Ayer cuando veniste, me hiciste muy muy feliz, te quiero mucho… y no puedo esperar a que regreses este fin de semana de nuevo.
Te acuerdas que traía puesta una blusa negra con estampado blanco, un pantalón de mezclilla que me quedada ajustados, tenis y mi cabello en una trensa. Cuando entraste me rodeaste la cintura con un brazo y me diste un apretón al mismo tiempo que nos dabamos un beso, desde ahí empezó el dia perfecto. Te dije que ya tenia lista parte de la cena, pero que aun faltaba un poco. Tu trajiste las bebidas y las pusiste en el frigorífico, despues quisiste ayudarme con la ensalada mientras yo terminaba todo lo demás. Cuando estaba poniendo la mesa, vi que me estabas mirando, yo estaba de espaldas y te vi por el reflejo del ventanal. Vi que me veias caminar y luego agacharme para acomodar. Cuando me voltee tu también lo hiciste para que no te viera.
Me encanta como me miras, con unos ojos de deseo y ansiedad. Cuando termine de preparar la mesa te pedi que trajeras la ensalada, ya todo estaba listo. Te prepare una bebida y nos sentamos a la mesa. Entre platicas y risas terminamos los alimentos y ahora nos dirijiamos al jardín trasero para seguir bebiendo. Tu aprovechaste la obscuridad del jardín para acorralarme en un rincón y besarme. Yo te abrazaba al cuello, tu me tenias agarrada de las caderas y me acercaste a ti, nuestras lenguas jugaban en la boca del otro, me besaba en cuello y me daba pequeñas mordidas. Tus manos empezaron a moverse, me tocabas por todas parte, las piernas, las nalgas, la cintura, la espalda, toda. Mis manos empezaron a desabrocharte en pantalón por que con esos besos y caricias me puse muy caliente.
Me quitaste la blusa y queda con mi pequeño bra. Tu tampoco ya tenias camisa, el calor de tu torso lo podía sentir contra el mio, tomabas mis nalgas y las estrujabas mientras yo te tocaba tu duro pene, lo acariciaba como podía, volvi a tomar tu pene y empece a acariciarlo mientras besaba tu pecho, luego tu ombligo, tu vientre y por fin cuando estaba frente a tu pene lo acaricie primero con la lengua sintiendo cada vena de tu duro pene, tu calor me excitaba. Ya no pude aguantar mas y me meti tu pene a la boca, lo meti hasta donde pude y lo saque nuevamente, recorri la puntita con mi lengua y de nuevo volvia a meterlo a mi boca, mis labios acaribiaban cada contorno de tu delicioso pene; de a veces mi lengua jugaba con la punta de tu pene que ya dejaba salir hilos de semen, sabes que me encantan verdad amor? Me excita sentir el sabor de tu semen. Mi boca siguió acariciando tu pene por un largo rato, en tu cara se notaba el placer que estabas sientiendo a cada nueva chupada que te daba, pensé que si seguía chupándotela pronto te correrías en mi boca, y eso me encantaba, pero aun quería jugar un poco mas, asi que me pude de pie y te bese, tu me tomaste de la cintura y me diste la vuelta, me desabrochaste el pantalón y me lo bajaste un poco, te agachaste y empezaste a besarme las nalgas, tus labios me besaban por toda mi cola, mis manos no paraban de tocarme, era lindo sentir tu respiración entrecortada en mis nalgas, luego empezaste a bajar mas y mas mi pantalón hasta que me lo quitaste, solo que me quede con mi diminuta tanga que ni siquiera te estorbaba para recorrer toda mi colita con tu boca. Senti caliente y mojada lengua en mi ano, era la sensación mas rica que había, un escalofrio de placer me recorrio todo el cuerpo y me dejo la piel de gallina, tu tratabas de penetrarme con tu lengua amor, si que sabes chuparme la cola, sabes que después de chuparme la cola hare todo lo que tu quieras, seré tuya para lo que quieras y desees amor.
