Hola amigos de P! Este es mi primer relato, y aprovecho para contar lo que me pasó, ya que no se lo he dicho a nadie. Disculpen si mi redacción no es del todo buena, pero es la primera vez que lo hago.
Tengo 24 años, soy alto, mido 1,80 mts, peso algo mas de 85 kg, tengo el pelo castaño, ojos marrones, tez blanca. Podría decirse que soy común. Soy de Barracas, barrio de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina. Digamos que me llamo Fernando.
Estuve de novio durante 4 años con una bella mujer, pero después de años de discusiones y peleas, decidí cortar la relación hace unos 6 meses. Desde entonces, sólo tuve citas ocasionales con mujeres a las que llevaba a la cama y no las veía más.
Aquel sábado fue diferente. Mis padres y mi hermana se habían ido de vacaciones, por lo que le dije a mi mejor amigo (digamos Andrés) que viniera para mi casa. Durante esa semana estuvimos arreglando una cita con 2 chicas, y las veríamos ese día después de medianoche.
Alrededor de las 8 de la noche sonó el timbre y era Andrés, de características físicas similares a mi, pero más delgado, y de cabello rubio. Mientras mirábamos un partido de fútbol, destapamos la primera cerveza de la noche. Serví un vaso para cada uno, y brindamos por una muy buena noche (en ese entonces, la idea era distinta a lo que realmente pasó). En el entretiempo, llamé a la pizzería del barrio. 1 hora más tarde, llegó la pizza y cenamos. Para entonces, con la pizza, abrimos la tercera cerveza. Durante la cena, nos tomamos esa y otra cerveza más.
La idea era salir de mi casa tipo 12 am. 11:30 pm, mientras yo estaba arreglándome, le llegó un whatsapp a Andy en el cual las muchachas tenían que suspender la cita porque una de las chicas tuvo un problema personal (que nunca supimos cuál fue). En el primer momento nos dio mucha bronca, pero luego decidimos salir por nuestra cuenta, haciendo la previa en casa. Abrimos la quinta y última cerveza existente en mi heladera. Para ese entonces, yo me sentía algo mareado. Luego de esa cerveza, abrí un vodka con melón.
A la vez que tomábamos, estábamos en el chat, viendo si conseguíamos algunas chicas en algún lado. Del chat, pasamos al chat de sexo, y del chat de sexo, a una página de videos porno muy conocida en mi país. Para ese entonces, el vodka estaba vacío. Y yo, con todos mis esfuerzos para no caerme, buscaba algún restante del armario de licores de mi casa. Encontré un whisky por la mitad...
Mientras estábamos en la PC, el alcohol nos tenía más que alegres y desinhibidos. Andrés en un momento abrió un video de una chica hermosa que resultó ser una travesti. El video nos encantó, y seguimos abriendo más de la misma chica. Era una morocha hermosa, muy femenina, con un lindo par de tetas, un pene pequeño y una cola redonda. La mayoría de los videos era de sexo oral.
Ya sin alcohol en las botellas, y con todo el alcohol en nuestras venas, con Andrés estábamos más que excitados. No era una excitación como la de siempre, era distinta. No se si fue por los videos, por el alcohol, o qué, pero los videos que buscábamos apuntaban a transexuales directamente, sobretodo de sexo oral y acabadas. Mi pija estaba creciendo mucho, y no pude evitar mirar el pantalón de Andrés. Pude ver que él estaba igual que yo. Cuando lo miro a la cara, me di cuenta de que él me estaba mirando, con unos ojos brillantes que no sabía si eran por el alcohol o por la lujuria del momento...
Seguí buscando videos, y cuando me doy vuelta para mostrarle uno me dio un beso en la boca. Me quedé más que helado. Si bien estaba excitado, borracho, y con el deseo por las nubes, en ningún momento me imaginé terminar con mi amigo. Amén de esto, ese beso me gustó. Fue un beso corto, seco, que me dejó con ganas de más.
