos otro rato y otra vez me la empecé a comer, le froté bien fuerte la pija por su entrepierna, le enterré las dos manos en el orto, ella aceptó la situación candente y degenerada sin reproches y con pequeños gemidos. Le sonreí, bailamos otro poco y la llevo de la mano a un sillón. La manosee como si
fuera la última vez, como aprendiendo a modelar en arcilla ese cuerpo monumental, siempre por encima de la ropa. Ella nunca pronunció un no, se la sentía tan entusiasmada como yo, mi ego estaba en la estratosfera. Entonces un mal presentimiento de relaciones anteriores me hace preguntarle mientras le agarraba la carita suavemente:
_ ¿Tenés hijos Naty?_ A ella le cambia la cara y contesta
_ Vos me estas cargando
_ ¿Por que? Es una pregunta normal
_ ¿En serio no te diste cuenta?
Esa respuesta reactivó mis sentidos alcoholizados y sentí un pelito duro detrás de su mandíbula, mientras entro en shock y una gota me recorría el cuello dándome un escolofrío. Ojalá mi amigo no esté mirando.

No era posible, no me entraba en la cabeza de ninguna forma. La mujer mas hermosa con la que pudiera soñar, no era mujer. No voy a caer en la debilidad típica que hacen todos de hecharle la culpa al alcohol, no estaba tan borracho, aún así ni en mi mejor estado me hubiera dado cuenta. Era un sueño hecho realidad, me exitaba mucho sólo de verla, pero con un detalle tal vez no menor ahí abajo.

Me quedé callado un rato con su carita entre mis manos, con nuestras miradas sostenidas, la atracción hacia ella no se había modificado ni un poco, le dije:
_ No te voy a mentir que me costó, pero si me di cuenta, igual te preguntaba por curiosidad, por ahi adoptaste algún africanito como ahora está tan de moda
Ella rió y el clima se ablandó un poco, atinó a besarme y no me resistí. Pisotee todos mis prejuicios y mis sentimientos confundidos, ella me gustaba y yo a ella, y era más femenina que muchas mujeres de nacimiento que conozco, aparte de demasiado linda. No le veía nada de malo. Le seguí besando y tocando todo, como si me hubiera contado que tenía un lunar. Traté de encontrarle el bulto sutilmente, pero lo tenía muy bien disimulado.

Su condición de travesti fuera de espantarme me despertaba una incrementada curiosidad. Mi costado optimista empezó a opacar al pesimismo protagónico de mi frustrada vida. Empecé a pensar que estaba frente a una hembra con el cuerpo de una diosa y las mismas ganas de coger que yo. Y siendo tan femenina, seguro se mataba tomando hormonas y ni se le paraba. Me fui olvidando del miedo al ida y vuelta, vos me das y yo te doy. De considerar a los travestis como hombres con tetas, pasé a definír a Natalia como mujer con pija. No hay lugar para que me señalen con el dedo, a mi me gusta y punto. Traté de borrar de mi mente lo que dirían mis padres

Le fuí hablando y convenciendo de a poco para llevarla a un telo, mi curiosidad y mi excitación estaban en el punto máximo tolerable. Me dice:
_ Pero vos entendés que soy una chica trans, no?
_ Si, si. Va a ser mi primera vez, pero tengo muchas ganas de ver que onda
Ella trata de buscar a su amiga (que también era travesti) mediante mensaje, sin éxito. Yo encuentro a mi amigo Nacho en el mismo sillón donde estaba y le comento que lo iba a dejar a gamba, mientras le guiño el ojo y le muestro la mano de Naty agarrada a la mía. El levanta el pulgar en señal de aprobación con una sonrisa medio ebria que me decia "bien por vos, tigre". Seguramente tampoco se dió cuenta. Sin más, salimos del boliche de la mano, junto a los primeros rayos de sol.

A la luz del día seguía siendo una muñequita, no le encontraba rasgos masculinos por ninguna parte. Llegamos a mi auto y partimos hacia villa garche. Como yo jugaba de visitante, ella me indicó para ir a un telo que conocía cerca de donde vivía. Después de unos 20 minutos de viaje, casi sin hablar para evitar meter la pata, lo encontramos, pagué y adentro.

