Salir cada mañana de mi casa a trabajar es un martirio, por la hora y el sueño. Pero desde hace unos meses eso se transformó en algo agradable gracias a Leo, leíto, el chico de la limpieza, morocho, estatura media, buen cuerpo en general, pero destacable los dos extremos: una sonrisa hermosa y unas piernas impresionantes.
Todos los dias espero mirando por la mirilla de la puerta a que aparezca por mi palier y salgo...solo para verlo.
-Buen día Señor, me dice.
- Buen día, como estamos hoy?, le contesto.
Solo eso por unos días hasta que nos pesentamos y los saludos ya pasaron a mas confianza.
- Hola, buen día xxx
- Buen día leíto, o Leo, o negrito, u otro adjetivo.
Un día le regalaba una galletita, otro un caramelo, otro alguna boludez para entrar en confianza. Todo para que me saludara y me sonriera y verle esa dentadura blanca y ese culazo que se le movia cuando caminaba. Despues, todo eso, terminaba en una hermosa paja, si podía en el trabajo o sino en casa cuando volvía.
Un día vi que debajo de su ambo de trabajo ( el que llenaba muy bien) tenia una camiseta de Boca Junior y como yo era simpatizante tambien de ese equipo, se me ocurrió una idea: le propuse que hicieramos una apuesta nosotros dos contra Ernesto, el encargado del edificio y Ariel, uno de los de seguridad, un pendejo amanerado que trabajaba por las mañanas.
Le propuse que les apostara algo importante, una picada con un cajón de cerveza, que si perdíamos no se preocupara que yo las pagaba y enseguida agarró viaje.
Al otro día me contó que ya estaba hecha la apuesta.
El fín de semana se jugó el partido y fue un horrible y aburrido empate pero yo no quería que todo quedara en la nada. Les propuse reunirnos igual a pesar que nadie habia ganado. Leo averiguó y me comentó que el salón del edificio estaba ocupado así que en el mismo momento les ofrecí mi casa para esa noche (sábado). Fué, consultó a los demas y vino corriendo a decirme que si.
Pedi una buena picada al delivery, salí y compre las cervezas y varios fernet, pasé por una casa de ropas y me compré cuatro boxer blancos (para regalarles y para estrenar) y ya estaba la fiesta organizada.
Tipo diez de la noche llegaron todos, que se habían reunido abajo. Ernesto, el encargado un tipoi de media edad, algo gordito. Ariel, el guardia, flaco, bien formado pero con unos modos de señorita mas que de seguridad, que se había puesto unos pantalones blancos y Leo: un monumento de hombre, con una camisa celeste ajustadísima y unos jeans tipo chupines azules, que le marcaban hasta las venas de esas piernas musculozas. Un culo enorme, firme y ni que decir de el bulto...mi Diós!
Mi pija me latió al momento que lo vi. Me tuve que poner a pensar en otra cosa para que no se parara. Era imposible dejar de verlo. Con el ambo de trabajo era hermoso, pero con ropa de calle era mas lindo todavía.
Tola la velada duró como dos horas, en las que hablamos boludeces y nos tomamos todas las cervezas y pasamos al fernet con cola. En un momento suena el Celular de Ernesto y era su esposa, asi que se fué y nos quedamos nosotros tres. Ariel el guardia estaba bastante borracho, Leo y yo tambien pero un poco menos, y cada vez que hablaba le salía la nena . En un momento pidió para ir al baño y cuando se fue, Leo me mira y me dice:
-A este puto, si sigue jodiendo lo ensarto. Hace como dos meses que no la pongo y si me sigue histeriqueando no me importaque tenga pito!
Nos reímos los dos, pero a mi se me ocurrió una idea mas interesante. Fui a la cocina a buscar mas bebida y de camino lo cruzo a Ariel. Le comenté que Leo estaba muy caliente, que si quería lo jodiera a ver si se exitaba mas. A Ariel le salió la nena de adentro enseguida, lo miro de lejos, me miró a mi, se paso la lengua por los labios y me dijo ...dejámelo a mi!!!
