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Cuidando la casa de mis padres - Parte II

Después de mi primer encuentro con el socio de mi viejo:

http://www.poringa.net/posts/gay/2440364/Cuidando-la-casa-de-mis-padres.html

Tuve una nueva experiencia con Gustavo.


Cuidando la casa de mis padres - Parte II


Había sido la primera vez que Gustavo estaba con un hombre y le había encantado. Se terminó la cerveza, lo ayude a vestirse (algo que me gusto más todavía) y se fue. Me pidió un par de veces que no contáramos nada de esto a lo que le conteste que ni en pedo, que sería un secreto entre los dos, incluso el hecho de que me había ayudado con la pileta. Creo que igual tenía un poco de culpa de haberme hecho eso por ser el hijo de su amigo pero lo había disfrutado mucho.

Pasaron unos días y yo había aprovechado para estudiar. Igual por las noches me fantaseaba con Gustavo. Como no tenía algún otro amigo con derecho, me las arreglaba solo jeje. Un día no me aguante y le mande un mensaje preguntándole como estaba, me contesto al rato diciéndome que se sentía raro, que no estaba seguro de que estuviera bien lo que habíamos hecho. Le pregunte si lo había disfrutado y me dijo que sí pero que era complicado para él porque era como su sobrino. Me dio un morbo tremendo eso, y le dije: “está bien tío… vamos a hacer como que no pasó nada”. Me contestó “ok” y no nos escribimos más.
Mis viejos llegaron a los pocos días y todo volvió a la normalidad. Para el viernes por la noche me aviso mi viejo que íbamos a hacer un asado en casa y que invitaba a Gustavo y familia. Me puse un poco nervioso pero después me relaje, no había nada que temer. Igual aproveche para ponerme un jogging que me quedaba re ajustadito para ratonear a Gustavo.



Cuidando la casa de mis padres - Parte II




Gustavo llego temprano con su familia. Entraron y nos saludamos todos. La mujer de Gustavo se quedó charlando con mis viejos y Gustavo se fue a buscar algunas bebidas al auto, y mi viejo me dijo que fuera a ayudarlo… “cómo estás tomy?” preguntó y yo conteste “bien, tranquilo. No tan divertido como la última vez”. Se puso colorado, tragó saliva y se apuró a entrar a la casa. Me di cuenta de que me seguía deseando pero la culpa lo bloqueaba. Seguí sus pasos y no dijimos más nada.

Como la noche estaba linda comimos afuera. La cena transcurrió muy tranquila, hubo un par de miradas pero nada raro. Cuando todavía estaban de sobremesa, Gustavo se levantó para traer un champagne y yo aproveche: “yo traigo el helado” y nos fuimos los dos adentro. Entramos a la casa y nos fuimos a la cocina, cuando Gustavo estaba sacando el champu de la heladera me puse atrás de él y le manosee el bulto. Casi se le cae la botella y mirándome molesto me dijo: “Tomas, que haces?” y yo le sonreí y le conteste: “estaba buscando la crema”. Justo entro mi viejo para buscar unas copas y nos quedamos piola. Él no se dio cuenta pero yo la tenía re dura.
Enseguida les dije que iba al baño y me descargue todo lo que había acumulado. Tarde un rato y para cuando volví a la mesa ya habían brindado. Nos comimos el postre, se quedaron un rato más y después se fueron. Yo había quedado enloquecido pero no podía hacer nada. Con solo haberle tocado la verga dormida ya me había excitado. Lo deseaba mucho... Cuando me iba a acostar vi que tenía un mensaje, era Gustavo y me decía: “tomy tenemos que hablar, no nos podemos zarpar más…” y yo le contesté: “está bien, discúlpame, entiendo que ya no pasa nada” y él me contestó: “sabes que no es eso, pero es complicado para mí. Cuando podamos coordinar lo hablamos bien. Le respondí “ok” y me fui a dormir.

Al otro día me levante a media mañana y cuando baje a desayunar me sorprendió que mi viejo estuviese en casa porque siempre se iba a la oficina los sábados. Mientras preparaba el desayuno le pregunte si pasaba algo, sabía que era fanático del laburo y me dijo que un cliente insoportable había quedado de pasar por casa porque le quedaba más cerca así que no iba a ir a la oficina. Me preguntó que iba a hacer yo, le dije que tenía que ir a buscar unos apuntes al centro y me dijo: “uhhh me haces un gran favor si le llevas unos papeles a Gustavo que está en la ofi”, le puse cara de embole pero no le dio importancia y me acercó los papeles. Por dentro sabía que lo iba a ver a Gustavo y posiblemente solo así que me fui a pegar un baño. Me puse un pantaloncito holgado pero abajo un slip bien ajustado, y me fui preparado por las dudas... aunque sabía que estaba “complicado” Gustavo

Mi viejo me dio la llave de la ofi así que no tuve que tocar el portero, pase derecho. Cuando estaba por entrar a la oficina, golpee y abrí, dije “permisoooo” y Gustavo con cara de sorprendido contesto: “ehhh Tomy, cómo va?”. “Bien, no te asuste que solo te vengo a dejar estos papeles que te envía mi viejo pero no te quiero joder” le dije y el me respondió “esta bien… bancame que termino unas cosas y de paso aprovechamos para charlar un momento”. Le sonreí y me fui a la otra oficina. Sin dudas la oficina de mi viejo era mucho mejor que la de Gustavo, tenía un escritorio gigante, una mesa chiquita para entrevistas, un diván y una vista hermosa de toda la ciudad con ventanas que iban del piso al techo.
Pasaron unos minutos y sentí que Gustavo abría la puerta: “bueno, termine, tomamos unos mates?” sabía que no tenía muchas chances si no hacía algo... “dale, hacete unos mates” le contesté y se fue para la cocina. Aproveche y me saque las zapatillas, la remera y el pantalón y me fui contra la ventana.


