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Relato gay - Golf y palos

Me llamo Tomas, tommy. El relato que les voy a contar transcurrió cuando yo tenía 20 años, hoy tengo 26 pero tengo recuerdos muy jugosos de esos momentos. Yo hacía dos años que me había dado cuenta de que me interesan no solo las mujeres sino también los hombres. En esa época solo había tenido sexo oral con un compañero de la secundaria y un primo que nos veíamos en el verano. El resto era más que nada chicas que conocía cuando salía pero no tenía ninguna relación formal.

En ese entonces había recibido casi por herencia (porque mi viejo se había comprado uno nuevo) un bolso de palos de golf y tenía ganas de tomar unas clases para ver si me gustaba. En realidad yo hacía mucha bici por lo que tenía buenas piernas y linda cola, según mi primo jajaja, pero quería probar otra cosa. Así que un día que mi viejo se fue al club y lo acompañe para preguntar por un profe. Me encontré con un hombre de cuerpo fornido, de 50 años, de 1,7m de estatura (unos 10 cms más que yo), ni flaco ni gordo y bien vestido como buen golfista (usaba un pantalón de vestir y se le notaba un buen bulto) y bastante fachero. Le explique que quería tomar solo unas clases para ver si me gustaba y me ofreció darme dos clases gratis y si decidía seguir me cobraría por el resto. Así arrancamos ese mismo finde, pase las clases de prueba y enseguida me di cuenta que me llamaba tanto la atención el golf como el profe. Se lo veía heterosexual 100%, con familia y todo pero había algo que me llamaba la atención y notaba algo en él. Pegamos buena onda, él me contaba algunas cosas de golf, los dolores de cabeza de jugar al golf teniendo una familia y yo le decía que no tenía ese problema, así que nos pasamos número de celular y nos avisábamos por cambios de horarios o de algún evento en la tele de golf. Me encantaba cuando me decía nene esto, nene aquello, como marcando la diferencia de edad y eso me daba mucho morbo y me dejaba toda la semana pensando las cosas que le haría este nene si tuviera oportunidad.

