Después de haber tomado unas cuantas cervezas con unos amigos en un bar, tomé un taxi con destino a casa.
Como estaba bien arrancado por la birra, decidi bajarme un par de cuadras antes y caminar un toque para que me pase un poco el mareo.
Mientras caminaba rumbo a casa, pude ver que uno de mis vecinos con los que nunca tuve ningún tipo de trato, estaba afuera de su casa mirando, hacia cualquier lugar que sus ojos lo llevaran. Seguramente el vago estaba mas que embolado un viernes por la noche asique salió a tomar aire.
Lo raro de esto es que la cuadra por donde vivimos no tiene mucho de interesante ya que tenemos vecinos trabajadores, madrugadores y a los que no les gusta que les rompas las pelotas. Por lo menos antes era así.
Para que se ubiquen, el vive en la esquina de mi casa,entonces si o si tengo que pasar por ahí. No era alguien que te pueda llamar la atención a primera vista, si tengo que destacar que esa noche tenía un short de fútbol color rojo y una camisetita de algún equipo local.
Pasé por afuera de su casa y el me miró, como diciendo " qué miras?" y yo ante eso, miré hacia otro lado y seguí caminando.
Cuando ya estaba en el portón de entrada de mi casa me llamó la atención que me miraba. Como yo estaba entonadisimo por el alcohol, al toque encendí mi "gaydar" y estuve atento a cualquier señal que el guacho pudiera darme.
Estuvimos al rededor de 10 minutos mirandonos, mirando hacia otro lado tratando de ver si alguien más se prendía al juego o si es que teníamos un vecino metiche. Mientras todo esto pasaba, yo temblaba por el cagaso que tenía y por la adrenalina que te daba la situación.
Cuando me pongo en ese estado tengo que fumar asique me toqué los bolsillos pero nada, no tenía ni siquiera un pucho.
Junté todo el valor que requería ir a comprar cigarros teniendo que pasar por su casa de nuevo y me fuí, esta vez haciéndome el difícil y sin mirarlo para nada.
Después de mi caprichito de medianoche, volvía ya pensando en lo calentita que estaría mi cama, pero atento al vecinito que, para mi sorpresa, aún estaba parado afuera de su casa, esta vez más pendiente de mi. Lo sentía, era así, por como me relojeaba.
Al verme con un pucho prendido me pide 1 y yo, obviamente accedí hasta prenderselo.
Me pregunta:
- " ¿vos que hacés?
Yo, haciéndome el boludo:
- "Nada, estaba tomando unas cervezas con unos amigos. Ahora a dormir"
Tiro un poquito de:
- " Está linda la noche, no?"
El responde:
- "Sí! Gracias por el cigarro, nos vemos"
No me quedó otra que retirarme de ese lugar e ir rumbo a mi casa, lamentando lo que no fué.
Otra vez en la entrada de mi casa, miró hacia su dirección. El seguía viendome, sin ningún problema.
Para poder saber si quería guerra o no, me paso la mano por el glúteo, acariciandolo suavemente, de una manera disimulada pero a la vez notoria. Levanto la mirada para ver su reacción y noto que se masajea el bulto.
Seeeeeeeeeeeeeeeeeee! estaba con todas las intenciones el vago y yo, podría probar qué había debajo de ese short de fútbol que tanto me calienta.
Mientras nos mirábamos constantemente, cada uno tocaba de su cuerpo lo que parecía. En un momento empieza a masajearse la verga por encima del short con toda la calidad de un pajero y de repente me hace una seña con la cabeza que todos entendemos: "VENÍ"
No esperé que lo hicera de nuevo y acepté la invitación.
Antes de llegar, prendo otro pucho, la situación era demasiado excitante y oportuna.
Charlamos un toque, usando las mismas preguntas y respuestas que la primera vez.
Mientras conversábamos, se toca el bulto, como llamando mi atención. Cuando quiero tocarselo yo me dice:
"aquí no" y empieza a caminar a su casa esperando que lo siguiera por detrás.
Llegamos al fondo de su casa y el se apoya contra una pared. Era como darme el verde en el semáforo. En ese momento arranqué y comencé a franelearle la chota por encima del short, algo que había estado tratando de hacer durante toda la noche. El se sorprendió porque yo no tenia pinta de chupador de pija, pero no por eso me alejó.
Me puse de rodillas sin ningún problemas, le bajé el short y el boxer hasta las rodillas. Tenía unas gambas terribles, el vago jugaba al fútbol en un potrero cerca de casa, sin un vello. Comencé a chuparle la pija, nunca me había levantado un guachín asique tenía que aprovechar. Sentir su sabor fué re loco. Super limpio.Como me gustó oler y saborearla, me la meto a toda de una y dice:
" Que caliente que tenes la boquita" se re calentó y me dejó a mi hacer lo que yo quisiera.