Yo fui para el baño y escuchaba que se reian, volví a la cocina y veo que estaban charlando bajito. Leo se tocaba el pecho y el otro quedaba loco, miraban a los costados y Leo se tocaba el bulto, Ariel se pasaba la lengua por la boca. En un momento se sentó al lado y le pasó la mano por la pierna rumbo al pedazo, pero Leo le sacó la mano. Mi pija instantaneamente empezó a cobrar vida pero traté de sobreponerme y aparecí por el living. La charla enseguida giró al tema sexual y en un momento, ya sin verguenza alguna, lo miro al guardia y le pregunto
- Te gusta Leo, está lindo el nene no?
Leo se puso colorado hasta los pelos y me miró feo, pero Ariel estalló.
- Esta hermoso con esos pantalones ajustados- dijo mientras lo miraba de una manera que parecia se lo iba a comer.
- Muchachos, les dije, esta es una casa abierta, hagan lo que quieran, no hay ningun problema, yo me voy adetro y ustedes se descargan y yo no veo ni digo nada.
En ese momento, me paré y me fuí a la habitación dejándolos solos y sin llave para salir. Por supuesto que la puerta de mi habitación nunca se cerró y me puse a espiar que pasaba.
Los dos miraban a los costados nerviosos. Leo se paró y fue a cerrar las persianas y cuando se dió vuelta se le notaba un hermoso pedazo marcado a la izquierda de su centro.
Volvió caminando mirando a la habitación y se paró enfrente a Ariel, quien tambien miró al pasillo mientras iba subiendo la mano que se posó en el bulto. Leo se la agarró y la refregó un poco mas y le dijo si la quería, el otro le dijo que si mientras acercaba su boca al bulto.
Empezó a besarla por afuera del pantalón y parece que la infló, porque inmediatamente se levantó debajo de la tela un tremendo pedazo. Ariel manoseaba y besaba ese bultazo y la pasaba la mano por el abdomen a Leíto que empezó a desabrochar el pantalón, los bajo a media pierna y de adentro de un boxer gris.. sacó un tubo de desodorante!! Una pija hermosa, gruesa y algo curvada, brillosa y con una cabeza rosada.
- Chupame papi, le dijo al guardia, y este obedeció al instante y se metió el palo en la boca. Los ojos de Leo se entrecerraron mientras las manos de Ariel agarraban sus bolas y su boca subia y bajaba por la cabeza y parte del cuerpo de la pijasa.
Yo mirando desde la habotación con la puerta antreabierta me encontre con la pija durísima y chorreando sin tocarme aun. La escena me puso a mil pero no me queria tocar para no acabar en ese momento.
En el living Leíto le agarraba la nuca a Ariel y le empujaba la cabeza hasta meterle la verga contra la garganta y provocar una arcada. La sacaba y se la volvia a meter. Despues lo soltaba y el guardia seguía con su chupada por la cabeza y el tronco. Leo al desocupar sus manos se las pasaba por sus nalgas....mmmm que delicia de vista, que hermoso culo tenia!
en un momento, en plena mamada, se empezó a desabrochar la camisa...mamita!! que hermoso pecho, con los pectorales marcados, unos pocos pelos formando un triangulo en el centro y un abdomen firme pero no marcado...que ganas de pasar la lengua por ahi!!. Parece que Ariel me escucho el pensamiento porque agarró la pija de Leo y mientras lo pajeaba suavemente le empezó a pasar la lengua por la panza y las tetillas. Quiso ir mas allá y se acercó a la boca del chico de la limpíeza para besarlo, pero este lo paró con una mano y se lo impidió. y le indicó que se diera vuelta.
Ariel le obedeció y giró al tiempo que Leo le agarraba las nalgas y se las abria. Mientras le manoseaba el culo le preguntaba si quería que se la metiera. El guardia no le contestó pero de un bolsillo saco un preservativo y se lo mostró. Leo se puso a reir y le dijo:
- Pero que puto lindo sos!!! Te viniste preparado!!
Ariel se dió vuelta, abrió el forro, lo apoyó en la punta de la verga de Leo y con la boca suavemente se lo fue colocando. Lo terminó de acomodar con la mano y de abajo lo miró al de la limpieza y le dijo:
- Cogeme bebé, ponémela.
Leo untó de saliva la verga y se la apoyó en la puerta del culo. Ariel se quejó y con su propia mano ensalivada se lubricó al culo. Se corrió hacia la pared, se apoyo, sacó culo y lo llamó.
