No dejo de pensar en el olor a alcohol que rondaba tu cuerpo, cada milímetro recorrido por mis labios se me hace presente a medida que miro mi reloj, no cuanto los segundos para recrear ese pasado.
Eran casi las 4:30 am, tenia que volver a trabajar, no quería dejar a Mariano solo en ese estado, decidí volver a llevarlo al hotel, no tuve que cuidarlo en el baño, el solo dejo la puerta abierta para que pudiese controlarlo desde una de las camas de la habitación, paso un rato y solo frote su espalda con mi mano derecha para ver si conseguía hacer que vacíe su estomago, sin lograr nada se volvió a sentar al lado del inodoro, con los ojos cerrados y la espalda apoyando en los mosaicos del baño, tomo un respiro profundo abrió sus ojos y dijo "dame un beso", no olvido la sensación de terror casi claustrofobica que me dio al escuchar esas palabras, sin importar nada sabia que no era el quien hablaba así que corrí su cara, lo recosté nuevamente en el inodoro para que pueda expulsar todo lo que había tomado. Una hora después levanto sus pantalones caídos y a el de las axilas, prácticamente arrastrándolo hasta la cama, balbuceando estupideces me pide que le quite los pantalones, no lo hice por excitación, sin negar que solamente su voz me mantenía duro como roca, si no por que no me gusta que duerman vestidos dentro de mi habitación del hotel, me parece poco higiénico, ja, tonteras. Tome su cinturón con las dos manos y lo saque lo mas rápido posible sin tocar su entrepierna, desabroche sus botones y lo único que podía ver era su miembro erecto apuntando hacia mi cama, de suerte pude volver a sentarlo en la cama sin tocarlo siquiera, por mas que el deseo carcomiese mi cuerpo, lo recosté, me quite mi ropa y me acosté, apague la luz del velador y trate de dormir mirando al otro lado. No pude evitarlo pasaron pocos minutos gire mi cabeza y ahí estaba el mirándome con sus ojos cerrados, no resistí la tentación de comer esa boca que tanto la atención me llamaba, sus labios estaban húmedos casi parecía que los había ensalivado solamente para mi, con mi mano derecha toque su pómulo y fui encerrando su cara, el reaccionó al beso y continuo, abrió su boca para dejar que mi lengua ingrese y juegue con la suya, movimientos muy lentos mantenían continua la excitación en mi paladar, jamas pensé que algo así pudiese llegar a suceder, mas allá de las inmensas fantasías que había tenido en momentos fantásticos como ese, baje mi mano rozando sus brazos, sus biceps, apretándolos tan fuerte como podía, el movió el suyo para apoyarlo en mi pecho. Pase mi pierna por encima de la suya y el hizo lo mismo en contra respuesta con la pierna contraria, estábamos enroscados y no solamente con las piernas, nuestras lenguas no dejaban de recordarnos que tan buen momento estábamos pasando, podía sentir como su miembro se refregaba en mi abdomen, su vello púbico me generaba unas ganas de masajearlo increíbles, no pude evitarlo y de a pocos movimientos un tanto bruscos fui quitando su ropa interior hasta dejar al descubierto ese monumento al sexo. fue una noche de rose sensual a medida que se movía su cuerpo la sabana quedaba empapada con el sudor de nuestros cuerpos, sentía la necesidad de penetrarlo pero me jure por mi primer amor que no lo iba a hacer sin su consentimiento, entonces cometí el error, hice la pregunta que fue seguida de una sorpresa, una sonrisa un tanto malévola de parte de mariano, el contesto "vuelta y vuelta" yo casi riendo acepte, desenredamos nuestras piernas para dejar un espacio para poder dejar mi cabeza y rotar mi cuerpo para posicionarme en un casi perfecto 69, para ser sincero no cuento con la mejor de las resistencias así que pase la mayor parte de la felación concentrándome en resistir un poco mas, sin dejar en ausencia su escroto, a medida que pasaban los segundos su miembro se lubricaba mas y mas con mi saliva, decidimos dejar de lado por un momento a nuestros sexos y concentrarnos un poco mas en el objetivo principal, inicie yo con un beso un tanto oscuro lo suficiente como para denominarse negro, acompañado de mi lengua pasando por cada uno de los bellos que rondaban ese hueco que parecía interminable al meter mi lengua. mientras yo lo