Hola trolis... lean las anteriores entregas de este calenturiento relato:
http://www.poringa.net/posts/gay/2417969/El-novio-de-mi-Tia-Episodio-1.html
http://www.poringa.net/posts/gay/2419165/El-novio-de-mi-Tia-Episodio-2.html
Fue en ese momento cuando oímos ruido en la cocina..., era la trola de mi Tía que se había despertado de su siesta reparadora. Rápidamente me incorporé y sin pensarlo me arrojé al agua, disimulando la situación. Ricki, casi desmayado de placer y por la falta de oxígeno, atinó a darse vuelta en la reposera ocultando su erección descomunal y su nabo lubricado y morado, justo a tiempo de que Tía no notara lo que había sucedido entre nosotros.
Apareció con café negro y humeante para los tres, con una tanguita diminuta y tacones de yegua puta.
No se sorprendió al vernos desnudos, dada la costumbre de la casa de bañarnos como dios nos trajo al mundo, Despues de un rato en la pile y ya cuando mi pija había bajado un poco su erección, me uní a ellos para tomar café y fumar...
- Qué tal la están pasando?- preguntó la trola madura... ¿Se llevan bien?- pícaramente me miró con una media sonrisa mientras daba una calada al cigarrillo. Hubiera jurado que su mirada era cómplice pero no podía asegurarlo.
- Vení sobri, el café está listo...
Subí la escalerita de la pile con mi trozo aún hinchado y mi colita abierta latiendo aún. Ricki se quedó boca abajo debido a su monumental erección que no cedía ni un ápice.
Tía se embadurnaba las tetotas con bronceador mientras miraba mi nabo disimuladamente.
- Vení, recostate de espaldas así te bronceás...- me invitó la yegua poniéndome en compromiso.
Me puse de espaldas apretando mi cola para que no notara que su novio me la había perforado. Se sentó a mis pies y comenzó a encremarme desde los pies hacia arriba, lentamente.
Al llegar a mis glúteos duros, apretó el pomo de crema, dejando caer un chorro abundante en el centro y con fuerza abrió mis cachetes, al separarlos el boquete era descomunal y la crema entro toda en mi canal rosado.
- Uy sobri, tenés que cuidarte la cola...- dijo divertida, - se te va a quemar y te van a salir ampollitas, jajaja...
Entre avergonzado y excitado, abrí mi cola ofreciéndole el agujero y dando a entender que su macho me había culeado a destajo. Me metió sus dedos hasta el fondo, encremándome hasta el fondo del orto. Sentí alivio y dolor a la vez, acompañando sus masajes con movimientos de cintura y con una erección que empezaba a ser única. ricki observaba todo detrás de sus anteojos de sol.
- Date vuelta...- ordenó la puta madura.
Al ver mi pija morada y venosa, no pudo resistir el metérsela en su boca silenciosamente, babosamente. Empezó una mamada espectacular, clandestina, imaginándo que su macho dormía a su derecha tumbado en la reposera. Succionaba lentamente con mucha baba espesa y caliente, mirándome a los ojos, sin detenerse. Intentaba ahogar mis gemidos mientras miraba a Ricki, como diciéndole: - Mirá la puta de tu novia cómo me chupa la pija.
El cornudo no hacía nada, seguía disimulando una siesta y hasta hacía ruidos de ronquidos.
Mamó y mamó hasta que los borbotones de leche espesa y caliente llenaron sus cachetes, recogiendo hasta la última gota. En ese momento de locura, se levantó para acomodarse en la reposera de Ricki y depositarle todo el semen recién acabado en su cola firme, y luego empezó a masajearlo....
- A vos también amor te hace falta bronceador...
(Continuará, bah... si comentan y puntúan, continuará 😉 )
http://www.poringa.net/posts/gay/2417969/El-novio-de-mi-Tia-Episodio-1.html
http://www.poringa.net/posts/gay/2419165/El-novio-de-mi-Tia-Episodio-2.html
Fue en ese momento cuando oímos ruido en la cocina..., era la trola de mi Tía que se había despertado de su siesta reparadora. Rápidamente me incorporé y sin pensarlo me arrojé al agua, disimulando la situación. Ricki, casi desmayado de placer y por la falta de oxígeno, atinó a darse vuelta en la reposera ocultando su erección descomunal y su nabo lubricado y morado, justo a tiempo de que Tía no notara lo que había sucedido entre nosotros.
Apareció con café negro y humeante para los tres, con una tanguita diminuta y tacones de yegua puta.
No se sorprendió al vernos desnudos, dada la costumbre de la casa de bañarnos como dios nos trajo al mundo, Despues de un rato en la pile y ya cuando mi pija había bajado un poco su erección, me uní a ellos para tomar café y fumar...
- Qué tal la están pasando?- preguntó la trola madura... ¿Se llevan bien?- pícaramente me miró con una media sonrisa mientras daba una calada al cigarrillo. Hubiera jurado que su mirada era cómplice pero no podía asegurarlo.
- Vení sobri, el café está listo...
Subí la escalerita de la pile con mi trozo aún hinchado y mi colita abierta latiendo aún. Ricki se quedó boca abajo debido a su monumental erección que no cedía ni un ápice.
Tía se embadurnaba las tetotas con bronceador mientras miraba mi nabo disimuladamente.
- Vení, recostate de espaldas así te bronceás...- me invitó la yegua poniéndome en compromiso.
Me puse de espaldas apretando mi cola para que no notara que su novio me la había perforado. Se sentó a mis pies y comenzó a encremarme desde los pies hacia arriba, lentamente.
Al llegar a mis glúteos duros, apretó el pomo de crema, dejando caer un chorro abundante en el centro y con fuerza abrió mis cachetes, al separarlos el boquete era descomunal y la crema entro toda en mi canal rosado.
- Uy sobri, tenés que cuidarte la cola...- dijo divertida, - se te va a quemar y te van a salir ampollitas, jajaja...
Entre avergonzado y excitado, abrí mi cola ofreciéndole el agujero y dando a entender que su macho me había culeado a destajo. Me metió sus dedos hasta el fondo, encremándome hasta el fondo del orto. Sentí alivio y dolor a la vez, acompañando sus masajes con movimientos de cintura y con una erección que empezaba a ser única. ricki observaba todo detrás de sus anteojos de sol.
- Date vuelta...- ordenó la puta madura.
Al ver mi pija morada y venosa, no pudo resistir el metérsela en su boca silenciosamente, babosamente. Empezó una mamada espectacular, clandestina, imaginándo que su macho dormía a su derecha tumbado en la reposera. Succionaba lentamente con mucha baba espesa y caliente, mirándome a los ojos, sin detenerse. Intentaba ahogar mis gemidos mientras miraba a Ricki, como diciéndole: - Mirá la puta de tu novia cómo me chupa la pija.
El cornudo no hacía nada, seguía disimulando una siesta y hasta hacía ruidos de ronquidos.
Mamó y mamó hasta que los borbotones de leche espesa y caliente llenaron sus cachetes, recogiendo hasta la última gota. En ese momento de locura, se levantó para acomodarse en la reposera de Ricki y depositarle todo el semen recién acabado en su cola firme, y luego empezó a masajearlo....
- A vos también amor te hace falta bronceador...
(Continuará, bah... si comentan y puntúan, continuará 😉 )
10 comentarios - El novio de mi Tía (Episodio 3)