Esto que paso a contarles me sucedió a fines del año pasado, ya hace casi 1 año. Resulta que un día vuelvo a casa, al edificio donde vivía en ese momento, y encuentro un camión de mudanzas en la puerta, no preste mucha atención a las cosas que bajaban pero si a un hombre de unos 40 y pico que iba de acá para allá, con el torso desnudo y en bermuda, ayudando a bajar los muebles. Pensé para mi “no creo que justo este sea mi nuevo vecino, demasiada suerte sería…” y me olvide del tema. Pasaron un par de días y una tarde que yo salía para el gym, se abre el ascensor que bajaba y me vuelvo a encontrar a este muchacho. Estaba con unos jeans bastante gastados como de trabajo, unos zapatos tipo de obra y una camisa de una empresa con algunos botones desabrochados que dejaban apreciar gran parte de su velludo pecho y se asomaba un tatuaje que no alcance a ver.
Lo salude y él también me devolvió el saludo muy amablemente, se veía como que salía a trabajar, con un casco blanco y una notebook en la mano. El ascensor de este edificio es tan chico que solo entran hasta 3 personas, es todo espejado, así que no solo quedamos muy cerca sino que lo podía ver por el reflejo en los espejos. Me dio cosa ponerme de espaldas así que me puse de costado, y aparte de apreciar su cuerpo fornido también pude notar que él miraba de reflejo mi cola, justo estaba yendo al gym así que tenía puesto unos shorts bastante cortitos que me quedaba muy bien. Le sonó el celular y le contesto a otra persona que lo esperaran a él, que nadie arranque la obra sin que estuviera él. Bueno, llegamos a planta baja, salimos juntos y me dejo pasar primero a mi (quise pensar que lo hacía para volver a mirarme de atrás pero no lo podía saber), me saludo con un “hasta luego” y se subió a una camioneta de una empresa por lo visto constructora.
Me pase corriendo en la cinta pensando en mi nuevo vecino, era para ratonear pero bue, seguro sería casado o en pareja, que se yo. Llego el sábado y yo estaba por arrancar al centro cuando veo por la ventana que se subía de nuevo a la camioneta pero iba vestido con ropa deportiva. Pensé, que bueno sería saber por dónde corre o que actividad física hace. Al rato salí del departamento y llame al ascensor y cuando llego a mi piso, de nuevo estaba él. “Hola vecino, cómo va?” me dijo, yo estaba pasmado, lo tenía frente mío con una musculosa y un pantaloncito que le quedaba pintado, ahí le pude ver que el tatuaje lo tenía cerca del corazón y parecía un animal pero no logre descifrar que era. Tenía un perfume muy rico, las piernas eran firmes como roca y los brazos gigantes igual que sus manos, me miro con una mirada penetrante y soberbia, yo le conteste: “hola cómo estás? Soy Tomas del 5to je” y él dándome la mano me respondió: “un gusto Tomas del 5to, soy Franco del 7mo, recién llegado al edificio”. Su mano abrazo a la mía, era fuerte pero a la vez suave en su textura, como una caricia. Le dije: “Ah no sabía” haciéndome el distraído. Me pregunto si bajaba y le dije que sí, me dijo entonces: “dale, te acompaño, yo tengo que volver a buscar algo al departamento pero no te voy hacer esperar”. Se lo veía como una persona que no anda con vueltas, que si quiere algo lo hace, era una impresión de 10 segundos pero me parecía a mí. Me di vuelta mirando hacia la salida del ascensor y lo vi nuevamente que me miraba la cola sin disimular. Paró el ascensor, se abrió la puerta y salí. Lo salude de nuevo y se me quedo mirando y me devolvió el saludo: “un gusto de nuevo, nos vemos Tomas”. Uffff, yo estaba que ardía, me había parecido tan simpático pero a la vez lo vía tan salvaje en su aspecto de macho. Me comía la cabeza saber si sería casado, soltero, si sus miradas eran morbosas o solo de casualidad… me fue suficiente para hacerme la película con mi vecino, una con él de protagonista y yo jugando con su herramienta.