hacia Mariano acariciaba suavemente con las yemas de sus dedos mi ano, hasta el punto en que no resistí mas y con su lengua me hizo ver las estrellas. había llegado el momento nos alejamos prácticamente por 4 segundos para acomodarnos para el gran momento, no podía creerlo el era mi primera vez, bueno la primera vez que alguien podría penetrarme, me acostó boca arriba y el se arrodillo enfrente mio, se acerco lentamente a mi boca para besarme y mientras lo hacia acomodaba su miembro en el interior de mis piernas, recuerdo haber contado 4 de las 7 estrellas que tiene tatuadas en su hombro y brazo antes de sentir como me penetraba, una sensación asombrosamente dolorosa y excitante, el me tomaba la boca con toda la excitación posible y me acusaba de mentirle, de haberle mentido, a pesar de la situación no quise parar el sexo para poder explicarle la causa y consecuencia de lo que decía, no pude contar los bombeos ni tampoco me interesaba solo podía pensar en su cara de placer y en sus pectorales moviéndose de un lado al otro mientras me hacia sentir la muerte en vida. Por algún razón que aun desconozco, el detuvo el asunto, saco su miembro sin siquiera terminar, volvió a acomodarse su ropa interior, se acostó nuevamente a mi lado me acomodo de lado y mi cubrió con su brazo derecho, juro que me sentía anonadado por la situación, no pude dormir las 2 horas que pasaron antes que volviese a ver una reacción de el, nuevamente su miembro mas duro que oro solido volvió a rosar mi trasero, no podía contener las ganas de que algo sucediese entonces trate de darme vuelta a lo que la respuesta fue un no, volvió a bajarse su ropa interior removiéndola totalmente de su cuerpo esta vez lubrico su mano con su propia saliva y la paso por el interior de mis nalgas un tanto abrupta mente, sentía algo de furia en la situación, note como tomaba su miembro con su mano izquierda y lo colocaba en la entrada de mi recto, puedo afirmar que del temor a lo que pasaría casi lo detengo, pero no quise, solamente quería que sucediera y de la fantasía a la realidad, me penetro lo mas que pudo, una posición incomoda pero espectacular sentía que todo el mundo valía la pena una vez que el entraba y salia, que no importaba nada. lo único que podía hacer era tocar su cuerpo con mis brazos y dejarme ser, abran pasado diez minutos hasta que su miembro le dio la orden de detenerse, en ese momento sentí un calor increíble en mi interior, tan placentero si quiera podía creerlo. Prácticamente quede desmayado del dolor y la excitación. desperté con su miembro aun dentro mio a lo que para quitármelo decidí despertar a Mariano, el me dijo al despertar, "no creas que me olvide de vos" haciendo referencia a mi incapacidad en la noche de poder acabar, saco su miembro y tomo el mio con su brazo derecho, comenzó lentamente hasta acelerar el ritmo a un nivel impresionante, era la primera vez que veía algo transcurrir tan rápido y tan lento al mismo tiempo. me recosté sobre la cama y el me beso, fueron 4 segundos de pasión besándonos hasta que el decidió bajar a terminar lo que inicio. Su estilo es increíble, adoro que no usen las manos para hacerlo y el me complacía en ese sentido, empezando por el frenillo bajando hasta los testículos metiéndoselos en la boca y jugando con ellos hasta volver al glande y bajar repetidas veces hasta la base del pene, parecía que iba a explotar y sin dudarlo trate de resistir pero mientras lo hacia me miraba y eso es algo que me mata, no pude concentrarme mas y me deje entregar. El accedió a limpiarme, e inclusive a bañarse antes de irse, a lo que cuando se levanto y fue hasta el baño, siempre desnudo obviamente, giro la cabeza y me invito a ir con el, sin dudarlo hice una ultima revisión a su cola me pare y entre a la ducha con el.
A penas lo hice lo empuje contra los mosaicos dejándolo de espalda recorriendo su cuerpo con mis manos mientras apoyaba mi miembro sobre su trasero y todo el resto de mi cuerpo encajaba a la perfección con su espalda, bese su cuelo llenamente y subí hasta su oreja, donde un pequeño expansor me marca sus gustos, con mi lengua jugué un poco con su lóbulo hasta escuchar un pequeño sonido orgasmico que marcaba donde tenia que..
