Para el verano de 2010, mis viejos me habían invitado a ir con ellos a la playa, si bien no era el mejor plan, tenía ganas de estar un poco al pedo, tomar sol y no tener que hacerme cargo del cuidado de la casa. Yo acababa de cumplir los 20 añitos, si bien mis viejos no sabían nada, yo ya había tenido algunas experiencias con hombres así que pensaba al menos algo podría ver, pero tampoco me hacía muchas ilusiones.
Ese año decidieron irse a un complejo hotelero en mar de las pampas que tenía pileta cubierta, sauna, y organizaban actividades y deportes acuáticos. Me pareció medio un embole porque supuse que estaría lleno de vejetes pero no fue así. Como iba solo, sin alguien de mi edad, me pareció chequear las actividades del hotel para participar en alguna. Enseguida me anoté en el equipo de vóley, deporte que practico, y organizaban partidos a la mañana y la tarde. El primer día fue de relax, porque llegamos medio tarde, mis viejos se quedaron acomodando las cosas pero yo me puse la malla y baje a probar la pileta.
No había muchas personas, una familia, una parejita joven y un hombre solo, tomando sol al costado de la pileta. Este hombre calcule que tendría unos 40 y pico, se lo veía alto, un machito corpulento y tirando a grandote, con unas gafas y un vaso de algún trago. Me pareció atractivo de entrada, porque aparte se le veían muy lindas piernas y su piel bien clarita, un bon o bon blanco. Supuse que habría escapado de su mujer, mientras ella estaba de compras y se venía a relajar a la pileta. Yo deje mis cosas sobre una reposera y me tire al agua. El agua estaba tibia así que me quede nadando un rato. Cuando salí de la pile, este hombre seguía solo tomando de su trago.
A mí me dio sed y lo quede mirando sin querer. Él levanto el vaso como saludando, yo le dije: “hola, cómo va?” y él me contestó: “Muy bien… son gratis eh, pedite uno” en referencia a su trago. Justo pasó un mozo y le pedí un jugo de frutas. Me tire a tomar un poco de sol de espaldas, me hice un poco la cabeza pensando que este hombre me estaría mirando pero no lo podía comprobar.
Pasó un rato y me di vuelta, en la pileta no quedaba más nadie, solo este hombre que justo se paró, pasó por detrás de mí y me dijo: “nos vemos”, yo con un gesto lo salude y se fue. Lo pude ver irse, parado se lo veía más atractivo todavía y corpulento, con un poquito de pancita pero perdonable jajaja.
Esa noche comimos en el restaurant del hotel y lo busque a este hombre en otras mesas pero no lo pude ver, quería descartar que estuviera con su mujer pero no fue posible. Al otro día, desayunamos temprano y nos fuimos a la playa, yo estuve leyendo y nadando, medio embole estar con mis viejos pero por lo menos estaba muy tranqui. Tipo 11 de la mañana me acerque a la cancha de vóley para el primer partido, habían varias personas para jugar y para mi grata sorpresa estaba este hombre, de musculosa y malla tipo bermuda, igual que la mía. Cuando me vio se acercó y me saludo: “hola, nuevo en el hotel?” y le conteste: “si, ayer mismo llegue”. “Soy Marcelo” me dijo y yo le contesté “Tomas, o tomy jaja”. Me puso un poco nervioso por las cosas que había estado pensando con él, su mano era grandota y me la estrecho firme. Enseguida vino el organizador del grupo y nos dijo: “A ver… padre e hijo juegan juntos”, nos miramos y nos reímos pero para seguirle la corriente nos pusimos del mismo lado de la cancha. Jugamos 2 partidos, suficiente para aplastar al otro equipo, Marcelo demostró ser un entusiasta jugador de vóley y yo, aporte mi parte, así que combinamos muy bien. En una de las jugadas, salvamos una pelota justo y después él remato e hizo el punto, se dio vuelta y chocamos las manos, todavía me duele jajaja. Digamos que pegamos buena onda. Terminamos y el organizador nos invitó a volver a la tarde, cuando cae el sol para la revancha. “bueno a hidratarse no?” me dijo y yo le contesté: “Siiii, vamos a tomar algo ya” y nos fuimos a la barra de la playa. Marcelo se acercó al barman y me preguntó: “Yo una cerveza, vos hijo? Jajaja” y le respondí: “un jugo papá jajaja”, el tipo no entendió mucho pero nos sirvió enseguida. “che vos no tomas alcohol?” me preguntó y yo le dije “no es que me esté cuidando pero prefiero sin gas”, “si me decis que te estás cuidando no te creo porque no te hace falta… menos a tu edad. Yo me tengo que matar entonces…jajaja” me dijo. Me dio un calor que me subió a la cara y me sonroje, Marcelo se dio cuenta y quiso cambiar de tema: “y viniste con tu novia o solo”, y le contesté: “Naaa, me vino con mis viejos… embole total. Y no tengo novia. Vos?”, “yo? Vine solo, a mi ex la deje en su casa jajaja” me contestó. Nos terminamos las bebidas, hablamos algunas boludeces más y quedamos en vernos a la tarde para volver a jugar y nos despedimos.