Ese día se me hizo larguísimo porque me junte con unos amigos y después hice algunas compras, termine volviendo cerca de las 7 de la tarde y sin planes para la noche. Eso me embolaba, cuando me quedaba sin planes para la noche y terminaba viendo una boludez en la tele, me masturbaba y me iba a dormir. Enfin, estaba abriendo la puerta del departamento cuando escucho pasos por la escalera y lo veo de nuevo a franco, mi vecinito tan deseado. Me dice: “Ey justo te iba a molestar, estas ocupado?”, pensé bueno si estuviera ocupado me desocuparía enseguida jajaja así que le conteste: “no, para nada, justo llegaba, necesitas algo?” y me dijo: “disculpa que sea confianzudo pero tengo un inconveniente electrónico y como pensé que vos siendo más joven tendrías seguramente más idea que yo, te iba a consultar”, le dije que me contara y siguió: “ufff, es una pavada pero resulta que tenía una cena del laburo que se me canceló, entonces pensé quedarme tranqui a ver una película pero resulta que tengo desenchufado el home theatre y lo quise conectar y no sé por dónde arrancar… que vergüenza jajaja”. Por unos segundos pensé… “y bueno, venite a mi departamento y la película te la hago yo bombón jajaja”. Volviendo en sí le dije: “mira tampoco soy un genio de la electrónica pero si te puedo ayudar déjame verlo”. Subimos de nuevo por las escaleras y otra vez me dejo a mi pasar primero, no hace falta contar las cosas que mi cabecita pensaba… cuando llegamos a su departamento pude ver que lo tenía muy prolijo, unos sillones hermosos y grandes, mesas y sillas de diseño, realmente un excelente gusto. Enfrente de la mesa ratona del living tenía un Led gigante de 60 pulgadas y el home theatre desarmado al lado. Del otro lado del living tenía colgado de la pared una foto en blanco y negro de 1 metro de alto de la figura de un hombre desnudo tomada desde atrás, por las sombras se podía apreciar un cuerpo muy bien torneado y la luz le pegaba de costado a un culito redondo y macizo pero seguía en una actitud de hombre, como un metro sexual, masculino.
Le pregunte si tenía compu con conexión de internet y sorprendido me dijo que si, como sin entender para que la necesitaba. Le pedí que me la alcanzara mientras empezaba a mirar los parlantes y las conexiones. La dejo en la mesa ratona, y ahí busque en google, en youtube y me puse manos a la obra. Cables, parlantes y enchufes y al cabo de 10 minutos termine. Ya que estaba le deje conectado el blue ray que tenía debajo de esa pantalla gigante. Probé con la tele y andaba bárbaro así que le dije que ya estaba. Me miró de nuevo sorprendido y me dijo: “En serio? Ah sos un groso de la tecnología. No tardaste nada, genioooo!” y yo le conteste sonriendo: “Naaa, no es para tanto, me ayudo lo que pude ver en internet. Lo único que te pido un blue ray para probar si se escucha bien el sonido de los parlantes” y me dijo “Ahhhh! Mira el tema es que justamente iba a ir a alquilar un blue ray y me di cuenta que no lo tenía conectado. Y ahora estoy en deuda con vos…”. Le dije que no era nada, que era una pavada. Lo felicite por como tenía el departamento y por la pantalla buenísima. La verdad que no sabía que más decir, debe haber sido por lo que me provocaba este hombre que me puse un poco nervioso y le dije que cualquier cosa me avisara, me dirigí a la puerta y me dijo: “bueno, gracias de nuevo Tomas, te pasaste!”, nos despedimos y me fui. Llegue a casa y no podía creerlo, tenía a un par de pisos a un macho solitario y yo en el departamento solo. Evidentemente no estaría en pareja y la foto de la pared me generaba intriga pero bueno, tampoco era seguro. Me sentí frustrado por no haber aprovechado a preguntarle nada más, debe haber sido los nervios de la emoción. Una buena ducha fría me bajo la calentura, me puse un bóxer blanco para andar cómodo en casa y me puse a pensar que me iba a cocinar, aunque no tenía ganas de hacerlo.
Justo cuando estaba buscando de alguno de los imanes de la heladera para llamar algún delivery me suena el timbre. Pregunte quien era y me contesto Franco: “Tomy, soy Fran, el vecino pesado”. No solo su voz sino que me llame tomy me sorprendió pero me gustó mucho. Me di cuenta que estaba solo en bóxer así que le dije “ahí voy” y me fui a vestir. En mi cuarto pensé… para! si queres aprovechar alguna oportunidad es esta, estás en tu casa, tranquilo… me puse solo una remera y me quede así como estaba.