Eran casi las 4:30 am, tenia que volver a trabajar, no quería dejar a Mariano solo en ese estado, decidí volver a llevarlo al hotel, no tuve que cuidarlo en el baño, el solo dejo la puerta abierta para que pudiese controlarlo desde una de las camas de la habitación, paso un rato y solo frote su espalda con mi mano derecha para ver si conseguía hacer que vacíe su estomago, sin lograr nada se volvió a sentar al lado del inodoro, con los ojos cerrados y la espalda apoyando en los mosaicos del baño, tomo un respiro profundo abrió sus ojos y dijo "dame un beso", no olvido la sensación de terror casi claustrofobica que me dio al escuchar esas palabras, sin importar nada sabia que no era el quien hablaba así que corrí su cara, lo recosté nuevamente en el inodoro para que pueda expulsar todo lo que había tomado. Una hora después levanto sus pantalones caídos y a el de las axilas, prácticamente arrastrándolo hasta la cama, balbuceando estupideces me pide que le quite los pantalones, no lo hice por excitación, sin negar que solamente su voz me mantenía duro como roca, si no por que no me gusta que duerman vestidos dentro de mi habitación del hotel, me parece poco higiénico, ja, tonteras. Tome su cinturón con las dos manos y lo saque lo mas rápido posible sin tocar su entrepierna, desabroche sus botones y lo único que podía ver era su miembro erecto apuntando hacia mi cama, de suerte pude volver a sentarlo en la cama sin tocarlo siquiera, por mas que el deseo carcomiese mi cuerpo, lo recosté, me quite mi ropa y me acosté, apague la luz del velador y trate de dormir mirando al otro lado. No pude evitarlo pasaron pocos minutos gire mi cabeza y ahí estaba el mirándome con sus ojos cerrados, no resistí la tentación de comer esa boca que tanto la atención me llamaba, sus labios estaban húmedos casi parecía que los había ensalivado solamente para mi, con mi mano derecha toque su pómulo y fui encerrando su cara, el reaccionó al beso y continuo, abrió su boca para dejar que mi lengua ingrese y juegue con la suya, movimientos muy lentos mantenían continua la excitación en mi paladar, jamas pensé que algo así pudiese llegar a suceder, mas allá de las inmensas fantasías que había tenido en momentos fantásticos como ese, baje mi mano rozando sus brazos, sus biceps, apretándolos tan fuerte como podía, el movió el suyo para apoyarlo en mi pecho. Pase mi pierna por encima de la suya y el hizo lo mismo en contra respuesta con la pierna contraria, estábamos enroscados y no solamente con las piernas, nuestras lenguas no dejaban de recordarnos que tan buen momento estábamos pasando, podía sentir como su miembro se refregaba en mi abdomen, su vello púbico me generaba unas ganas de masajearlo increíbles, no pude evitarlo y de a pocos movimientos un tanto bruscos fui quitando su ropa interior hasta dejar al descubierto ese monumento al sexo. fue una noche de rose sensual a medida que se movía su cuerpo la sabana quedaba empapada con el sudor de nuestros cuerpos, sentía la necesidad de penetrarlo pero me jure por mi primer amor que no lo iba a hacer sin su consentimiento, entonces cometí el error, hice la pregunta que fue seguida de una sorpresa, una sonrisa un tanto malévola de parte de mariano, el contesto "vuelta y vuelta" yo casi riendo acepte, desenredamos nuestras piernas para dejar un espacio para poder dejar mi cabeza y rotar mi cuerpo para posicionarme en un casi perfecto 69, para ser sincero no cuento con la mejor de las resistencias así que pase la mayor parte de la felación concentrándome en resistir un poco mas, sin dejar en ausencia su escroto, a medida que pasaban los segundos su miembro se lubricaba mas y mas con mi saliva, decidimos dejar de lado por un momento a nuestros sexos y concentrarnos un poco mas en el objetivo principal, inicie yo con un beso un tanto oscuro lo suficiente como para denominarse negro, acompañado de mi lengua pasando por cada uno de los bellos que rondaban ese hueco que parecía interminable al meter mi lengua. mientras yo lo hacia Mariano acariciaba suavemente con las yemas de sus dedos mi ano, hasta el punto en que no resistí mas y con su lengua me hizo