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Al rato volvía Gustavo con una bandeja con mate anunciando: “bueno, acá están los mates… ”, yo me di vuelta y le pregunté: “perdona pero tenía calor…”. “Tomas tenes suerte de que no hay nadie acá pero estás medio zarpado últimamente, tenemos que bajar un poco”. “bueno, pero hagamos una despedida. Acá no hay nadie… daleeeee. Me vas a decir que no te gusta?” y se acercó a mí, dejando de lado la bandeja. Yo tenía las manos apoyadas sobre el vidrio y sacando colita para atrás, casi desnudo. “Quien dice que no me gusta? Pero sos como mi sobrino…”

Se quedó mudo por unos instantes y sentí que se descalzaba, se bajaba el pantalón, se sacaba la camisa… lo mire para atrás y estaba n bóxer, vi cómo se le notaba la verga durísima que sobresalía de su ropa interior, que se había mojado por su líquido preseminal. Seguía dándole la espalda (o la cola…) y le dije “viste que no pasa nada?” y él me contestó: “me pones los pelos de punta y me haces olvidar de todo”. Enseguida me dio un abrazo fuerte desde atrás y me apoyo bien su verga. La tenía tan dura como nunca que parecía un palo. Mi slip era de lycra y pude sentir como su punta mojada tocaba mis cachetes, su pedazo estaba hirviendo.

Con mucha delicadeza me fue bajando el slip hasta dejarlo en el suelo y yo, totalmente desnudo. Me sujeto con firmeza los cachetes de la cola lo que hizo que yo soltara un suspiro de placer, me los frotaba con fuerza como si quisiera apretujarlos entre sus dedos. Yo también me estaba calentando y mi tronquito se ponía más duro. Como si fuera una manija, me lo agarro desde atrás y me empezó a pajear con una mano. Yo no me podía mover, arqueaba mi cuerpo para sentir su verga y dejaba que me manoseara a su antojo. Con la otra mano comenzó a busca mi agujerito y hacer fuerza con su dedo del medio como si quisiera entrarme. Seguí haciendo más hacia atrás hasta que entraron los primeros centímetros de su falange. Yo solté un breve guito de placer y después me lo termino de meter. Entraba y salía y yo me partía de gozar. Me susurró al odio: “Como me re calentas pendejo… pensar que te conozco desde bebe” y seguía estrujándome como si fuera de goma. Yo le contesté: “hace tiempo que quería que me hicieras gozar… te tenía tan cerca y ahora mirame…”. Se soltó, mi cola estaba súper dilatada y quería más. Se arrodillo detrás de mí y empezó a chuparme los cachetes sujetándome de la cintura. De a poco se fue acercado a mi hoyito y comenzó a darme suaves lengüeteadas en mi orificio. Era una delicia sentir esa humedad que me penetraba. De repente enloqueció y empezó a meterme la lengua dentro, yo también estaba loco y gemía como una putita.

Se frenó y me confeso: “Que culito de bebe más rico… Mmm…”. Me di vuelta y mirándolo a los ojos le pregunté: “te animas a más??? Yo quiero…” y me dijo: “que cosa?” y le contesté: “vos sabes qué cosa…”.
Me fui contra el otro lado de la oficina, saque un preservativo que había traído y me puse boca abajo en cuatro patas para incitar su excitación aún más…



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Sentí que se acercaba y se calzaba el forro. Repetía “que putita que sos… me volves loco… que cola de nena tenés…”. Enseguida subía sobre mis piernas. Mi ano estaba muy dilatado y mojado y el empezó a meterme un dedo hasta el fondo. Estuvo un buen rato manoseándome pero yo no daba más. Gire la cabeza para verlo encima de mí y le dije: “anímate tioooo, haceme gozar… cógeme por favor…”. Si todavía le quedaba algo de culpa, con eso se le fue. Se montó bien encima de mi trasero y empezó a empujar su verga sobre mi hoyito. Estaba tan preparado después de tanta chupeteada que apenas sentí como un pinchazo y ya lo tenía dentro de mí. Empezó a cogerme con pequeñas pero profundas envestidas, yo sentía sus huevos contra los míos. Ya a esta altura éramos uno solo, yo me movía al ritmo de sus movimientos. La excitación fue mucho más fuerte y las cogidas más duras. Yo gemía a los gritos y el me daba más y más.


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Estaba tan excitado que ya no daba más, me dio bronca porque quería seguir disfrutando pero no me podía contener. Le dije que no daba más y me dijo que él tampoco. Me di vuelta y me arrodille, le saque el preservativo de un tirón y el aroma de su pija frente a mí me puso de los pelos.



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Cerré los ojos y sentí como me la hacía comer de una. No hizo falta mucho más de 3 o 4 chupadas profundas… Sentía como la vena de la verga se le hacía más grande y apenas me podía comer ese pedazo. Sin sacármela de la boca me preguntó: “queres el juguito bebe?” y asentí con la cabeza mirándolo fijo a los ojos.


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Su líquido amargo me llenó la boca al mismo tiempo que yo acababa con un chorro de leche eterno. Como la primera vez, le seque la verga a chupadas y se la deje limpita.
Nos vestimos, yo limpie la escena del crimen y nos fuimos de la oficina. FIN.

4 comentarios - Cuidando la casa de mis padres - Parte II

GiulianoDe +1
+5 reco y a favoritos me dejan muy alzado tus relatos espero leer mas jejejeje
EnTrampa2 +1
Uhhh me fui en seco con esa historia!!!!
KaluraCD +1

Ufffff Tremendo relato, me pusiste a mil!!!
Gracias por compartir 👍