Buenas. Hace mucho no escribo algo y vengo a compartirles algo que me pasó hace unos meses atrás, donde trabajaba antes.
Resulta que estaba trabajando en una empresa chica de encomiendas acá en Mendoza. Estaba de secretario de mi jefe, una mujer cerca de los treinta, hermosa morocha con unos ojazos verdes y un cuerpazo. Pocas tetas, pero de esas redonditas lindas. Al poco hicimos buenas migas y con la confianza que agarramos me dejaba cerrar la oficina a mi y ella a veces se iba antes. La cosa es que uno de esos días que ella se va, me manda un whatsapp y me dice:
- Escuchame. Va "Luis" a la oficina a buscar una carpeta que me dejé en el escritorio, pasasela por favor.
¿Luis? ¿Quién era Luis? Cuando le pregunto me dice que es el marido de ella, que ya sabe que estaba allá.
Me quedo a esperarlo y tipo 18.00 tocan el timbre.
- ¿Hola?
- Hola. Soy Luis, el marido de Flor. Abrime, por favor.- me dice una voz grave del otro lado.
Le abro por el portero y espero que suba los dos pisos hasta la oficina.
Golpea la puerta, me levanto y me dirijo para abrir. Cuando abro, pasa él... Por dios, lo que cruzó esa puerta fue un macho bien fuerte. 1,80mt, pelado con barbita de pocos días, ojos celestes y cuerpo fornido, de brazos peludos, del tipo "oso" en el ambiente. Venia vestido con ropa de gim, short corto, musculosa y zapatillas deportivas.
- Disculpame -me dice-. Paso al baño y hablamos. Mientras buscame la carpeta.
Le asiento y pasa. Yo paso a buscar la carpeta a la oficina de mi jefe, cuando escucho que me dice desde mi escritorio:
- vení un segundito, por favor.
Agarro la carpeta que estaba dentro de un cajón y salgo. Cuando llego al recibidor, lo veo que está parado al lado de mi escritorio, mirando la pantalla. Me puse pálido.
Cuando estoy sólo, y las tardes están aburridas, me pongo a ver Poringa. Y justo estaba en eso cuando llegó Luis y me había olvidado minimizar la pantalla. Y justo lo había visto.
- explicame esto, por favor.
Pálido, me acerco al escritorio. Temblando del cagazo, me gira la pantalla y cuando vi la pantalla me quería morir... Unos tipos dándose entre ellos.
- Este... Déjeme explicarle... Pasa que...
Buscaba las palabras mientras temblaba y tartamudeaba.
Él me seguía mirando fijo, esperando respuesta. Yo seguía pensando qué decirle para zafar.
- Parece que no tenés qué decir... Porque esto es porno, claramente. En horarios de trabajo.
Yo estaba que me moría. Se me paralizaba el corazón y la respiración.
Pasaron unos minutos y yo estaba sin decir nada, entonces me mira y me dice:
- Sabe Florencia que sos puto?
Negué con la cabeza.
- Se lo insinuaste de cierta manera? -me preguntó serio.
Volví a negar.
-mejor.- me dice.- Yo no le voy a decir nada. Pero esto te va a costar carito el favor.
Levanto la cabeza, con los ojos con un poco de lágrimas. Ya me hacia despedido, cuando veo que se está tocando la pija sobre el short.
- vení y chupamela. Ahora.
Fue una orden, no una condición. Este iba a ser el costo de mantener el secreto mío. Me paré de la silla y dudando un poco me fui acercando.
- dale, vení.
Me dijo tocándose todavía la pija sobre el short. Se veía el bulto grande sobresaliendo. Cuando estuve a unos cms de él, me dice:
-arrodillate.
Le hice caso. Me arrodillé y lo miré. Metió la mano dentro del pantalón y sacó su pija. Grande, unos 18cm, gruesa y con una vena grande y violácea que le recorría el tronco. Tenía un olor fuertisimo y embriagador, y tenía pelos. Pero no se veía mal, le quedaba muy bien más todavía por las piernas y brazos velludos que tenía, y más con el aire de macho dominante.
