Así hice que Marian, el más macho de todos se sentara en el centro del living con su pija como un fierro, y llevé a cada uno de los pelos, obligandolo a sentarse de golpe, una sola estocada y levantarse... Sólo una estocada...Te amo Papu! Te amo Papu!
Era hermoso ver cómo cada uno esperaba el turno de su ración de pija...Te amo Papu!
Marian estaba a punto de explotar culeandose en pequeñas dosis a los tres putitos...
Cuando no daba más, lo puse en cuatro patas y le embestí mi trozo de carne hasta el fondo, provocándole una eyaculación brutal, que recibieron las tres nenas en sus caras de mamonas ardientes, relamiendose, limpiando cada gota mutuamente, tragándose hasta el último resto de leche joven, espesa y ardiente....
Nos sentamos en mi amplio sofá a beber un rico y helado champagne francés, para recuperar fuerzas. Me encantaba besar esas lenguas aún pastosas de leche, mezcladas con las burbujas heladas. Era hermoso tener a esos tres putitos para mí, toda la noche.
Con cada sorbo hundía mi lengua en las fauces de cada uno de ellos, alternadamente...
-Quiero saber quién besa mejor...- propuse...
Los putitos aceptaron el reto divertidos...: -Y qué tendremos de premio Papu?- indagó Gus, el más trolito de todos...
- Mmmm... ya se me ocurrirá algo.
Desnudita y sin complejos Gus saltó encima de mis piernas, sentándose sobre mi pija que seguía como el primer minuto y comenzó a lenguetearme la cara, entera. Chupandome la lengua con desesperación a la vez que con su ojete algo dilatado ya, jugaba con la cabeza de mi chota.
El beso duró unos minutos y la verdad que la trolita no lo hacía mal...
El siguiente turno fue para Fran, la más afeminada. Al acercarse a mi boca, mordió suavemente mis labios, a la vez que con la mano llena de baba masajeaba mis tetillas, iba de mi boca a mis huevos, lentamente, recorriendo con un hilo de baba, a la manera de un "Pulgarcito puto" para no perderse en el camino.
Bastante bien el putito de mierda.
El siguiente fue Marian, el novio de mi hijo, el más macho de todas...
Me agarró de la nuca, y me enterró la lengua hasta el fondo, casi sin dejarme respirar, por un largo rato, ensalivando mi boca y juegueteando dentro, mi verga acusó recibo de semejante acción poniéndiose más venosa y morada que nunca. Como pude agarré a Gus de los pelos y lo senté de una estocada en mi pija y empecé a bombear fuerte, mientras sentía la lengua caliente de Marian...
(continuará...bah, si comentan y puntúan continuará...) 😉
Era hermoso ver cómo cada uno esperaba el turno de su ración de pija...Te amo Papu!
Marian estaba a punto de explotar culeandose en pequeñas dosis a los tres putitos...
Cuando no daba más, lo puse en cuatro patas y le embestí mi trozo de carne hasta el fondo, provocándole una eyaculación brutal, que recibieron las tres nenas en sus caras de mamonas ardientes, relamiendose, limpiando cada gota mutuamente, tragándose hasta el último resto de leche joven, espesa y ardiente....
Nos sentamos en mi amplio sofá a beber un rico y helado champagne francés, para recuperar fuerzas. Me encantaba besar esas lenguas aún pastosas de leche, mezcladas con las burbujas heladas. Era hermoso tener a esos tres putitos para mí, toda la noche.
Con cada sorbo hundía mi lengua en las fauces de cada uno de ellos, alternadamente...
-Quiero saber quién besa mejor...- propuse...
Los putitos aceptaron el reto divertidos...: -Y qué tendremos de premio Papu?- indagó Gus, el más trolito de todos...
- Mmmm... ya se me ocurrirá algo.
Desnudita y sin complejos Gus saltó encima de mis piernas, sentándose sobre mi pija que seguía como el primer minuto y comenzó a lenguetearme la cara, entera. Chupandome la lengua con desesperación a la vez que con su ojete algo dilatado ya, jugaba con la cabeza de mi chota.
El beso duró unos minutos y la verdad que la trolita no lo hacía mal...
El siguiente turno fue para Fran, la más afeminada. Al acercarse a mi boca, mordió suavemente mis labios, a la vez que con la mano llena de baba masajeaba mis tetillas, iba de mi boca a mis huevos, lentamente, recorriendo con un hilo de baba, a la manera de un "Pulgarcito puto" para no perderse en el camino.
Bastante bien el putito de mierda.
El siguiente fue Marian, el novio de mi hijo, el más macho de todas...
Me agarró de la nuca, y me enterró la lengua hasta el fondo, casi sin dejarme respirar, por un largo rato, ensalivando mi boca y juegueteando dentro, mi verga acusó recibo de semejante acción poniéndiose más venosa y morada que nunca. Como pude agarré a Gus de los pelos y lo senté de una estocada en mi pija y empecé a bombear fuerte, mientras sentía la lengua caliente de Marian...
(continuará...bah, si comentan y puntúan continuará...) 😉
8 comentarios - Reunión de putitos (Episodio 3)