Leo le volvió a apoyar la verga en el hoyo y suavemente le metió la cabeza. Esperó unos segundos y ante los gemidos y los ojos grandes de Ariel se la metió toda, despacio pero firma, hasta las bolas.
Se quedaron asi engrampados unos segundos y la cadera del chico de la limpeza se empezó a mover lentamente afuera y adentro del culo del pibe de la seguridad, que estaba extasiado, gemía y ponia los ojos en blanco y movía su culo al ritmo del mete saca de su macho que lo estaba cogiendo ya mas rápido. Unos minutos mas y Ariel se empezó a pajear, Leo lo paró, le sacó cuidadosamente la verga del culo. la tenía dirísima, al sacarla hizo como un látigo hacia arriba y le quedó mirando al techo.
-Mirá como me pones bebé, Querés mas? Veni aca, le dijo mientras se sentaba en el sillón con las piernas abiertas y la pija dura contra su abdomen. - Sentate acá, le decia mientras se la agarraba y la movía en circulos.
El guardia se volvió a untar con saliva su culo y sin decir nada, le dió la espalda, apoyó su hoyo y se ensartó otra vez el tremendo palo duro de Leíto.
Ariel movia y movia su culo de atras a adelante y en circulos encima de la pija de Leo, que estaba como en trance...cerraba los ojos, abria la boca y gemía. De repente los movimientos cesaban y se transformaban en subidas y bajadas, para volver a los circulos y volver a los sube y baja nuevamente.
Al rato, el guardia no aguantó más y sin tocarse la pija empezó a eyacular, mientras su culo era trepanado por el de la limpieza, su verga chorreaba de semen. Ariel gemía y gemía al ritmo de los espasmos de su orgasmo, Su pija subia y bajaba con movimientos involuntarios acabando sin tocarse.
Bajaron el ritmo y Ariel sacó su culo de la pija de Leo, que seguía durísima. Sin decirle nada le sacó el forro y la empezó a chupar con una fuerza y unas ganas terribles. Leo no aguantaba mas así que se sacó la boca de su pija y se empezó a pajear. El guardia le sacó la mano y lo empezó a pajear el mismo mientras lo miraba y le acariciaba el pecho. A los pocos segundos el pibe de la limpieza explotó...el primer chorro de leche fue a dar a la mejilla de Ariel, el segundo, ya dirigido, salió hacia arriba escupido y cayó sobre el pecho, el tercero directamente a la barbilla de Leo, que se sorprendió de ser golpeado por su propia acabada. Le siguieron dos o tres chorros menores en fuerza pero copiosos, que terminarion en el abdomen y los pelos encima de la verga....
Ariel se encargó de fregar todos, mientras chupaba suavemente la cabeza de la verga de Leo que ya estaba un poco mas relajada.
Ahi aparecí en escena yo. Sin intimidarlos, sin molestarlos, les hablé desde la habitación.
- Chicos, impresionante lo de ustedes!! les dije. - En el baño hay toallas, desodorantes y perfumes si se quieren bañar, vayan tranquilos.
Los dos salieron hacia la ducha. No se lo que hicieron en el baño, pero no debe haber sido mucho porque se escucharon unas risas, el ruido del agua de la ducha y a los pocos minutos aparecieron los dos. Ariel el guardia con una cara de felicidad pocas veces vista, Leo, el de la limpieza, hermoso y aunque no lo crean con la pija abultada semi dura adendro de su pantalón.
Nos reímos un rato, tomamos otro fernet con cola y prometimos no decir nada de lo que allí había sucedido.
Les dije que cuando quisieran podían hacerlo nuevamente, que yo ponia la casa.
Cuando se iban nos saludamos y Leo, con un abrazo muy fuerte me agradeció y me dijo que me iba a devolver el favor...lo mire serio y me guiñó el ojo. Se fueron los dos.
Al otro día, Leo, el de la limpieza, me saludó en el pasillo como siempre y me pidió perdón por lo que había pasado el dia anterior. Me dijo que se había puesto muy borracho y no había podido controlarse, Le repetí que podia hacerlo de vuelta ciando quisiera y me respondió que quiza mas adelante.
Ariel, en de la cabina de seguridad me saludó con una sonrisa y un guiño de ojos y todo siguó su curso.
La historia no termina aca, hubo mas.
Gracias por leer
Todos los dias espero mirando por la mirilla de la puerta a que aparezca por mi palier y salgo...solo para verlo.