Cuando ya no pude aguantar mas hice que te pusieras de pie, te baje el bóxer y te puse las nalgas, ya no aguantaba mas y quería que me la metieras, al principio crei que el tamaño de tu pene me lastimaría mucho, pero aun asi me deje a que poco a poco me fueras penetrando, cuando estabas casi a la mitad te pedi que pararas, me acerque a tu boca y nos besamos. Empezaste a moverte lentamente y mi colita se acostumbraba rápidamente, despues de un momento ya me estaba penetrando con su pene lentamente pero profundo, eso me volvió loca, sentir que me lo estas sacando y luego me lo entierras hasta el fondo, lo volvías a sacar y me lo metias hasta el fondo, eso me puso muy cachonda entonces empece a gemir, mis piernas se movían rápidamente. Tomaste mis pechos y tus movimientos era mas rapidos, tu aliento en mi nuca se sentía agitado, me besabas el cuello y mis gemidos eran constantes, no dejaba de sentir placer, al contrario cada vez sentía mas, me estabas haciendo sentir mucho placer, estuvimos en esa posición durante casi media hora, luego te pedi que fueramos a la cama, asi que caminamos hacia adentro de la casa, y tu nisiquiera me lo sacaste, te pegaste mas a mi para metérmelo mas y asi me hiciste caminar hasta la cama mientras me tenias penetrada por tu duro pene, cuando llegamos al cuarto, me la sacaste y yo me acosté boca abajo mientras tu te acomodabas sobre mi, me abriste las piernas y me penetraste sin problema alguno, mis gemidos volvieron y con tus movimientos mi pequeña erección también se sentía bien rozando contra la almohada, en este punto ya estábamos totalmente desnudos los dos. Tus movimientos se volvieron mas y mas rapidos y fuertes, mi placer se hacia mas intenso estaba segura de que no tardaba en correrme, pero por fin te detuviste despues de media hora mas. Me levante y antes de dejarte penetrarme otra vez te dije que iria a amarrarme el cabello al baño, ya se me había enredado un poco y tenia ya mucho calor. Cuando termine de amarrarlo me sorprendiste, me abrazaste por detrás y me la volviste a meter sin algún problema, me entro hasta el fondo de un solo movimiento, solo alcance a dar un fuerte gemido, luego me la sacaste lentamente y me la volviste a meter, me estabas cogiendo otra vez mientras me jalabas de la cintura, yo me apoye en la pared, me tenias arrinconada y me encantaba lo que me estabas haciendo, entre gemidos te decía lo mucho que me encantaba como me lo hacias, que me encantaba tu calor y que me encantas. – Me encanta como lo haces… - Uhmm, sii, ahhhhh. Gritaba tu nombre cada vez mas fuerte, trataba de avisarte que en cualquier momento me empezaría a correr, ya no podía aguantar mas... Empezaste a moverte mas y mas rapido, tus penetraciones me entraban mas fuerte, mi colita empezó a punzarme del placer, mi corazón estaba a mil, tu solo veias mi cara de que ya no podía aguantar tanto placer y empece a eyacular sin siquiera tocarme, fue hermoso, estaba sientiendo tanto placer, quería que estuviéramos asi por siempre, tus movimientos no pararon durante toda mi corrida, yo me movia como loca, quería que me la metieras mas y mas profundo, con un brazo me tenias rodeada de la cintura y con la otra manoseabas mis pechos. Mis piernas me estaban temblando y estaba exhausta; los dos estábamos sudando, todo era tan sensual, nos besamos, y despues seguiste con tus movimientos, aun tenia la sensación de mi orgasmo mientras me lo seguias metiendo.
Quedamos recostados, los dos habíamos quedado exhaustos, vi el reloj de reojo y vi que habían pasado dos horas, lo cual me explico porque habíamos terminado cansadísimos. Luego de recuperar el aliento y recobrar un poco de fuerzas, baje a tu pene que estaba un poco flácido y me lo meti a la boca, poco a poco sentí como se ponía duro y caliente otra vez, mis labios apretaban en todo el recorrido, mi lengua acariciaba la punta de tu pene cuando casi lo sacaba de mi boca y nuevamente mis labios acariciaban cuando me lo metia. Ahora si, ya estábamos listos nuevamente, subi en ti, puse mis piernas a cada lado tuyo y me prepare para ser penetrada una vez mas, yo misma tome tu pene y lo acomode en mi entradita, poco a poco me fui sentando y me penetre, era la hora de hacerte correrte a ti, empece a moverme tus manos se posaron en mis piernas y se paseaban por mis nalgas y mi espalda, mis movimientos eran lentos pero profundos, tu te movias para tener movimientos mas rapidos, mi colita no ponía ninguna resistencia, ya se había acostumbrado a tu grosor y ya me la habias abierto bastante con tus metidas; ahora me estaba moviendo como loca sobre ti, me dijiste que pronto te correrías y eso me calentó, asi que no pare mis moviemientos, sentía mas dura y mas dura tu erección, hasta que empezaste a inundarme la colita con tu lechita, fueron como siete chorros, los siete chorros que mas me han producido placer amor, los mismos que me dejaste en mi colita, sentí un excitante calor dentro de mi, me estaba moviendo cada vez mas lento para que no se me saliera tu lechita pero no paraba. Por fin me quede sin fuerzas y me di la vuelta, cuando tu pene salio de mi colita sentí como tu lechita me recorria las nalgas me acomode un poco boca abajo para que no se me saliera, quería mantenerla dentro de mi. Nos quedamos recostados tratando de recuperar el aliento.