Era una pija hermosa: linda cabecita, venosa, pocos pelos, húmeda, buenos huevos, llenos de leche. Seguí chupandola hasta que llegó a su esplendor.
Tenía tanto alcohol encima, que estaba totalmente deshinibido, después de ver su cuerpo, me bajé el pantalón hasta la cola para que mientras yo esté arrodillado, el tuviera algo que mirar.
Seguía chupándole la pija, cada vez más rápido, el mientras tanto gemía y cerraba los ojos. De vez en cuando subía la mirada para ver si se divertía.
Cuando notó que mi ritmo no era el de antes, puso una mano en mi cabeza y empezó a bombearme la boca, rapidísimo! era la gloria! un macho futbolero que se estaba dejando chupar la pija para no aburrirse un viernes.
EL vaguito parece que hace mucho no la ponía igual, porque en un momento que se la chupaba siento un tiro directo a mi garganta, el hijo de puta me había acabado en la boca. Igual me encantó sentir ese semen caliente y añejo en mi.
Cuando lo vi estremecerse, un toque agotado por todo, escupí a un costado la leche y comencé a chupársela de nuevo, esta vez con mas experiencia de lo que le gustaba en el sexo oral.
Para mi sorpresa y alimentando un poco mi ego, acaba, por segunda vez, pero ahora en el piso. Fueron tres tiros increíbles, como si fuese la primera vez que acababa. Confirmaba mi idea de que hacía mucho no la ponía.
Después de esto, se levanta el boxer y el short. Yo aproveché, le tomé la mano y me la puse en el orto, para que lo acariciara y supiera lo que estaba dispuesto a entregarle. Me dice:
"uhhhhhhhhhh bebeee" " que linda colita" "si doy para uno más"
"Te re haría la colita pero no tengo forro" "El viernes que viene veni a visitarme y no te salvas"
Contento por los elogios, me levanté el pantalón.
Salimos afuera, haciéndonos los boludos, prendí un cigarro, le dí uno a el y me fui a casa a dormir como el mejor.
Como estaba bien arrancado por la birra, decidi bajarme un par de cuadras antes y caminar un toque para que me pase un poco el mareo.
Mientras caminaba rumbo a casa, pude ver que uno de mis vecinos con los que nunca tuve ningún tipo de trato, estaba afuera de su casa mirando, hacia cualquier lugar que sus ojos lo llevaran. Seguramente el vago estaba mas que embolado un viernes por la noche asique salió a tomar aire.
Lo raro de esto es que la cuadra por donde vivimos no tiene mucho de interesante ya que tenemos vecinos trabajadores, madrugadores y a los que no les gusta que les rompas las pelotas. Por lo menos antes era así.
Para que se ubiquen, el vive en la esquina de mi casa,entonces si o si tengo que pasar por ahí. No era alguien que te pueda llamar la atención a primera vista, si tengo que destacar que esa noche tenía un short de fútbol color rojo y una camisetita de algún equipo local.
Pasé por afuera de su casa y el me miró, como diciendo " qué miras?" y yo ante eso, miré hacia otro lado y seguí caminando.
Cuando ya estaba en el portón de entrada de mi casa me llamó la atención que me miraba. Como yo estaba entonadisimo por el alcohol, al toque encendí mi "gaydar" y estuve atento a cualquier señal que el guacho pudiera darme.
Estuvimos al rededor de 10 minutos mirandonos, mirando hacia otro lado tratando de ver si alguien más se prendía al juego o si es que teníamos un vecino metiche. Mientras todo esto pasaba, yo temblaba por el cagaso que tenía y por la adrenalina que te daba la situación.
Cuando me pongo en ese estado tengo que fumar asique me toqué los bolsillos pero nada, no tenía ni siquiera un pucho.
Junté todo el valor que requería ir a comprar cigarros teniendo que pasar por su casa de nuevo y me fuí, esta vez haciéndome el difícil y sin mirarlo para nada.
Después de mi caprichito de medianoche, volvía ya pensando en lo calentita que estaría mi cama, pero atento al vecinito que, para mi sorpresa, aún estaba parado afuera de su casa, esta vez más pendiente de mi. Lo sentía, era así, por como me relojeaba.
Al verme con un pucho prendido me pide 1 y yo, obviamente accedí hasta prenderselo.
Me pregunta:
- " ¿vos que hacés?