-Buen día Señor, me dice.
- Buen día, como estamos hoy?, le contesto.
Solo eso por unos días hasta que nos pesentamos y los saludos ya pasaron a mas confianza.
- Hola, buen día xxx
- Buen día leíto, o Leo, o negrito, u otro adjetivo.
Un día le regalaba una galletita, otro un caramelo, otro alguna boludez para entrar en confianza. Todo para que me saludara y me sonriera y verle esa dentadura blanca y ese culazo que se le movia cuando caminaba. Despues, todo eso, terminaba en una hermosa paja, si podía en el trabajo o sino en casa cuando volvía.
Un día vi que debajo de su ambo de trabajo ( el que llenaba muy bien) tenia una camiseta de Boca Junior y como yo era simpatizante tambien de ese equipo, se me ocurrió una idea: le propuse que hicieramos una apuesta nosotros dos contra Ernesto, el encargado del edificio y Ariel, uno de los de seguridad, un pendejo amanerado que trabajaba por las mañanas.
Le propuse que les apostara algo importante, una picada con un cajón de cerveza, que si perdíamos no se preocupara que yo las pagaba y enseguida agarró viaje.
Al otro día me contó que ya estaba hecha la apuesta.
El fín de semana se jugó el partido y fue un horrible y aburrido empate pero yo no quería que todo quedara en la nada. Les propuse reunirnos igual a pesar que nadie habia ganado. Leo averiguó y me comentó que el salón del edificio estaba ocupado así que en el mismo momento les ofrecí mi casa para esa noche (sábado). Fué, consultó a los demas y vino corriendo a decirme que si.
Pedi una buena picada al delivery, salí y compre las cervezas y varios fernet, pasé por una casa de ropas y me compré cuatro boxer blancos (para regalarles y para estrenar) y ya estaba la fiesta organizada.
Tipo diez de la noche llegaron todos, que se habían reunido abajo. Ernesto, el encargado un tipoi de media edad, algo gordito. Ariel, el guardia, flaco, bien formado pero con unos modos de señorita mas que de seguridad, que se había puesto unos pantalones blancos y Leo: un monumento de hombre, con una camisa celeste ajustadísima y unos jeans tipo chupines azules, que le marcaban hasta las venas de esas piernas musculozas. Un culo enorme, firme y ni que decir de el bulto...mi Diós!
Mi pija me latió al momento que lo vi. Me tuve que poner a pensar en otra cosa para que no se parara. Era imposible dejar de verlo. Con el ambo de trabajo era hermoso, pero con ropa de calle era mas lindo todavía.
Tola la velada duró como dos horas, en las que hablamos boludeces y nos tomamos todas las cervezas y pasamos al fernet con cola. En un momento suena el Celular de Ernesto y era su esposa, asi que se fué y nos quedamos nosotros tres. Ariel el guardia estaba bastante borracho, Leo y yo tambien pero un poco menos, y cada vez que hablaba le salía la nena . En un momento pidió para ir al baño y cuando se fue, Leo me mira y me dice:
-A este puto, si sigue jodiendo lo ensarto. Hace como dos meses que no la pongo y si me sigue histeriqueando no me importaque tenga pito!
Nos reímos los dos, pero a mi se me ocurrió una idea mas interesante. Fui a la cocina a buscar mas bebida y de camino lo cruzo a Ariel. Le comenté que Leo estaba muy caliente, que si quería lo jodiera a ver si se exitaba mas. A Ariel le salió la nena de adentro enseguida, lo miro de lejos, me miró a mi, se paso la lengua por los labios y me dijo ...dejámelo a mi!!!
Yo fui para el baño y escuchaba que se reian, volví a la cocina y veo que estaban charlando bajito. Leo se tocaba el pecho y el otro quedaba loco, miraban a los costados y Leo se tocaba el bulto, Ariel se pasaba la lengua por la boca. En un momento se sentó al lado y le pasó la mano por la pierna rumbo al pedazo, pero Leo le sacó la mano. Mi pija instantaneamente empezó a cobrar vida pero traté de sobreponerme y aparecí por el living. La charla enseguida giró al tema sexual y en un momento, ya sin verguenza alguna, lo miro al guardia y le pregunto
- Te gusta Leo, está lindo el nene no?
