El Barman otra vez

Ya saben lo que paso la primera vez, una noche un par de semanas después del primer encuentro, estando yo con amigos una noche tomando algo en el bar, en un momento se me acerca y me dice al oído que esa noche estaba libre cuando salía y si tenia ganas de algo, obvio que le dije que si. Cuando estaba cerrando el bar yo me fui a casa, previo arreglo para que venga en cuanto salga. A los 20 minutos lo tenia en casa, hicimos eso para que nadie sospechara.
Una vez dentro del departamento yo fui de una a besarlo y Fer más allá de las ganas estaba contenido, de a poco fue relajando. Así que al rato estábamos tirados en mi cama besandonos y los dos al palo cuerpo a cuerpo, era obvio que el que llevaba la situación era yo, Fer nunca había estado con otro chico pero ganas no le faltaban.
Lo desnude, me desnude y franeleamos, era claro que quería algo mas que la primera vez y yo también.
El tiene un cuerpo flaquito mas chico que el mio pero después de chuparle la pija por un buen rato, su rica pija, me pongo arriba suyo. El dejaba que yo manejara la situación, le puse un forro, lubricante de por medio apoye su pija dura en la entrada de mi orto, mi calentura era tal que quería tenerlo dentro, jugando y de a poco empece a introducirlo, costaba mucho, porque a pesar de las ganas no soy de ser pas. El estaba quieto dejaba que yo me moviera y manejara todo, en un momento ya lo tenía dentro mio y con tal calentura que dejé que el llevara la situación, No podía creer que me este garchando Fer, un man que tantas ganas le tenía, Fer se movía de una manera increíble, sabía que lo estaba disfrutando dentro mio y él también disfrutaba estar dentro mio. Después de un muy buen rato garchando, disfrutando, rotando de posiciones me pone en cuatro, me agarra de la cintura y empieza a darme con fuerza, eso me encantaba, su respiración era mas fuerte, me agarraba con ganas, sentía como quería meterme cada centímetro de su pija, y lo hacia, lo tenía integramente dentro mio, me daba con todas sus fuerzas y sentía su verga dentro mio en cada empujon. Su pija no era chica ni fina así que mi goce era total, estaba en las nubes. Se movía de tal manera que sentía como sus huevos chocaban en cada cogida que me daba, acabo con todas las ganas y sentía como en mi orto su verga estallaba. Son pocas las veces que disfruto entregando, no porque no quiera sino porque se me tiene que dar. Y a Fer siempre le tuve ganas de disfrutarlo.
Por suerte se dio.