-empezá a chupar putito.
Dudé un poco, pero me agarró de la nuca y me llevó hacia su pija. El olor era fuertisimo y me estaba poniendo a mil, abrí la boca y me la metí. Por favor, que delicia que tenía en mis labios y lengua. Empecé a chuparle la pija despacio, como con miedo y me dice "no tengas miedo, que es la pija nomás". Y se rió un poco. Cerré los ojos y me dejé llevar. Le chupé la pija y los huevos, le lengüetie la cabeza roja y los huevos peludos. El me decía cosas onda putito, balín, y eso me re calentaba.
Llevaba unos 15 minutos chupando, cuando siento que tiene el espasmo previo al orgasmo. Intento sacarme la pija de la boca, pero el me agarra de la nuca y me dice:
- no, loquita. Toda la leche es para vos, así que aprovechala.
Empezó a gemir como un animal y cuando quise darme cuenta, me estaba tirando toda su leche en la boca y garganta, me corría caliente por la boca. Me acabó tanto que se me salía un poco por las comisuras. Me seguía agarrando de la nuca, así que entendí el mensaje tácito y tragué. Miento si digo que era fea. Era deliciosa, de sabor salado y fuerte.
Me la saca, y cuando me empiezo a limpiar la boca de los restos de su semen, le empieza a sonar en cel. Lo saca del pantalón y, todavía con la pija al aire media parada y goteando un poquito, atiende.
- Hola gorda. Si estoy todavía en el gimnasio. No, estoy en el baño cambiándome, recién llego- dijo y se bajó el pantalón y el bóxer, quedando en bolas.- si, en seguida lo iba a llamar que estaba atrasado. Si- se saca la remera y le veo el cuerpo marcado y trabajado, con los pectorales duros y una panza muy hermosa. No era el de un físico culturista, pero estaba muy bueno.- si, amor. No te hagas problema. -me hace un gesto con la mano y palmea el escritorio. Cuando me le acerco, me modula "sacate todo". -Si, dale. Te amo.
Cuando corta, me mira sonriendo y me dice:
- espero que no tengas planes, trolito, porque te voy a dar bomba.
Yo le negué y me empezó a meter mano en el orto. Se humedeció con saliva los dedos y me metió uno y después el otro. Inevitablemente gemí y parece que eso lo puso a mil.
- Ah. Que puta sos. Te gusta que te dedeen. -me dijo y siguió metiendo mano. En eso, suena el tel. Me hace un gesto de que atienda. Con un poco de incomodidad, levanto el tubo.
- Hola?
- Hola? Soy Flor.
- Hola Flor.- digo a ver si hacia algo al escuchar el nombre de su esposa, pero no. Seguía dedeandome el orto y lubricaba con la saliva. Yo contenía un gemido.
- escuchame, Luis va a estar un poco demorado. Vas a poder esperarlo?
- Si, no te hagas problema.
- Ay. Gracias. Mirá que es muy importante esa carpeta, por favor no te vayas o avisame así veo que hago.
Sin avisar ni nada, me metió la pija. Solté un grito de dolor al teléfono y mi jefa me preguntó que pasó. Le dije que me golpie la rodilla con un cajón, mientras su marido empezaba a bombearme el orto con 18cm de carne.
Corto el teléfono y me dice:
- la piloteaste bien, ahora disfrutá ésta un rato.- y me empezó a coger más fuerte. Yo gemía como una puta, y él me decía de todo y más caliente me ponía. Cuando quise darme cuenta, acabé en el piso. El se reía y me decía "sos chancha. eh?" y me seguía cogiendo re duro. En eso para, me agarra de la cintura, me da vuelta y me levantó para ponerme en el escritorio de espaldas. Me acomodó y me dice "ahora se va a poner mejor". Le veo la pija parada, toda roja e hinchada y así nomás PUM, adentro. Grité un poco de dolor, porque por más que estuviera dilatado la tiene re gruesa y me dolió un poco.