Cuando ya habíamos descansado un poco me levante y fui a tomar agua, yo trataba de apretar mi colita para que no se me saliera tu lechita, pero ya no tenia muchas fuerzas, me habias abierto la cola por completo, solamente me puse una blusa larga y asi me fui, tu me alcanzaste y me sorprendiste agachada frente al frigo, te pegaste a mi y yo cerre el frigo, nos besamos y empezaste a tocarme otra vez, tus manos se apoderaron de mis pechos y ya sentía nuevamente tu erección. Subiste un poco mi blusa, buscaste mi entradita con tu pene y otra vez me penetraste sin problema alguno, sentí tu pene tan duro y erecto como hace rato, me sorprendio que despues de haberme dado semejante cogida, aun tuvieras energías. Yo estaba muy cansada, mis piernas me temblaban, pero aun asi me gustaba tenerte dentro de mi, tu semen me empezó a salir y me escurria por las piernas, de nuevo me besabas el cuello y me manoseabas por todas partes; luego de un rato me saque tu pene te tome de la mano y caminamos al cuarto, ahí me acosté boca abajo y abri mis piernas, tu rápidamente te acomodaste y me ensartaste tu pene, yo me movia como podía y tu también te estabas moviendo, sonaban como pequeñas nalgadas con cada metida que me dabas. Yo estaba agarrada del borde de la cama mientras me bombeabas mas y mas duro cada vez, de verdad que no había sentido tanto placer como ese día…
Espero que mi historia les haya gustado, les dejo unas lindas fotos que me tome hace poco...
Me despido y les mando un beso...
Sus comentarios me motivan a seguir subiendo fotos y relatos.
Y una cosa mas, diganme, que me queda mejor, Daniella o Susana?? que les gusta mas??
Te acuerdas que traía puesta una blusa negra con estampado blanco, un pantalón de mezclilla que me quedada ajustados, tenis y mi cabello en una trensa. Cuando entraste me rodeaste la cintura con un brazo y me diste un apretón al mismo tiempo que nos dabamos un beso, desde ahí empezó el dia perfecto. Te dije que ya tenia lista parte de la cena, pero que aun faltaba un poco. Tu trajiste las bebidas y las pusiste en el frigorífico, despues quisiste ayudarme con la ensalada mientras yo terminaba todo lo demás. Cuando estaba poniendo la mesa, vi que me estabas mirando, yo estaba de espaldas y te vi por el reflejo del ventanal. Vi que me veias caminar y luego agacharme para acomodar. Cuando me voltee tu también lo hiciste para que no te viera.
Me encanta como me miras, con unos ojos de deseo y ansiedad. Cuando termine de preparar la mesa te pedi que trajeras la ensalada, ya todo estaba listo. Te prepare una bebida y nos sentamos a la mesa. Entre platicas y risas terminamos los alimentos y ahora nos dirijiamos al jardín trasero para seguir bebiendo. Tu aprovechaste la obscuridad del jardín para acorralarme en un rincón y besarme. Yo te abrazaba al cuello, tu me tenias agarrada de las caderas y me acercaste a ti, nuestras lenguas jugaban en la boca del otro, me besaba en cuello y me daba pequeñas mordidas. Tus manos empezaron a moverse, me tocabas por todas parte, las piernas, las nalgas, la cintura, la espalda, toda. Mis manos empezaron a desabrocharte en pantalón por que con esos besos y caricias me puse muy caliente.
