Puta Cross: servicio barato

Como buena prostituta recién iniciada, me vestí con unos short corto de mezclilla, muy corto, casí parecían unas bragas de mezclilla, un top negro, una pezonera pequeña, mis medias a los muslos con el liguero-tanga bajo mis shorts, y unas botas de tacón alto, me puse ropa menos reveladora sobre la demás y salí a la calle a buscar un callejón, como en mi ciudad impera el machismo, si un hombre me quería contratar no lo aria en un lugar muy visible, por lo que me fui hasta la parte mas escondida del lugar, donde había cantinas y también prostitutas mujeres, trangeneros o travestis.
Estaba atrás de una cantina, en un callejón muy estrecho, uno de los clientes del lugar salio a orinar al callejón, me vio y me dijo -mira que linda mariposa me encontré- se me acerco y me abrazo, puso sus manos en mis nalgas, olía a alcohol barato, me quiso besar, pero lo detuve y le advertí que si quería divertirse, tenia que pagar.
Me había dado un billete de cincuenta pesos, y con eso me tenia sobre uno de los botes de basura con los shorts abajo, tenia una buena verga, bastante larga y gruesa, me perforaba el ojete muy bruscamente, pero me había pagado, se movía muy torpe y me agarraba de le cintura, me decía puta y perra, me dijo que ya salia su leche y que quería tirármela en la cara, me giré y le quite el condón, me la metí a la boca y se la mame hasta que grito que ya le salia, dejándome la cara y boca salpicada de semen.
Seguía con mi labor, esperaba clientes, vi a un pobre vagabundo que se estaba masturbando viéndome, me acerque y le ofrecí sexo, -no tengo mucho dinero- lo vi le dije que me mostrara cuanto tenia, metió su mano en el pantalón deshilachado y saco unas monedeas de uno cinco y diez pesos, tome la moneda de un peso y le dije que con eso bastaba, no me creyó, pero lo hice acostarse sobre un motón de cartones de cerveza, le baje el pantalón, por fortuna, no olía feo, dijo que había conseguido asilo en una casa para indigente, se había bañado y cambiado de ropa, su pene olía fuerte, pero me lo lleve a la boca, comencé a limpiarlo, lo lamia con la punta de mi lengua y veía como el hombre cerraba los ojos, se vino en mi boca, y le dije que aun no terminaba, me puse de espaldas y me baje el short hasta las rodillas, le pasé un condón, me puse en cuatro, y espere a que me penetrara, me agarro de las nalgas y empujo su pene en mi ano, era exquisito, el hombre sabia moverse dentro de mi ano, me follaba y nalgueaba, me decía puta barata, jugaba con mis bolas, me siguió follando por un buen rato hasta que se vino, se salio y me dijo que le había gustado el servicio, le dije que si tenia dinero, podría pagar por otra vez.