Abrí y le lo tenía de nuevo a mi vecino del 7mo parado y sorprendido por mi vestimenta. Le dije, tratando de disimular: “Perdona que estoy así, justo salgo de bañarme” y me contesto: “no, para nada, está perfecto.” Lo invite a pasar y me encargue de darle la espalda así podía apreciar los frutos de tantas sentadillas en mis glúteos. Me dijo: “mira!, estaba pensando, capaz que me digas que no podes, pero acabo de venir de alquilar una película y te iba a decir de que vengas a verla para que veas la pantalla y cómo funciona el home”. Justo en ese momento me di cuenta que sus miradas y algunos otros detalles que había visto no eran casualidad. Estaba muy entusiasmado por la invitación pero trate de disimularlo: “dale, la verdad no tenía muchos planes y de paso probamos el blue ray. Nunca vi una tan grande, digo la pantalla”. Ahora el que estaba sobrando era yo y Franco como que no se daba cuenta de mis indirectas mi juego, eso me excito más aún y me dio ganas de seguir el juego para ver hasta donde lo aguantaba. Le dije que me esperara un minuto, me puse un pantaloncito y una remera cualquiera y subimos a su casa.
Apenas entramos se fue a la cocina, que estaba separada del comedor por una barra, y desde el otro lado me invito a tomar algo: “agua, coca o cerveza?”, le dije me encantaría una coca con hielo. Mientras lo preparaba y él se servía una cerveza me puse a ver con más detenimiento la foto, parecía un modelo como esos de las revistas. Me preguntó: “te gusta?” y le dije: “la foto o el modelo? Jaja. Si, la verdad está re buena” y me contestó: “ojo porque el de la foto no es modelo, soy yo.” Me quede pasmado, esa jugada no la esperaba, me volvió a subir la temperatura. Me siguió contando: “esa foto me la saco mi ex mujer… uno de los pocos recuerdos que tengo de ella. Hace 2 años que nos separamos. Tuvimos muchas idas y vueltas y mi laburo tampoco me ayuda mucho. Soy ingeniero y vivo trasladándome de obra en obra y eso no ayuda en una pareja”. Le pregunte si seguía solo, una pregunta más que obvia y me dijo que si, que lo prefería así porque la pasaba mejor que en esa época. Así entendí su aspecto unos días antes.
Enseguida llevamos las bebidas a donde estaban los sillones, yo puse la peli (había alquilado la última de Batman) y esperamos a que arranque. Yo comprobé que todo funcionaba y el sonido salía perfecto. Nos habíamos sentado como a 1 metro de distancia, demasiado para disimular un roce, algo tenía que hacer. Hice como que tomaba la coca y le tire un poco sobre su remera y sus manos: “uhhh, perdona, que idiota que soy! Guarda que no se ensucie el sillón. Perdona, soy un torpe”, me respondió: “no pasa nada, en serio. Igual me voy a sacar la remera para no pegotearme”. Se levantó, se sacó la remera y quedo en cuero. No solo comprobé su cuerpo tajado a mano, con un pecho hermoso de macho y un abdomen muy firme, también comprobé que el tatuaje era un toro sobre su pectoral derecho, algo que me pareció muy sexy. Me había puesto un poco nervioso, pero de todas maneras le dijo: “es cierto, sos el de la foto…”. “bueno gracias, se ve que vos estas muy bien… claro, si te vi un día salir a correr no?”, Franco hablaba de una de las primeras veces que nos habíamos cruzado, cuando yo iba al gym, me dio la pauta a que me había registrado. Le conteste: “si, algo entreno, tampoco soy fanático pero algo hago”. Imagine la cara de baboso que debo haber tenido al estar mirándolo así. Quería aprovechar y seguir un poco más.
Se estaba alejando con la remera en la mano y le dije: “Fran también tenes manchado el pantalón, mejor sácatelo, no?”. Ya me había tirado a la pileta, se sentía un poco más relajado así y él me ayudo diciendo: “Si Tomy, tenes razón, pero sácamelo vos porque si no lo voy a ensuciar más, dale?”. Yo le conteste: “claro, no queremos ensuciarlo más” y me acerque a él, me arrodille frente a él, agarre tanto el borde de su pantalón como de su slip y se los baje de un tirón, dejando salir un “Ups” y mirándolo desde abajo.