Nos besamos un buen rato, mientras yo le sacaba la ropa, ella me frotaba la pija suavemente con su mano por encima del jean. Cuando le intento bajar el pantalón me pide un segundo para ir al baño. Yo me desvisto mientras y la espero en calzones en la cama. Un buen rato después, aparece para dejarme perplejo del asombro. Un conjuntito de ropa interior rojo como el de las revistas, una hembra infartante, se me ocurrió que me estuvo haciendo una joda toda la noche, no había lógica posible para que ella sea un hombre. Yo boca arriba en la cama, la esperé muerto de miedo, apretando las sábanas con los puños. Le dije:
_Antes que nada ¿Me das tu número de celular? Tengo miedo que en mi primera vez haga el ridículo y no te vuelva a ver.
Me lo da muy simpáticamente y me tranquiliza aclarando que nos vamos a divertir mucho sin importar ningún papelón. La amé.
Ella me besó y comenzó a bajar. Mientras yo me sacaba el calzoncillo, ella me pajeaba. Sacó un preservativo, me lo puso con la boca y me la chupó con carita de nena mala con sus anteojos de chilindrina. Al momento que deliraba del placer se me sube arriba de espaldas, dejándome en primer plano el culo mas redondito y perfecto que podría imaginar. Le pega dos escupidas a mi chota, se corre la tanguita y se la calza en el orto. Se movía muy despacio, junto a mis insultos de éxtasis extremo ella se baja la tanga hasta donde le permite la posición, yo sin poder ver y por el gesto de su brazo, adivino que se estaba pajeando, mientras poseía mi pija entera en la cola.
_ ¿Te gusta así, divino?_ Me dice de reojo mientras corcoveaba de placer
_ Si me encanta, Naty. Pero quiero verte de frente ahora
Ella se da vuelta, no muy conforme con mi petición según sus gestos. Tapándose la pija con la mano, como si le daría vergüenza mostrármela, a pesar de dejarle claro que ya estaba jugado. Se saca los anteojos con la otra mano y me empieza a bombear fuerte, mostrando sus dientes apretados. Comiéndose mi pija entera con el culo. Encajaba en ese orto como hecho a medida, y resbalaba como tobogán de agua. No se si fueron 8 o 9 bombeadas violentas, pero acabé de tal
manera que le tuve que suplicar que se baje. Quedé con los ojos en blanco. Ella como bebota me dice:
_ Ufa! Yo todavía no terminé
_ Bueno, yo te ayudo, vení
_ ¡No! No quiero que me veas_ No entendía por que
_ Bueno, tranquila, yo cierro los ojos
Ella rió, y luchó para que no la toque. Supuse que detestaba haber nacido con "esa cosa" entre las piernas. Nunca lo supe. La calme dándole caricias suaves con los ojos cerrados por su piel. Ella me hacia gemiditos de aprobación con mis manos recorriéndola. Fuí bajando hasta que con apenas la punta de mis dedos tuve un mínimo roce con su pene erguido. Me había equivocado al pensar que no se le paraba. Era una seda, totalmente depilada, fui sintiendo sus venitas rodeando su rigidez absoluta. Fuí cerrando mi mano al tiempo que llegaba a su punta, y una vez allí la bajé suavemente, ella soltó un suspiro. Yo empezaba a excitarme nuevamente. Repetí mi operación cada vez mas rápido, sentía su olor a pija y me gustaba. Ella se hecha un poco para atrás y acompaña mi ritmo con sus caderas. Yo abro los ojos y ahí la tenía a pocos centímetros de mis ojos, una pija hermosamente deseable. Dura, cuidada, suave, aterciopelada, apenas un poco más chica que la mía, que de alguna manera permitió que me siga sintiendo el macho alfa. Aunque su
orificio era como unos labios que me suplicaban. No me aguanté y me la metí en la boca. No me pareció un acto gay, sentí como cumplido mi eterno deseo de chuparme mi propia pija y nunca llegué. No se cuanto tiempo pasó, pero ella me alerta que estaba por acabar, y yo sin razonarlo le pedí que lo haga arriba mio, en mi pecho. Me volví a equivocar pensando que le caerían unas gotitas. Fueron cuatro disparos, cuatro chorros lechosos muy abundantes. La escena me dio un poco de asco, más por el fuerte olor a semen y lo denso que era, pero también me sentía realizado y feliz por haberla hecho acabar así a los gritos, y por la piel que teníamos haciéndolo juntos. Ella va al baño a lavarse, al regresar me facilita una toalla y con una actitud un tanto molesta comienza a vestirse. Yo le pregunto si está bien y antes que termine la frase me responde:
_ Es cualquiera lo que hicimos, vos no sabés nada de mi, es injusto_ Yo no entendía que quiso decirme, pero le contesto
_ Tranquila, fue una muy buena primera vez_ Ella queda callada y continúa poniéndose la ropa
_ Bancame un toque que me lavo, me cambio y te llevo
_ Dejá, me voy sola, y no me sigas por favor
Hasta la histeria tenía como mujer, realmente nació con el cuerpo equivocado. Sin que pueda contestarle cerró la puerta y se marchó a paso veloz.

