Las suaves pantimedias se deslizaban por mis piernas, la minifalda que me disponía a vestir estaba en mi cama, y con mucha ilusión comencé a arreglarme, hoy vería a mi chico y quería impresionarlo; él era fetichista, le encantaba que utilizara medias y tacones y quise complacerlo.
En las manos de mi chico, me pierdo, y cuando menos me doy cuenta, ya no tenía la minifalda, me acariciaba las piernas, mis manos jugaban con su miembro, mientras su boca besaba mis pechos.
Mi boca jugaba con la puntita de la verga de mi chico, mi lengua la recorría en todo su extensión, succionando, metiendo y sacándola de mi boca, mientras escuchaba a mi macho “así bebé, dale, trágate toda”.
-dame tu verga papi-
-¿te gusta cómo te la chupo?-
-soy toda tuya papi, soy tu putita-
Me puso de perrito, acariciaba mis nalgas, pasaba su verga por ellas, le encantaba el rose de las pantimedias y su miembro, esas carisias me calentaban mas y mas.
Rompió las pantimedias para que mi culito quedara descubierto y a merced de él.
Se puso el condón, me puso tantito lubricante y sin dilatarme, comenzó a meter su rico miembro, moría del dolor, pero él es mi macho y estoy para complacerlo, así que solo coopere y recibí su regalo con gemidos de placer y dolor.
Me ordeno que cambiáramos de posición, él se sentó y me dijo que me colocara sobre él, tome su verga y poco a poco fui metiéndola, cuando tuve la puntita, de un empujón me metió lo que faltaba de un golpe.
Cambiamos de posición, me colocó de espaldas a el subió una de mi piernas para que quedara al descubierto mi culito y me la empujo salvajemente otra vez.
Me colocó en una de mis posiciones favoritas, yo boca arriba, mis piernas abiertas, abría mis nalgas para abrir mi dilatado culito para recibir embestidas de él.
Me follo con muchas ganas, antes de que terminara salió de mi, se la chupe un poco, y cuando estuvo listo, recibí su orgasmo sobre mis pechos, rica y caliente lechita de mi macho.
En las manos de mi chico, me pierdo, y cuando menos me doy cuenta, ya no tenía la minifalda, me acariciaba las piernas, mis manos jugaban con su miembro, mientras su boca besaba mis pechos.
Mi boca jugaba con la puntita de la verga de mi chico, mi lengua la recorría en todo su extensión, succionando, metiendo y sacándola de mi boca, mientras escuchaba a mi macho “así bebé, dale, trágate toda”.
-dame tu verga papi-
-¿te gusta cómo te la chupo?-
-soy toda tuya papi, soy tu putita-
Me puso de perrito, acariciaba mis nalgas, pasaba su verga por ellas, le encantaba el rose de las pantimedias y su miembro, esas carisias me calentaban mas y mas.
Rompió las pantimedias para que mi culito quedara descubierto y a merced de él.
Se puso el condón, me puso tantito lubricante y sin dilatarme, comenzó a meter su rico miembro, moría del dolor, pero él es mi macho y estoy para complacerlo, así que solo coopere y recibí su regalo con gemidos de placer y dolor.
Me ordeno que cambiáramos de posición, él se sentó y me dijo que me colocara sobre él, tome su verga y poco a poco fui metiéndola, cuando tuve la puntita, de un empujón me metió lo que faltaba de un golpe.
Cambiamos de posición, me colocó de espaldas a el subió una de mi piernas para que quedara al descubierto mi culito y me la empujo salvajemente otra vez.
Me colocó en una de mis posiciones favoritas, yo boca arriba, mis piernas abiertas, abría mis nalgas para abrir mi dilatado culito para recibir embestidas de él.
Me follo con muchas ganas, antes de que terminara salió de mi, se la chupe un poco, y cuando estuvo listo, recibí su orgasmo sobre mis pechos, rica y caliente lechita de mi macho.
7 comentarios - Complaciendo a mi chico fetichista (Ana travesti)