Sus piernas estaban muy firmes como el roble, su abdomen tenía algunos bellos y era plano y su verga venosa y puntiaguda era como una flor. La agarre bien de la base con una mano y empecé a besarla el tronco, el glande, la punta. Como un helado, seguí lamiendo toda la extensión de ese pedazo de carne, desde los huevos hasta la cabeza, me tenía para comprobar que Franco estaba con los ojos como dados vuelta, gimiendo como si estuviera siendo violado. Después de haberla llenado de saliva, me la fui metiendo de a poco en la boca, trate de hacer tope contra el fondo pero no pude, seguí sacando y metiéndola de mi boca, salivando y frotándola contra mis labios. De repente me la sacaba, la sujetaba más fuerte y me la volvía a comer. Franco solo tenía los brazos cruzados en la nuca y se trataba de mantener de pie mientras se doblaba de placer. Empecé a sentir que su excitación era cada vez mayor y le comenzaban a dar escalofríos en su cuerpo, él trató de sacármela de la boca sabiendo lo que iba a ocurrir pero yo me resistí. Me miro y me dijo: “Tomy, no doy más, estoy por acabar…” y yo le conteste: “Fran, lo sé, por eso no quiero dejar de chuparla” y acto seguido me la metió fuerte en la boca, me agarro de la nuca con las 2 manos y me empezó a hacer para adelante contra su verga. “Más fuerte, más fuerte” trataba de decirle cada vez que tomaba un poco de aire y eso lo excitaba más y me sujetaba con mayor fuerza. De un segundo a otro empecé a sentir su respiración más fuerte, luego un gemido casi doloroso, y así empezaba a sentir un gustito caliente en la lengua, su leche brotaba sin parar, él se aflojaba haciendo equilibrio para no caerse y yo succionaba todo su líquido. El trago era interminable y yo no iba a dejar escapar ni una sola gota. Le sujete con suavidad el tronco de su verga y le aspire la poca leche que quedaba. Me lo volvía a meter en la boca y lo sacaba solo para verlo. Estaba hipnotizado por su verga. Franco fue volviendo en sí y se la solté.
Mi miro con ternura, me ayudo a levantarme de sus pies y me dijo: “fue el mejor sexo oral que tuve en mi vida. No puedo creer lo que hiciste. Me sentí como violado y me encantó. Me da cosa que vos no hayas acabado. No es justo después de todo el placer que me diste”. Mientras le subía delicadamente su slip, le sujete bien el paquete y le dije: “para que no te sientas culpable y, porque me debes un favor por lo que hice con el home, vemos la película tranqui y después me violas con esta herramienta”. FIN.
Lo salude y él también me devolvió el saludo muy amablemente, se veía como que salía a trabajar, con un casco blanco y una notebook en la mano. El ascensor de este edificio es tan chico que solo entran hasta 3 personas, es todo espejado, así que no solo quedamos muy cerca sino que lo podía ver por el reflejo en los espejos. Me dio cosa ponerme de espaldas así que me puse de costado, y aparte de apreciar su cuerpo fornido también pude notar que él miraba de reflejo mi cola, justo estaba yendo al gym así que tenía puesto unos shorts bastante cortitos que me quedaba muy bien. Le sonó el celular y le contesto a otra persona que lo esperaran a él, que nadie arranque la obra sin que estuviera él. Bueno, llegamos a planta baja, salimos juntos y me dejo pasar primero a mi (quise pensar que lo hacía para volver a mirarme de atrás pero no lo podía saber), me saludo con un “hasta luego” y se subió a una camioneta de una empresa por lo visto constructora.
