Conocí a Federico por medio de unos amigos una noche de diciembre, él estaba terminando una relación y yo venía de una decepción horrible. Pegamos onda y nos agregamos al face y cada tanto hablábamos boludeces. Una noche que antes de dormir me conecté y hablamos un rato, me hacía reír y tenía una cara de perverso que me llamaba la atención. Ya era tarde y me quería ir a dormir, para esto veníamos hablando de sexo muy por encima. Agarra y me dice, así me vas a dejar? Así como? le pregunté. La tengo re dura, como la bombilla del mate que me estoy tomando. A ver cuando venís a tomarte unos mates. Jajja le dije, beso a los dos.
La semana que siguió tuve que alcanzarle un dinero que me había dado un amigo en común para que se lo alcance, así que le avisé que iba a ir a tomar unos mates y a llevarle eso.
Llegue estaba con un short de futbol y en cueros descalzo, entré y nos quejamos del puto calor. Tomé algo frío que me sirvió, boludeamos un rato y fuimos a su habitación a ver la tele, ahí estaba la compu así que era llevamos mate y los puchos para fumar.
Estaba navegando cuando viene y me dice acostate así me siento a cebar mates. Me acosté, él se acomodó en una silla al lado de la compu. Me entretenía mirando la tele, Fede se levantó a buscar el agua, cuando entró noté que no tenía ropa interior, lo vi de otra manera al morocho. Estaba fuerte, lindo cuerpo, macizo, fibroso. Con una barba prolijamente y el pelo que se había mojado por el calor. Tomamos unos ricos mates, fumamos unos puchos. Al rato me pide que le haga lugar en su cama, una cama chica para dos, nos rozábamos. En un momento el quiso hacer no sé que cosa, me hizo una caricia, me habló al oído y al toque nos estábamos comiendo la boca, sintiéndonos las lenguas calientes y húmedas. Me comía el cuello, metía su mano por debajo de mi remera y jugaba con mis tetillas. Me sacó la remera y siguió besando mi pecho y bajando cada vez más hasta tener entre sus labios mi pija y mientras tantos jugaba con mi culo. Qué bien lo hacía, le agarré del pelo y lo hice subir, le comí la boca y lo hice acostar al lado mío. Nos comíamos la boca, los cuellos. Le tocaba la pija mientras le sacaba con habilidad el short. Cuando lo tuve desnudo, me refregaba a él, le comía la axila, después el pecho y bajé a esa pija dura, caliente y humeda. La disfruté un buen rato hasta que me acomodé encima de él y comencé a jugar con su pija y con mi culo. Costó, pero me lubricó con un gel que tenía a mano. Así fue entrando toda, la cabalgué un rato y después cambiamos de posición. Me puso las piernas en su hombro y me fue dando despacio. Era exitante. Así estuvimos toda la tarde. Después de acabar exhaustos. Nos fumamos un pucho para relajar.
Espero les haya gustado.
La semana que siguió tuve que alcanzarle un dinero que me había dado un amigo en común para que se lo alcance, así que le avisé que iba a ir a tomar unos mates y a llevarle eso.
Llegue estaba con un short de futbol y en cueros descalzo, entré y nos quejamos del puto calor. Tomé algo frío que me sirvió, boludeamos un rato y fuimos a su habitación a ver la tele, ahí estaba la compu así que era llevamos mate y los puchos para fumar.
Estaba navegando cuando viene y me dice acostate así me siento a cebar mates. Me acosté, él se acomodó en una silla al lado de la compu. Me entretenía mirando la tele, Fede se levantó a buscar el agua, cuando entró noté que no tenía ropa interior, lo vi de otra manera al morocho. Estaba fuerte, lindo cuerpo, macizo, fibroso. Con una barba prolijamente y el pelo que se había mojado por el calor. Tomamos unos ricos mates, fumamos unos puchos. Al rato me pide que le haga lugar en su cama, una cama chica para dos, nos rozábamos. En un momento el quiso hacer no sé que cosa, me hizo una caricia, me habló al oído y al toque nos estábamos comiendo la boca, sintiéndonos las lenguas calientes y húmedas. Me comía el cuello, metía su mano por debajo de mi remera y jugaba con mis tetillas. Me sacó la remera y siguió besando mi pecho y bajando cada vez más hasta tener entre sus labios mi pija y mientras tantos jugaba con mi culo. Qué bien lo hacía, le agarré del pelo y lo hice subir, le comí la boca y lo hice acostar al lado mío. Nos comíamos la boca, los cuellos. Le tocaba la pija mientras le sacaba con habilidad el short. Cuando lo tuve desnudo, me refregaba a él, le comía la axila, después el pecho y bajé a esa pija dura, caliente y humeda. La disfruté un buen rato hasta que me acomodé encima de él y comencé a jugar con su pija y con mi culo. Costó, pero me lubricó con un gel que tenía a mano. Así fue entrando toda, la cabalgué un rato y después cambiamos de posición. Me puso las piernas en su hombro y me fue dando despacio. Era exitante. Así estuvimos toda la tarde. Después de acabar exhaustos. Nos fumamos un pucho para relajar.
Espero les haya gustado.
10 comentarios - Fumando una de carne (Relato gay)
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