Como me había molestado un poco la malla, que era tipo bermuda, decidí ponerme un shorcito más corto para el partido de la tarde. Mi papá me preguntó si no era medio chico ese traje de baño y yo le dije que era así, que se usaban porque eran más cómodos, aunque en realidad yo me lo había comprado un talle más chico para que me ajustara más y me marcara la cola.
A las 6pm estaba listo al lado de la cancha de vóley, el sol todavía pegaba y me hacía transpirar un poco. Marcelo no tardó en llegar, venía con una malla un poco más ajustada que le marcaba el bulto y sin remera, yo trate de disimular no mirárselo pero creo que no pude jajaja. Se lo veía tan masculino y sexy…
“Ah te trajiste una malla más adecuada para jugar? Yo también” me dijo y yo le contesté: “si, se te ve más cómodo también a vos…” Ufff me dio una vergüenza pero me re calentó su comentario. Enseguida estábamos todos para jugar así que arrancamos. Yo me puse de armador… en un momento mire para atrás como para ubicarme y Marcelo me estaba mirando el culo sin disimular, me volví de nuevo hacia la red pero me gusto eso. En un momento me tire a salvar una pelota y me llene de arena, me sacudí un poco la cola para sacarme la arena y lo volví a ver mirándome. En una de las últimas pelotas volvimos a dar vuelta un punto y lo ganamos, él me dijo: “Bien tomy!” y cuando nadie miraba paso detrás de mí y en vez de chocarme la mano me dio una palmadita en uno de los cachetes de mi culito. Yo me quede helado, me encanto pero me dio un poco de cosita. Me di cuenta que estaba sonrojado por lo que me había hecho Marcelo pero en realidad me había gustado sentir su mano en mi cola. Terminado el partido, aunque peleado pero que volvimos a ganar, nos fuimos de nuevo a la barra de la playa.
Yo me tome casi de un trago un vaso de jugo bien frío y me comencé a tranquilizar, Marcelo seguía con la cerveza. En ese momento pensé, justamente estaba en ese lugar para disfrutar y relajarme así que trate de ponerme al mismo nivel que él. Lo mire y le pregunte: “cuantos días más te quedas?” y me dijo: “me quiero matar, mañana me voy, justo cuando encontré alguien pilas como vos para pasar el rato” y yo le dije: “y eso que no me conoces… jajaja”, él se rio pero también me miro de una forma rara, como que no se daba cuenta si le estaba tirando un palo o no era nada. Se volvió a pedir otra cerveza y me pregunto si quería otro jugo pero le dije que tenía que volver con mis viejos, lo entendió y nos despedimos. Importante el embole de nuevo, más que nada sabiendo que Marcelo ya al otro día se iba y me quedaba con ganas de “pasar el rato” con él… jajaja
Me pase toda la noche pensando que hacer para encararlo, si bien notaba algunas pistas me moría de vergüenza y más si me llegaba a sacar cagando… tuve un dulce y húmedo sueño con él esa noche. A la mañana, me despertó mi viejo diciendo que nos íbamos hasta mar del plata a ver a una tía porque el pronóstico era feo, me quería matar… pero pensé rápido y le dije a mi viejo: “che no les jode si me quedo? No me siento bien de la panza, creo que algo me cayó mal. Si mejoro después me voy a la pile tranqui.”, mis viejos medio lo creyeron y otro poco se dieron cuenta que era un embole para mí, así que me dejaron algo de plata por las dudas.