Me pase corriendo en la cinta pensando en mi nuevo vecino, era para ratonear pero bue, seguro sería casado o en pareja, que se yo. Llego el sábado y yo estaba por arrancar al centro cuando veo por la ventana que se subía de nuevo a la camioneta pero iba vestido con ropa deportiva. Pensé, que bueno sería saber por dónde corre o que actividad física hace. Al rato salí del departamento y llame al ascensor y cuando llego a mi piso, de nuevo estaba él. “Hola vecino, cómo va?” me dijo, yo estaba pasmado, lo tenía frente mío con una musculosa y un pantaloncito que le quedaba pintado, ahí le pude ver que el tatuaje lo tenía cerca del corazón y parecía un animal pero no logre descifrar que era. Tenía un perfume muy rico, las piernas eran firmes como roca y los brazos gigantes igual que sus manos, me miro con una mirada penetrante y soberbia, yo le conteste: “hola cómo estás? Soy Tomas del 5to je” y él dándome la mano me respondió: “un gusto Tomas del 5to, soy Franco del 7mo, recién llegado al edificio”. Su mano abrazo a la mía, era fuerte pero a la vez suave en su textura, como una caricia. Le dije: “Ah no sabía” haciéndome el distraído. Me pregunto si bajaba y le dije que sí, me dijo entonces: “dale, te acompaño, yo tengo que volver a buscar algo al departamento pero no te voy hacer esperar”. Se lo veía como una persona que no anda con vueltas, que si quiere algo lo hace, era una impresión de 10 segundos pero me parecía a mí. Me di vuelta mirando hacia la salida del ascensor y lo vi nuevamente que me miraba la cola sin disimular. Paró el ascensor, se abrió la puerta y salí. Lo salude de nuevo y se me quedo mirando y me devolvió el saludo: “un gusto de nuevo, nos vemos Tomas”. Uffff, yo estaba que ardía, me había parecido tan simpático pero a la vez lo vía tan salvaje en su aspecto de macho. Me comía la cabeza saber si sería casado, soltero, si sus miradas eran morbosas o solo de casualidad… me fue suficiente para hacerme la película con mi vecino, una con él de protagonista y yo jugando con su herramienta.
Ese día se me hizo larguísimo porque me junte con unos amigos y después hice algunas compras, termine volviendo cerca de las 7 de la tarde y sin planes para la noche. Eso me embolaba, cuando me quedaba sin planes para la noche y terminaba viendo una boludez en la tele, me masturbaba y me iba a dormir. Enfin, estaba abriendo la puerta del departamento cuando escucho pasos por la escalera y lo veo de nuevo a franco, mi vecinito tan deseado. Me dice: “Ey justo te iba a molestar, estas ocupado?”, pensé bueno si estuviera ocupado me desocuparía enseguida jajaja así que le conteste: “no, para nada, justo llegaba, necesitas algo?” y me dijo: “disculpa que sea confianzudo pero tengo un inconveniente electrónico y como pensé que vos siendo más joven tendrías seguramente más idea que yo, te iba a consultar”, le dije que me contara y siguió: “ufff, es una pavada pero resulta que tenía una cena del laburo que se me canceló, entonces pensé quedarme tranqui a ver una película pero resulta que tengo desenchufado el home theatre y lo quise conectar y no sé por dónde arrancar… que vergüenza jajaja”. Por unos segundos pensé… “y bueno, venite a mi departamento y la película te la hago yo bombón jajaja”. Volviendo en sí le dije: “mira tampoco soy un genio de la electrónica pero si te puedo ayudar déjame verlo”. Subimos de nuevo por las escaleras y otra vez me dejo a mi pasar primero, no hace falta contar las cosas que mi cabecita pensaba… cuando llegamos a su departamento pude ver que lo tenía muy prolijo, unos sillones hermosos y grandes, mesas y sillas de diseño, realmente un excelente gusto. Enfrente de la mesa ratona del living tenía un Led gigante de 60 pulgadas y el home theatre desarmado al lado. Del otro lado del living tenía colgado de la pared una foto en blanco y negro de 1 metro de alto de la figura de un hombre desnudo tomada desde atrás, por las sombras se podía apreciar un cuerpo muy bien torneado y la luz le pegaba de costado a un culito redondo y macizo pero seguía en una actitud de hombre, como un metro sexual, masculino.
