Empecé a dedicarme a la prostitución, ganaba bien y me divertía bastante, no estoy diciendo que sea lo correcto y también había ocasiones donde me tocaba estar con auténticos patanes y uno que otro creído.
Fue por Octubre del 2013 cuando sucedió, era noche, yo me encontraba trabajando en la zona norte del D.F en la oficina donde era secretaria, había decidido que si iba a prostituirme sería lejos de mi zona de trabajo ya que no quería ser descubierta. Aquella noche a la salida uno de los licenciados de la oficina me invito unos tragos, el siempre era atento y cordial conmigo, era claro que no podía negarme, además no era feo, era de esos hombres con un poco de barba y bastante marcado, olía a hombre, como me gustaban.
Al llegar al bar, el abrió la puerta de su auto y me ayudó a bajar, estuvimos tomando, primero tequila, luego Vodka y una cosa llevo a la otra, para las 11 pm yo estaba en sus brazos devorando su boca, lo besaba con euforia y el devolvía las caricias, era un poco mano larga, apretujaba mis senos y hacia como que no quería hacerlo. La noche pintaba para que yo terminará siendo cogida en el baño del bar por aquel semental o en algún motel cabalgando a ese señor, sin embargo a media noche uno de mis clientes frecuentes entró al mismo bar y de inmediato me reconoció, intente hacerme la loca y fingir que no lo había visto pero para mi mala suerte se acercó a saludarme y sutilmente mencionó el hecho de que yo era prostituta, mi semental tuvo conflictos mentales y termino por irse.
¿Saben lo triste que es estar caliente y borracha en un bar del D.F a la media noche sin pareja? Pues déjenme decirles que no se lo deseo a nadie, ni a mi peor enemiga. Cuando salí del bar un chico se me acercó, no tenia más de 19 años.
-Disculpa, he estado observándote un buen rato, me gustas bastante y quisiera contratarte para un pequeño show.
-¿De que trata?
-Es simple, una pequeña fiesta por aquí cerca, bastante diversión y alcohol, solo necesito que estés con el anfitrión esta noche.
-¿Todos mayores de edad?
-Si, aquí está mi identificación, te pagaré 4500 por toda la noche.
-Vale, me gusta la idea.
Me subí al auto que el indicio y me llevo a un edificio, subimos un par de pisos y llegamos al departamento, cuando ingrese me encontré con una gran fiesta, había de todo, alcohol, cigarros, buena música, hombres guapos, mujeres sensuales y un excelente ambiente. Por todo el lugar había actividad sexual, algunas parejas cogian en el suelo y otros en el sillón, en el fondo pude ver a un par de lesbiana dándose unos ricos besos e incluso a un par de chicos divirtiéndose. Llegamos a la habitación principal, donde estaba la verdadera "fiesta", había bastantes botellas de alcohol, unos 4 hombres y un par de chicas, todos en ropa interior, logre identificar al anfitrión puesto que traía una corona de plástico y las 2 chicas le estaban mamando la verga, al verme entrar, los chicos me ofrecieron un trago y empezamos a platicar, nuevamente empezaba a entonarme entre el alcohol y los cigarros, cuando reacciones estaba en ropa interior sobre la cama, mi verga estaba totalmente dura y las chicas estaban dispuestas a mamar, los chicos pusieron seguro a la puerta y empezaron a quitarse la ropa, todos tenían miembros de buen tamaño, no eran grandes pero tampoco pequeños, las chicas al ver la escena se quitaron el resto de su ropa y me quitaron la mía, para aquel momento en aquella habitación había 5 vergas y un par de vaginas dispuestos a divertirse.
Las chicas empezaron a comerse mi miembro entre ambas mientras los chicos se masturbaban sobre mi cara, yo tome un miembro con cada mano y mamaba. En el centro de la habitación tenían una cubeta donde iban guardando todo el semen, cambiamos el juego, ya no era sólo mamar por mamar, empezamos a jugar botella y la pareja que saliera tendría que hacer un 69, al final de la noche entre las tres mujeres de esa habitación consumimos el semen como si fuera tequila, mI boca sabía a aquel hermoso líquido blanco.
Para el final de la fiesta sólo quedamos el anfitrión una chica y yo, tomamos a la chica entre los 2, yo me acosté sobre la cama y ella de inmediato monto mi miembro, el chico se colocó un condón y empezó a penetrar el culo de aquella mujer, ella y yo nos besábamos, incluso me corrí en su interior, cambiamos de posición ahora yo devoraba su vagina y el hombre azotaba mi culo, no tenia piedad, me embestía como si yo fuera un animal, mi miembro estaba más erecto que nunca debido a que daba con mi punto G con su verga.
Después de aquella noche desperté a un lado del anfitrión, estábamos desnudos, las chicas estaban sobre el suelo siendo cogidas por los demás, se turnaban para hacerlas felices, el y yo solo observábamos la escena, nos calentamos y volvimos a coger.
Aquella orgía me hizo entender que no debía negarme a disfrutar la vida, había tenido una buena experiencia y me habían pagado, aún así mi vida cambio en Diciembre y eso lo dejaremos para la siguiente.