Me dormí un rato más y después me fui a desayunar, cuando estaba llegando al comedor pude ver que el vóley de la playa se había cancelado por la lluvia. Ahí me di cuenta que no sabía ni la habitación de Marcelo, así que empecé a pensar que ya no lo vería. Termine de desayunar y me fui a la pileta, no había nadie se ve que la gente había aprovechado para dormir o salir de compras. Me saque la remera y me quede con una mallita sexy que tenía y me tire en una reposera a ver si podía dormir un rato más. Deben haber pasado un par de horas, estaba muy relajado porque me dormí profundamente, de repente sentí un frío en la espalda, me di vuelta y estaba Marcelo parado muy cerca mío con un vaso de cerveza en la mano que me había apoyado en la espalda.
- “Buen día tomy… que sueñito, no?…”
-“jaja, buen día, me tire y estaba tan tranquilo sin gente que me quede dormido. Pensé que no te iba a ver porque suspendieron el vóley. Qué bueno que me encontraste!! estaba bastante embolado”
Se sentó al lado mío y me dijo: -“se supone que me voy a la tarde pero… tus viejos en la playa?”
- “mis viejos se fueron a mar del plata, así que por suerte quedo mi papi sustituto jajaja”.
-“me haces sentir un viejo jajaja”.
-“si, justo, si estás re bien vos, de que te quejas?”. La cosa iba subiendo de tono, yo sabía que no tenía mucho tiempo. Él se me quedo mirando, se me acerco y con una palmadita en la cola me pregunto:
- “vamos al agua a refrescaron un poco?”. Yo le sonreí, asentí y nos fuimos a la pile. Al lado mío se lo veía tan grande, tan corpulento, era un osito protector. Nos quedamos nadando un rato, él se sentó en el borde a terminar su cerveza y yo a sus pies me quede en el agua chapoteando. Al rato llegaron algunas familias y nos cortaron un poco la onda. Salimos del agua y me dijo:
- “tengo una idea, queres que vayamos a ver una peli? Hay varias acá en el hotel…”.
-“si, dale! Dónde?”.
-“vamos a mi cuarto, está bueno, tiene un balconcito y todo…”.
-“ah dale, si no te molesta…” Yo sabía que él me estaba invitando con alguna intención pero no terminaba de estar seguro, igual ya no me importaba.
-“no, al contrario, quiero pasar el rato con vos…”.
-“dale, y de paso me apapuchas papi, jajaja”. Él solo me sonrió y asintió.
Nos fuimos a subir al ascensor y cuando se abrió venía medio completo, igual decidimos subir pero nos tuvimos que apretujar un poco. Marcelo se puso contra el espejo y yo aproveche y me puse de espalda a él. Muy disimuladamente me apoyo su bulto contra mi culito, la gente que iba en el ascensor ni se daba cuenta, iban hablando sobre la lluvia y demás y mientras Marcelo me apoyaba más firme, yo en vez de incomodarme me hice más para atrás. Pude comprobar que tenía un buen pedazo, aunque estaba dormido, se notaba grandote.
El ascensor llegó al piso de Marcelo y bajamos, me indico al final del pasillo. Me hizo pasar primero y pude comprobar que la habitación de él era mucho más linda que la mía, tenía una cama kingside, un balcón con vista al mar y una tele inmensa. Me acerque al balcón y le dije:
-“uh mira ya se largó a llover, justo para ver una peli…“
-“Si, mejor imposible. Tomy ponete cómodo, sacate las ojotas, lo que quieras, tranqui… “
- “si, dale, gracias.”
- “queres un agua, un jugo, algo? ”.
