Aunque a priori parezca un hijo de puta y mi comportamiento sea repudiable, veremos con el acontecer de los hechos cómo todo se fue dando de manera natural y hasta lógica.
Con Mariano somos amigos desde la secundaria, hace más de 20 años, amigos íntimos, casi hermanos diría. Toda nuestra vida hemos estado en contacto, crecimos juntos y nos hicimos hombres a la vez. Cuando nos casamos, comenzamos a compartir momentos con nuestras respectivas esposas y siempre todo fue de maravilla. Ambos tuvimos hijos, los cuáles crecieron juntos tambien.
Yo tuve tres hijos, dos nenas y un varón y Mariano dos, una nena y un varón. Eramos casi una gran familia.
La esposa de Mariano, Déborah era una hermosa mujer y los hijos Katia y Gonzalo también eran preciosos.
Katia acaba de cumplir 18 y Gonza ya tiene 19 añitos.
Mis hijas son casi de la misma edad, Clau tiene 18 y Barby 21, en el medio el varón Gus de 19 (ver relato "Creo que mi hijo es puto" )
Solemos ir de vacaciones juntos y este verano ocurrió algo que podía preveerse dado el contacto que mantenemos: Gonza y Barby empezaron a coquetear...
Esta novedad lejos de incomodarme me divertía y de alguna manera me intrigaba. Mariano se sentía culpable como padre del varón pensando que siempre es incómodo para un padre sentir que le van a garchar a su hija, pero a mí la idea cada día me excitaba más.
Barby es una hembra impresionante, y no porque sea mi hija, exhuberante y con un historial bastante pleno para su corta edad. Digamos que es bastante trolita. Ya tuvo varios novios y está bastante experimentada en asuntos de verga, ya que me cuenta todo. Yo como buen padre siempre la escucho y la apoyo. En cambio Gonza hasta ahora mantiene su virginidad....
El guacho pretendía debutar con un yeguón hermoso y encima mayor que él, y por si esto no fuera demasiado, se trataba de mi amada hija.
Las vacaciones transcurrían a las mil maravillas, en perfecta armonía.
Cada tanto solíamos ir a pescar por la noche al mar y pasábamos largas horas en la oscuridad, acompañados del sonido tenso de las horas y la leve brisa marina. Esa noche, fui con Mariano y a último momento se sumó Gonza, cosa que no me sorprendió demasiado ya que estaba intentando caerme lo mejor posible.
Ya instalados en la playa, tomamos café y fumamos un buen rato mientras dejábamos pasar el tiempo a la espera de obtener una buena pesca. Gonza no se separaba de mí y no paraba de darme una amable charla.
Cuando quedamos sólos, dado que Mariano se había alejado buscando un lugar de mejor pesca, le solté de golpe: - Así que te querés garchar a Barby?
Su sorpresa fue monumental, no sabía que responder y el silencio atravesó la noche. Poco a poco y entre una media risa nerviosa, dijo algo que no esperaba: - Y obvio... voy a intentarlo, está muy buena tu hija.
Esa respuesta me calentó de una manera inusual...
No supe que decir, sólo atiné a observar a los costados, escudriñando si alguien nos veía. La suerte estaba de mi lado, no se divisaba a nadie cerca y Mariano ya había traspasado la roca y pescaba tranquilamente.
- Así que pensás culearte a mi hija pendejo?- increpé enfurecido mientras le bajaba el short de un movimiento y lo agarraba de las pelotas, - Sos muy macho para pretender hacer eso?, estás seguro que podrás con Barby? Tendría que ver qué pija tenés cuando se te para, pendejo de mierda...!
Gonza no salía del asombro y la desesperación, estaba entre aterrado y excitado, ya que poco a poco sentía como la sangre latía fuertemente en sus huevos e iba llenando la chota lentamente...
- Qué haces?- alcanzó a balbucear...
- Nada, como sos muy machito... quiero que me muestres lo machito que sos- apuré dandolo vuelta y poniéndolo en cuatro patas. Sin más dilación le empecé a lamer y escupir el orto desaforadamente, mientras seguía sujetándole las bolas intensamente... La erección era descomunal, la de ambos...
-Ahh...!- gemía Gonza muy caliente...
- Vas a aprender la lección..., a partir de ahora vas a ser mi putito si queres comerte a Barby...- le susurrabam mientras le mordía y le babeaba la oreja.
Tenía un culito hermoso, lampiño, muy parecido al de una pendeja, me hacía acordar al de mi hija.No podía parar de lamerlo, mientras su pija no paraba de crecer y bombear sangre.