Me siguió garchando un rato más, mientras yo me pajeaba acabando por segunda vez. Él me miró, se rió y me dijo:
-agachate.- y me sacó la pija.
Me arrodillé otra vez, me acercó la pija y tenía los quesitos del lechazo anterior en la cabeza de la pija. Me agarra la nuca y me vuelve a meter la pija en la boca. Yo se la empiezo a chupar de nuevo, esta vez con más confianza, con más ganas. Ansioso de que me entregue toda su leche de nuevo en la boca, y empieza otra vez a gemir y a soltar los lechazos. Era la segunda acabada, y tiraba litros de semen en mi boca como si fuera la primera acabada de su vida. Empiezo a tragar, ya que se estaba escurriendo otra vez por la boca y empiezo a sentirle la pija más dura que antes. Me la saca, me levanta a la fuerza y me lleva al baño. Mientras se pajea, me dice:
- terminemos acá.
Y me volvió a meter la pija. Yo gustoso seguía chupando, la tenía exquisita y quería más, estaba re goloso.
En un momento, me la saca y mientras se pajeaba, me empieza a mear. Los chorros me caían en la cara, con una presión re fuerte por lo parada que tenía la pija y con unos hilitos de semen y saliva mía.
- Abrí la boca.
Obedecí y me tiró unos chorritos y terminó.
-limpiamela toda, putito.
Se la limpié con la boca mientras él se lavaba las manos. Salió del baño, se empezó a vestir y me dijo:
- limpiá todo, que no quede ni olor a puta en celo acá. Me gustó, vas a tener novedades mías.
Me agarró el cel y se agendó. Agarró la carpeta y salió.
Yo estaba en bolas, en el baño, haciéndome otra paja pensando en lo que me acababa de pasar, acabando por tercera vez. No se si era suerte o no, pero me dieron la mejor cogida del día y parecía que se iba a repetir.
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Si te gustó y querés una segunda parte, dejame puntos!
Gracias por leer!
Resulta que estaba trabajando en una empresa chica de encomiendas acá en Mendoza. Estaba de secretario de mi jefe, una mujer cerca de los treinta, hermosa morocha con unos ojazos verdes y un cuerpazo. Pocas tetas, pero de esas redonditas lindas. Al poco hicimos buenas migas y con la confianza que agarramos me dejaba cerrar la oficina a mi y ella a veces se iba antes. La cosa es que uno de esos días que ella se va, me manda un whatsapp y me dice:
- Escuchame. Va "Luis" a la oficina a buscar una carpeta que me dejé en el escritorio, pasasela por favor.
¿Luis? ¿Quién era Luis? Cuando le pregunto me dice que es el marido de ella, que ya sabe que estaba allá.
Me quedo a esperarlo y tipo 18.00 tocan el timbre.
- ¿Hola?
- Hola. Soy Luis, el marido de Flor. Abrime, por favor.- me dice una voz grave del otro lado.
Le abro por el portero y espero que suba los dos pisos hasta la oficina.
Golpea la puerta, me levanto y me dirijo para abrir. Cuando abro, pasa él... Por dios, lo que cruzó esa puerta fue un macho bien fuerte. 1,80mt, pelado con barbita de pocos días, ojos celestes y cuerpo fornido, de brazos peludos, del tipo "oso" en el ambiente. Venia vestido con ropa de gim, short corto, musculosa y zapatillas deportivas.
- Disculpame -me dice-. Paso al baño y hablamos. Mientras buscame la carpeta.
Le asiento y pasa. Yo paso a buscar la carpeta a la oficina de mi jefe, cuando escucho que me dice desde mi escritorio:
- vení un segundito, por favor.
Agarro la carpeta que estaba dentro de un cajón y salgo. Cuando llego al recibidor, lo veo que está parado al lado de mi escritorio, mirando la pantalla. Me puse pálido.
Cuando estoy sólo, y las tardes están aburridas, me pongo a ver Poringa. Y justo estaba en eso cuando llegó Luis y me había olvidado minimizar la pantalla. Y justo lo había visto.
