Que no se entere lo del vaso.

Me despierto agitado, un poco somnoliento y con la pija parada, voy al baño me mojo la cara y escucho el ruido de un vaso al romperse. Pienso: ¿Quien será? Mis viejos a esta hora no se despiertan. Bajo por las escaleras y veo por la ventana del descanso como la lluvia inundo casi toda la cuadra.

Voy a la cocina y me sorprendo al ver a mi tío, un tipo grande con un poco de panzita de unos 40-50 años pelo castaño, un poco de barba a medio afeitar y ojos color café:

-¿Tío? ¿Que haces acá?- le pregunto.

Me sorprendí, hacia un año que no lo veía porque se había ido a a vivir con la mujer a otra provincia.

-¡Mati!, Tanto tiempo ¿Como estás, bien?- me preguntó.
-Bien, bien- digo.
-Vine a dejarle algunas cosas a tu vieja que no me sirven más y a lo mejor a ella si.
-Ajam y...
-¡...y no me dejó ir! Me obligó a quedarme por esta lluvia.
-Bueno ella es así.
-Y si... igual mejor porque sino me agarraba la peor parte de la tormenta en la ruta.
-Deja que yo me ocupo del vaso- le digo.
-Gracias che, espero que tu madre no lo haya escuchado... ojalá que ni se entere porque me mata.
-Jajaja es un secreto entre nosotros- le digo tirándole una mirada cómplice.

Limpié el piso y tiré los restos de vidrio. Mientras veo a mi tío preparando dos sándwiches de jamón y queso con un poco de mayonesa.

-Vení a la sala que te hice uno para vos también- me dice.
-A ok. Gracias- le respondo con una sonrisa.

Lo sigo con la mirada y me sorprendo al verle el culo paradito y con forma, hace dos años no le hubiera prestado atención pero la verdad que me gustó mucho. Nos sentamos en el sofá y empezamos a hablar mientras comíamos y mirábamos la tele.

-¿Y como anda tu mujer?- le digo, como para seguir la conversación.
-Mas o menos, la verdad que no se que decirte- mirándome con cara de preocupado.
-¿Qué, se pelearon?
-Siempre nos peleamos... si no es por una cosa es por otra y así todos los días, no sabía que un matrimonio iba a ser tan complicado.
-No te preocupes, todo se va a arreglar- lo notaba un poco incómodo.
-¡Ojala! - Dice levantando las manos a su nuca.

Agarro el control remoto y cambio de canal.

-¿Y vos? Me contaron que en el laburo conociste a una tal Laurita eh- me pregunta, un poco más contento.
-Jaja ¿Fue mi viejo no?... No es nada es una amiga nomas jaja.
-Me dijeron que te quedaste a dormir en su casa.
-Fue una noche, pero fue por cuestión de papeleo de trabajo, no dormimos casi nada.
-Jajaja si, seguro- me dice con una mirada picarona.
-Te juro, además... no está tan buena.
-Si vos decís...

Eran las 2:30 de la madrugada y mi tío cabeceaba de sueño.

-Uy me cago de sueño- Agarró la frasada y se echó al sofa dándome los pies a mi.
-¿Querés que apague la tele?- le pregunto.
-No no hay problema, mira tranquilo.
-Ok.

Cambiaba de canal cada cinco segundos, miraba las noticias, me aburría y miraba alguna que otra serie, me traje un vaso de agua y seguí mirando canales al azar. Hasta que vi la hora y eran casi las cuatro. Entonces me dije: "Bueno ya fue a dormir". Pero fue cuando vi a mi tío por encima de la frazada y me sorprendí al ver tremendo bulto en la entrepierna, no me podía ir a dormir sin ver ese pedazo de cerca.

Acerque la cara y pase suavemente la mano encima, cuando mi tío se movió pero no se despertó. La curiosidad me mataba, entonces levanté un poco la frazada y me excitó ver que dormía con la mano en las bolas. Le veía los pelos salir del bóxer y me encantaba el olor a pija húmeda que tenía.

"¿Le doy una chupada?" me pregunto a mi mismo. Entonces le paso la mano por los ojos para saber si estaba bien dormido. Como no se despertó ni se movió ni nada muevo mis manos por su boxer hasta donde esta su verga y su mano casi pegadas. Le saco el boxer lentamente hasta que la pija sale disparada, unos 18 cm están al frente mio con su mano pegada en el tronco.

La huelo un rato y se la empiezo a chupar, primero le doy un beso en la punta y sigo bajando hasta el tronco, sin tocar las manos, paso a los huevos donde los pelos se me enredan en la lengua y se me cae la saliva al boxer negro. Subo de nuevo a la punta y succiono un poco, no tan fuerte por si se despierta. Chupo de costado el tronco de arriba a abajo y con la lengua le rodeo el glande que ya estaba soltando un poco de liquido pre seminal. Riquísimo.

De repente siento su mano moverse y me asusto un poco, estoy a centímetros de sus dedos y siento que su mano se posa en mi cabeza y me empieza a empujar a su verga como si quisiera que se la chupara. Pensé: "¿Estará soñando?", cuando escucho:

-Como la chupas sobrinito- y levanta la cabeza para verme a los ojos.

Continuará...