Yo, haciéndome el boludo:
- "Nada, estaba tomando unas cervezas con unos amigos. Ahora a dormir"
Tiro un poquito de:
- " Está linda la noche, no?"
El responde:
- "Sí! Gracias por el cigarro, nos vemos"
No me quedó otra que retirarme de ese lugar e ir rumbo a mi casa, lamentando lo que no fué.
Otra vez en la entrada de mi casa, miró hacia su dirección. El seguía viendome, sin ningún problema.
Para poder saber si quería guerra o no, me paso la mano por el glúteo, acariciandolo suavemente, de una manera disimulada pero a la vez notoria. Levanto la mirada para ver su reacción y noto que se masajea el bulto.
Seeeeeeeeeeeeeeeeeee! estaba con todas las intenciones el vago y yo, podría probar qué había debajo de ese short de fútbol que tanto me calienta.
Mientras nos mirábamos constantemente, cada uno tocaba de su cuerpo lo que parecía. En un momento empieza a masajearse la verga por encima del short con toda la calidad de un pajero y de repente me hace una seña con la cabeza que todos entendemos: "VENÍ"
No esperé que lo hicera de nuevo y acepté la invitación.
Antes de llegar, prendo otro pucho, la situación era demasiado excitante y oportuna.
Charlamos un toque, usando las mismas preguntas y respuestas que la primera vez.
Mientras conversábamos, se toca el bulto, como llamando mi atención. Cuando quiero tocarselo yo me dice:
"aquí no" y empieza a caminar a su casa esperando que lo siguiera por detrás.
Llegamos al fondo de su casa y el se apoya contra una pared. Era como darme el verde en el semáforo. En ese momento arranqué y comencé a franelearle la chota por encima del short, algo que había estado tratando de hacer durante toda la noche. El se sorprendió porque yo no tenia pinta de chupador de pija, pero no por eso me alejó.
Me puse de rodillas sin ningún problemas, le bajé el short y el boxer hasta las rodillas. Tenía unas gambas terribles, el vago jugaba al fútbol en un potrero cerca de casa, sin un vello. Comencé a chuparle la pija, nunca me había levantado un guachín asique tenía que aprovechar. Sentir su sabor fué re loco. Super limpio.Como me gustó oler y saborearla, me la meto a toda de una y dice:
" Que caliente que tenes la boquita" se re calentó y me dejó a mi hacer lo que yo quisiera.
Era una pija hermosa: linda cabecita, venosa, pocos pelos, húmeda, buenos huevos, llenos de leche. Seguí chupandola hasta que llegó a su esplendor.
Tenía tanto alcohol encima, que estaba totalmente deshinibido, después de ver su cuerpo, me bajé el pantalón hasta la cola para que mientras yo esté arrodillado, el tuviera algo que mirar.
Seguía chupándole la pija, cada vez más rápido, el mientras tanto gemía y cerraba los ojos. De vez en cuando subía la mirada para ver si se divertía.
Cuando notó que mi ritmo no era el de antes, puso una mano en mi cabeza y empezó a bombearme la boca, rapidísimo! era la gloria! un macho futbolero que se estaba dejando chupar la pija para no aburrirse un viernes.
EL vaguito parece que hace mucho no la ponía igual, porque en un momento que se la chupaba siento un tiro directo a mi garganta, el hijo de puta me había acabado en la boca. Igual me encantó sentir ese semen caliente y añejo en mi.
Cuando lo vi estremecerse, un toque agotado por todo, escupí a un costado la leche y comencé a chupársela de nuevo, esta vez con mas experiencia de lo que le gustaba en el sexo oral.
Para mi sorpresa y alimentando un poco mi ego, acaba, por segunda vez, pero ahora en el piso. Fueron tres tiros increíbles, como si fuese la primera vez que acababa. Confirmaba mi idea de que hacía mucho no la ponía.
Después de esto, se levanta el boxer y el short. Yo aproveché, le tomé la mano y me la puse en el orto, para que lo acariciara y supiera lo que estaba dispuesto a entregarle. Me dice:
"uhhhhhhhhhh bebeee" " que linda colita" "si doy para uno más"
"Te re haría la colita pero no tengo forro" "El viernes que viene veni a visitarme y no te salvas"
Contento por los elogios, me levanté el pantalón.
Salimos afuera, haciéndonos los boludos, prendí un cigarro, le dí uno a el y me fui a casa a dormir como el mejor.
11 comentarios - El vecino trasnochado
hdppppppppppppppp
Excelente, aguante la birra que nos hace cometer locuras sin retorno !!!
Gracias por compartir
La mejor manera de agradecer es comentando a quien te comenta...