ver las estrellas. había llegado el momento nos alejamos prácticamente por 4 segundos para acomodarnos para el gran momento, no podía creerlo el era mi primera vez, bueno la primera vez que alguien podría penetrarme, me acostó boca arriba y el se arrodillo enfrente mio, se acerco lentamente a mi boca para besarme y mientras lo hacia acomodaba su miembro en el interior de mis piernas, recuerdo haber contado 4 de las 7 estrellas que tiene tatuadas en su hombro y brazo antes de sentir como me penetraba, una sensación asombrosamente dolorosa y excitante, el me tomaba la boca con toda la excitación posible y me acusaba de mentirle, de haberle mentido, a pesar de la situación no quise parar el sexo para poder explicarle la causa y consecuencia de lo que decía, no pude contar los bombeos ni tampoco me interesaba solo podía pensar en su cara de placer y en sus pectorales moviéndose de un lado al otro mientras me hacia sentir la muerte en vida. Por algún razón que aun desconozco, el detuvo el asunto, saco su miembro sin siquiera terminar, volvió a acomodarse su ropa interior, se acostó nuevamente a mi lado me acomodo de lado y mi cubrió con su brazo derecho, juro que me sentía anonadado por la situación, no pude dormir las 2 horas que pasaron antes que volviese a ver una reacción de el, nuevamente su miembro mas duro que oro solido volvió a rosar mi trasero, no podía contener las ganas de que algo sucediese entonces trate de darme vuelta a lo que la respuesta fue un no, volvió a bajarse su ropa interior removiéndola totalmente de su cuerpo esta vez lubrico su mano con su propia saliva y la paso por el interior de mis nalgas un tanto abrupta mente, sentía algo de furia en la situación, note como tomaba su miembro con su mano izquierda y lo colocaba en la entrada de mi recto, puedo afirmar que del temor a lo que pasaría casi lo detengo, pero no quise, solamente quería que sucediera y de la fantasía a la realidad, me penetro lo mas que pudo, una posición incomoda pero espectacular sentía que todo el mundo valía la pena una vez que el entraba y salia, que no importaba nada. lo único que podía hacer era tocar su cuerpo con mis brazos y dejarme ser, abran pasado diez minutos hasta que su miembro le dio la orden de detenerse, en ese momento sentí un calor increíble en mi interior, tan placentero si quiera podía creerlo. Prácticamente quede desmayado del dolor y la excitación. desperté con su miembro aun dentro mio a lo que para quitármelo decidí despertar a Mariano, el me dijo al despertar, "no creas que me olvide de vos" haciendo referencia a mi incapacidad en la noche de poder acabar, saco su miembro y tomo el mio con su brazo derecho, comenzó lentamente hasta acelerar el ritmo a un nivel impresionante, era la primera vez que veía algo transcurrir tan rápido y tan lento al mismo tiempo. me recosté sobre la cama y el me beso, fueron 4 segundos de pasión besándonos hasta que el decidió bajar a terminar lo que inicio. Su estilo es increíble, adoro que no usen las manos para hacerlo y el me complacía en ese sentido, empezando por el frenillo bajando hasta los testículos metiéndoselos en la boca y jugando con ellos hasta volver al glande y bajar repetidas veces hasta la base del pene, parecía que iba a explotar y sin dudarlo trate de resistir pero mientras lo hacia me miraba y eso es algo que me mata, no pude concentrarme mas y me deje entregar. El accedió a limpiarme, e inclusive a bañarse antes de irse, a lo que cuando se levanto y fue hasta el baño, siempre desnudo obviamente, giro la cabeza y me invito a ir con el, sin dudarlo hice una ultima revisión a su cola me pare y entre a la ducha con el.
A penas lo hice lo empuje contra los mosaicos dejándolo de espalda recorriendo su cuerpo con mis manos mientras apoyaba mi miembro sobre su trasero y todo el resto de mi cuerpo encajaba a la perfección con su espalda, bese su cuelo llenamente y subí hasta su oreja, donde un pequeño expansor me marca sus gustos, con mi lengua jugué un poco con su lóbulo hasta escuchar un pequeño sonido orgasmico que marcaba donde tenia que..
1 comentarios - Una mentira no evita el placer [Relato] [Sexual]