¡Buenas noches Poringuer@s! Estas semanas anduve con unos temitas personales (que no voy a contarles para no aburrirlos) y por eso se demoró tanto esta entrega de la saga... Para quien no haya leído los relatos anteriores, se los dejo en orden:
Relato I - Un poco de historia
Relato II - Un rapidito en el fondo.html
Relato III - Service completito
A los 10 minutos recibo un whatsapp de él, diciendo:
"Avisame con tiempo la próxima vez, que tengo una sorpresa para mi oso favorito"
Pasaron los días y por distintas cosas no pude ir a garcharme a mi putito preferido. Cuando aflojó un poco el laburo, lo mensajeo tipo 9.30am:
"Putito, esta tarde a las 4 estoy ahí para romperte el orto. ¿Te copa?"
Tipo 11am me responde:
"Me encanta la idea papi, aunque tengo una sorpresita para vos, espero que te guste"
Obviamente, quedé más ansioso y caliente que nunca, no dejaba de pensar en lo que podría prepararme el turrito este... No me quedó otra, más que aguantar la ansiedad y andar con mi pija del tamaño de una garrafa.
Llegó la hora pactada, avisé que iba a haer unos trámites en la oficina y salí para mi encuentro con mi putita. Llego, me abre la puerta con una actitud distinta, de machito diría yo:
- Beto: Vieja... ¿cómo andás?
- Yo (asumiendo que no estaba solo y por eso se hacía el 'hombre'): ¡Beto querido! ¿Cómo andás tanto tiempo?¿Hago tiempo para comer algo?
- Beto: Para vos, hoy tengo algo especial, pasá para el fondo nomás...
Cuando paso a nuestro cogedero, veo un vaguito de espalda. Lo miro a Beto y él, con sonrisa cómplice me dice:
- Beto: Sé que te gustan los turros bien putitas, traje uno para que nos divirtamos juntos. ¿Te parece?
Yo no salía de mi asombro. Se da vuelta el chaboncito este en cuestión, y al verlo se me para la pija. De unos 18 años, bien delgadito, con pinta de turrito y boca de petera.
Era algo como este... un poquito más delgado y más morochón
- Beto: ¿Te gusta lo que te conseguí?
- Yo (entendiendo que esta vez Beto quería hacer de 'macho'): Me encanta Beto, esperemos que con esos labios de petero, sepa tirar bien la goma.
Automáticamente al escuchar esto, Juanjo (como voy a llamar de ahora en más a este putito) sonrió, se acercó a mí y se arrodilló. Sin mediar palabras, desprendió el cinto, desabrochó el pantalón, bajo el cierre y empezó a sobarme la pija por arriba del bóxer.
Beto, que había ido a cerrar la puerta con llave y bajar las cortinas, vuelve, se para al lado mío, se desprende el botón del jean y lo mira a Juanjo, que con la otra mano le baja el cierre y le empieza a manosear la pija.
Ahí estábamos, Beto y yo, uno al lado del otro, tranzando y manoseando nuestros cuerpos, mientras el otro cumbierito nos sobaba las vergas. En eso, nos baja los bóxers, automáticamente salen nuestras vergas disparadas para adelante. Las dos bien duras y firmes. Me mira y me dice:
- Juanjo: A ver si te gusta como me como tu verga
- Beto: Vas a ver lo bien que lo hace...
- Yo: Ahh ya te lo cogiste a este
Sinceramente el hecho de saber que Beto era reputita y machito según se le antojaba, me calentó aún más. Juanjo, mientras tanto nos daba una mamada magistral. Me chupaba los huevos, se metía toda mi pija en la boca mientras lo pajeaba a Beto, con toda mi pija adentro, jugaba con la lengüa, la sacaba, la lamía, se la chupaba un rato a Beto mientras me pajeaba a mí y así sucesivamente.