Muy extrañado comencé a cambiarme rápidamente antes que vengan a limpiar la habitación. Llegué hasta mi auto esperando en vano verla esperándome arrepentida. Me volví sólo a casa, ni me acordé de mi amigo Nacho.

Dejé pasar un día e intenté llamarla, pero nunca me atendió el teléfono. La busqué por internet como servicio de acompañante pero no la encontré. Quedé realmente obsesionado (¿Enamorado?) por ella y hasta el día de hoy me pregunto que habré hecho mal. No tengo a
nadie para contarle esta historia con la suficiente apertura mental para que no me diga "Al final resultaste flor de puto". No siento que me gusten los hombres, pero si extraño la pija de Naty a menudo. Quizá deberíamos dejar de ponerle rótulos a la gente según sus gustos, las diferencias deberían unir en vez de separar. Me gustan las milanesas, el automovilismo, las mujeres y las
pijas ¿Que soy? Simplemente un ser humano.

Gracias por terminar! Les dejo un saludo
Kiki

17 comentarios - Que tan gay es estar con un travesti?

KaluraCD +2
Que tan gay es estar con un travesti?


Gracias nene, por la historia, por la manera de contarla y por las reflexiones.
Ojalá hubiera más personas como vos.

Gracias por compartir 👍
Yo comenté tu post, la mejor manera de agradecer es comentando alguno de los míos...
micho-tito-gordo +4
Muy bueno. A mí tampoco me gustan los hombres, definitivamente. Pero me excitan mucho los pasivos bien femeninos, crossdresser y trans. Dejemos los rótulos de lado...
milfchaser
Gracias, ojalá haya igualdad verdadera algún dia y podamos ver travas trabajando de cualquier cosa como lo hace una mujer (actualmente sé que hay pero son muy contados los casos). Poder invitar a alguna a tomar algo casualmente, como se podría hacer con las mujeres
carolinargg +2
Buen post, me paso algo parecido con un pibe que era su primera vez
pablito89_bi +1
Excelente, muy buen post y me encanto tu reflexion al final!!!
fuko99 +1
bravo!!!! tremendo relato...
loverts +3
excelente el relato, me pasa lo mismo que a vos, me re gustan las minas pero siento debilidad por las traviesas.nose como explicarlo. ♥
topopez +2
excelente relato, amigo yo no voy con los estereotipos ni la forma como se divide la identidad sexual de un individuo, yo eh experimentado con mujeres, hombres masculinos y femeninos y transexuales y la verdad me parece lo mejor, variar es bacano y eso no te hace ni hetero ni gay, la experiencia es lo que cuenta y si se la pasa bien mejor, hay que tener una mentalidad abierta... excelente relato muy bueno y espero experimentes otra vez...
haypatodos +1
muy buen relato, yo no tuve la suerte tuya de "levantarme una", despues de años de dar vueltas fui y pague por mi primer experiencia. Ni siquiera sé si eso tiene un nombre en particular o si me importa, pero la verdad es que me encantó, disfrute del sexo como hacia tiempo (esposa y chicos no ayudan) no lo hacia, y seguramente volveré a repetirlo. Recomiendo la experiencia
milfchaser
Yo me estoy por casar (Con una mujer) y te entiendo perfectamente. También pagué algunas veces, xq esas cosas se dan muy de casualidad. La mayoría de los travas van a hacerse ver y chorear a esos lugares. Fui varias veces más pero no repetí la suerte
COJERUBIA +1
De 10!!!!! es salí.... de este mundo nos llevaremos los dulces recuerdos de una mariposa de la noche.... sea mujer o trans....
estedavid +4
no me gustan los hombres pero si una buena nena trans, cuidada, delicada como toda mujer, sin dudas con ellas tuve el mejor sexo
LuchoNardela +2
Excelente Historia, yo tambien soy un amante de las trans.!
Rocco8666 +1
Excelente, me senti muy identificado.
Orfen100
Que falla que no la volviste a ver
francis371
Que buen relato, también tengo debilidad por una hermosa trans...pero volviendo a lo tuyo, creo que la enojo que hayas sido versátil, ella quería un macho...