Le pregunte si tenía compu con conexión de internet y sorprendido me dijo que si, como sin entender para que la necesitaba. Le pedí que me la alcanzara mientras empezaba a mirar los parlantes y las conexiones. La dejo en la mesa ratona, y ahí busque en google, en youtube y me puse manos a la obra. Cables, parlantes y enchufes y al cabo de 10 minutos termine. Ya que estaba le deje conectado el blue ray que tenía debajo de esa pantalla gigante. Probé con la tele y andaba bárbaro así que le dije que ya estaba. Me miró de nuevo sorprendido y me dijo: “En serio? Ah sos un groso de la tecnología. No tardaste nada, genioooo!” y yo le conteste sonriendo: “Naaa, no es para tanto, me ayudo lo que pude ver en internet. Lo único que te pido un blue ray para probar si se escucha bien el sonido de los parlantes” y me dijo “Ahhhh! Mira el tema es que justamente iba a ir a alquilar un blue ray y me di cuenta que no lo tenía conectado. Y ahora estoy en deuda con vos…”. Le dije que no era nada, que era una pavada. Lo felicite por como tenía el departamento y por la pantalla buenísima. La verdad que no sabía que más decir, debe haber sido por lo que me provocaba este hombre que me puse un poco nervioso y le dije que cualquier cosa me avisara, me dirigí a la puerta y me dijo: “bueno, gracias de nuevo Tomas, te pasaste!”, nos despedimos y me fui. Llegue a casa y no podía creerlo, tenía a un par de pisos a un macho solitario y yo en el departamento solo. Evidentemente no estaría en pareja y la foto de la pared me generaba intriga pero bueno, tampoco era seguro. Me sentí frustrado por no haber aprovechado a preguntarle nada más, debe haber sido los nervios de la emoción. Una buena ducha fría me bajo la calentura, me puse un bóxer blanco para andar cómodo en casa y me puse a pensar que me iba a cocinar, aunque no tenía ganas de hacerlo.
Justo cuando estaba buscando de alguno de los imanes de la heladera para llamar algún delivery me suena el timbre. Pregunte quien era y me contesto Franco: “Tomy, soy Fran, el vecino pesado”. No solo su voz sino que me llame tomy me sorprendió pero me gustó mucho. Me di cuenta que estaba solo en bóxer así que le dije “ahí voy” y me fui a vestir. En mi cuarto pensé… para! si queres aprovechar alguna oportunidad es esta, estás en tu casa, tranquilo… me puse solo una remera y me quede así como estaba.
Abrí y le lo tenía de nuevo a mi vecino del 7mo parado y sorprendido por mi vestimenta. Le dije, tratando de disimular: “Perdona que estoy así, justo salgo de bañarme” y me contesto: “no, para nada, está perfecto.” Lo invite a pasar y me encargue de darle la espalda así podía apreciar los frutos de tantas sentadillas en mis glúteos. Me dijo: “mira!, estaba pensando, capaz que me digas que no podes, pero acabo de venir de alquilar una película y te iba a decir de que vengas a verla para que veas la pantalla y cómo funciona el home”. Justo en ese momento me di cuenta que sus miradas y algunos otros detalles que había visto no eran casualidad. Estaba muy entusiasmado por la invitación pero trate de disimularlo: “dale, la verdad no tenía muchos planes y de paso probamos el blue ray. Nunca vi una tan grande, digo la pantalla”. Ahora el que estaba sobrando era yo y Franco como que no se daba cuenta de mis indirectas mi juego, eso me excito más aún y me dio ganas de seguir el juego para ver hasta donde lo aguantaba. Le dije que me esperara un minuto, me puse un pantaloncito y una remera cualquiera y subimos a su casa.
Apenas entramos se fue a la cocina, que estaba separada del comedor por una barra, y desde el otro lado me invito a tomar algo: “agua, coca o cerveza?”, le dije me encantaría una coca con hielo. Mientras lo preparaba y él se servía una cerveza me puse a ver con más detenimiento la foto, parecía un modelo como esos de las revistas. Me preguntó: “te gusta?” y le dije: “la foto o el modelo? Jaja. Si, la verdad está re buena” y me contestó: “ojo porque el de la foto no es modelo, soy yo.” Me quede pasmado, esa jugada no la esperaba, me volvió a subir la temperatura. Me siguió contando: “esa foto me la saco mi ex mujer… uno de los pocos recuerdos que tengo de ella. Hace 2 años que nos separamos. Tuvimos muchas idas y vueltas y mi laburo tampoco me ayuda mucho. Soy ingeniero y vivo trasladándome de obra en obra y eso no ayuda en una pareja”. Le pregunte si seguía solo, una pregunta más que obvia y me dijo que si, que lo prefería así porque la pasaba mejor que en esa época. Así entendí su aspecto unos días antes.