Paso un mes, mis calenturas y ratonadas iban en aumento con mi profe y justo ahí me invitaron a participar de un torneo dentro del club para principiantes. Así que le comente y me dijo que estaría bueno para probarme y podríamos hacer dos clases ese finde para mejorar algunas cosas antes del torneo. Pensando en lo que sería el torneo, el sábado de practica me lleve una chombita y zapatillas de golf que me había comprado y me puse un shorcito blanco cortito de dri fit que me marcaba bien los glúteos. Arrancamos en el hoyo 1 como hacíamos siempre pero me dijo que íbamos a hacer solo algunos hoyos para practicar el tiro de salida que era lo más flojito que tenía. Arranque pegando varios golpes y todos torcidos, él se daba cuenta que el error era tanto técnico como por mi nerviosismo. Me mostro pegándole él y era como que no lo podía captar. Volví a arrancar y cuando estaba por pegar me dijo: “para! Fíjate como agarras el palo, ahí está el error”. Se vino detrás de mí y agarro el palo conmigo apenas rozando su pantalón con el mío. Fue algo muy inocente y aún creo que no tuvo intención de hacerlo pero lo sentido muy rico atrás mío. Pegue y el tiro salió bien recto pero con poca fuerza. Me dijo: “ves nene, ahí mejoraste la dirección, ahora viene la fuerza” y se volvió a poner como antes. Me dije “es ahora o nunca”, me quería sacar la duda de si él se daba cuenta lo que me pasaba a mí. Cuando fue a agarrar el palo me hice bien para atrás hasta toparme con su bulto, lo sentí dormido pero estaba ahí, también hice para atrás mi cuerpo hasta aporta mi espalda en su pecho. El como que se sorprendió y retrocedió un poco pero luego volvió para agarrar el palo, me hizo levantarlo y pegar. El tiro salió fuerte pero de nuevo desviado, se hizo para atrás y yo lo mire y le pregunte: “una más y sale bien no?”. Ahí paso algo mágico, el me miro de otra forma y casi sin querer bajo la vista y me miro la cola redonda que se ajustada bien a mi short, fue un segundo y después se hizo el distraído pero lo alcance a ver. Enseguida me dijo “ahora combinamos las dos cosas, cambiamos el palo y listo”. Busco otro palo más largo, me lo dio y me dijo proba con este. Se puso atrás mío pero esta vez fue él que me apoyo bien fuerte, yo lo sentía delicioso y me parecía que se estaba poniendo duro pero me dio cosa quedarme mucho tiempo e hice el golpe. Salió perfecto, con profundidad, recto y parejo. Me di vuelta y le dije “y ahora profe?” y me dijo “perfecto nene, que buen alumno sos”. Desde ahí jugamos 8 hoyos más, los tiros salieron bastante bien y el no paro de mirarme la cola. Me dijo que dejáramos ahí para poder volver a practicar al otro día y no cansarme. Me pidió que mire algunos videos en casa sobre algunos golpes y nos veríamos al otro día. Nos despedimos con un beso, me pasó la mano por la parte baja de la espalda a centímetros de mis pompis pero hasta ahí y se fue. Pase a comprarme una gaseosa para bajar un poco la temperatura y me fui para donde estaba el auto. Cuando llegue vi que mi profe cerca de mi auto, también por irse pero me hice como que no lo había visto, abrí el baúl, acomode algunas cosas dentro y puse el bolso tratando de demorar lo más que pudiese y haciendo que mi cola quedara bien rígida y me marcara más. Cerré el baúl y por el vidrio lo pude ver mirándome fijo, me dio muchas ganas de darme vuelta pero no lo quise comprometer, para mí ya era suficiente. Llegue a casa y tuve que descargarme solo mientras me bañaba. Cuando volví a mi cuarto vi que tenía un mensaje en el celu, era mi profe que me decía: “mañana pronóstico de lluvia, te parece que hagamos parte teórica en mi casa?”, le conteste: “si, me parece perfecto. Hoy estuve bien con el palo?” cuando lo mande, enseguida me arrepentí pero ya estaba jugado si él quería seguirme la corriente podía hacerlo o sino hacerle el boludo. Pasaron 5 minutos eternos hasta que me contesto: “estuviste muy bien, se te veía muy entusiasmado hoy. Mañana veremos otras cosas..” Me mato, estaba tan excitado que no podía más. Porque me puso dos puntos y no uno o tres, la intriga me mataba pero me re excitaba. Me clave otra paja y me fui a dormir.

