Ya ha pasado una semana del encuentro que tuve con Federico. No se como llamarlo, tal vez sea mejor no ponerle nombre. Recuerdo que me desperté por la claridad que entraba por la ventana, ademas el calor se hacía cada vez mas insoportable. Fede dormía como un tronco. Me senté en la cama, miles de imágenes se me venían a la cabeza y mezclado con el mareo de la resaca imposible pensar con claridad. Me vestí y me quedé allí parado, mirándolo dormir. ¿Qué mierda había pasado? ¿De donde salió todo esto? Empecé a sentirme enojado conmigo mismo, intentando negar la situación. Me acerco y lo zarandeo, intentando despertarlo:
-Despertate, abrime la puerta que me voy.
Fede apenas abre los ojos, me mira, bosteza y me dice:
- ¿Qué hora es?
- No se, me quiero ir a casa.
Se sienta en la cama como puede, aparta las sábanas y sin mediar palabras lo acompaño hasta la puerta de entrada. La abre, me abraza y me da un beso en la mejilla y me dice: Cuidate, hablamos después. Yo no emito palabras, solo asiento con la cabeza y me marcho.
En esta semana no nos hemos mandado ni un solo mensaje de texto. Lo he encontrado conectado en el facebook pero no me animo ni a decirle Hola. No se porqué se me soltó tanto la lengua. Es cierto lo que le dije, que me he hecho alguna que otra paja pensando en ese momento, pero hace años y ni recuerdo cuando fue la última vez. Pero lo que si recuerdo bien es el sentimiento de culpa que me venía después de acabarme. El es como un hermano para mi ... Mierda que me pasa.
Ya han pasado dos semanas y nadie quiere tirar la primera piedra. Quiero que las cosas estén como antes, así que me animo y le mando mensaje por facebook: Hola. A la hora me responde: Como estas? Bien - le comento. - Vamos a vernos un rato. Dale - me responde - Nos vemos en un rato en la plaza, te mando mensaje.
Llego a la plaza con las manos en los bolsillos intentando estar tranquilo, me acerco y lo saludo en la mejilla con un beso y me siento a su lado. El ya tiene un porro a medio terminar y se vuelve a tumbar en el pasto. No me mira, solo fija su mirada en el cielo y se limita a fumar. Hasta que rompe el silencio:
- Y que has hecho?
- No mucho, aproveché para ir a anotarme a la piscina. Vos?
- Salí un par de veces al baile con Germán y la novia. Fuimos a ese nuevo que abrieron cerca del teatro.
- Y que tal está?
- Va la misma gente de siempre, lo bueno que tienen es que ponen música variada. Al principio un poco de Rock, luego algo de Pop, Reggae, algo de cumbia y el groso es salsa y merengue.
- Aprendiste a bailar salsa al final?
- Me defiendo, una amiga de la residencia me enseñó lo básico. Me dijo que estaba muy duro.
- Yo por eso cuando voy al baile si no estoy con algunas copas encima, no bailo. Sino me quedo tranquilo en la barra acodado y tomando.
- El alcohol nos desinhibe no?
Cuando me dijo eso, no pude mirarlo mas, giré mi cabeza hacia adelante y bajé la mirada. Sentí esa palabra como una puñalada en el pecho. Por qué esta fumando de nuevo? Acaso no puede estar sobrio de drogas y decirme las cosas como se deben en la cara? Acaso está tan cagado como yo? Será que tengo mas huevos que el para venir a enfrentarme a esa conversación no estando bajo la influencia de nada? Rompe mis pensamientos y sigue:
- Te quería pedir disculpas Maxi, te traté como una puta esa noche. Vos sos mi mejor amigo y no te he confesado algo. Yo estuve con otro flaco antes. Fue allá en Argentina con un amigo gay. Me lo contó avanzada nuestra amistad, no de una y cuando me lo dijo no se lo creía. No cambiaba el compañerismo que tenía por el, así que no me afectó mucho su confesión. Íbamos al gimnasio y nos duchábamos juntos, y siempre me hacía lo mismo. Se ponía de espalda y me mostraba el tremendo culo que tiene, bien paradito, redondito, lampiño, una manzana. Se lo llenaba bien de jabón y se lo refregaba bastante. No podía sacarle los ojos de encima, me estaba hipnotizando. Salía de esa ducha super caliente directo a hacerme una buena paja. Quería coger ese culo, no me importaba que fuese de un macho. Un día, me invitó a su casa a estudiar para un examen. En cuanto llegué nos pusimos a tomar tequila y cerveza. El se empezó a acalorar y se quedó solo en boxer. Yo piraba a colores, se ve que fue muy notoria mi calentura al punto en que me dijo:
- Que me miras tanto el culo?
- Lo tenés enorme lo que pasa.
- Te gusta?
- Tu culo sí.