Leo se puso colorado hasta los pelos y me miró feo, pero Ariel estalló.
- Esta hermoso con esos pantalones ajustados- dijo mientras lo miraba de una manera que parecia se lo iba a comer.
- Muchachos, les dije, esta es una casa abierta, hagan lo que quieran, no hay ningun problema, yo me voy adetro y ustedes se descargan y yo no veo ni digo nada.
En ese momento, me paré y me fuí a la habitación dejándolos solos y sin llave para salir. Por supuesto que la puerta de mi habitación nunca se cerró y me puse a espiar que pasaba.
Los dos miraban a los costados nerviosos. Leo se paró y fue a cerrar las persianas y cuando se dió vuelta se le notaba un hermoso pedazo marcado a la izquierda de su centro.
Volvió caminando mirando a la habitación y se paró enfrente a Ariel, quien tambien miró al pasillo mientras iba subiendo la mano que se posó en el bulto. Leo se la agarró y la refregó un poco mas y le dijo si la quería, el otro le dijo que si mientras acercaba su boca al bulto.
Empezó a besarla por afuera del pantalón y parece que la infló, porque inmediatamente se levantó debajo de la tela un tremendo pedazo. Ariel manoseaba y besaba ese bultazo y la pasaba la mano por el abdomen a Leíto que empezó a desabrochar el pantalón, los bajo a media pierna y de adentro de un boxer gris.. sacó un tubo de desodorante!! Una pija hermosa, gruesa y algo curvada, brillosa y con una cabeza rosada.
- Chupame papi, le dijo al guardia, y este obedeció al instante y se metió el palo en la boca. Los ojos de Leo se entrecerraron mientras las manos de Ariel agarraban sus bolas y su boca subia y bajaba por la cabeza y parte del cuerpo de la pijasa.
Yo mirando desde la habotación con la puerta antreabierta me encontre con la pija durísima y chorreando sin tocarme aun. La escena me puso a mil pero no me queria tocar para no acabar en ese momento.
En el living Leíto le agarraba la nuca a Ariel y le empujaba la cabeza hasta meterle la verga contra la garganta y provocar una arcada. La sacaba y se la volvia a meter. Despues lo soltaba y el guardia seguía con su chupada por la cabeza y el tronco. Leo al desocupar sus manos se las pasaba por sus nalgas....mmmm que delicia de vista, que hermoso culo tenia!
en un momento, en plena mamada, se empezó a desabrochar la camisa...mamita!! que hermoso pecho, con los pectorales marcados, unos pocos pelos formando un triangulo en el centro y un abdomen firme pero no marcado...que ganas de pasar la lengua por ahi!!. Parece que Ariel me escucho el pensamiento porque agarró la pija de Leo y mientras lo pajeaba suavemente le empezó a pasar la lengua por la panza y las tetillas. Quiso ir mas allá y se acercó a la boca del chico de la limpíeza para besarlo, pero este lo paró con una mano y se lo impidió. y le indicó que se diera vuelta.
Ariel le obedeció y giró al tiempo que Leo le agarraba las nalgas y se las abria. Mientras le manoseaba el culo le preguntaba si quería que se la metiera. El guardia no le contestó pero de un bolsillo saco un preservativo y se lo mostró. Leo se puso a reir y le dijo:
- Pero que puto lindo sos!!! Te viniste preparado!!
Ariel se dió vuelta, abrió el forro, lo apoyó en la punta de la verga de Leo y con la boca suavemente se lo fue colocando. Lo terminó de acomodar con la mano y de abajo lo miró al de la limpieza y le dijo:
- Cogeme bebé, ponémela.
Leo untó de saliva la verga y se la apoyó en la puerta del culo. Ariel se quejó y con su propia mano ensalivada se lubricó al culo. Se corrió hacia la pared, se apoyo, sacó culo y lo llamó.
Leo le volvió a apoyar la verga en el hoyo y suavemente le metió la cabeza. Esperó unos segundos y ante los gemidos y los ojos grandes de Ariel se la metió toda, despacio pero firma, hasta las bolas.
Se quedaron asi engrampados unos segundos y la cadera del chico de la limpeza se empezó a mover lentamente afuera y adentro del culo del pibe de la seguridad, que estaba extasiado, gemía y ponia los ojos en blanco y movía su culo al ritmo del mete saca de su macho que lo estaba cogiendo ya mas rápido. Unos minutos mas y Ariel se empezó a pajear, Leo lo paró, le sacó cuidadosamente la verga del culo. la tenía dirísima, al sacarla hizo como un látigo hacia arriba y le quedó mirando al techo.