Me miró a la ojos, con una mezcla de ternura, miedo y provocación. No pude resistirme ante tal y lo besé. Pero esta vez, el beso fue más largo, húmedo, con una lengua tímida que no se animaba a mucho, hasta que pude sentir la de él.
Ya no importaba nada, nos queríamos, nos deseábamos, nos excitábamos. A los besos se sumaron caricias en la espalda, que bajaban muy lentamente, y casi con miedo, hasta llegar a nuestros glúteos. Casi sin pensarlo lo miré a los ojos, y le dije:
-Vamos a mi cama mejor.
Él asintió con la cabeza, y del escritorio pasamos a mi cama. Ya allí, los besos eran con mucha pasión además de hermosos. Y mi mano, sin pensarlo, fue hacia su bulto. Pude notar su pija dura, que pedía a gritos que desabrocharan el botón del pantalón y bajaran el cierre. Justo cuando quise hacerlo, me sorprendí al sentir su mano buscando mi pija. Y no sólo la encontró, sino que me bajó el cierre y la dejó libre.
Le saqué la remera, sin detener los besos, y le bajé el pantalón. Él hizo lo mismo conmigo. Quedamos los 2 en bóxer.
Nos miramos nuevamente. Era una mirada hermosa, y como nunca había visto en mi vida. Se tiró encima mío y me empezó a besar nuevamente, pero esta vez, empezó a bajar, besándome el cuello y los hombros. Era la primera vez que los besos me excitaban tanto.
Siguió bajando, y se detuvo en mis tetillas. Puf, fue un placer intenso y enorme. Empecé a revolcarme de tanto placer. Y él, no paraba. De una tetilla pasaba a la otra, y la que quedaba libre era atacada por sus dedos mágicos.
Pero no se detuvo, sino que siguió bajando y llegó a mi boxer. Pude notar cierta duda en sus movimiento. Seguramente no se animaría a dar el siguiente paso. Casi sin pensarlo le dije:
-Andy, te amo!
Él me contestó:
-Sos hermoso.
Ya sin dudas, me bajó el boxer y me tomó la pija con sus manos. La sensación era espectacular. Yo no podía más conmigo mismo. Andy me pajeaba muy despacio, y en un momento pude sentir la humedad y el calor de su boca. Casi acabo en ese momento. Dios, que placer. Fue la chupada de pija más rica de mi vida, y si bien era un novato, lo hacía más que bien.
Cuando estaba por acabar le pedí que se detuviera, no quería que aquello terminara. Sin pensarlo, me tiré directamente sobre su pija. Le bajé el boxer y me comí su miembro. Era exquisita! Aun recuerdo que estaba húmeda, mojada con algo que parecía un flujo que salía por su agujero. La chupé con muchas ganas, como si fuera el último manjar de mi vida. Podía sentir que se ponía más dura a cada instante, y eso me excitaba mas.
Él gemía, nunca lo había visto así. En un momento acaricié sus testículos, y sus gemidos aumentaron la intensidad, tanto que hicieron animarme a tocar su raya. Casi tocando el ano, Andy me dijo:
-Por favor, quiero sentirte adentro mío.
Directamente le levanté las piernas y le chupé el culo. Empecé por afuera, pasando la lengua a lo largo del agujerito. Era bien chiquito, pero se abría cuando pasaba la lengua. Con una mano lo pajeaba, y con la otra le abría las nalgas. Ya después de una cuantas lamidas, mi lengua se iba introduciendo. Era muy rico, mas que otros culos que había probado. Y a medida que mi lengua luchaba por entrar, Andy gemía y gemía.
En un momento recordé que en el cajón de la mesa de luz tenía lubricante. Agarré la botella y empecé a lubricarle la zona externa del ano. Andy me dijo:
-Fer, no se qué me estas haciendo, pero me encantaaaa.
Seguí tocando su culito y empecé a meterle un dedito.
Andy: -Despacio, porfa, no quiero terminar roto.
Yo: -Tranqui lindo, te voy a hacer volar.