-“no, por ahora no, te pido pasar al baño nada más.”
-“si, está ahí nomás. Yo voy buscando la peli y me pongo también cómodo.”
Entre al baño y me sentía tan contento, por fin y casi sin hacer nada había logrado llegar a estar en el cuarto con este machote, que cada vez me atraía más. Me mire al espero como estaba, bueno a los veinte años la verdad que era un chico que llamaba la atención.
Me di cuenta que oportuno había sido haberme puesto esa mallita, como su supiera que iba a ir a su habitación. Por un momento se me ocurrió salir del baño desnudo para que él pudiera verme así, pero no me anime. Me lave las manos y salí para ver en que andaba Marcelo, por lo que veía se había relajado mucho más que yo… estaba sobre la cama, acostado boca arriba, en una posición muy relajada y completamente desnudo…
- “ah buenoooo, te pusiste cómodo en serio….”
- “perdona tomy, te molesta que esté así? ”.
-“no, para nada, aparte sos mi papito… lo que sí, me dio sed…”
-“queres que te traiga un agüita o un juguito, bebe?”
-“no, deja… yo sé cómo sacarme la sed…”
Me le acerque mirándolo a los ojos, me arrodille a sus pies y le dije: “cerra los ojos y relájate”. Me miro, me sonrió y obedeció. Tenía los huevos depilados y esa verga no era tan grande sino más bien gruesa. Le empecé a hacer unos mimos en los pies, subiendo por las piernas, le acaricie su pancita y volví a bajar hasta sus pies. Le sujete los muslos y fui subiendo por sus piernas hasta llegar a rozar sus huevos. Él estaba totalmente recostado sobre la cama, suspirando por el placer que estaba recibiendo y con los brazos sobre la nuca. Yo comencé acariciando sus huevitos y termine sujetando su verga que despacio se iba endureciendo. Él largo un: “ahhhh” y yo seguí masajeando su pedazo. No hizo falta mucho tiempo para que esa pija se pusiera bien dura, el glande rosadito era como una invitación, era un heladito que me brindaba. Primero le di unos toquecitos como si fueran besitos chiquitos en el tronco, después empecé a salivarle toda la verga de arriba abajo y al final no pude frenarme a meterme esa pija dentro de la boca. Sentí el gustito rico de su cabecita y fue comiéndome todo su pedazo, mientras la saliva brotaba y se volcaba hasta sus huevos. Sin sacármela de la boca, levante la cabeza y lo vi doblándose de placer, le dije: “mírame papito...”. Abrió los ojos y me vio degustando de su pija, se mordió el labio gozando y me dijo: “que bien que se siente lo que me haces…”. Yo seguí chupando, cada vez más fuerte, sosteniendo de la base de su verga mientras lo miraba. Él se mordía de placer, sentía como escalofríos que le recorrían su cuerpo. Me la saque, baje hasta sus huevos y se los unte de saliva, volví a la cabeza la escupí y me la metí toda de nuevo… entraba y salía con fuerza su tronco en mi boca y me rebalsaba la saliva. Marcelo empezó a gemir de placer cada vez más fuerte, se sujetaba a la cama con las manos como si de tanto gozar se fuera a caer. Eso me excitaba más y se la chupaba con más euforia, agarrándole firme la pija. En un momento sentí que los gemidos eran como espasmos y entraba en la recta final de su orgasmo. Me detuve, me la saque un segundo de boca, lo mire de nuevo y le dije: “mírame…” y me contestó: “estoy por llegar… no doy más… esto es tan rico… ayyyy”, le sonreí y le respondí: “papito dame toda tu leche yaaa…” y me la volví a meter su pedazo. Hice una, dos y tres chupadas profundas cuando él pego un grito de placer “ayyyyy siiiii”, mi lengua comenzó a sentir un gustito más amarguito, espeso, tibio y delicioso, mi saliva que llenaba mi boca se mezclaba con su semen, succioné todo ese néctar y atrape cada gota que siguió saliendo de su verga.