-Mirá como me pones bebé, Querés mas? Veni aca, le dijo mientras se sentaba en el sillón con las piernas abiertas y la pija dura contra su abdomen. - Sentate acá, le decia mientras se la agarraba y la movía en circulos.
El guardia se volvió a untar con saliva su culo y sin decir nada, le dió la espalda, apoyó su hoyo y se ensartó otra vez el tremendo palo duro de Leíto.
Ariel movia y movia su culo de atras a adelante y en circulos encima de la pija de Leo, que estaba como en trance...cerraba los ojos, abria la boca y gemía. De repente los movimientos cesaban y se transformaban en subidas y bajadas, para volver a los circulos y volver a los sube y baja nuevamente.
Al rato, el guardia no aguantó más y sin tocarse la pija empezó a eyacular, mientras su culo era trepanado por el de la limpieza, su verga chorreaba de semen. Ariel gemía y gemía al ritmo de los espasmos de su orgasmo, Su pija subia y bajaba con movimientos involuntarios acabando sin tocarse.
Bajaron el ritmo y Ariel sacó su culo de la pija de Leo, que seguía durísima. Sin decirle nada le sacó el forro y la empezó a chupar con una fuerza y unas ganas terribles. Leo no aguantaba mas así que se sacó la boca de su pija y se empezó a pajear. El guardia le sacó la mano y lo empezó a pajear el mismo mientras lo miraba y le acariciaba el pecho. A los pocos segundos el pibe de la limpieza explotó...el primer chorro de leche fue a dar a la mejilla de Ariel, el segundo, ya dirigido, salió hacia arriba escupido y cayó sobre el pecho, el tercero directamente a la barbilla de Leo, que se sorprendió de ser golpeado por su propia acabada. Le siguieron dos o tres chorros menores en fuerza pero copiosos, que terminarion en el abdomen y los pelos encima de la verga....
Ariel se encargó de fregar todos, mientras chupaba suavemente la cabeza de la verga de Leo que ya estaba un poco mas relajada.
Ahi aparecí en escena yo. Sin intimidarlos, sin molestarlos, les hablé desde la habitación.
- Chicos, impresionante lo de ustedes!! les dije. - En el baño hay toallas, desodorantes y perfumes si se quieren bañar, vayan tranquilos.
Los dos salieron hacia la ducha. No se lo que hicieron en el baño, pero no debe haber sido mucho porque se escucharon unas risas, el ruido del agua de la ducha y a los pocos minutos aparecieron los dos. Ariel el guardia con una cara de felicidad pocas veces vista, Leo, el de la limpieza, hermoso y aunque no lo crean con la pija abultada semi dura adendro de su pantalón.
Nos reímos un rato, tomamos otro fernet con cola y prometimos no decir nada de lo que allí había sucedido.
Les dije que cuando quisieran podían hacerlo nuevamente, que yo ponia la casa.
Cuando se iban nos saludamos y Leo, con un abrazo muy fuerte me agradeció y me dijo que me iba a devolver el favor...lo mire serio y me guiñó el ojo. Se fueron los dos.
Al otro día, Leo, el de la limpieza, me saludó en el pasillo como siempre y me pidió perdón por lo que había pasado el dia anterior. Me dijo que se había puesto muy borracho y no había podido controlarse, Le repetí que podia hacerlo de vuelta ciando quisiera y me respondió que quiza mas adelante.
Ariel, en de la cabina de seguridad me saludó con una sonrisa y un guiño de ojos y todo siguó su curso.
La historia no termina aca, hubo mas.
Gracias por leer
18 comentarios - El chico de la limpieza (gay)
me mato la parte en la q les decis "- Chicos, impresionante lo de ustedes!! les dije. - En el baño hay toallas, desodorantes y perfumes si se quieren bañar, vayan tranquilos." jajajajajaaj faltaba q pases x la ventana regando las plantas y les dijeras impresionante chicos siigan...sigan yo despues paso el trapo de piso heeee!! xDD
la verdad muy bueno y espero x mas relatos! van P!untines. 😉
van puntos