Lo agarré de los pelos y escupí abundante baba en su boca...
- Ahora chupame la chota pendejo...- empezá a cumplir con lo pactado...
A punto estaba de comerme la punta de la verga cuando se oía a lo lejos el lento retorno de Mariano, detrás de las rocas....
-Dale, hijo de puta- lo apuré forzándo a que se trague de una estocada toda la barre de carne, hasta los huevos, al punto del vómito.... Se la saqué igual de rápido y me subí el short, una última escupida y la orden prevista : - Levantate y arreglate un poco...-
- Miren lo que pesqué..!- gritaba Mariano a lo lejos sin siquiera imaginar lo que había pasado entre nosotros...
- Gonza..., mirá lo que pescó tu papá..., y ustedes pescaron algo?- consultó ilusionado...
- No Pa... no tuvimos suerte...- susurró el putito de Gonza mientras me regalaba media sonrisa...
Algo hermoso había comenzado.
Volvimos de madrugada justo cuando comenzaba a amanecer.
Mariano se fue directo a la cama y Gonza hacía tiempo, noté que quería más. A mí me dolían los huevos de aguantar la calentura. Ni bien estuvimos solos en la cocina, lo agarré de la nuca y le comí la boca, la lengua, lo babeé con desesperación. Su boca era como el de una putita virgen. Se dejaba hacer de todo, mientras lo babeaba le apretaba la pija nuevamente, un largo rato. Cuando noté que la excitación llegaba al grado máximo le susurré lo que quería:
- Ahora vas a ir al dormitorio de Barby y vas a hacer que te la chupe bebé..., si la cojés te mato.
Sin rechistar enfiló para la habitación, en penumbras me quedé observando mientras me masajeaba la pija.
Entró sigilosamente y se acercó a la boca de Barby que dormía boca abajo y desnudita. Entre sueños y casi de forma natural empezó a succionar pija como si se tratara de una mamadera, pobrecita mi hija, era tan trola.... Gonza parado miraba hacia la puerta, fijamente a mis ojos, ardiente de deseo... Duró poco, enseguida la leche caliente brotaba de su nabo inundando la cavidad babosa de mi amada hija, y yo acompañaba vaciando mis huevos al unísono.
Estaban siendo una lindas vacaciones....
Continuará... bah si comentan y puntúan continuará... 😉
Con Mariano somos amigos desde la secundaria, hace más de 20 años, amigos íntimos, casi hermanos diría. Toda nuestra vida hemos estado en contacto, crecimos juntos y nos hicimos hombres a la vez. Cuando nos casamos, comenzamos a compartir momentos con nuestras respectivas esposas y siempre todo fue de maravilla. Ambos tuvimos hijos, los cuáles crecieron juntos tambien.
Yo tuve tres hijos, dos nenas y un varón y Mariano dos, una nena y un varón. Eramos casi una gran familia.
La esposa de Mariano, Déborah era una hermosa mujer y los hijos Katia y Gonzalo también eran preciosos.
Katia acaba de cumplir 18 y Gonza ya tiene 19 añitos.
Mis hijas son casi de la misma edad, Clau tiene 18 y Barby 21, en el medio el varón Gus de 19 (ver relato "Creo que mi hijo es puto" )
Solemos ir de vacaciones juntos y este verano ocurrió algo que podía preveerse dado el contacto que mantenemos: Gonza y Barby empezaron a coquetear...
Esta novedad lejos de incomodarme me divertía y de alguna manera me intrigaba. Mariano se sentía culpable como padre del varón pensando que siempre es incómodo para un padre sentir que le van a garchar a su hija, pero a mí la idea cada día me excitaba más.
Barby es una hembra impresionante, y no porque sea mi hija, exhuberante y con un historial bastante pleno para su corta edad. Digamos que es bastante trolita. Ya tuvo varios novios y está bastante experimentada en asuntos de verga, ya que me cuenta todo. Yo como buen padre siempre la escucho y la apoyo. En cambio Gonza hasta ahora mantiene su virginidad....
El guacho pretendía debutar con un yeguón hermoso y encima mayor que él, y por si esto no fuera demasiado, se trataba de mi amada hija.
Las vacaciones transcurrían a las mil maravillas, en perfecta armonía.
Cada tanto solíamos ir a pescar por la noche al mar y pasábamos largas horas en la oscuridad, acompañados del sonido tenso de las horas y la leve brisa marina. Esa noche, fui con Mariano y a último momento se sumó Gonza, cosa que no me sorprendió demasiado ya que estaba intentando caerme lo mejor posible.