Bye, besos a todos.
Fue por Octubre del 2013 cuando sucedió, era noche, yo me encontraba trabajando en la zona norte del D.F en la oficina donde era secretaria, había decidido que si iba a prostituirme sería lejos de mi zona de trabajo ya que no quería ser descubierta. Aquella noche a la salida uno de los licenciados de la oficina me invito unos tragos, el siempre era atento y cordial conmigo, era claro que no podía negarme, además no era feo, era de esos hombres con un poco de barba y bastante marcado, olía a hombre, como me gustaban.
Al llegar al bar, el abrió la puerta de su auto y me ayudó a bajar, estuvimos tomando, primero tequila, luego Vodka y una cosa llevo a la otra, para las 11 pm yo estaba en sus brazos devorando su boca, lo besaba con euforia y el devolvía las caricias, era un poco mano larga, apretujaba mis senos y hacia como que no quería hacerlo. La noche pintaba para que yo terminará siendo cogida en el baño del bar por aquel semental o en algún motel cabalgando a ese señor, sin embargo a media noche uno de mis clientes frecuentes entró al mismo bar y de inmediato me reconoció, intente hacerme la loca y fingir que no lo había visto pero para mi mala suerte se acercó a saludarme y sutilmente mencionó el hecho de que yo era prostituta, mi semental tuvo conflictos mentales y termino por irse.
¿Saben lo triste que es estar caliente y borracha en un bar del D.F a la media noche sin pareja? Pues déjenme decirles que no se lo deseo a nadie, ni a mi peor enemiga. Cuando salí del bar un chico se me acercó, no tenia más de 19 años.
-Disculpa, he estado observándote un buen rato, me gustas bastante y quisiera contratarte para un pequeño show.
-¿De que trata?
-Es simple, una pequeña fiesta por aquí cerca, bastante diversión y alcohol, solo necesito que estés con el anfitrión esta noche.
-¿Todos mayores de edad?
-Si, aquí está mi identificación, te pagaré 4500 por toda la noche.
-Vale, me gusta la idea.
Me subí al auto que el indicio y me llevo a un edificio, subimos un par de pisos y llegamos al departamento, cuando ingrese me encontré con una gran fiesta, había de todo, alcohol, cigarros, buena música, hombres guapos, mujeres sensuales y un excelente ambiente. Por todo el lugar había actividad sexual, algunas parejas cogian en el suelo y otros en el sillón, en el fondo pude ver a un par de lesbiana dándose unos ricos besos e incluso a un par de chicos divirtiéndose. Llegamos a la habitación principal, donde estaba la verdadera "fiesta", había bastantes botellas de alcohol, unos 4 hombres y un par de chicas, todos en ropa interior, logre identificar al anfitrión puesto que traía una corona de plástico y las 2 chicas le estaban mamando la verga, al verme entrar, los chicos me ofrecieron un trago y empezamos a platicar, nuevamente empezaba a entonarme entre el alcohol y los cigarros, cuando reacciones estaba en ropa interior sobre la cama, mi verga estaba totalmente dura y las chicas estaban dispuestas a mamar, los chicos pusieron seguro a la puerta y empezaron a quitarse la ropa, todos tenían miembros de buen tamaño, no eran grandes pero tampoco pequeños, las chicas al ver la escena se quitaron el resto de su ropa y me quitaron la mía, para aquel momento en aquella habitación había 5 vergas y un par de vaginas dispuestos a divertirse.
Las chicas empezaron a comerse mi miembro entre ambas mientras los chicos se masturbaban sobre mi cara, yo tome un miembro con cada mano y mamaba. En el centro de la habitación tenían una cubeta donde iban guardando todo el semen, cambiamos el juego, ya no era sólo mamar por mamar, empezamos a jugar botella y la pareja que saliera tendría que hacer un 69, al final de la noche entre las tres mujeres de esa habitación consumimos el semen como si fuera tequila, mI boca sabía a aquel hermoso líquido blanco.
Para el final de la fiesta sólo quedamos el anfitrión una chica y yo, tomamos a la chica entre los 2, yo me acosté sobre la cama y ella de inmediato monto mi miembro, el chico se colocó un condón y empezó a penetrar el culo de aquella mujer, ella y yo nos besábamos, incluso me corrí en su interior, cambiamos de posición ahora yo devoraba su vagina y el hombre azotaba mi culo, no tenia piedad, me embestía como si yo fuera un animal, mi miembro estaba más erecto que nunca debido a que daba con mi punto G con su verga.
Después de aquella noche desperté a un lado del anfitrión, estábamos desnudos, las chicas estaban sobre el suelo siendo cogidas por los demás, se turnaban para hacerlas felices, el y yo solo observábamos la escena, nos calentamos y volvimos a coger.
Aquella orgía me hizo entender que no debía negarme a disfrutar la vida, había tenido una buena experiencia y me habían pagado, aún así mi vida cambio en Diciembre y eso lo dejaremos para la siguiente.
Bye, besos a todos.
4 comentarios - ¿Por qué no? (Relato)