El novio de mi Tía (Episodio 1)

Apenas cumplí 18 añitos fui a pasar el verano a casa de mi Tía como cada año. Era hermoso poder disfrutar 3 meses de calor junto a la yegua madura que me volvía loco a pajas desde muy joven.
Ese año me deparaba una sorpresa... La muy trola estaba de novio. Al llegar me lo presentó, era un macho bastante más joven que ella con un cuerpo de infarto, musculoso y bien fibrado, alto y bronceado. me recibieron en traje de baño ya que estaban disfrutando de la pile como cada mañana. Ella con un bikini diminuto verde que apretaba todas sus carnes morenas de puta barata y él con un slip negro que ocultaba un bulto descomunal.

El verano prometía. Al llegar, me acomodé en mi habitación y bajé a almorzar también en slip, así después me daba un chapuzón.

Comimos liviano acompañado de un vino blanco helado, fumamos y charlamos animadamente. La trola de mierda estaba exultante de poder mostrarse ante dos machos jóvenes. Si bien Ricki era unos 10 años mayor que yo, ambos éramos unos pendejos para la trola que rondaba el medio siglo de vida repleta de pijas.

Al acabar de lavar lo platos, Tía nos dejó solos para que charláramos disimulando que quería dormir una siesta...

Después de tomar un café negro espeso acompañado de cigarrillos y buena charla nos fuimos al parque, debajo de unos árboles que invitaban a relajarse.

Ricki al llegar, como si nada, se quitó el slip argumentando que siempre se bañaba desnudo. Hice lo propio y quedamos desnuditos, tirados sobre unas toallas en el verde césped.

Mi sorpresa fue que mientras él dormitaba su verga empezó a ponerse durísima, venosa y a punto de explotar. Al notarlo, mi nabo respondió de la misma manera. Me acerqué a su oído y le pregunté susurrando si quería un trago... Apenas abrió los ojos y muy suavemente me acarició el oído, diceindo que le encantaría...

Noté como su mirada se clavó en mi pija enorme. Volví con 2 tragos bien cargados de vodka y jugo de naranja natural, nos sentamos frente a frente y bebimos, mirándonos... descubriendo esa anatomía masculina embriagadora.

El trago iba haciendo efecto acompañado del humo del tabaco que provocaba que la excitación de nuestro miembros llegara a su climax. La puntas de las vergas empezaban a lubricar solitas. Ricki estaba totalmente depilado y sus huevos brillaban al sol.

- Carlos, querés chuparme la pija?- soltó sin rodeos

Sorprendido y caliente, asentí con la cabeza. me puse en cuatro patas como una perrita y con la lengua empecé a lamer la cabeza morada de su estaca venosa y empapada. Muy suavemente, babeando abundantemente, lubricando todo el tronco, mirándolo a los ojos.

Estuve mucho tiempo en esa posición, haciendolo desear, apenas movía mi boca jugosa, con la lengua recorría la circunsferencia de carne al detalle. Ricki ahogaba sus gemidos y con sus pies empezaba a masajearme las bolas.

Esa pija en mi boca me volvía loco, nunca había probado carne de macho y ese era mi día. me acerqué a su boca y lo besé muy babosamente, con el gusto de su pija, que se mezclaba con su lengua ávida de mí.

Me senté lentamente en su chota descomunal y lenta pero firmemente me la clavé entera... Así sin movernos, seguí besandolo, chupándole la boca entera, mordisqueándole la lengua.

Nos estábamos amando....

(Continuará... bah, si comentan y puntúan continuará 😉 )