Ya instalados en la playa, tomamos café y fumamos un buen rato mientras dejábamos pasar el tiempo a la espera de obtener una buena pesca. Gonza no se separaba de mí y no paraba de darme una amable charla.
Cuando quedamos sólos, dado que Mariano se había alejado buscando un lugar de mejor pesca, le solté de golpe: - Así que te querés garchar a Barby?
Su sorpresa fue monumental, no sabía que responder y el silencio atravesó la noche. Poco a poco y entre una media risa nerviosa, dijo algo que no esperaba: - Y obvio... voy a intentarlo, está muy buena tu hija.
Esa respuesta me calentó de una manera inusual...
No supe que decir, sólo atiné a observar a los costados, escudriñando si alguien nos veía. La suerte estaba de mi lado, no se divisaba a nadie cerca y Mariano ya había traspasado la roca y pescaba tranquilamente.
- Así que pensás culearte a mi hija pendejo?- increpé enfurecido mientras le bajaba el short de un movimiento y lo agarraba de las pelotas, - Sos muy macho para pretender hacer eso?, estás seguro que podrás con Barby? Tendría que ver qué pija tenés cuando se te para, pendejo de mierda...!
Gonza no salía del asombro y la desesperación, estaba entre aterrado y excitado, ya que poco a poco sentía como la sangre latía fuertemente en sus huevos e iba llenando la chota lentamente...
- Qué haces?- alcanzó a balbucear...
- Nada, como sos muy machito... quiero que me muestres lo machito que sos- apuré dandolo vuelta y poniéndolo en cuatro patas. Sin más dilación le empecé a lamer y escupir el orto desaforadamente, mientras seguía sujetándole las bolas intensamente... La erección era descomunal, la de ambos...
-Ahh...!- gemía Gonza muy caliente...
- Vas a aprender la lección..., a partir de ahora vas a ser mi putito si queres comerte a Barby...- le susurrabam mientras le mordía y le babeaba la oreja.
Tenía un culito hermoso, lampiño, muy parecido al de una pendeja, me hacía acordar al de mi hija.No podía parar de lamerlo, mientras su pija no paraba de crecer y bombear sangre.
Lo agarré de los pelos y escupí abundante baba en su boca...
- Ahora chupame la chota pendejo...- empezá a cumplir con lo pactado...
A punto estaba de comerme la punta de la verga cuando se oía a lo lejos el lento retorno de Mariano, detrás de las rocas....
-Dale, hijo de puta- lo apuré forzándo a que se trague de una estocada toda la barre de carne, hasta los huevos, al punto del vómito.... Se la saqué igual de rápido y me subí el short, una última escupida y la orden prevista : - Levantate y arreglate un poco...-
- Miren lo que pesqué..!- gritaba Mariano a lo lejos sin siquiera imaginar lo que había pasado entre nosotros...
- Gonza..., mirá lo que pescó tu papá..., y ustedes pescaron algo?- consultó ilusionado...
- No Pa... no tuvimos suerte...- susurró el putito de Gonza mientras me regalaba media sonrisa...
Algo hermoso había comenzado.
Volvimos de madrugada justo cuando comenzaba a amanecer.
Mariano se fue directo a la cama y Gonza hacía tiempo, noté que quería más. A mí me dolían los huevos de aguantar la calentura. Ni bien estuvimos solos en la cocina, lo agarré de la nuca y le comí la boca, la lengua, lo babeé con desesperación. Su boca era como el de una putita virgen. Se dejaba hacer de todo, mientras lo babeaba le apretaba la pija nuevamente, un largo rato. Cuando noté que la excitación llegaba al grado máximo le susurré lo que quería:
- Ahora vas a ir al dormitorio de Barby y vas a hacer que te la chupe bebé..., si la cojés te mato.
Sin rechistar enfiló para la habitación, en penumbras me quedé observando mientras me masajeaba la pija.
Entró sigilosamente y se acercó a la boca de Barby que dormía boca abajo y desnudita. Entre sueños y casi de forma natural empezó a succionar pija como si se tratara de una mamadera, pobrecita mi hija, era tan trola.... Gonza parado miraba hacia la puerta, fijamente a mis ojos, ardiente de deseo... Duró poco, enseguida la leche caliente brotaba de su nabo inundando la cavidad babosa de mi amada hija, y yo acompañaba vaciando mis huevos al unísono.
Estaban siendo una lindas vacaciones....
Continuará... bah si comentan y puntúan continuará... 😉
18 comentarios - Muy prohibido (1)
Uno de los relatos mas raros que he leido o_o
Sigueee;O