Hace mucho tiempo que no escribía. Esto se debe a que he estado muy ocupado en mi trabajo. Sin más preámbulo, los dejo con un nuevo relato. Que lo disfruten. Comentar y puntuar no cuesta nada.
Era pleno verano, Nicolás, con quien mantenía una apasionada relación homosexual en secreto, volvía como todos los viernes de su habitual partido de fútbol, mientras yo lo esperaba en su casa, supuestamente para jugar Play Station.
Un día, él llegó de la cancha con su primo, un esbelto joven de piel blanca, alto, pelo castaño y un sexy lunar que adornaba la parte superior de unos gruesos pero delicados labios. A decir verdad, su apariencia era bastante femenina, y su rostro era hermoso. Nicolás me lo presentó, su nombre era Jorge. Inmediatamente, comprendí que su presencia no era casual, ni mucho menos en vano. Nicolás me miró con complicidad, y rompió el hielo besándome en la boca, mientras su primo observaba. Rápidamente, tomó mi mano y nos fuimos al dormitorio principal, mientras Jorge nos seguía de cerca. Una vez allí, Nicolás tomó a su primo por la cintura y lo arrojo en la cama, y me dijo: "Hoy he traído una puta en celo para que nos divirtamos".
Lentamente, Jorge se incorporó, me tomó de los brazos, y sin decir ninguna palabra, me besó con sus labios de ensueño. Sentí su lengua recorrer mi boca, mientras con sus manos comenzaba a masajear mi pene. Nicolás, por su parte, comenzó a desvestir a Jorge y acariciarle el ano con sus dedos. Jorge se excitó mucho, e hizo que me sentara en la cama. En cuanto lo hice, me bajó el pantalón y quitó mi ropa interior con celeridad, para descubrir mi verga a medio erectar. Rápidamente, comenzó a succionar mi miembro y masturbarme con sus labicos. Era una sensación única que nunca antes había experimentado, ya que lo chupaba de forma magistral, y su lengua recorría con lujuria cada centrímetro de mi pene... Jorge siguió lamiendo mi verga, mientras Nicolás comenzaba a penetrarlo... Comprendí que eso lo excitaba bastante, pues cada vez que Nicolás empujaba su miembro, él me daba unas pequeñas mordidas y comenzaba a chupar mi verga con más rapidez, y masajeaba con su lengua todo mi glande. Cuando Nicolás logró meter totalmente su verga, comenzó a penetrarlo con fuerza. En ese momento, me puse de pie, tomé la cabeza de Jorge con ambas manos, y enterré mi pene en su garganta. Él no se resistió y comenzó a gemir de placer. Nicolás le daba fuertes palmadas, mientras yo movía con fuerza su cabeza de adelante hacia atrás tirándole con suavidad su hermoso cabello. Al cabo de un rato, sentía que ya quería venirme, y sin avisar, eyaculé en su boca. Jorge tragó todo mi semen, succionando hasta la última gota, mientras acariciaba mis testículos con su mentón. Casi de inmediato, Nicolás sacó su verga de Jorge y eyaculó sobre su espalda, la cual yo comencé a lamer, para tomar todo ese semen tibio que Nicolás acababa de regar. Posteriormente, Jorge y yo comenzamos a chupar el pene de Nicolás, quien nos eyaculó el rostro a ambos, quienes nos besamos para tragarnos el semen que había en la cara del otro.
Repentinamente, sonó el teléfono, y Nicolás fue a contestar. Cuando volvió, nos dijo que tenía que salir urgentemente donde una amiga, así que se arregló y abandonó la casa en cuestión de minutos. Con Jorge nos quedamos desnudos en la habitación. Yo me levante a apagar la luz y cuando me acosté, él estaba recostado con el culo hacia arriba, como invitándome a penetrarlo. Yo me acerqué tímidamente y me posé sobre él... Jugué un rato con mi pene entre sus nalgas hasta que se pusiera bien duro, y no resistí darle unas cuantas lamidas a su culo, que era hermoso, completamente claro y bien tonificado... Posé mi verga en su ano, y comencé a pujar hacia adentro, Jorge apretó con fuerza las sábanas, mientras mi pene se desplazaba lentamente dentro de su recto. Cuando ya la mitad estuvo dentro, me detuve por un segundo, y sentí cómo sus nalgas apretaban mi verga, lo cual me excitó tanto que metí de una vez la otra mitad de mi verga, haciendo que Jorge soltara un fuerte gemido que mezclaba dolor y excitación. Comencé a moverme lento, pero luego él me pidió que fuera más rápido, así que le metí mi verga durísima con todas mis fuerzas, hasta que eyaculó sobre la cama. Después de eso, frote su culo en mi pene hasta que mi semen dejó de salir, rebalsándose de su ano. Nuevamente, no resistí dar una probadita con mi lengua a ese culo recién cogido, para concluir tan apasionado sexo.
Al rato después, volvió Nicolás, y... ESO QUEDA PARA EL SIGUIENTE POST. SI QUIEREN LEER MÁS, COMENTEN Y PUNTEEN.
