Hola amig@s putit@s y pajer@s, hoy quiero compartir con ustedes algo distinto, especial, nuevo y excitante.
Con el uso de las redes sociales poco a poco fui contactando con todos mis amigos de la infancia. Aún me faltaba mi mejor amigo Alejandro, habíamos compartido unos lindos años de la pubertad, a eso de los 12.
Busqué y busqué pero no tuve señales. Comencé a indagar a amigos en común hasta que alguien me dio una pista...
- Cómo no te enteraste?
- No.., qué pasó?
- Ale se hizo trava....
No podía creer lo que acababa de leer. Mi amigo del alma con el que había compartido tantas cosas era una traviesa.
-Désde cuándo?
- Desde los 18, así que imaginate... está bárbara, la podes encontrar bajo el nombre de Sabri Rox...
- Gracias!
Busqué con ese nombre en google y me apareció una dirección de shemales en Buenos Aires, donde Ale (prefería seguir llamándolo así) publicaba sus servicios: Era una puta!
La duda me acechaba, no sabía si darme a conocer o arreglar una cita y darle la sorpresa en persona. Finalmente decidí por la última.
- Hola...- contestó una voz de mujer suave
- Sí.... hola...- titubeé
- Hola bb..., en qué puedo ayudarte?
- Hola, quería saber cómo era el tema en general?- me hice el boludo, estaba nervioso
- La hora son $600, libre de participación bb...- dijo automáticamente
- Ah bueno... y puedo ir ahora?- no podía creer que el reencuentro con mi amigo estuviera tan cercano.
- Sí, pasate estoy en el microcentro...- y rápidamente me detalló la dirección
- Ok, en una hora y media estoy por ahí.
Nervioso como pocas veces en mi vida me dispuse a prepararme para el encuentro con mi amigo del alma. Tantos recuerdos y vivencias juntas, no cabía de la emoción...
Dudaba si al entrar me reconocería, quería darle la sorpresa. Los años habían pasado y yo estaba muy cambiado, no creía que me fuera a reconocer.
Toqué el timbre del portero y una voz me invitó a pasar. Esos minutos fueron eternos, el ascensor y el pasillo, hasta llegar finalmente a la puerta.
Golpeé con mis nudillos suavemente y la puerta se abrió sigilosamente.
Ante mí una morocha espectacular vestida de bebota colegiala me dio la bienvenida con un beso en la comisura de mis labios.
- Hola amor, pasá....
Todo el plan de la sorpresa se estaba yendo al carajo. Me había excitado ver a una yegua descomunal como pocas. Tremendas tetas marcadas con una musculosa apretadísima, una minifalda diminuta que dejaba ver un orto bronceado y dividido por una tanga de hilo dental, rematando el paisaje con unos tacos de guja altísimos de yegua puta.
La erección fue instantánea y mi confusión extrema.
- Querés un cigarrillo...?
- Bueno, dale..
Nos sentamos a fumar en el sofá y mientras ella hablaba de cosas sin importancia no podía parar de debatirme si contarle la verdad o seguir adelante con esa ficción que comenzaba a enloquecerme...
Continuará... bah si comentan y puntúan continuará 😉
Con el uso de las redes sociales poco a poco fui contactando con todos mis amigos de la infancia. Aún me faltaba mi mejor amigo Alejandro, habíamos compartido unos lindos años de la pubertad, a eso de los 12.
Busqué y busqué pero no tuve señales. Comencé a indagar a amigos en común hasta que alguien me dio una pista...
- Cómo no te enteraste?
- No.., qué pasó?
- Ale se hizo trava....
No podía creer lo que acababa de leer. Mi amigo del alma con el que había compartido tantas cosas era una traviesa.
-Désde cuándo?
- Desde los 18, así que imaginate... está bárbara, la podes encontrar bajo el nombre de Sabri Rox...
- Gracias!
Busqué con ese nombre en google y me apareció una dirección de shemales en Buenos Aires, donde Ale (prefería seguir llamándolo así) publicaba sus servicios: Era una puta!
La duda me acechaba, no sabía si darme a conocer o arreglar una cita y darle la sorpresa en persona. Finalmente decidí por la última.
- Hola...- contestó una voz de mujer suave
- Sí.... hola...- titubeé
- Hola bb..., en qué puedo ayudarte?
- Hola, quería saber cómo era el tema en general?- me hice el boludo, estaba nervioso
- La hora son $600, libre de participación bb...- dijo automáticamente
- Ah bueno... y puedo ir ahora?- no podía creer que el reencuentro con mi amigo estuviera tan cercano.
- Sí, pasate estoy en el microcentro...- y rápidamente me detalló la dirección
- Ok, en una hora y media estoy por ahí.
Nervioso como pocas veces en mi vida me dispuse a prepararme para el encuentro con mi amigo del alma. Tantos recuerdos y vivencias juntas, no cabía de la emoción...
Dudaba si al entrar me reconocería, quería darle la sorpresa. Los años habían pasado y yo estaba muy cambiado, no creía que me fuera a reconocer.
Toqué el timbre del portero y una voz me invitó a pasar. Esos minutos fueron eternos, el ascensor y el pasillo, hasta llegar finalmente a la puerta.
Golpeé con mis nudillos suavemente y la puerta se abrió sigilosamente.
Ante mí una morocha espectacular vestida de bebota colegiala me dio la bienvenida con un beso en la comisura de mis labios.
- Hola amor, pasá....
Todo el plan de la sorpresa se estaba yendo al carajo. Me había excitado ver a una yegua descomunal como pocas. Tremendas tetas marcadas con una musculosa apretadísima, una minifalda diminuta que dejaba ver un orto bronceado y dividido por una tanga de hilo dental, rematando el paisaje con unos tacos de guja altísimos de yegua puta.
La erección fue instantánea y mi confusión extrema.
- Querés un cigarrillo...?
- Bueno, dale..
Nos sentamos a fumar en el sofá y mientras ella hablaba de cosas sin importancia no podía parar de debatirme si contarle la verdad o seguir adelante con esa ficción que comenzaba a enloquecerme...
Continuará... bah si comentan y puntúan continuará 😉
9 comentarios - Algo distinto...mi amigo de la infancia (1)