Mientras le metía el dedito, y lo sacaba para lubricar bien, observé su pene lleno de líquido preseminal. No pude contenerme y le pegué una chupada de glande. mmmm, que rica estaba esa pija. Pude sentir cómo se contraía ese culito.
Seguí con el mete y saca, y noté que se iba relajando. Volví a chuparle la pija, muy suave, y comencé a meterle un segundo dedo. Pensé que se quejaría, pero su culo aceptaba mi oferta, y sus gemidos aprobaban mi intención.
Ya con dos dedos en su culito, me dijo:
-Fer, puede sonar una locura, pero quiero que me desvirgues.
Luego de decirme esa frase, me comió la boca con un beso que denotaba ternura entre sus labios.
Agarré la botella de lubricante y le puse más en su colita, y un tanto en mi pija.
Mientras yo me desparramaba el lubricante, él se dio vuelta, quedando en cuatro. Coloqué mi pija en su entrada, y poco a poco fui introduciéndolo. Al principio costó un poco, pero luego de que entrara el glande, todo fue más fácil.
Él gemía, pero a la vez sabía que le dolía. Me empecé a mover para que el dolor fuera disminuyendo, y se la metí hasta el fondo. En ese momento pegó un grito de dolor. Le pregunté si quería que se la saque, a lo que me contestó:
-Me duele, pero me encanta que me duela.
Entonces seguí, con un mete y saca lento y suave. De a poco fui subiendo la velocidad, ya a lo último le daba con todo. Andy gemía y gemía, tanto que me sentí más que contento. Nunca estuve con una mujer que gimiera tanto, sentía que él lo disfrutaba en serio.
En un momento de locura, a los gritos, me pidió que le llene el culo de leche. Como buen amante, cumplí su deseo. Sentía el orgasmo acercarse, y cuando no pude contenerlo más, acaba dentro de su culito. Dios, fue el orgasmo más hermoso de mi vida. Su culito apretado me daba más y más placer.
En ese momento se aflojó mi cuerpo, y caí sobre Andrés. En ese momento le bese la nuca y el hombro, mientras le decía gracias por el momento que me hizo sentir.
Empecé a salir de su culito. Andy me pedía que lo hiciera despacio. Cuando salió del todo, me dijo: -Que bueno que está esto, me siento todo mojado y me encanta.
Yo me sentía un poco confundido, pero el placer y el alcohol seguían reinando mi noche.
Ya más relajado, vi su pija aún dura, y su expresión denotaba las ganas de acabar que tenía. Lo besé, mucho. Lo besé como nunca besé a nadie, mientras lo pajeaba. Acerqué mi boca a su oreja, y le dije: -Te quiero Andy, sos genial, te re portaste.
Bajé de una a su pija y se la chupé con todas las ganas del mundo. Estaba muy rica, saladita por sus juguitos. Le chupaba la cabeza mientras con una mano lo pajeaba. Estaba realmente rica. Esa pija estaba muy dura, a punto de explotar, cuando me dice: -Fer, no pares!
Seguí como bien me lo pidió y empecé a sentir los espasmos de su pija, acompañados por las eyaculaciones dentro de mi boca. Fue raro, nunca pensé que iba a hacer eso. Pero sus gritos de placer no me dejaron pensar demasiado sobre la situación, por lo que seguí pajeándolo mientras se la chupaba muy despacio.
No sabía qué hacer con esa leche en mi boca. Tenía un gusto salado, pero seco. En eso me mira con toda la expresión de placer y bienestar, y me dice: -Sos increíble Fer.
Me gustó tanto lo que me dijo que me tragué toda su leche, mientras lo miraba a los ojos con cara de "te lo mereces".
Nos relajamos, nos dimos unos besos y fui al baño. Sentado en el inodoro mientras orinaba, pensaba en lo que habíamos hecho y parecía mentira. Hasta me reía de la situación. Efectivamente, el alcohol seguía en mi cuerpo.
