mi travesti negra.......

Me había quedado sin laburo, no tenía un peso, y necesitaba urgentemente generar ingresos, para colmo buscaba en los avisos clasificados y nada, de repente un recuadro capto mi atención:”se necesita joven buena presencia para depto. Privado”, esta es la mía!!, trabajo y diversión todo en uno, probemos.
La dirección era en Belgrano, Cabildo y Juramento, llegué me atendió un flaco de nombre Damián, me hizo unas preguntas, me pidió que me desnude, me empezó a manosear la pija para que se me pare, y quedó bastante satisfecho en gral, así que me dio trabajo!!
Al otro día empecé en el turno de 20 a 6 de la mañana, junto a otro muchacho tucumano y una travesti brasileña negra gigante, una yegua total.
El trabajo en si era normal, llegaban los tipos y nos escondíamos en la cocina, y nos hacían pasar de a uno a la habitación para que el cliente elija.
De cada 10 tipos 6 elegían a la brasileña, 3 a mí y uno al tucumano, no estaba tan mal, me llevaba unos buenos pesos ya que los pagos eran diarios, y en general los chabones iban a que se los cojan, excepto un pelado pijudo que me tocó que me cogió y se sacó el forro y me baño en leche, es que todos llegan re calientes ahí.
Cuando no trabajamos charlábamos en el living, le enseñe a tomar mate a la travesti, con la cual habíamos pegado toda la onda, pero teníamos medio prohibido relacionarnos íntimamente entre compañeros, así que nada aunque se me caían las babas por esa yegua que tenía un lomo descomunal.
Una noche viene un cliente, y como siempre, a esconderse a la cocina con la chica que atendía el teléfono, ritual de presentación y elección de Denisse(la trans).
Así las cosas se va a la habitación con el tipo y nosotros nos quedamos en la cocina.
A los 15 minutos entra a la cocina Denisse totalmente desnuda, que se le había roto el forro y no tenía más, pero déjenme decirles que ahí me enamoré del todo, la pija que tenía parada , era de dimensiones monstruosas!!!, de modo que aproveché, y rápido saque un forro de los míos y en lugar de dárselo, lo abrí, tome la semejante poronga en mis manos y se lo coloqué lentamente disfrutando el momento, y con las dos manos se lo deslicé bien hasta el tronco, ella me miró se sonrió con un dejo de picardía y me dio un piquito antes de irse a la pieza.
Nos quedamos con el tucumano y la chica, elogiando el cuerpo de Denisse y la tremenda poronga que tenía, y yo por dentro con una calentura que rogaba que llegara un cliente para mí para romperle bien el culo y acabar.
Tres días después de este hecho, el tucumano no vino porque estaba engripado así que quedamos Denisse, la telefonista y yo.
A la madrugada no pasaba nada, así que me fui a recostar a la habitación a mirar un poco de tele, y al rato vino la brasileña y se tiró al lado mío a hacerme compañía. Apoyó su cabeza en mi hombro y yo la abracé cariñosamente como marido y mujer, mientras mirábamos tele, solo que ella estaba con su diminuta tanguita y yo en bóxer, ella cruzó su larga pierna negra encima de la mía y pensé que se iba a dormir, pero entro a darme besitos chiquititos en el cuello, excitantes besitos, me mordisqueaba la oreja y subió un poco la rodilla para darse cuenta que yo estaba al re-palo, lo que la hizo cagar de risa un ratito, y paso seguido comenzó a manosearme el bulto.
La verdad que no me importó un carajo la prohibición, si querían que me echen pero yo esa yegua no me la perdía porque si no me iba a arrepentir toda la vida.
Giré un poco en la cama para quedar enfrentados y la bese en los labios, suavemente primero, y de a poco comencé a comerle la boca con pasión, le quité el corpiñito, para dejar sus enormes tetas siliconadas al aire y le pegué una lamida en los pezones que la hizo retorcerse de placer en la cama, arqueándose de calentura. La fui mordisqueando por las costillas, la pancita, recorrí su kilométricas piernas negras como el carbón, le besé los pies, y algo que me excitaba muchísimo sus plantas de los pies blancas que contrastaban con su piel, hice el recorrido inverso subiendo por su pierna, y al llegar a su entrepierna le pase la lengua por la unión de la pierna con la ingle, lo que le sacó un suspiro de placer, le saqué la tanguita para encontrarme con lo que andaba buscando, la gigantesca pija casi erecta, gorda, pesada, y negra, y me la metí en la boca, para saborear ese aroma fuerte de la gente de color, se le paró totalmente enseguida y disfrute esa pija enormemente, le pase la lengua por la cabeza, le recorrí el tronco, le chupe los huevos depilados, le pase la lengua por el culo, y vuelta a empezar, la puse boca abajo después de un buen rato, le chupe esa hermosa cola, me puse un forro y la penetré, suavemente, me la cogí casi con amor, la besé en la boca, en la nuca, y eyaculé tremendamente en la cola de mi brasileña, el sueño del pibe hecho realidad.
Salí de encima de ella, me saque el forro, nudito de rigor, y la negra se me tira encima me abraza estando ella arriba y me besa salvajemente, me abrió las piernas y me pasaba la pija por el estómago, y la frotaba contra mi verga que todavía aguantaba la erección, me puso en cuatro y ella se arrodilló en el piso y me pego una chupada de orto espectacular, se paró y agarrándome de las caderas empezó a metérmela, y a cogerme, y no pude reprimir mis grititos de dolor, y me entró a sacudir, me estaba partiendo al medio, cuando se ve que aletada por mis quejidos entro la piba telefonista y nos pescó mientras me estaban rompiendo el culo en mil pedazos, nos dijo que sigamos que quería mirar, pero en pocos segundos se sacó la ropa y se prendió en la juerga, la negra me bombeó un poco más se sacó el forro y me empapó las nalgas con su leche .
La telefonista me estaba pegando una mamada de pija tremenda, así que la acosté boca arriba y me la entré a coger a ella, mientras Denisse me metía el dedo en el culo, me apretaba los huevos, me apoyaba, le metió su verga en la boca a la chica, y la mina tuvo un orgasmo que de seguro despertó a medio edificio de los gritos que pegó, estaba sumamente excitada, salí yo de enciam de ella y la negra se negó a cogérsela, y me pidió a mi que me acueste boca arriba, me levantó las piernas y me la mandó a guardar de nuevo, pobre mi culito!, me dio matraca un rato y me acabó de vuelta, esta vez sin forro, me lleno de semen, la mina se montó en mi pija y se echó otro polvazo mientras yo tenía la vergota negra en mi boca y le limpiaba los restos de esperma que habían quedado.
Juramos los tres no decirle nada a nadie, y cuando se diera la oportunidad repetir la experiencia, aún hoy soy amigo de esta chica, y de vez en cuando nos prendemos en algún trío, ya sea cuando la necesito yo o a veces me llama ella cuando tiene algún novio medio rarito jeje, mi brasileña…..no la vi más desde que me fui de allí, la extraño……