Cuando la saque de mi boca, el tronco se empezaba a poner gomoso y lo fui limpiando, dejándolo como nuevo, y reposando en su vientre.
Me subí a la cama al lado de él, me estiré y le dije: “qué bueno que hoy llovio,no? jajaja”. CONTINUARA.
Ese año decidieron irse a un complejo hotelero en mar de las pampas que tenía pileta cubierta, sauna, y organizaban actividades y deportes acuáticos. Me pareció medio un embole porque supuse que estaría lleno de vejetes pero no fue así. Como iba solo, sin alguien de mi edad, me pareció chequear las actividades del hotel para participar en alguna. Enseguida me anoté en el equipo de vóley, deporte que practico, y organizaban partidos a la mañana y la tarde. El primer día fue de relax, porque llegamos medio tarde, mis viejos se quedaron acomodando las cosas pero yo me puse la malla y baje a probar la pileta.
No había muchas personas, una familia, una parejita joven y un hombre solo, tomando sol al costado de la pileta. Este hombre calcule que tendría unos 40 y pico, se lo veía alto, un machito corpulento y tirando a grandote, con unas gafas y un vaso de algún trago. Me pareció atractivo de entrada, porque aparte se le veían muy lindas piernas y su piel bien clarita, un bon o bon blanco. Supuse que habría escapado de su mujer, mientras ella estaba de compras y se venía a relajar a la pileta. Yo deje mis cosas sobre una reposera y me tire al agua. El agua estaba tibia así que me quede nadando un rato. Cuando salí de la pile, este hombre seguía solo tomando de su trago.
A mí me dio sed y lo quede mirando sin querer. Él levanto el vaso como saludando, yo le dije: “hola, cómo va?” y él me contestó: “Muy bien… son gratis eh, pedite uno” en referencia a su trago. Justo pasó un mozo y le pedí un jugo de frutas. Me tire a tomar un poco de sol de espaldas, me hice un poco la cabeza pensando que este hombre me estaría mirando pero no lo podía comprobar.
Pasó un rato y me di vuelta, en la pileta no quedaba más nadie, solo este hombre que justo se paró, pasó por detrás de mí y me dijo: “nos vemos”, yo con un gesto lo salude y se fue. Lo pude ver irse, parado se lo veía más atractivo todavía y corpulento, con un poquito de pancita pero perdonable jajaja.
Esa noche comimos en el restaurant del hotel y lo busque a este hombre en otras mesas pero no lo pude ver, quería descartar que estuviera con su mujer pero no fue posible. Al otro día, desayunamos temprano y nos fuimos a la playa, yo estuve leyendo y nadando, medio embole estar con mis viejos pero por lo menos estaba muy tranqui. Tipo 11 de la mañana me acerque a la cancha de vóley para el primer partido, habían varias personas para jugar y para mi grata sorpresa estaba este hombre, de musculosa y malla tipo bermuda, igual que la mía. Cuando me vio se acercó y me saludo: “hola, nuevo en el hotel?” y le conteste: “si, ayer mismo llegue”. “Soy Marcelo” me dijo y yo le contesté “Tomas, o tomy jaja”. Me puso un poco nervioso por las cosas que había estado pensando con él, su mano era grandota y me la estrecho firme. Enseguida vino el organizador del grupo y nos dijo: “A ver… padre e hijo juegan juntos”, nos miramos y nos reímos pero para seguirle la corriente nos pusimos del mismo lado de la cancha. Jugamos 2 partidos, suficiente para aplastar al otro equipo, Marcelo demostró ser un entusiasta jugador de vóley y yo, aporte mi parte, así que combinamos muy bien. En una de las jugadas, salvamos una pelota justo y después él remato e hizo el punto, se dio vuelta y chocamos las manos, todavía me duele jajaja. Digamos que pegamos buena onda. Terminamos y el organizador nos invitó a volver a la tarde, cuando cae el sol para la revancha. “bueno a hidratarse no?” me dijo y yo le contesté: “Siiii, vamos a tomar algo ya” y nos fuimos a la barra de la playa. Marcelo se acercó al barman y me preguntó: “Yo una cerveza, vos hijo? Jajaja” y le respondí: “un jugo papá jajaja”, el tipo no entendió mucho pero nos sirvió enseguida. “che vos no tomas alcohol?” me preguntó y yo le dije “no es que me esté cuidando pero prefiero sin gas”, “si me decis que te estás cuidando no te creo porque no te hace falta… menos a tu edad. Yo me tengo que matar entonces…jajaja” me dijo. Me dio un calor que me subió a la cara y me sonroje, Marcelo se dio cuenta y quiso cambiar de tema: “y viniste con tu novia o solo”, y le contesté: “Naaa, me vino con mis viejos… embole total. Y no tengo novia. Vos?”, “yo? Vine solo, a mi ex la deje en su casa jajaja” me contestó. Nos terminamos las bebidas, hablamos algunas boludeces más y quedamos en vernos a la tarde para volver a jugar y nos despedimos.