La mañana del domingo me despertó con una lluvia tal cual como había dicho mi profe. Eran las 10 am así que le mande un mensaje: “profe, a qué hora es la clase? Le pregunto por si tiene que almorzar con su familia.” Y el contesto casi instantáneamente: “mi mujer y los nenes están en la costa, estoy solo así que no tengo horarios. Venite cuando quieras.”. Le conteste que me bañaba y que iba a la dirección que me había indicado. Me duche, me perfume, me puse una remera, zapatillas, un jean y abajo un bóxer blanco de licra que me quedaba super justo marcándome todo y que me lo había comprado pensando en él. A la media hora ya había ubicado su casa, un chalet muy bonito con patio atrás. Me atendió en musculosa, short y ojotas, se le podía apreciar mucho más el pecho con bello y el short le marcaba como nunca había visto su bulto, me hice el distraído y entre. Me invito mates y le dije que sí, nos tomamos algunos en la cocina y me dijo “queres que arranquemos la teoría de los palos que tenes que usar en cada hoyo?” y le dije “no pensé que tendría que traer el palo de salida, cualquier cosa me prestas el tuyo profe?” y me la remato: “si, vamos al quincho que ahí los tengo”. Me abrió la puerta y me indico ir para el quincho, yo sentía su mirada detrás mío y me recontra excitaba. El quincho era bastante grande, entre otras cosas tenía muchos trofeos, unos lindos sillones en un rincón, una pantalla de esas electrónicas para practicar golpes y obviamente los palos de golf. Nos pusimos frente a frente y me pidió que me pusiera en posición de lanzamiento y que simulara un golpe en cámara lenta. Cuando termine me dijo: “te está fallando la terminación del golpe, como que estuvieras incomodo, puede ser?”, yo le dije que no sabía porque aunque era obvio que lo sabía. Me dijo entonces: “sabes que pasa, en el golf la vestimenta es fundamental y esos jeans que trajiste no te ayudan, espera que te voy a buscar algo que te quede más cómodo”, se fue hasta un placard al lado de los palos y empezó a buscar, pero yo tome la iniciativa, me senté en el sillón, me saque el jean y me volví a calzar. Cuando se dio vuelta para alcanzarme un pantalón yo estaba con mi remera, las zapatillas y el bóxer blanco que le había preparado para él y le dije “así estará mejor profe?”. Se quedó pasmado unos segundos y después de soltar el pantalón de nuevo en el placard me dijo “así está bárbaro”. Se puso detrás de mí y me pidió que vuelva a simular el golpe. Lo hice y se quedó en silencio, yo no quería darme vuelta porque sabía que estaba disfrutando de mi regalo así que mirando para adelante le pregunte: “como me sale profe?” y me contesto: “casi perfecto, solo te falta el palo, a ver si este te sirve”, se me acerco, me apoyo bien firme de forma que note su erección contra mis glúteos y me susurro “proba ahora nene”. No me aguante más y le manoteé el bulto sin darme vuelta, lo note durísimo y que se le salía del short. Enseguida le comencé a bajar el pantalón, el me ayudo y se terminó de sacar el bóxer también y me hizo dar vuelta. No podía creer lo que estaba pasando y yo ahí mirando una verga hermosa de 20 cms jugosa que me invitaba a actuar. Lo mire y le dije: “puedo?” y me dijo “obvio que podes, te lo mereces” y entonces le dije “pero quiero hacer un tiro de salida perfecto”, me agache y comencé a pasarle la lengua por la base, por el contorno de la cabeza, por sus huevos, por el tronco y sentía un olor hermoso. Se la saboreaba y lo miraba fijo a sus ojos, el ya no se contenía y no paraba de gemir del placer, estaba muy excitado y se lo veía que estaba por estallar. Me retire apenas un poco y él lo noto y me dijo: “que pasa nene? vas re bien” y le dije “es que ahora viene el palazo” y me la metí entera en la boca, se la chupaba desenfrenadamente sin parar y con fuerza, lo miraba y le sujetaba cada vez más firme el tronco de la verga. No pasaron más de 30 segundo cuando me dijo “no doy más” y me quiso alejar para acabar pero yo me resistí y aumente aún más el ritmo de mis chupadas, cerré los ojos y de pronto sentir un calor en mi lengua, en mi boca y en mi garganta. Seguí cada vez más despacio hasta que no quedaba una gota, fue un semen tan rico que recogí las ultimas gotas que quedaban en mi mano y se la limpie. El profe me hizo parar, me dio vuelta y me beso la cola con el bóxer puesto y me dijo: “que bien que te queda esto nene, vamos a seguir practicando porque todavía te faltan otros golpes y yo quiero hacer un hoyo en uno”.

5 comentarios - Relato gay - Golf y palos

luciomoon +1
me calentaste!
tomasrocasex +1
Gracias! que bueno que guste.
luciomoon +1
@tomasrocasex me encanto!
lapapita
Muy bueno.
tomasrocasex
Gracias por comentar 👍
GiulianoDe
definitivamente me calentas con estos relatos jejejeje +5