Hola trolis... lean las anteriores entregas de este calenturiento relato:
http://www.poringa.net/Porotito714/posts
Al rato, ya descansados estábamos calientes los tres nuevamente, no podíamos parar. Eramos igual de hijos de puta.
Tía se pegó un chapuzon en la pile y al salir, se arrodilló a nuestros pies y empezó a lamerlos lentamente.
Era hermoso el placer. Enseguida estábamos al palo nuevamente. Acerqué mis labios a los de Ricki y comenzamos a chuponearnos de una forma brutal, asquerosamente excitante, llenandonos de baba tibia y espesa, solo nuestras lenguas, sin tocarnos las pijas venosas a punto de explotar.
Mientras la yegua putona seguía chupando nuestros dedos, mojándolos, escupiendo y recojiendo la saliva blanca que le salía de esa boca mamona que dios le había dado.
Era hermoso besarnos y sentir a la vez la baba en nuestras bocas y nuestros pies...
De alguna manera nuestra relación empezaba a ser abiertamente un triángulo morboso y abierto, desenfrenado. Ibamos a pasar el verano más alucinante de nuestras vidas.
Comerme la lengua de Ricki, escupirle bien adentro de sus fauces sedientas, recoger la baba y volver a escupirla, apretarle el cuello hasta el punto de la asfixia, introducirle mis dedos hasta la garganta, todo lo podía hacer a destajo. El puto del novio de mi Tía gozaba como una yegua, mientras ella seguía lamiendo nuestros pies, arrodillada y dejando ver su orto moreno, abierto y húmedo.
Nuestras pijas se rozaban, generando que se hincharan a punto de explotar, pijas venosas, grandes, cabezonas. Juntitas, friccionándose, todo era soñado. Estuvimos un largo rato así, no podíamos parar, no queríamos parar... Nos pusimos de pie uno frente al otro, agarrándonos fuerte de la cintura, apretando más aún nuestros nabos, chupándonos salvajemente la cara entera. La cintura de Ricki era musculada y suave a la vez, estaba completamente depilado, era deportista y en su cuerpo se notaba el trabajo de gimnasio de horas y horas, todo para mí.
El me agarraba fuerte de la cola y buscaba abrirla, intentando introducir sus dedos, ahí no había nadie que dominara, o mejor, todos dominábamos... en silencio, gozando. Dando rienda suelta a nuestros más descontrolados instintos.
Le pedí a Tía si me podía comer el orto, aceptó de mil amores y mientras nos pajeaba desde atrás, con su lengua empezó a culearme salvajemente, hasta el fondo. Mientras nos seguíamos babeando furiosamente. Nos empezaba a doler los huevos de la leche acumulada y la calentura. Hacía lo posible porque mi cola se abriera lo más posible, Ricki ayudaba con sus manos y Tía hacía su trabajo espectacularmente bien, me penetraba con toda su lengua húmeda, sedienta de culo de macho.
Lo obligué a Ricki que se pusiera detrás de su novia y le ensartara la cola de una estocada, la puta chilló ahogadamente dentro de mi orto abierto y empezó a gozar como la perra que siempre había sido, era un trencito hermoso el que habíamos logrado, desde la pija venosa de Ricki, pasando por el orto bronceado y maduro de mi Tía hasta llegar a su lengua perforando mi cola ávida de todo....
(continuará...bah, si comentan y puntúan, continuará 😉 )
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Al rato, ya descansados estábamos calientes los tres nuevamente, no podíamos parar. Eramos igual de hijos de puta.
Tía se pegó un chapuzon en la pile y al salir, se arrodilló a nuestros pies y empezó a lamerlos lentamente.
Era hermoso el placer. Enseguida estábamos al palo nuevamente. Acerqué mis labios a los de Ricki y comenzamos a chuponearnos de una forma brutal, asquerosamente excitante, llenandonos de baba tibia y espesa, solo nuestras lenguas, sin tocarnos las pijas venosas a punto de explotar.
Mientras la yegua putona seguía chupando nuestros dedos, mojándolos, escupiendo y recojiendo la saliva blanca que le salía de esa boca mamona que dios le había dado.
Era hermoso besarnos y sentir a la vez la baba en nuestras bocas y nuestros pies...
De alguna manera nuestra relación empezaba a ser abiertamente un triángulo morboso y abierto, desenfrenado. Ibamos a pasar el verano más alucinante de nuestras vidas.
Comerme la lengua de Ricki, escupirle bien adentro de sus fauces sedientas, recoger la baba y volver a escupirla, apretarle el cuello hasta el punto de la asfixia, introducirle mis dedos hasta la garganta, todo lo podía hacer a destajo. El puto del novio de mi Tía gozaba como una yegua, mientras ella seguía lamiendo nuestros pies, arrodillada y dejando ver su orto moreno, abierto y húmedo.
Nuestras pijas se rozaban, generando que se hincharan a punto de explotar, pijas venosas, grandes, cabezonas. Juntitas, friccionándose, todo era soñado. Estuvimos un largo rato así, no podíamos parar, no queríamos parar... Nos pusimos de pie uno frente al otro, agarrándonos fuerte de la cintura, apretando más aún nuestros nabos, chupándonos salvajemente la cara entera. La cintura de Ricki era musculada y suave a la vez, estaba completamente depilado, era deportista y en su cuerpo se notaba el trabajo de gimnasio de horas y horas, todo para mí.
El me agarraba fuerte de la cola y buscaba abrirla, intentando introducir sus dedos, ahí no había nadie que dominara, o mejor, todos dominábamos... en silencio, gozando. Dando rienda suelta a nuestros más descontrolados instintos.
Le pedí a Tía si me podía comer el orto, aceptó de mil amores y mientras nos pajeaba desde atrás, con su lengua empezó a culearme salvajemente, hasta el fondo. Mientras nos seguíamos babeando furiosamente. Nos empezaba a doler los huevos de la leche acumulada y la calentura. Hacía lo posible porque mi cola se abriera lo más posible, Ricki ayudaba con sus manos y Tía hacía su trabajo espectacularmente bien, me penetraba con toda su lengua húmeda, sedienta de culo de macho.
Lo obligué a Ricki que se pusiera detrás de su novia y le ensartara la cola de una estocada, la puta chilló ahogadamente dentro de mi orto abierto y empezó a gozar como la perra que siempre había sido, era un trencito hermoso el que habíamos logrado, desde la pija venosa de Ricki, pasando por el orto bronceado y maduro de mi Tía hasta llegar a su lengua perforando mi cola ávida de todo....
(continuará...bah, si comentan y puntúan, continuará 😉 )
6 comentarios - El novio de mi Tía (Episodio 6 - Bisexual)