- explicame esto, por favor.
Pálido, me acerco al escritorio. Temblando del cagazo, me gira la pantalla y cuando vi la pantalla me quería morir... Unos tipos dándose entre ellos.
- Este... Déjeme explicarle... Pasa que...
Buscaba las palabras mientras temblaba y tartamudeaba.
Él me seguía mirando fijo, esperando respuesta. Yo seguía pensando qué decirle para zafar.
- Parece que no tenés qué decir... Porque esto es porno, claramente. En horarios de trabajo.
Yo estaba que me moría. Se me paralizaba el corazón y la respiración.
Pasaron unos minutos y yo estaba sin decir nada, entonces me mira y me dice:
- Sabe Florencia que sos puto?
Negué con la cabeza.
- Se lo insinuaste de cierta manera? -me preguntó serio.
Volví a negar.
-mejor.- me dice.- Yo no le voy a decir nada. Pero esto te va a costar carito el favor.
Levanto la cabeza, con los ojos con un poco de lágrimas. Ya me hacia despedido, cuando veo que se está tocando la pija sobre el short.
- vení y chupamela. Ahora.
Fue una orden, no una condición. Este iba a ser el costo de mantener el secreto mío. Me paré de la silla y dudando un poco me fui acercando.
- dale, vení.
Me dijo tocándose todavía la pija sobre el short. Se veía el bulto grande sobresaliendo. Cuando estuve a unos cms de él, me dice:
-arrodillate.
Le hice caso. Me arrodillé y lo miré. Metió la mano dentro del pantalón y sacó su pija. Grande, unos 18cm, gruesa y con una vena grande y violácea que le recorría el tronco. Tenía un olor fuertisimo y embriagador, y tenía pelos. Pero no se veía mal, le quedaba muy bien más todavía por las piernas y brazos velludos que tenía, y más con el aire de macho dominante.
-empezá a chupar putito.
Dudé un poco, pero me agarró de la nuca y me llevó hacia su pija. El olor era fuertisimo y me estaba poniendo a mil, abrí la boca y me la metí. Por favor, que delicia que tenía en mis labios y lengua. Empecé a chuparle la pija despacio, como con miedo y me dice "no tengas miedo, que es la pija nomás". Y se rió un poco. Cerré los ojos y me dejé llevar. Le chupé la pija y los huevos, le lengüetie la cabeza roja y los huevos peludos. El me decía cosas onda putito, balín, y eso me re calentaba.
Llevaba unos 15 minutos chupando, cuando siento que tiene el espasmo previo al orgasmo. Intento sacarme la pija de la boca, pero el me agarra de la nuca y me dice:
- no, loquita. Toda la leche es para vos, así que aprovechala.
Empezó a gemir como un animal y cuando quise darme cuenta, me estaba tirando toda su leche en la boca y garganta, me corría caliente por la boca. Me acabó tanto que se me salía un poco por las comisuras. Me seguía agarrando de la nuca, así que entendí el mensaje tácito y tragué. Miento si digo que era fea. Era deliciosa, de sabor salado y fuerte.
Me la saca, y cuando me empiezo a limpiar la boca de los restos de su semen, le empieza a sonar en cel. Lo saca del pantalón y, todavía con la pija al aire media parada y goteando un poquito, atiende.
- Hola gorda. Si estoy todavía en el gimnasio. No, estoy en el baño cambiándome, recién llego- dijo y se bajó el pantalón y el bóxer, quedando en bolas.- si, en seguida lo iba a llamar que estaba atrasado. Si- se saca la remera y le veo el cuerpo marcado y trabajado, con los pectorales duros y una panza muy hermosa. No era el de un físico culturista, pero estaba muy bueno.- si, amor. No te hagas problema. -me hace un gesto con la mano y palmea el escritorio. Cuando me le acerco, me modula "sacate todo". -Si, dale. Te amo.
Cuando corta, me mira sonriendo y me dice:
- espero que no tengas planes, trolito, porque te voy a dar bomba.