Como me había molestado un poco la malla, que era tipo bermuda, decidí ponerme un shorcito más corto para el partido de la tarde. Mi papá me preguntó si no era medio chico ese traje de baño y yo le dije que era así, que se usaban porque eran más cómodos, aunque en realidad yo me lo había comprado un talle más chico para que me ajustara más y me marcara la cola.
A las 6pm estaba listo al lado de la cancha de vóley, el sol todavía pegaba y me hacía transpirar un poco. Marcelo no tardó en llegar, venía con una malla un poco más ajustada que le marcaba el bulto y sin remera, yo trate de disimular no mirárselo pero creo que no pude jajaja. Se lo veía tan masculino y sexy…
“Ah te trajiste una malla más adecuada para jugar? Yo también” me dijo y yo le contesté: “si, se te ve más cómodo también a vos…” Ufff me dio una vergüenza pero me re calentó su comentario. Enseguida estábamos todos para jugar así que arrancamos. Yo me puse de armador… en un momento mire para atrás como para ubicarme y Marcelo me estaba mirando el culo sin disimular, me volví de nuevo hacia la red pero me gusto eso. En un momento me tire a salvar una pelota y me llene de arena, me sacudí un poco la cola para sacarme la arena y lo volví a ver mirándome. En una de las últimas pelotas volvimos a dar vuelta un punto y lo ganamos, él me dijo: “Bien tomy!” y cuando nadie miraba paso detrás de mí y en vez de chocarme la mano me dio una palmadita en uno de los cachetes de mi culito. Yo me quede helado, me encanto pero me dio un poco de cosita. Me di cuenta que estaba sonrojado por lo que me había hecho Marcelo pero en realidad me había gustado sentir su mano en mi cola. Terminado el partido, aunque peleado pero que volvimos a ganar, nos fuimos de nuevo a la barra de la playa.
Yo me tome casi de un trago un vaso de jugo bien frío y me comencé a tranquilizar, Marcelo seguía con la cerveza. En ese momento pensé, justamente estaba en ese lugar para disfrutar y relajarme así que trate de ponerme al mismo nivel que él. Lo mire y le pregunte: “cuantos días más te quedas?” y me dijo: “me quiero matar, mañana me voy, justo cuando encontré alguien pilas como vos para pasar el rato” y yo le dije: “y eso que no me conoces… jajaja”, él se rio pero también me miro de una forma rara, como que no se daba cuenta si le estaba tirando un palo o no era nada. Se volvió a pedir otra cerveza y me pregunto si quería otro jugo pero le dije que tenía que volver con mis viejos, lo entendió y nos despedimos. Importante el embole de nuevo, más que nada sabiendo que Marcelo ya al otro día se iba y me quedaba con ganas de “pasar el rato” con él… jajaja
Me pase toda la noche pensando que hacer para encararlo, si bien notaba algunas pistas me moría de vergüenza y más si me llegaba a sacar cagando… tuve un dulce y húmedo sueño con él esa noche. A la mañana, me despertó mi viejo diciendo que nos íbamos hasta mar del plata a ver a una tía porque el pronóstico era feo, me quería matar… pero pensé rápido y le dije a mi viejo: “che no les jode si me quedo? No me siento bien de la panza, creo que algo me cayó mal. Si mejoro después me voy a la pile tranqui.”, mis viejos medio lo creyeron y otro poco se dieron cuenta que era un embole para mí, así que me dejaron algo de plata por las dudas.
