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Pancho boy - Relato II - Un rapidito en el fondo

¡Buenas noches! voy a continuar con la historia de anoche... Para el que no la haya leído acá está: Pancho boy - Relato I - Un poco de historia


Empecé a frecuentar el lugar, y de a poco entablamos conversación con Beto... Hasta que un día, llegué tipo 3.45 al lugar, Beto ya estaba limpiando las mesas y demás, por lo que entro y le digo:

- Yo: ¡Beto querido! No me digas que me vas a dejar sin morfi (comida)
- Beto: ¡Siempre me venís a esta hora vos! Igual siempre tengo una salchicha esperándote...
- Yo (haciéndome el boludo): No seas tontito, sabés que en público me da vergüenza
- Beto (siguiéndome la joda): Vamos que la otra noche no te quejaste.
- Yo: Jajajajaja... ahora en serio, ¿todavía tengo tiempo para comer?
- Beto: ¡Mirá si te voy a dejar con hambre! Sentate que ahí vengo, ¿lo de siempre no?
- Yo: Claro que sí

Me senté a esperar el almuerzo deseando que esa joda, hubiese sido más que una joda. Al cabo de unos minutos aparece el bomboncito ese y me dice:

- Beto:¿No te jode si te pido que vengas a comer acá atrás? Es que cierro a las 4 y no quiero que entre nadie más
- Yo: No hay drama, decime por dónde...

Paso detrás del mostrador, pasando un tabique, me encuentro con una mini-cocina donde preparaban las verduras y demás. Beto me sirve el almuerzo y sigue con su tarea de limpieza. Termina, y se pone a lavar algunas cosas en la cocinita, por lo que aprovecho para ver que onda el pibito este:

- Yo: ¿Siempre cierran a las 4?
- Beto: Si, aunque a veces me tengo que quedar un rato más.
- Yo: Limpiando todo, ¿no?
- Beto: Sí, sí.
- Yo (aprovechando la "intimidad" ): Y alguna que otra vez con alguna minita...
- Beto: No soy de esos....
- Yo: Vamos... ¿me vas a decir que sos de esos que dicen "Donde se come no se coge"?
- Beto: No precisamente por eso lo dije

(Ok, capté el mensaje. Hora de hacer la próxima jugada.)

- Yo: Ahhhh... a parte de vender salchichas, las comés ¿no?
- Beto (con algo de vergüenza): Claro
- Yo: Ok... ¿andás con hambre?
- Beto: ¿Me lo estás diciendo en serio?

No hicieron falta palabras... sólo una mirada cómplice. Se arrodilló adelante mío, debajo de la mesa y empezó a sobarme la pija por arriba del pantalón. Yo ya estaba al re palo, con la pija como una garrafa. Desde abajo de la mesa escucho:

- Beto: Ah bueno.... parece que lo estabas buscando.
- Yo: No sabés lo mucho que me calentás pendejo... hace tiempo que tengo ganas de hacerte el orto.
- Beto: Hoy estás de suerte entonces...
- Yo: ¿Por qué no me la chupás un ratito mientras termino de almorzar?

Empezó a bajar el cierre, de ahí corrió el boxer, y al toque salió disparada mi verga. Dura como roca. Él ni lo dudó, y se la mandó de una hasta el fondo. Pasaba la lengua por mis 16cm de poronga, una y otra vez. Se detuvo en la cabeza, jugó un buen rato mientras me desprendía el cinto y el pantalón de vestir. Cómo le molestaba, desprendió unos botones de la camisa y me pidió que levante mi corbata (trabajo de traje).

Al principio era un poco tosco para mamarla, pero unos minutos después lo hacía magistralmente. Mamaba, me chupaba los huevos, jugaba con la cabecita... Todo mirándome a los ojos, como un buen putito, a lo que le digo.

- Yo: Tan machito que parecías y tan putito que terminaste siendo. ¿Te molesta que te diga así?
- Beto: No papi, me encanta. Me vuelven loco los machos como vos.

Entre la levantada de ego y el hecho de que ese tipo de vagos (rochos que se hacen los machitos y terminan siendo bien putitas) me vuelven loco, la pija se me agrandó más todavía.

- Beto: Uy papi, que buena chota que tenés
- Yo: Bueno putita, ahora la vas a sentir bien adentro.

Lo levanté, agarrándolo de los hombros, y lo empujé contra la pared, para que quede dándome el culito con el que tantas veces había fantaseado. Ahí nomás, siendo que el tiempo apremiaba, le bajé los pantalones y pude ver un boxer rojo, bien pegado al cuerpo.

Un boxer que dejaba ver una linda colita, que al bajarlo me dejó comprobar que era una colita de futbolista, bien paradita, redondita y lampiña.