Yo le negué y me empezó a meter mano en el orto. Se humedeció con saliva los dedos y me metió uno y después el otro. Inevitablemente gemí y parece que eso lo puso a mil.
- Ah. Que puta sos. Te gusta que te dedeen. -me dijo y siguió metiendo mano. En eso, suena el tel. Me hace un gesto de que atienda. Con un poco de incomodidad, levanto el tubo.
- Hola?
- Hola? Soy Flor.
- Hola Flor.- digo a ver si hacia algo al escuchar el nombre de su esposa, pero no. Seguía dedeandome el orto y lubricaba con la saliva. Yo contenía un gemido.
- escuchame, Luis va a estar un poco demorado. Vas a poder esperarlo?
- Si, no te hagas problema.
- Ay. Gracias. Mirá que es muy importante esa carpeta, por favor no te vayas o avisame así veo que hago.
Sin avisar ni nada, me metió la pija. Solté un grito de dolor al teléfono y mi jefa me preguntó que pasó. Le dije que me golpie la rodilla con un cajón, mientras su marido empezaba a bombearme el orto con 18cm de carne.
Corto el teléfono y me dice:
- la piloteaste bien, ahora disfrutá ésta un rato.- y me empezó a coger más fuerte. Yo gemía como una puta, y él me decía de todo y más caliente me ponía. Cuando quise darme cuenta, acabé en el piso. El se reía y me decía "sos chancha. eh?" y me seguía cogiendo re duro. En eso para, me agarra de la cintura, me da vuelta y me levantó para ponerme en el escritorio de espaldas. Me acomodó y me dice "ahora se va a poner mejor". Le veo la pija parada, toda roja e hinchada y así nomás PUM, adentro. Grité un poco de dolor, porque por más que estuviera dilatado la tiene re gruesa y me dolió un poco.
Me siguió garchando un rato más, mientras yo me pajeaba acabando por segunda vez. Él me miró, se rió y me dijo:
-agachate.- y me sacó la pija.
Me arrodillé otra vez, me acercó la pija y tenía los quesitos del lechazo anterior en la cabeza de la pija. Me agarra la nuca y me vuelve a meter la pija en la boca. Yo se la empiezo a chupar de nuevo, esta vez con más confianza, con más ganas. Ansioso de que me entregue toda su leche de nuevo en la boca, y empieza otra vez a gemir y a soltar los lechazos. Era la segunda acabada, y tiraba litros de semen en mi boca como si fuera la primera acabada de su vida. Empiezo a tragar, ya que se estaba escurriendo otra vez por la boca y empiezo a sentirle la pija más dura que antes. Me la saca, me levanta a la fuerza y me lleva al baño. Mientras se pajea, me dice:
- terminemos acá.
Y me volvió a meter la pija. Yo gustoso seguía chupando, la tenía exquisita y quería más, estaba re goloso.
En un momento, me la saca y mientras se pajeaba, me empieza a mear. Los chorros me caían en la cara, con una presión re fuerte por lo parada que tenía la pija y con unos hilitos de semen y saliva mía.
- Abrí la boca.
Obedecí y me tiró unos chorritos y terminó.
-limpiamela toda, putito.
Se la limpié con la boca mientras él se lavaba las manos. Salió del baño, se empezó a vestir y me dijo:
- limpiá todo, que no quede ni olor a puta en celo acá. Me gustó, vas a tener novedades mías.
Me agarró el cel y se agendó. Agarró la carpeta y salió.
Yo estaba en bolas, en el baño, haciéndome otra paja pensando en lo que me acababa de pasar, acabando por tercera vez. No se si era suerte o no, pero me dieron la mejor cogida del día y parecía que se iba a repetir.
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Gracias por leer!
11 comentarios - Soy el juguete del esposo de mi jefa
es un macho de verdad
Buenísimo 👏 👏 👏
Gracias por compartir 👍
Yo comenté tu post, la mejor manera de agradecer es comentando alguno de los míos...
van p