De repente, Beto se corre de al lado mío, y se para en frente. Juanjo, como sabiendo lo que estaba por hacer el otro, Se levantó un poco, y quedó casi de pié pero agachado. Todo sin sacar mi pija de adentro de su boca, Beto me mira y me dice:
- Beto: Tengo ganas de romperle el culo
- Yo: Si entrega el orto, como chupa la pija, es espectacular el putito este
Beto le baja los pantalones y le empieza a lamer el orto. ¡¡El muy puto no se había puesto bóxer!! Escuchar a Juanjo gemir por la chupada de culo que le estaban pegando mientras se comía mi pija me puso la pija más dura...
Beto se puso un forro, y así como estaba se lo empezó a garchar. Fue muy delicado al principio. Juanjo se la bancaba toda mientras seguía chupándome la verga. Una vez que estuvo bien adentro empezó el bombeo más rápido y fuerte
Supongo que se imaginarán cómo me tenía a mí toda esa situación. Entre la mamada que me estaba pegando Juanjo y el ver a mi putito garchándose otro, estaba en el cielo.
- Yo: Dejame probar esa cola
- Beto: Ya le da dejé preparadita
- Juanjo: Despacito que la tuya es más gruesa
- Yo: Quedate tranquilo vos
Intercambiamos posiciones con Beto. Cuando me paré detrás de Juanjo, separé los cachetes y vi un hoyito RE dilatado. Me puse un forro y se la mandé de una. El putito lagrimeó un poco, pero no por eso dejaba de chupársela a Beto.
Lo bombeé un buen rato. Se la sacaba casi toda y se la mandaba a guardar de una. Al principio se quejaba, después empezó a pedir más. Hasta que en un momento, se sacó la pija de Beto de la boca y nos dijo
- Juanjo: Metanme las 2 juntas
- Beto: ¿Seguro?
- Juanjo: Si si.. cojanme de a 2
- Beto (mirandome a mí): ¿Te animás?
- Yo: Y daaaaaaleeeee
Me acosté en el piso, Juanjo se clavó de una en mi verga, lo abracé, lo bajé hasta que su pecho quedó pegado con el mío. Beto se arrodilló atrás de él, acomodó su pija y de a poco se la fue metiendo.
El grito que pegó el putito cuando entró la cabeza de la poronga de Beto, creo que se escuchó hasta la calle. Lo miramos y nos dice:
- Juanjo: No las saquen... Dejen que me acostumbre, yo me muevo
Con Beto nos miramos y nos quedamos quietos. De a poco Juanjo empezó a cabalgarme, metiéndose muy de a poquito las 2 pijas. Al principio fue raro, pero cuando el putito dilató bien el orto, empezó a moverse más rápido y con eso aumentó mucho nuestra excitación.
Para que tengan una idea de la escena
Empezamos a movernos y a gemir los tres. Las transpiraciones, los alientos, los gemidos se fusionaban en uno solo. Seguimos así unos pocos minutitos, hasta que Beto dijo:
- Beto: ¡Me acabo!
- Juanjo: Acabenme los 2 en el pecho
Beto sacó la pija del turrito, Juanjo se desmontó y se acostó en el piso, boca arriba. Con Beto nos arrodillamos uno a cada lado de él. Nos sacamos los forros, y Beto empezó a largarle toda la leche encima.
En ese momento Juanjo, que se estaba pajeando, empezó a acabarse por todo el estómago. Yo al ver esa escena, empecé a regarle el pecho con mi leche. Verlo a Juanjo, lleno de nuestras leches, era un espectáculo.
Me limpié, me vestí, lo saludé a ambos y me fuí. Juanjo seguía en el piso, todo agitado. Beto, me abrió la puerta y al saludarme me dijo:
- Beto: A ver cuando me dejás así a mí
- Yo: Cuando vos quieras, organizá y avisame.
Y así fue, a la semana me llega un mensaje de Beto...
Bueno gente.. Hasta acá la cuarta entrega.. Gracias a todos por sus comentarios en las partes anteriores. Como antes, si hay buenos comentarios, ¡sigo!
Besitos en la chota/cola (lo que prefieran) y espero sus comentarios!
11 comentarios - Pancho boy - Relato IV - La sorpresita