Me dormí un rato más y después me fui a desayunar, cuando estaba llegando al comedor pude ver que el vóley de la playa se había cancelado por la lluvia. Ahí me di cuenta que no sabía ni la habitación de Marcelo, así que empecé a pensar que ya no lo vería. Termine de desayunar y me fui a la pileta, no había nadie se ve que la gente había aprovechado para dormir o salir de compras. Me saque la remera y me quede con una mallita sexy que tenía y me tire en una reposera a ver si podía dormir un rato más. Deben haber pasado un par de horas, estaba muy relajado porque me dormí profundamente, de repente sentí un frío en la espalda, me di vuelta y estaba Marcelo parado muy cerca mío con un vaso de cerveza en la mano que me había apoyado en la espalda.
- “Buen día tomy… que sueñito, no?…”
-“jaja, buen día, me tire y estaba tan tranquilo sin gente que me quede dormido. Pensé que no te iba a ver porque suspendieron el vóley. Qué bueno que me encontraste!! estaba bastante embolado”
Se sentó al lado mío y me dijo: -“se supone que me voy a la tarde pero… tus viejos en la playa?”
- “mis viejos se fueron a mar del plata, así que por suerte quedo mi papi sustituto jajaja”.
-“me haces sentir un viejo jajaja”.
-“si, justo, si estás re bien vos, de que te quejas?”. La cosa iba subiendo de tono, yo sabía que no tenía mucho tiempo. Él se me quedo mirando, se me acerco y con una palmadita en la cola me pregunto:
- “vamos al agua a refrescaron un poco?”. Yo le sonreí, asentí y nos fuimos a la pile. Al lado mío se lo veía tan grande, tan corpulento, era un osito protector. Nos quedamos nadando un rato, él se sentó en el borde a terminar su cerveza y yo a sus pies me quede en el agua chapoteando. Al rato llegaron algunas familias y nos cortaron un poco la onda. Salimos del agua y me dijo:
- “tengo una idea, queres que vayamos a ver una peli? Hay varias acá en el hotel…”.
-“si, dale! Dónde?”.
-“vamos a mi cuarto, está bueno, tiene un balconcito y todo…”.
-“ah dale, si no te molesta…” Yo sabía que él me estaba invitando con alguna intención pero no terminaba de estar seguro, igual ya no me importaba.
-“no, al contrario, quiero pasar el rato con vos…”.
-“dale, y de paso me apapuchas papi, jajaja”. Él solo me sonrió y asintió.
Nos fuimos a subir al ascensor y cuando se abrió venía medio completo, igual decidimos subir pero nos tuvimos que apretujar un poco. Marcelo se puso contra el espejo y yo aproveche y me puse de espalda a él. Muy disimuladamente me apoyo su bulto contra mi culito, la gente que iba en el ascensor ni se daba cuenta, iban hablando sobre la lluvia y demás y mientras Marcelo me apoyaba más firme, yo en vez de incomodarme me hice más para atrás. Pude comprobar que tenía un buen pedazo, aunque estaba dormido, se notaba grandote.
El ascensor llegó al piso de Marcelo y bajamos, me indico al final del pasillo. Me hizo pasar primero y pude comprobar que la habitación de él era mucho más linda que la mía, tenía una cama kingside, un balcón con vista al mar y una tele inmensa. Me acerque al balcón y le dije:
-“uh mira ya se largó a llover, justo para ver una peli…“
-“Si, mejor imposible. Tomy ponete cómodo, sacate las ojotas, lo que quieras, tranqui… “
- “si, dale, gracias.”
- “queres un agua, un jugo, algo? ”.
-“no, por ahora no, te pido pasar al baño nada más.”
-“si, está ahí nomás. Yo voy buscando la peli y me pongo también cómodo.”