Enseguida llevamos las bebidas a donde estaban los sillones, yo puse la peli (había alquilado la última de Batman) y esperamos a que arranque. Yo comprobé que todo funcionaba y el sonido salía perfecto. Nos habíamos sentado como a 1 metro de distancia, demasiado para disimular un roce, algo tenía que hacer. Hice como que tomaba la coca y le tire un poco sobre su remera y sus manos: “uhhh, perdona, que idiota que soy! Guarda que no se ensucie el sillón. Perdona, soy un torpe”, me respondió: “no pasa nada, en serio. Igual me voy a sacar la remera para no pegotearme”. Se levantó, se sacó la remera y quedo en cuero. No solo comprobé su cuerpo tajado a mano, con un pecho hermoso de macho y un abdomen muy firme, también comprobé que el tatuaje era un toro sobre su pectoral derecho, algo que me pareció muy sexy. Me había puesto un poco nervioso, pero de todas maneras le dijo: “es cierto, sos el de la foto…”. “bueno gracias, se ve que vos estas muy bien… claro, si te vi un día salir a correr no?”, Franco hablaba de una de las primeras veces que nos habíamos cruzado, cuando yo iba al gym, me dio la pauta a que me había registrado. Le conteste: “si, algo entreno, tampoco soy fanático pero algo hago”. Imagine la cara de baboso que debo haber tenido al estar mirándolo así. Quería aprovechar y seguir un poco más.
Se estaba alejando con la remera en la mano y le dije: “Fran también tenes manchado el pantalón, mejor sácatelo, no?”. Ya me había tirado a la pileta, se sentía un poco más relajado así y él me ayudo diciendo: “Si Tomy, tenes razón, pero sácamelo vos porque si no lo voy a ensuciar más, dale?”. Yo le conteste: “claro, no queremos ensuciarlo más” y me acerque a él, me arrodille frente a él, agarre tanto el borde de su pantalón como de su slip y se los baje de un tirón, dejando salir un “Ups” y mirándolo desde abajo.
Sus piernas estaban muy firmes como el roble, su abdomen tenía algunos bellos y era plano y su verga venosa y puntiaguda era como una flor. La agarre bien de la base con una mano y empecé a besarla el tronco, el glande, la punta. Como un helado, seguí lamiendo toda la extensión de ese pedazo de carne, desde los huevos hasta la cabeza, me tenía para comprobar que Franco estaba con los ojos como dados vuelta, gimiendo como si estuviera siendo violado. Después de haberla llenado de saliva, me la fui metiendo de a poco en la boca, trate de hacer tope contra el fondo pero no pude, seguí sacando y metiéndola de mi boca, salivando y frotándola contra mis labios. De repente me la sacaba, la sujetaba más fuerte y me la volvía a comer. Franco solo tenía los brazos cruzados en la nuca y se trataba de mantener de pie mientras se doblaba de placer. Empecé a sentir que su excitación era cada vez mayor y le comenzaban a dar escalofríos en su cuerpo, él trató de sacármela de la boca sabiendo lo que iba a ocurrir pero yo me resistí. Me miro y me dijo: “Tomy, no doy más, estoy por acabar…” y yo le conteste: “Fran, lo sé, por eso no quiero dejar de chuparla” y acto seguido me la metió fuerte en la boca, me agarro de la nuca con las 2 manos y me empezó a hacer para adelante contra su verga. “Más fuerte, más fuerte” trataba de decirle cada vez que tomaba un poco de aire y eso lo excitaba más y me sujetaba con mayor fuerza. De un segundo a otro empecé a sentir su respiración más fuerte, luego un gemido casi doloroso, y así empezaba a sentir un gustito caliente en la lengua, su leche brotaba sin parar, él se aflojaba haciendo equilibrio para no caerse y yo succionaba todo su líquido. El trago era interminable y yo no iba a dejar escapar ni una sola gota. Le sujete con suavidad el tronco de su verga y le aspire la poca leche que quedaba. Me lo volvía a meter en la boca y lo sacaba solo para verlo. Estaba hipnotizado por su verga. Franco fue volviendo en sí y se la solté.
Mi miro con ternura, me ayudo a levantarme de sus pies y me dijo: “fue el mejor sexo oral que tuve en mi vida. No puedo creer lo que hiciste. Me sentí como violado y me encantó. Me da cosa que vos no hayas acabado. No es justo después de todo el placer que me diste”. Mientras le subía delicadamente su slip, le sujete bien el paquete y le dije: “para que no te sientas culpable y, porque me debes un favor por lo que hice con el home, vemos la película tranqui y después me violas con esta herramienta”. FIN.
9 comentarios - Mi nuevo vecino
mi novio y yo no sabemos armar el arbolito de navidad ¿nos ayudás? jajaa