Hola. Soy Adri, amigarching de Ale. Hace dos años que pegamos onda. Me gusta mucho jugar con la cola de los varones y abrir sus agujeritos con mi femineidad para convertirlos en putitas. Es que cuando se dejan te abren el corazón. Aunque parezca raro, la puerta a lo más íntimo, lo más deseado, lo más guardado que buscamos en el otro, es su orto. Hay que calentar ese agujerito, dilatarlo con palabras chanchas, pornografía para que despeje el camino a su alma. Lo abrimos con lo explícito y nos devuelve poesía.
Y a Ale le encanta este contrasentido. Es más, lo hace más contradictorio. Le gustan todas las perversiones: fetichismo, sentirse dominada, jugar actuando fantasías.
La clave está en este ejemplo: si yo le digo al oído, “ te voy a violar todo el día, putita” y apenas pongo la yema de mi dedo sobre su agujerito, ella, que ya dejó de ser él, siente que la violo.
Palabras fuertes, frases que prometen chanchadas por largas horas, se activan con caricias que hacen que se sienta penetrada. Hay una lista que la calientan: puta, putita, putona, te cojo, te culeo, te voy a violar, cómo te gusta, claro que te gusta, porque sos una putita. Que rico culo que tenés, cómo me gusta que muevas tu culito, mirá como te lo dilaté, que caliente que estás, ponete en cuatro, sentate en ésta, abrí el culo y cerrá la boca, abrí las piernas, chupá este dedo (se lo meto en la boca mientras la beso) chúpalo bien que ¿sabés donde te lo voy a meter? En el culooooo. Puedo repetirle estas frases todo el tiempo porque le encantan y la calientan más que meterle una pija. La abren.
Esto pasará el sábado 20 al medio día. Quienes quieran participar online manden privados con sujerencias y les pasamos fotos.
Y les cuento la fiesta que le preparé para su cumple. Ale llegó a mi depto y yo lo había ambientado. Ni bien pasó la puerta le mostré mis jeans bien calzados con la bragueta abierta. Me salía un strapon que a Ale aun no le calza. La hice desnudarse. Y ya se puso reputa. Es que yo sabía que venía preparada. Llegó a mi dto con un jean ajustado debajo del cual se calzó una tanguita roja que le presté. Y además, se metió un consolador mediano para llegar abierta y limpia. ¿Limpia? le saqué el consolador que también le había prestado y me dejó ver su agujero dilatado. Entonces agarré la tortita de cumpleaños y se la desparramé por el culo mientras estaba en cuatro. El chocolate se derretía en su rayita.
Luego junté con mi mano partes de la torta y se las hice comer. La velita, se la instalé como un mástil y la encendí. Fuimos al baño y la bañé toda. Ya estábamos listas para jugar a que somos la pareja lésbica más zarpada.
Y a Ale le encanta este contrasentido. Es más, lo hace más contradictorio. Le gustan todas las perversiones: fetichismo, sentirse dominada, jugar actuando fantasías.
La clave está en este ejemplo: si yo le digo al oído, “ te voy a violar todo el día, putita” y apenas pongo la yema de mi dedo sobre su agujerito, ella, que ya dejó de ser él, siente que la violo.
Palabras fuertes, frases que prometen chanchadas por largas horas, se activan con caricias que hacen que se sienta penetrada. Hay una lista que la calientan: puta, putita, putona, te cojo, te culeo, te voy a violar, cómo te gusta, claro que te gusta, porque sos una putita. Que rico culo que tenés, cómo me gusta que muevas tu culito, mirá como te lo dilaté, que caliente que estás, ponete en cuatro, sentate en ésta, abrí el culo y cerrá la boca, abrí las piernas, chupá este dedo (se lo meto en la boca mientras la beso) chúpalo bien que ¿sabés donde te lo voy a meter? En el culooooo. Puedo repetirle estas frases todo el tiempo porque le encantan y la calientan más que meterle una pija. La abren.
Esto pasará el sábado 20 al medio día. Quienes quieran participar online manden privados con sujerencias y les pasamos fotos.
Y les cuento la fiesta que le preparé para su cumple. Ale llegó a mi depto y yo lo había ambientado. Ni bien pasó la puerta le mostré mis jeans bien calzados con la bragueta abierta. Me salía un strapon que a Ale aun no le calza. La hice desnudarse. Y ya se puso reputa. Es que yo sabía que venía preparada. Llegó a mi dto con un jean ajustado debajo del cual se calzó una tanguita roja que le presté. Y además, se metió un consolador mediano para llegar abierta y limpia. ¿Limpia? le saqué el consolador que también le había prestado y me dejó ver su agujero dilatado. Entonces agarré la tortita de cumpleaños y se la desparramé por el culo mientras estaba en cuatro. El chocolate se derretía en su rayita.
Luego junté con mi mano partes de la torta y se las hice comer. La velita, se la instalé como un mástil y la encendí. Fuimos al baño y la bañé toda. Ya estábamos listas para jugar a que somos la pareja lésbica más zarpada.
34 comentarios - Fiesta strapon cambio de roles sábado 20, medio día
bravo por las amigarching!!!
no soy gay pero me encanta que una mujer me lo haga.
besos
Que mi mujer me haga la cola, me resulta de lo más exitante, lo practicamos ya desde hace un año y medio. y mi satifacción es cada vez mayor, no soy un pibe, tengo 61 y problemas de erección por que soy diabético, pero cuando mi mujer me penetra con sus dedos, dildos o cinturonga, y a la vez me está chupando la verga, no dura como yo quisiera, pero si gorda y crecida y si también con eso nos fumamos un porrito, te aseguro que es algo para recomendar.
Ahi,mis puntos...