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Mi primera vez con un pana!

En unas vacaciones me fui a la ciudad de Maracaibo a pasar unos días con mi tio. El era un profesional por lo que trabajaba todo el día y yo pasaba la mayor parte del tiempo sólo en su casa sin mucho que hacer.
Desde que tengo uso de razón he sentido atracción por los panas pero por mi edad era sólo un sueño escondido estar con uno. Entre tantos pensamientos producto del ocio se me ocurrió conocer gente en internet de la ciudad para platicar y si pasaba algo más caliente sería mucho mejor. Así fue como entre tanta gente que se abalanzaba sobre mi como lobos feroces conocí a Jesús. El tenía unos 32 años (18 años más que yo) y entre plática y plática y una que otra caliente web cam al pasar varios días acordamos vernos en casa de mi tío. Me daba mucho temor pensar que podía llegar y verlo allí dentro de su casa, un desconocido total y yo con tan poca edad y siendo de otra ciudad no tenía ninguna historia falsa que contar; sin embargo, me consumía más el deseo de besar a un hombre, tocarlo, sentirlo, olerlo, tantas cosas que se cruzaban por mi cabeza estando a solas, que decidí echarle pichón a la situación.
Era mi primera vez con un hombre y mi mente aún era muy ingenua e inocente, todo lo hice por lo que mi imaginación había moldeado en lo privado.
Cuando Jesús llego a la casa de mi tío una tarde calurosa, me saludo con mucho agrado como dos panas normales, yo intente hacer lo mismo aunque por dentro estaba temblando del miedo. Era un tipo medianamente apuesto pero era súper alto en comparación a mi, el media unos 1.84 (yo 1.70), Moreno, de porte robusto (ni delgado ni gordo, lo que estaba era bueno) cabello castaño y ojos negros. Le dije que subiera al cuarto en la segunda planta que era donde me estaba quedando. Sólo subiendo las escaleras fue que hablamos alguna tontería respecto a si le había costado llegar. Al llegar al cuarto se sentó sobre la cama y yo me senté a su lado (aún con el miedo a mil porque no sabía que haríamos) y no pasaron ni 5 segundos mirándonos a los ojos cuando tomo mi rostro y me dio el beso más apasionado que jamás me han dado en la vida. Su lengua recorría cada centímetro de mi boca y yo lo disfrutaba enormemente. Sus manos recorrían poco a poco mi cuerpo mientras yo estaba pasmado y en shock con semejante beso que jamás había recibido. Yo había besado una que otra jovencita pero de ahí a besar a un tipazo de 32 años había mucha distancia. El poco a poco se fue inclinando sobre mi para acostarnos sobre la cama mientras me besaba y me tocaba con aquella desmesurada pasión. Recuerden que tenía mi experiencia en cero por lo que trataba de imitar en el, todo lo que el hacia en mi. Así que pasaba mis manos por todo su torso, su espalda y le iba sacando y desabotonando la camisa al tiempo que el hacia lo mismo en mi. Ya el me tenía en bóxers completo para él pero, Allí le detuve un segundo para bajar y cerciorarme de que la puerta estuviese cerrada. Al subir, encuentro a Jesús acostado sin nada de ropa, con sus piernas abiertas y con un pene como de unos 22 cm enorme y gruesisimo esperándome. Eso me puso a mil y antes de que pudiera tomar su boca otra vez (ahora recuerdo con risa mi inocencia de aquel entonces) el tomo mi cabeza y la dirigió hacia su pene. Era demasiado grande para mi, intentaba mamarsela con suavidad. El tomaba mi cabeza Metiéndola y sacándola de mi boca. Era una sensación nueva. Su olor, esa textura me volvía loco, lo hice escasos 2 minutos porque lo que yo quería era que me besara y que me siguiera acariciando cada parte de mi cuerpo. Mientras me besaba me tocaba con suavidad y a la vez con rigidez absolutamente todo el cuerpo. Sudábamos mucho y ese olor a machos nos calentaba más, la me su cuerpo sudado me hacia retorcer de placer. Entre caricias me devolvió el favor y luego de besarme con pasión el pecho me chupo la verga como todo un profesional, parecía un niño con una chupeta. Ese tipo era un experto en todo lo que hacia así que el placer con cada cosa nueva que experimentaba era extremo. Luego me indico que hiciera lo mismo nuevamente, el quería que se la chupara. Lo hice para complacerlo un rato pero esta vez lo hice con más técnica luego de verlo a el como lo hacia; y mientras el me acariciaba me iba metiendo uno de sus dedos con suavidad, luego dos. La sensación era extraña pero deliciosa, hasta que entre besos y lenguas por todas partes me pregunto que si quería que lo penetrara. Le dije que sí y se puso en 4 y se lubricó con saliva su ano. Yo poco a poco se lo iba metiendo, no creo que le doliera mucho porque mi pene no era demasiado grande, a mi por el contrario me dolía un poco meter mi verga por ese pequeño agujero apretado siendo mi primera vez. Al final lo logre y comenzó un mete y saca de la gloria!! El gemía suavecito de placer y yo lo hacia despacio porque me gustaba y era lo único que sabía hacer. Así estuvimos un rato y yo estaba como un toro aún sediento de más placer y con la verga a mil. Luego me pregunto que si quería sentir yo lo mismo y asentí. Me puse en cuatro sobre la cama y él detrás de mi. Me metió sus dedos lubricados para relajar los músculos de mi ano. El mete y saca de sus dedos lo disfrutaba pero cuando poco a poco intento meter su enorme pene eso si que empezaba a doler. Poco a poco lo fue haciendo y yo como "buen macho" me aguantaba. Era un dolor intenso que nunca pase a disfrutarlo mientras me lo metía y sacaba. El gemía de placer con mi culito mientras yo me aguantaba porque ya el me había hecho el favor. No paso mucho tiempo cuando acabo dentro de mi. Se dirigió a mi boca y me dio un largo beso que disfrute enormemente (sus besos con esa boca y esa lengua gigante aunado a su barbilla semiafeitada me enloquecían). Como ya era un poco tarde el tuvo que irse y no me toco más que terminar mi calentura en el baño con Manuela.

Fue una experiencia única. Espero que les haya gustado. Lo recuerdo como si fuera ayer y ya tengo 22 años. Escribiéndoles esto, la excitación por recordarlo la siento igual como en aquellos días.

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