Entre al baño y me sentía tan contento, por fin y casi sin hacer nada había logrado llegar a estar en el cuarto con este machote, que cada vez me atraía más. Me mire al espero como estaba, bueno a los veinte años la verdad que era un chico que llamaba la atención.
Me di cuenta que oportuno había sido haberme puesto esa mallita, como su supiera que iba a ir a su habitación. Por un momento se me ocurrió salir del baño desnudo para que él pudiera verme así, pero no me anime. Me lave las manos y salí para ver en que andaba Marcelo, por lo que veía se había relajado mucho más que yo… estaba sobre la cama, acostado boca arriba, en una posición muy relajada y completamente desnudo…
- “ah buenoooo, te pusiste cómodo en serio….”
- “perdona tomy, te molesta que esté así? ”.
-“no, para nada, aparte sos mi papito… lo que sí, me dio sed…”
-“queres que te traiga un agüita o un juguito, bebe?”
-“no, deja… yo sé cómo sacarme la sed…”
Me le acerque mirándolo a los ojos, me arrodille a sus pies y le dije: “cerra los ojos y relájate”. Me miro, me sonrió y obedeció. Tenía los huevos depilados y esa verga no era tan grande sino más bien gruesa. Le empecé a hacer unos mimos en los pies, subiendo por las piernas, le acaricie su pancita y volví a bajar hasta sus pies. Le sujete los muslos y fui subiendo por sus piernas hasta llegar a rozar sus huevos. Él estaba totalmente recostado sobre la cama, suspirando por el placer que estaba recibiendo y con los brazos sobre la nuca. Yo comencé acariciando sus huevitos y termine sujetando su verga que despacio se iba endureciendo. Él largo un: “ahhhh” y yo seguí masajeando su pedazo. No hizo falta mucho tiempo para que esa pija se pusiera bien dura, el glande rosadito era como una invitación, era un heladito que me brindaba. Primero le di unos toquecitos como si fueran besitos chiquitos en el tronco, después empecé a salivarle toda la verga de arriba abajo y al final no pude frenarme a meterme esa pija dentro de la boca. Sentí el gustito rico de su cabecita y fue comiéndome todo su pedazo, mientras la saliva brotaba y se volcaba hasta sus huevos. Sin sacármela de la boca, levante la cabeza y lo vi doblándose de placer, le dije: “mírame papito...”. Abrió los ojos y me vio degustando de su pija, se mordió el labio gozando y me dijo: “que bien que se siente lo que me haces…”. Yo seguí chupando, cada vez más fuerte, sosteniendo de la base de su verga mientras lo miraba. Él se mordía de placer, sentía como escalofríos que le recorrían su cuerpo. Me la saque, baje hasta sus huevos y se los unte de saliva, volví a la cabeza la escupí y me la metí toda de nuevo… entraba y salía con fuerza su tronco en mi boca y me rebalsaba la saliva. Marcelo empezó a gemir de placer cada vez más fuerte, se sujetaba a la cama con las manos como si de tanto gozar se fuera a caer. Eso me excitaba más y se la chupaba con más euforia, agarrándole firme la pija. En un momento sentí que los gemidos eran como espasmos y entraba en la recta final de su orgasmo. Me detuve, me la saque un segundo de boca, lo mire de nuevo y le dije: “mírame…” y me contestó: “estoy por llegar… no doy más… esto es tan rico… ayyyy”, le sonreí y le respondí: “papito dame toda tu leche yaaa…” y me la volví a meter su pedazo. Hice una, dos y tres chupadas profundas cuando él pego un grito de placer “ayyyyy siiiii”, mi lengua comenzó a sentir un gustito más amarguito, espeso, tibio y delicioso, mi saliva que llenaba mi boca se mezclaba con su semen, succioné todo ese néctar y atrape cada gota que siguió saliendo de su verga.
Cuando la saque de mi boca, el tronco se empezaba a poner gomoso y lo fui limpiando, dejándolo como nuevo, y reposando en su vientre.
Me subí a la cama al lado de él, me estiré y le dije: “qué bueno que hoy llovio,no? jajaja”. CONTINUARA.
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