Si bien el vaguito largaba un olor a macho terrible (por haber laburado todo el día), tenía el culito bien limpito. Me arrodillé atrás de él, le separé los cantos con mis manos y empecé a meterle la lengua. Beto gemía como loco pidiéndome que siga, que se lo chupe todo. Y así hice, lamí y relamí ese hoyito morochito, como si fuera el último culo que me iba a comer en mi vida.

Mientras seguía escuchando los gemidos del cumbierito este ante mi lamida de orto, saqué de mi billetera un forro y unos sobrecitos de lubricante. Abrí uno de los sobres y me lo pasé todo por el dedo índice. Muy de a poco retiré mi lengua del culito hermoso ese y empecé a meter mi dedo.

- Beto: Despacito papi, que hace mucho no me hacen la colita.
- Yo: Tranquilo pendejito. Me voy a encargar de que goces nomás

Efectivamente el culito estaba cerradito. Pero después de un minuto de masajearlo con mi dedo, dilató de tal manera que pude meter 3 dedos de una. Ahí supe que estaba listo para lo que seguía. Me puse el forro, me llené la chota de lubricante y me paré atrás de él.

- Yo (al oído): Ahora la vas a sentir trolito. (Y se la mánde de una hasta el fondo)
- Beto: Hmmm... que rico papi.

Y empezó el vaivén. Lo hice agacharse un poco más y arquear la espalda para que le entre bien hasta el fondo. Con mis manos separé bien los cachetes. No se dan una idea de lo mucho que me calentó ver como mi verga entraba y salía de ese culito.

De a poco empecé a acelerar el ritmo. Beto gemía cada vez más. Empezó a gritarme:

- Beto: Así papi. Más fuerte, dame toda tu pija. Haceme bien el orto que es todo tuyo.

Yo se la sacaba hasta ver la cabeza de la poronga y se la mandaba de una hasta el fondo. Él seguía gozando como el puto goloso que era. Se empezó a pajear como loco. Se la manoteaba desesperado mientras yo le rompía el orto.

- Beto: Papi, voy a acabar.
- Yo: Disfrutalo putito
- Beto: Ahh... Ahhhh... AHHHH!! (y roció todo el piso con una leche blancuzca, bien espesa)
- Yo: Ahora me toca a mí, ¿donde la querés?
- Beto: Toda en la boquita

Y así fue, se corrió para adelante, para sacarme la pija de su cola. Con un movimiento rápido me sacó el forro, mientras re arrodillaba adelante mío. Metió mi pija en su boca y se la comió tan desaforadamente como se estaba pajeando.

En cuestión de segundos, le llené toda esa boca de leche, mientras veía ese culito hermoso, bien abierto.

Se levantó y escupió mi leche en el baño. Se enjuagó la boca mientras yo me volvía a vestir como debía. Encaro para la salida:

- Yo: ¿Me abrís que vuelvo al laburo?
- Beto: Si papi. De lo que pasó, nada a nadie, ¿ok?
- Yo: Obvio que no
- Beto: ¿Vas a volver a comer acá?
- Yo: Si vos volvés a comerla, claro que sí.

Otra vez miradas cómplices. Sabíamos que esa no era la última vez que nos íbamos a disfrutar el uno del otro.

Y así fue, a la semana volví a ir a comer, esta vez tipo 3.55...


Bueno poringueros! Hasta acá la segunda entrega.. Gracias a todos por sus comentarios en la primera parte. Como antes, si hay buenos comentarios, ¡sigo!

Besitos en la chota/cola (lo que prefieran) y espero sus comentarios!

13 comentarios - Pancho boy - Relato II - Un rapidito en el fondo

Juansemontero +1
Una impresionante cantidad de puntos fueron para vos... ojala pongas fotos en agradecimiento!.
martincho-g
Jajaj muchas gracias @juansemontero , voy a ver si me saco alguna solo apra vos

😉
luciomoon
Me encanto!
martincho-g
Gracias! Si siguen los buenos comentarios viene la 3era parte!
luciomoon
@martincho-g Espero que sigan entonces!
Sancarlinohot +1
Qye bueno como no ser el pendejo asi me la comia toda yo
dedevoto
Dale que sigue lindo...
fer14m
Mmmm será el de calle san Luis enfrente de la plaza sarmiento? Jajaja voy a tener que pasar....
polvorojo
me dejas caliente como una pava
stevia123
Buenisimo. Q lindos almuerzos 😃
hugonz
Hoy no tengo mas puntos .....mañana paso y te los dejo todos....me encantó el relato..
Por ahora: 👏 👏 👏 👏 👏