Estaba cansado de tanta calentada de pija, tenía leche hasta en el cerebro y necesitaba sacarla. Cuando le contesté, se me sentó sobre la pija y empezó a cabalgar. Me puse a mil y le metí mano. Se lo terminé cogiendo varias veces, hasta que se empezó a confundir. Quería que lo besara mientras me lo estaba cogiendo pero yo no quería, no me va besar flacos, lo que quería era llenarle el culo de leche e irme. Después nos distanciamos un tiempo y la cosa se enfrió. En conclusión me gustan los culos, de minas, de hombres, mientras me gusten y la pueda poner. Eso me hace bisexual Maxi?
- No se que decirte.
- No me veo enamorándome de un hombre o saliendo con uno, menos besándolo. Quiero tener una familia e hijos. - se ríe - Se ve que me vine muy liberal de Argentina, tal vez abrí una puerta que pueda llegar a lastimar nuestra amistad.
- No se Fede, yo no quiero darle mucha vuelta a esto. Lo veo como algo que pasó y ya. No quiero pensar si somos maricones o no, quiero que las cosas sean como antes.
- Y vos que sentiste en ese momento?
Fija su mirada en mi, sus ojos se encienden en curiosidad y deseo.
- Yo que se, me siento culpable de haberte confesado eso. Tal vez si le hubiera restado importancia o te hubiese jodido el resultado sería distinto, haberte dicho: ah ya estabas soñando con alguna mina y te levantaste duro.
- El que tiene la culpa acá soy yo.
- No quiero darle mas vueltas a esto. Vamos a dejarla por acá. Yo te quiero como amigo, no importa si sos bisexual. Vamos a mantener los roles de amigos y ya.
- Me parece bien
Nos quedamos en silencio un buen rato. Era obvio que ambos no estábamos diciendo lo que realmente nos pasó en ese momento. Por mi parte estaba lleno de miedos y vergüenza, pero por otro lado sentía que esa experiencia me permitió conocerlo mas. Hablamos un rato mas de cosas banales y me terminé yendo a casa. Quería hablar con alguien de lo que me había pasado con Fede, pero no tenía otro amigo o amiga con la suficiente confianza para hacerlo. Si le contaba a los de siempre, seguro me etiquetarían de gay.
Esa experiencia me había marcado y mas aún fue con mi mejor amigo. Hay algo que tengo dentro de mi que me está bloqueando y que lo ha hecho durante muchos años. Es como un virus que se activa cada vez que pienso en la escena de la mamada. Me excita pero cuando me empiezo a pajear no puedo continuar, no se porqué. Intento sacarme toda la leche con porno y no estar pensando en eso, pero no si pueda estar así para siempre.
Continuará
-Despertate, abrime la puerta que me voy.
Fede apenas abre los ojos, me mira, bosteza y me dice:
- ¿Qué hora es?
- No se, me quiero ir a casa.
Se sienta en la cama como puede, aparta las sábanas y sin mediar palabras lo acompaño hasta la puerta de entrada. La abre, me abraza y me da un beso en la mejilla y me dice: Cuidate, hablamos después. Yo no emito palabras, solo asiento con la cabeza y me marcho.
En esta semana no nos hemos mandado ni un solo mensaje de texto. Lo he encontrado conectado en el facebook pero no me animo ni a decirle Hola. No se porqué se me soltó tanto la lengua. Es cierto lo que le dije, que me he hecho alguna que otra paja pensando en ese momento, pero hace años y ni recuerdo cuando fue la última vez. Pero lo que si recuerdo bien es el sentimiento de culpa que me venía después de acabarme. El es como un hermano para mi ... Mierda que me pasa.
Ya han pasado dos semanas y nadie quiere tirar la primera piedra. Quiero que las cosas estén como antes, así que me animo y le mando mensaje por facebook: Hola. A la hora me responde: Como estas? Bien - le comento. - Vamos a vernos un rato. Dale - me responde - Nos vemos en un rato en la plaza, te mando mensaje.
Llego a la plaza con las manos en los bolsillos intentando estar tranquilo, me acerco y lo saludo en la mejilla con un beso y me siento a su lado. El ya tiene un porro a medio terminar y se vuelve a tumbar en el pasto. No me mira, solo fija su mirada en el cielo y se limita a fumar. Hasta que rompe el silencio:
- Y que has hecho?
- No mucho, aproveché para ir a anotarme a la piscina. Vos?
- Salí un par de veces al baile con Germán y la novia. Fuimos a ese nuevo que abrieron cerca del teatro.
- Y que tal está?
- Va la misma gente de siempre, lo bueno que tienen es que ponen música variada. Al principio un poco de Rock, luego algo de Pop, Reggae, algo de cumbia y el groso es salsa y merengue.
- Aprendiste a bailar salsa al final?
- Me defiendo, una amiga de la residencia me enseñó lo básico. Me dijo que estaba muy duro.
- Yo por eso cuando voy al baile si no estoy con algunas copas encima, no bailo. Sino me quedo tranquilo en la barra acodado y tomando.
