Es imposible no parar de pensar en un hombre que con solo tocarte el hombro sentís cosquillas y ganas de besarlo.
Él es gendarme, 1.80mts, delgado, no tiene un cuerpo trabajado pero tiene un lindo lomo, es de piel blanca y su pelo de color negro.
Tiene labios carnosos, linda sonrisa y una mirada seductora. Tiene hermosas manos y unos dedos grandes, especiales para utilizar la imaginación con ellos.
Él no es mi amigo, pero es muy allegado; pasamos mucho tiempo juntos y eso me hace feliz; por lo que me da la posibilidad de ratonearme con él.
Un día, 2 de la madrugada, estábamos tomando unas cervezas, él justo se había peleado con su esposa y me pidió para charlar. No suele tomar pero esa noche se ve que estaba un poco mal así que se tomo un par de botellas.
Estaba pasado de copas y yo como buen putito iba a hacer lo posible para aprovechar la oportunidad de acercarme un poco más de lo normal.
Bastante ebrio, me hablaba al oído, me abrazaba, me decía que me quería, que era el único que le escuchaba… Yo me mojaba al escuchar eso.
Pasó la hora y le dije que no podía conducir en ese estado; así que astutamente le ofrecí quedarse en mi depto.
Que podía descansar hasta que se reponga.
El accedió y mi cabeza empezó dar vueltas; porque yo en esa noche tenía que lograr algo de él. Les confieso que solo me conformaba con ver su pija. Eso para mí ya era el motivo de muchas pajas más.
Llegamos al depto. Se sentó en el sillón, quería seguir tomando, le dije que era hora de dormir.
Me dijo que quería ir al baño. Lo acompañé. Cuando cerré la puerta no pude dejar de mirar por el agujerito donde va la llave.
Vi una hermosa pija flácida, gruesa y peluda, me encanto. Noté que después de orinar se frotaba su verga, subía y bajaba el prepucio.
Yo al ver solo eso, estaba re caliente, me toque mi pija y me metí el dedo en mi culo.
Cuando sale, yo le ayudo y le llevo directamente a la habitación, apenas podía estar de pie.
Se acostó y me pidió que le ayude a sacarse la ropa, yo era una puta perrita faldera; esperaba que me dijera algo y me subía inmediatamente sobre él.
Le saque las zapatillas, él se despendio el cinto, y comencé a bajarle el pantalón; tenía un hermoso bóxer rojo, cuyo bulto se notaba muy bien.
Le dije: _Mirá vos, así que te gusta el color rojo?.
El me respondió: _el rojo es pasión
Entonces: _Sos apasionado? ¿Por qué yo sí? Le conteste.
Él: _Si sos apasionado que harías con este cuerpo.
Y sin mediar palabras me acerque a ese bulto, bajé el bóxer y lo comencé a chupar! ¡Que rico! Por favor! Como metía esa verga en mi boca, la lamia como un helado.
Yo no podía creer lo que estaba pasando, estaba chupando la pija del gendarme que me gustaba!!
Su cara fue de sorpresa cuando hice eso, pero no puso resistencia.
Le dije que si me dejaba yo sería su putita y le hacía olvidar sus penas por lo menos por esta noche.
Lo único que me dijo que por favor que nadie se entere. Yo le dije que no había ningún problema con eso.
Así que seguí frotando y sobando esa hermosa pija. Era peluda, venosa, y muy sabrosa!
Acerque mi culo a sus manos y no paso mucho tiempo, que esos largos y grandes dedos, estaban en mi ano, jugando con mi agujerito. Eso me dejaba loco.
Me di vuelta, me subí a él y lo besé apasionadamente pasando mi lengua por todo su cuello. El hacia lo mismo. Me daba besos.
Me saque mi jeans y sin dejar de besarlo me senté en su verga, primero sentí un dolor pero la calentura era mayor, así que no importaba.
Fue hermoso, meneaba su pija, hacia movimientos mas lentos y luego intensos, hasta que escuche su gemido fuerte y sentí su leche caliente en mi culo. Había acabado, Me abrazo fuerte. Me puse al lado suyo; no dijimos nada, y se quedo dormido.
Tipo 6 de la mañana lo levante para que vuelva a su casa. Se baño. Y no dijo nada de lo que había pasado, solo me miraba y se sonreía.
Desde ese momento, en algunas ocasiones, me da una buena cogida y la pasamos bien.
