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[Relato] Franco.

Tenía tiempo sin platicarles algo, y es que he estado bastante ocupada en el trabajo y sin historias tan interesantes pero ayer, ayer fue un gran día.

Para quienes no me conocen o no me han leído mi nombres es Andrea, soy una chica en plena juventud y también estoy en el proceso de ser una mujer por completo, llevo una vida como ejecutiva en una empresa transnacional y también soy prostituta de medio tiempo más por gusto que necesidad.

Hace un par de días iba saliendo del hotel donde atendí a un chico que le encanta que lo monten, eran más o menos las 7 de la tarde cuando pasó y recibí una llamada de un chico que buscaba mis servicios ese mismo día, su nombre era Franco y era argentino, estaba de visita en la ciudad y un amigo suyo le había dicho que si buscaba a alguien para pasar un buen rato me buscara. Acepté y quedamos a las 9 en una plaza de la ciudad para vernos, de ahí me llevaría a su suite para divertirnos.

Aproveché el tiempo restante para darme una ducha y limpiarme un poco, me puse cómoda en unos leggins de cuero negro que remarcan mi trasero y una blusa blanca ajustada. Coloqué encima un abrigo negro y salí de casa con tiempo para verlo. Al llegar al lugar me llevé una grata sorpresa, Franco era un chico que media más de 190 centímetros, flaco y bastante mamado, llevaba un traje negro y tenía un par de cafés esperándome, nos saludamos y me contó cosas sobre su trabajo y su motivo de visita así como también me confesó que sería la primer mexicana a quien se cogería. Después de platicar subimos a su auto y comenzó a conducir con algo de música, quería atenderlo bien por lo que en el trayecto fui tentando su pierna y hubo un momento donde puse mi mano sobre su miembro. Llegamos al hotel bastante calientes y subimos a su habitación, apenas entrar cerró la puerta y me empujó contra la pared besándome, el muy puto movía la lengua como dios, me calentó tanto que terminé sin la blusa en instantes y con él devorando mis pezones, los mordía y chupaba como niño pequeño mientras yo apretaba su verga por encima del pantalón, se sentía un gran bulto y eso provocó que me emocionara.

Poco después me cargó y llevó a la cama donde se quitó la ropa él aún de pie y me dejó ver ese tremendo animal, de verdad, he tenido miembros de hasta 23 centímetros pero esa hermosura de unos 18 me hizo sentir única y es que además era tan ancho que mi mano apenas podía rodearlo, desde el momento que lo vi sabía que me iba a romper en dos. Yo jadeando de placer lo vi acercarse y quitarme los leggins de cuero, sacó mi miembro de entre mis bragas y se lo llevó a la boca, me la mamó unos 15 minutos mientras yo le acariciaba la cabeza y terminé eyaculando en su boca, se levantó y sacó la lengua aún con mi semen ahí para darme un beso y jugar con mi leche entre ambos.

—Ponte en cuatro. — Me dijo, y como si fuera su esclava atendí y lo hice, sentí su lengua pasarse por mi ano y comenzar a lubricarlo con su saliva, cuando entendí que venía lo mejor me aferré a las sabanas y lo sentí entrar, no pude evitar gritar, por momentos creía que me había destrozado el culo y cuando comenzó a moverse me sentí llena, esa hermosa sensación de tenerlo dentro mío y como si fuera su perra comenzó a darme de nalgadas mientras me cogía. Era un dios, se movía como quería e hizo con mi culo lo que quiso, ese trozo de carne entraba y salía como si nada y mis gemidos y gritos de entre dolor y placer lo calentaba.

—Sos una puta, mi puta.
—Soy solo tuya.

Intercambiamos ese diálogo muchas veces hasta que se cansó de embestir mi culo y me dejó descansar, para entonces mi miembro ya se había recuperado y estaba tan duro como al principio. Como pude me puse de pie y lo vi acostarse en la cama con la verga erguida, me acerqué y me la metí al culo de nuevo mientras movía la cadera de arriba para abajo, mi miembro rebotaba en su abdomen plano, aunque me dolía tenía la necesidad física de seguir comiendome ese trozo de carne, llegué al punto de volver acabar y que corrida, mi semen se extendió por la habitación, rebotando salpicó las sabanas y parte de su pecho, ya había hecho que me corriera dos veces. Aunque ya había terminado yo seguía moviendo la cadera, el muy puto me estaba dando una cogida que en meses había sufrido.

Volvimos a cambiar en esta ocasión fue de misionero, mamaba mis tetas mientras movía la cadera, me hacia suya me provocaba gritar, poco antes de terminar la sacó y me la puso en la boca, sin pedir permiso y la clavo entera y sentí que me ahogaba, que aquel trozo de carne provocaría mi atraganto, normalmente eso hubiera provocado mi salida de la habitación pero estaba tan caliente que sentirlo eyacular en mi garganta fue sencillamente lo mejor, la sacó y volvió la sesión de besos, estaba exhausta, había tenido un buen sexo, me pagó y me llevó a casa.

De solo recordar todo esto me vuelvo loca, en fin, nos leemos después, veré si Franco sigue en la ciudad y tiene ganas de coger.

Besos a todos y buenas pajas.

7 comentarios - [Relato] Franco.

di814
lindo relato me calento bastante
kito09
que suerte!!!
JODIE_F
simplemente exquidito muy cachondo relato me a gutado mucho de verdad sos muy buena
JODIE_F
te dejo 5 puntos que es todo lo que me quedaba por hoy