Era pleno verano, Nicolás, con quien mantenía una apasionada relación homosexual en secreto, volvía como todos los viernes de su habitual partido de fútbol, mientras yo lo esperaba en su casa, supuestamente para jugar Play Station.
Un día, él llegó de la cancha con su primo, un esbelto joven de piel blanca, alto, pelo castaño y un sexy lunar que adornaba la parte superior de unos gruesos pero delicados labios. A decir verdad, su apariencia era bastante femenina, y su rostro era hermoso. Nicolás me lo presentó, su nombre era Jorge. Inmediatamente, comprendí que su presencia no era casual, ni mucho menos en vano. Nicolás me miró con complicidad, y rompió el hielo besándome en la boca, mientras su primo observaba. Rápidamente, tomó mi mano y nos fuimos al dormitorio principal, mientras Jorge nos seguía de cerca. Una vez allí, Nicolás tomó a su primo por la cintura y lo arrojo en la cama, y me dijo: "Hoy he traído una puta en celo para que nos divirtamos".
Lentamente, Jorge se incorporó, me tomó de los brazos, y sin decir ninguna palabra, me besó con sus labios de ensueño. Sentí su lengua recorrer mi boca, mientras con sus manos comenzaba a masajear mi pene. Nicolás, por su parte, comenzó a desvestir a Jorge y acariciarle el ano con sus dedos. Jorge se excitó mucho, e hizo que me sentara en la cama. En cuanto lo hice, me bajó el pantalón y quitó mi ropa interior con celeridad, para descubrir mi verga a medio erectar. Rápidamente, comenzó a succionar mi miembro y masturbarme con sus labicos. Era una sensación única que nunca antes había experimentado, ya que lo chupaba de forma magistral, y su lengua recorría con lujuria cada centrímetro de mi pene... Jorge siguió lamiendo mi verga, mientras Nicolás comenzaba a penetrarlo... Comprendí que eso lo excitaba bastante, pues cada vez que Nicolás empujaba su miembro, él me daba unas pequeñas mordidas y comenzaba a chupar mi verga con más rapidez, y masajeaba con su lengua todo mi glande. Cuando Nicolás logró meter totalmente su verga, comenzó a penetrarlo con fuerza. En ese momento, me puse de pie, tomé la cabeza de Jorge con ambas manos, y enterré mi pene en su garganta. Él no se resistió y comenzó a gemir de placer. Nicolás le daba fuertes palmadas, mientras yo movía con fuerza su cabeza de adelante hacia atrás tirándole con suavidad su hermoso cabello. Al cabo de un rato, sentía que ya quería venirme, y sin avisar, eyaculé en su boca. Jorge tragó todo mi semen, succionando hasta la última gota, mientras acariciaba mis testículos con su mentón. Casi de inmediato, Nicolás sacó su verga de Jorge y eyaculó sobre su espalda, la cual yo comencé a lamer, para tomar todo ese semen tibio que Nicolás acababa de regar. Posteriormente, Jorge y yo comenzamos a chupar el pene de Nicolás, quien nos eyaculó el rostro a ambos, quienes nos besamos para tragarnos el semen que había en la cara del otro.
Repentinamente, sonó el teléfono, y Nicolás fue a contestar. Cuando volvió, nos dijo que tenía que salir urgentemente donde una amiga, así que se arregló y abandonó la casa en cuestión de minutos. Con Jorge nos quedamos desnudos en la habitación. Yo me levante a apagar la luz y cuando me acosté, él estaba recostado con el culo hacia arriba, como invitándome a penetrarlo. Yo me acerqué tímidamente y me posé sobre él... Jugué un rato con mi pene entre sus nalgas hasta que se pusiera bien duro, y no resistí darle unas cuantas lamidas a su culo, que era hermoso, completamente claro y bien tonificado... Posé mi verga en su ano, y comencé a pujar hacia adentro, Jorge apretó con fuerza las sábanas, mientras mi pene se desplazaba lentamente dentro de su recto. Cuando ya la mitad estuvo dentro, me detuve por un segundo, y sentí cómo sus nalgas apretaban mi verga, lo cual me excitó tanto que metí de una vez la otra mitad de mi verga, haciendo que Jorge soltara un fuerte gemido que mezclaba dolor y excitación. Comencé a moverme lento, pero luego él me pidió que fuera más rápido, así que le metí mi verga durísima con todas mis fuerzas, hasta que eyaculó sobre la cama. Después de eso, frote su culo en mi pene hasta que mi semen dejó de salir, rebalsándose de su ano. Nuevamente, no resistí dar una probadita con mi lengua a ese culo recién cogido, para concluir tan apasionado sexo.
Al rato después, volvió Nicolás, y... ESO QUEDA PARA EL SIGUIENTE POST. SI QUIEREN LEER MÁS, COMENTEN Y PUNTEEN.
7 comentarios - Placer homosexual al por mayor (relato gay)