Él es gendarme, 1.80mts, delgado, no tiene un cuerpo trabajado pero tiene un lindo lomo, es de piel blanca y su pelo de color negro.
Tiene labios carnosos, linda sonrisa y una mirada seductora. Tiene hermosas manos y unos dedos grandes, especiales para utilizar la imaginación con ellos.
Él no es mi amigo, pero es muy allegado; pasamos mucho tiempo juntos y eso me hace feliz; por lo que me da la posibilidad de ratonearme con él.
Un día, 2 de la madrugada, estábamos tomando unas cervezas, él justo se había peleado con su esposa y me pidió para charlar. No suele tomar pero esa noche se ve que estaba un poco mal así que se tomo un par de botellas.
Estaba pasado de copas y yo como buen putito iba a hacer lo posible para aprovechar la oportunidad de acercarme un poco más de lo normal.
Bastante ebrio, me hablaba al oído, me abrazaba, me decía que me quería, que era el único que le escuchaba… Yo me mojaba al escuchar eso.
Pasó la hora y le dije que no podía conducir en ese estado; así que astutamente le ofrecí quedarse en mi depto.
Que podía descansar hasta que se reponga.
El accedió y mi cabeza empezó dar vueltas; porque yo en esa noche tenía que lograr algo de él. Les confieso que solo me conformaba con ver su pija. Eso para mí ya era el motivo de muchas pajas más.
Llegamos al depto. Se sentó en el sillón, quería seguir tomando, le dije que era hora de dormir.
Me dijo que quería ir al baño. Lo acompañé. Cuando cerré la puerta no pude dejar de mirar por el agujerito donde va la llave.
Vi una hermosa pija flácida, gruesa y peluda, me encanto. Noté que después de orinar se frotaba su verga, subía y bajaba el prepucio.
Yo al ver solo eso, estaba re caliente, me toque mi pija y me metí el dedo en mi culo.
Cuando sale, yo le ayudo y le llevo directamente a la habitación, apenas podía estar de pie.
Se acostó y me pidió que le ayude a sacarse la ropa, yo era una puta perrita faldera; esperaba que me dijera algo y me subía inmediatamente sobre él.
Le saque las zapatillas, él se despendio el cinto, y comencé a bajarle el pantalón; tenía un hermoso bóxer rojo, cuyo bulto se notaba muy bien.
Le dije: _Mirá vos, así que te gusta el color rojo?.
El me respondió: _el rojo es pasión
Entonces: _Sos apasionado? ¿Por qué yo sí? Le conteste.
Él: _Si sos apasionado que harías con este cuerpo.
Y sin mediar palabras me acerque a ese bulto, bajé el bóxer y lo comencé a chupar! ¡Que rico! Por favor! Como metía esa verga en mi boca, la lamia como un helado.
Yo no podía creer lo que estaba pasando, estaba chupando la pija del gendarme que me gustaba!!
Su cara fue de sorpresa cuando hice eso, pero no puso resistencia.
Le dije que si me dejaba yo sería su putita y le hacía olvidar sus penas por lo menos por esta noche.
Lo único que me dijo que por favor que nadie se entere. Yo le dije que no había ningún problema con eso.
Así que seguí frotando y sobando esa hermosa pija. Era peluda, venosa, y muy sabrosa!
Acerque mi culo a sus manos y no paso mucho tiempo, que esos largos y grandes dedos, estaban en mi ano, jugando con mi agujerito. Eso me dejaba loco.
Me di vuelta, me subí a él y lo besé apasionadamente pasando mi lengua por todo su cuello. El hacia lo mismo. Me daba besos.
Me saque mi jeans y sin dejar de besarlo me senté en su verga, primero sentí un dolor pero la calentura era mayor, así que no importaba.
Fue hermoso, meneaba su pija, hacia movimientos mas lentos y luego intensos, hasta que escuche su gemido fuerte y sentí su leche caliente en mi culo. Había acabado, Me abrazo fuerte. Me puse al lado suyo; no dijimos nada, y se quedo dormido.
Tipo 6 de la mañana lo levante para que vuelva a su casa. Se baño. Y no dijo nada de lo que había pasado, solo me miraba y se sonreía.
Desde ese momento, en algunas ocasiones, me da una buena cogida y la pasamos bien.
3 comentarios - Gendarme pasado de copas! Presa fácil de un putito.