- El alcohol nos desinhibe no?
Cuando me dijo eso, no pude mirarlo mas, giré mi cabeza hacia adelante y bajé la mirada. Sentí esa palabra como una puñalada en el pecho. Por qué esta fumando de nuevo? Acaso no puede estar sobrio de drogas y decirme las cosas como se deben en la cara? Acaso está tan cagado como yo? Será que tengo mas huevos que el para venir a enfrentarme a esa conversación no estando bajo la influencia de nada? Rompe mis pensamientos y sigue:
- Te quería pedir disculpas Maxi, te traté como una puta esa noche. Vos sos mi mejor amigo y no te he confesado algo. Yo estuve con otro flaco antes. Fue allá en Argentina con un amigo gay. Me lo contó avanzada nuestra amistad, no de una y cuando me lo dijo no se lo creía. No cambiaba el compañerismo que tenía por el, así que no me afectó mucho su confesión. Íbamos al gimnasio y nos duchábamos juntos, y siempre me hacía lo mismo. Se ponía de espalda y me mostraba el tremendo culo que tiene, bien paradito, redondito, lampiño, una manzana. Se lo llenaba bien de jabón y se lo refregaba bastante. No podía sacarle los ojos de encima, me estaba hipnotizando. Salía de esa ducha super caliente directo a hacerme una buena paja. Quería coger ese culo, no me importaba que fuese de un macho. Un día, me invitó a su casa a estudiar para un examen. En cuanto llegué nos pusimos a tomar tequila y cerveza. El se empezó a acalorar y se quedó solo en boxer. Yo piraba a colores, se ve que fue muy notoria mi calentura al punto en que me dijo:
- Que me miras tanto el culo?
- Lo tenés enorme lo que pasa.
- Te gusta?
- Tu culo sí.
Estaba cansado de tanta calentada de pija, tenía leche hasta en el cerebro y necesitaba sacarla. Cuando le contesté, se me sentó sobre la pija y empezó a cabalgar. Me puse a mil y le metí mano. Se lo terminé cogiendo varias veces, hasta que se empezó a confundir. Quería que lo besara mientras me lo estaba cogiendo pero yo no quería, no me va besar flacos, lo que quería era llenarle el culo de leche e irme. Después nos distanciamos un tiempo y la cosa se enfrió. En conclusión me gustan los culos, de minas, de hombres, mientras me gusten y la pueda poner. Eso me hace bisexual Maxi?
- No se que decirte.
- No me veo enamorándome de un hombre o saliendo con uno, menos besándolo. Quiero tener una familia e hijos. - se ríe - Se ve que me vine muy liberal de Argentina, tal vez abrí una puerta que pueda llegar a lastimar nuestra amistad.
- No se Fede, yo no quiero darle mucha vuelta a esto. Lo veo como algo que pasó y ya. No quiero pensar si somos maricones o no, quiero que las cosas sean como antes.
- Y vos que sentiste en ese momento?
Fija su mirada en mi, sus ojos se encienden en curiosidad y deseo.
- Yo que se, me siento culpable de haberte confesado eso. Tal vez si le hubiera restado importancia o te hubiese jodido el resultado sería distinto, haberte dicho: ah ya estabas soñando con alguna mina y te levantaste duro.
- El que tiene la culpa acá soy yo.
- No quiero darle mas vueltas a esto. Vamos a dejarla por acá. Yo te quiero como amigo, no importa si sos bisexual. Vamos a mantener los roles de amigos y ya.
- Me parece bien
Nos quedamos en silencio un buen rato. Era obvio que ambos no estábamos diciendo lo que realmente nos pasó en ese momento. Por mi parte estaba lleno de miedos y vergüenza, pero por otro lado sentía que esa experiencia me permitió conocerlo mas. Hablamos un rato mas de cosas banales y me terminé yendo a casa. Quería hablar con alguien de lo que me había pasado con Fede, pero no tenía otro amigo o amiga con la suficiente confianza para hacerlo. Si le contaba a los de siempre, seguro me etiquetarían de gay.
Esa experiencia me había marcado y mas aún fue con mi mejor amigo. Hay algo que tengo dentro de mi que me está bloqueando y que lo ha hecho durante muchos años. Es como un virus que se activa cada vez que pienso en la escena de la mamada. Me excita pero cuando me empiezo a pajear no puedo continuar, no se porqué. Intento sacarme toda la leche con porno y no estar pensando en eso, pero no si pueda estar así para siempre.
Continuará
11 comentarios - (Relato) 2da parte:El secreto de los amigos
Excelente continuación, a veces está bueno salir un rato de la pornografía y contar desde el punto de vista puramente humano, de cómo haber crecido en una sociedad machista y homofóbica nos condiciona a reprimir las sensaciones que nos hacen bien y nos proporcionan un placer que no debería cambiar a culpa y remordimiento.
Gracias por compartir 👍