Me quitaste la blusa y queda con mi pequeño bra. Tu tampoco ya tenias camisa, el calor de tu torso lo podía sentir contra el mio, tomabas mis nalgas y las estrujabas mientras yo te tocaba tu duro pene, lo acariciaba como podía, volvi a tomar tu pene y empece a acariciarlo mientras besaba tu pecho, luego tu ombligo, tu vientre y por fin cuando estaba frente a tu pene lo acaricie primero con la lengua sintiendo cada vena de tu duro pene, tu calor me excitaba. Ya no pude aguantar mas y me meti tu pene a la boca, lo meti hasta donde pude y lo saque nuevamente, recorri la puntita con mi lengua y de nuevo volvia a meterlo a mi boca, mis labios acaribiaban cada contorno de tu delicioso pene; de a veces mi lengua jugaba con la punta de tu pene que ya dejaba salir hilos de semen, sabes que me encantan verdad amor? Me excita sentir el sabor de tu semen. Mi boca siguió acariciando tu pene por un largo rato, en tu cara se notaba el placer que estabas sientiendo a cada nueva chupada que te daba, pensé que si seguía chupándotela pronto te correrías en mi boca, y eso me encantaba, pero aun quería jugar un poco mas, asi que me pude de pie y te bese, tu me tomaste de la cintura y me diste la vuelta, me desabrochaste el pantalón y me lo bajaste un poco, te agachaste y empezaste a besarme las nalgas, tus labios me besaban por toda mi cola, mis manos no paraban de tocarme, era lindo sentir tu respiración entrecortada en mis nalgas, luego empezaste a bajar mas y mas mi pantalón hasta que me lo quitaste, solo que me quede con mi diminuta tanga que ni siquiera te estorbaba para recorrer toda mi colita con tu boca. Senti caliente y mojada lengua en mi ano, era la sensación mas rica que había, un escalofrio de placer me recorrio todo el cuerpo y me dejo la piel de gallina, tu tratabas de penetrarme con tu lengua amor, si que sabes chuparme la cola, sabes que después de chuparme la cola hare todo lo que tu quieras, seré tuya para lo que quieras y desees amor.
Cuando ya no pude aguantar mas hice que te pusieras de pie, te baje el bóxer y te puse las nalgas, ya no aguantaba mas y quería que me la metieras, al principio crei que el tamaño de tu pene me lastimaría mucho, pero aun asi me deje a que poco a poco me fueras penetrando, cuando estabas casi a la mitad te pedi que pararas, me acerque a tu boca y nos besamos. Empezaste a moverte lentamente y mi colita se acostumbraba rápidamente, despues de un momento ya me estaba penetrando con su pene lentamente pero profundo, eso me volvió loca, sentir que me lo estas sacando y luego me lo entierras hasta el fondo, lo volvías a sacar y me lo metias hasta el fondo, eso me puso muy cachonda entonces empece a gemir, mis piernas se movían rápidamente. Tomaste mis pechos y tus movimientos era mas rapidos, tu aliento en mi nuca se sentía agitado, me besabas el cuello y mis gemidos eran constantes, no dejaba de sentir placer, al contrario cada vez sentía mas, me estabas haciendo sentir mucho placer, estuvimos en esa posición durante casi media hora, luego te pedi que fueramos a la cama, asi que caminamos hacia adentro de la casa, y tu nisiquiera me lo sacaste, te pegaste mas a mi para metérmelo mas y asi me hiciste caminar hasta la cama mientras me tenias penetrada por tu duro pene, cuando llegamos al cuarto, me la sacaste y yo me acosté boca abajo mientras tu te acomodabas sobre mi, me abriste las piernas y me penetraste sin problema alguno, mis gemidos volvieron y con tus movimientos mi pequeña erección también se sentía bien rozando contra la almohada, en este punto ya estábamos totalmente desnudos los dos. Tus movimientos se volvieron mas y mas rapidos y fuertes, mi placer se hacia mas intenso estaba segura de que no tardaba en correrme, pero por fin te detuviste despues de media hora mas. Me levante y antes de dejarte penetrarme otra vez te dije que iria a amarrarme el cabello al baño, ya se me había enredado un poco y tenia ya mucho calor. Cuando termine de amarrarlo me sorprendiste, me abrazaste por detrás y me la volviste a meter sin algún problema, me entro hasta el fondo de un solo movimiento, solo alcance a dar un fuerte gemido, luego me la sacaste lentamente y me la volviste a meter, me estabas cogiendo otra vez mientras me jalabas de la cintura, yo me apoye en la pared, me tenias arrinconada y me encantaba lo que me estabas haciendo, entre gemidos te decía lo mucho que me encantaba como me lo hacias, que me encantaba tu calor y que me encantas. – Me encanta como lo haces… - Uhmm, sii, ahhhhh. Gritaba tu nombre cada vez mas fuerte, trataba de avisarte que en cualquier momento me empezaría a correr, ya no podía aguantar mas... Empezaste a moverte mas y mas rapido, tus penetraciones me entraban mas fuerte, mi colita empezó a punzarme del placer, mi corazón estaba a mil, tu solo veias mi cara de que ya no podía aguantar tanto placer y empece a eyacular sin siquiera tocarme, fue hermoso, estaba sientiendo tanto placer, quería que estuviéramos asi por siempre, tus movimientos no pararon durante toda mi corrida, yo me movia como loca, quería que me la metieras mas y mas profundo, con un brazo me tenias rodeada de la cintura y con la otra manoseabas mis pechos. Mis piernas me estaban temblando y estaba exhausta; los dos estábamos sudando, todo era tan sensual, nos besamos, y despues seguiste con tus movimientos, aun tenia la sensación de mi orgasmo mientras me lo seguias metiendo.
Quedamos recostados, los dos habíamos quedado exhaustos, vi el reloj de reojo y vi que habían pasado dos horas, lo cual me explico porque habíamos terminado cansadísimos. Luego de recuperar el aliento y recobrar un poco de fuerzas, baje a tu pene que estaba un poco flácido y me lo meti a la boca, poco a poco sentí como se ponía duro y caliente otra vez, mis labios apretaban en todo el recorrido, mi lengua acariciaba la punta de tu pene cuando casi lo sacaba de mi boca y nuevamente mis labios acariciaban cuando me lo metia. Ahora si, ya estábamos listos nuevamente, subi en ti, puse mis piernas a cada lado tuyo y me prepare para ser penetrada una vez mas, yo misma tome tu pene y lo acomode en mi entradita, poco a poco me fui sentando y me penetre, era la hora de hacerte correrte a ti, empece a moverme tus manos se posaron en mis piernas y se paseaban por mis nalgas y mi espalda, mis movimientos eran lentos pero profundos, tu te movias para tener movimientos mas rapidos, mi colita no ponía ninguna resistencia, ya se había acostumbrado a tu grosor y ya me la habias abierto bastante con tus metidas; ahora me estaba moviendo como loca sobre ti, me dijiste que pronto te correrías y eso me calentó, asi que no pare mis moviemientos, sentía mas dura y mas dura tu erección, hasta que empezaste a inundarme la colita con tu lechita, fueron como siete chorros, los siete chorros que mas me han producido placer amor, los mismos que me dejaste en mi colita, sentí un excitante calor dentro de mi, me estaba moviendo cada vez mas lento para que no se me saliera tu lechita pero no paraba. Por fin me quede sin fuerzas y me di la vuelta, cuando tu pene salio de mi colita sentí como tu lechita me recorria las nalgas me acomode un poco boca abajo para que no se me saliera, quería mantenerla dentro de mi. Nos quedamos recostados tratando de recuperar el aliento.
Cuando ya habíamos descansado un poco me levante y fui a tomar agua, yo trataba de apretar mi colita para que no se me saliera tu lechita, pero ya no tenia muchas fuerzas, me habias abierto la cola por completo, solamente me puse una blusa larga y asi me fui, tu me alcanzaste y me sorprendiste agachada frente al frigo, te pegaste a mi y yo cerre el frigo, nos besamos y empezaste a tocarme otra vez, tus manos se apoderaron de mis pechos y ya sentía nuevamente tu erección. Subiste un poco mi blusa, buscaste mi entradita con tu pene y otra vez me penetraste sin problema alguno, sentí tu pene tan duro y erecto como hace rato, me sorprendio que despues de haberme dado semejante cogida, aun tuvieras energías. Yo estaba muy cansada, mis piernas me temblaban, pero aun asi me gustaba tenerte dentro de mi, tu semen me empezó a salir y me escurria por las piernas, de nuevo me besabas el cuello y me manoseabas por todas partes; luego de un rato me saque tu pene te tome de la mano y caminamos al cuarto, ahí me acosté boca abajo y abri mis piernas, tu rápidamente te acomodaste y me ensartaste tu pene, yo me movia como podía y tu también te estabas moviendo, sonaban como pequeñas nalgadas con cada metida que me dabas. Yo estaba agarrada del borde de la cama mientras me bombeabas mas y mas duro cada vez, de verdad que no había sentido tanto placer como ese día…
Espero que mi historia les haya gustado, les dejo unas lindas fotos que me tome hace poco...
Me despido y les mando un beso...
Sus comentarios me motivan a seguir subiendo fotos y relatos.
Y una cosa mas, diganme, que me queda mejor, Daniella o Susana?? que les gusta mas??
3 comentarios - Te cuento lo que me hiciste anoche amor??