Volví a mi habitación, y lo vi recostado. Se puso de pie y se fue al baño él. Yo me recosté, rendido, sin fuerzas, y me quedé dormido.
A la mañana me desperté y él ya no estaba. Yo tenía una sensación rara, no sabía qué pensar, qué sentir. Al principio parecía que todo había sido un sueño, pero al ver la botella de lubricante tirada en el piso me di cuenta de que no.
Bueno, este fue mi primer relato. Espero que les haya gustado. Por mi parte, compartirlo con alguien me da más tranquilidad, ya que nadie sabe de esto. Si les gustó, contaré cómo siguieron las cosas.
Espero sus comentarios.
Tengo 24 años, soy alto, mido 1,80 mts, peso algo mas de 85 kg, tengo el pelo castaño, ojos marrones, tez blanca. Podría decirse que soy común. Soy de Barracas, barrio de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina. Digamos que me llamo Fernando.
Estuve de novio durante 4 años con una bella mujer, pero después de años de discusiones y peleas, decidí cortar la relación hace unos 6 meses. Desde entonces, sólo tuve citas ocasionales con mujeres a las que llevaba a la cama y no las veía más.
Aquel sábado fue diferente. Mis padres y mi hermana se habían ido de vacaciones, por lo que le dije a mi mejor amigo (digamos Andrés) que viniera para mi casa. Durante esa semana estuvimos arreglando una cita con 2 chicas, y las veríamos ese día después de medianoche.
Alrededor de las 8 de la noche sonó el timbre y era Andrés, de características físicas similares a mi, pero más delgado, y de cabello rubio. Mientras mirábamos un partido de fútbol, destapamos la primera cerveza de la noche. Serví un vaso para cada uno, y brindamos por una muy buena noche (en ese entonces, la idea era distinta a lo que realmente pasó). En el entretiempo, llamé a la pizzería del barrio. 1 hora más tarde, llegó la pizza y cenamos. Para entonces, con la pizza, abrimos la tercera cerveza. Durante la cena, nos tomamos esa y otra cerveza más.
La idea era salir de mi casa tipo 12 am. 11:30 pm, mientras yo estaba arreglándome, le llegó un whatsapp a Andy en el cual las muchachas tenían que suspender la cita porque una de las chicas tuvo un problema personal (que nunca supimos cuál fue). En el primer momento nos dio mucha bronca, pero luego decidimos salir por nuestra cuenta, haciendo la previa en casa. Abrimos la quinta y última cerveza existente en mi heladera. Para ese entonces, yo me sentía algo mareado. Luego de esa cerveza, abrí un vodka con melón.
A la vez que tomábamos, estábamos en el chat, viendo si conseguíamos algunas chicas en algún lado. Del chat, pasamos al chat de sexo, y del chat de sexo, a una página de videos porno muy conocida en mi país. Para ese entonces, el vodka estaba vacío. Y yo, con todos mis esfuerzos para no caerme, buscaba algún restante del armario de licores de mi casa. Encontré un whisky por la mitad...
Mientras estábamos en la PC, el alcohol nos tenía más que alegres y desinhibidos. Andrés en un momento abrió un video de una chica hermosa que resultó ser una travesti. El video nos encantó, y seguimos abriendo más de la misma chica. Era una morocha hermosa, muy femenina, con un lindo par de tetas, un pene pequeño y una cola redonda. La mayoría de los videos era de sexo oral.
Ya sin alcohol en las botellas, y con todo el alcohol en nuestras venas, con Andrés estábamos más que excitados. No era una excitación como la de siempre, era distinta. No se si fue por los videos, por el alcohol, o qué, pero los videos que buscábamos apuntaban a transexuales directamente, sobretodo de sexo oral y acabadas. Mi pija estaba creciendo mucho, y no pude evitar mirar el pantalón de Andrés. Pude ver que él estaba igual que yo. Cuando lo miro a la cara, me di cuenta de que él me estaba mirando, con unos ojos brillantes que no sabía si eran por el alcohol o por la lujuria del momento...
Seguí buscando videos, y cuando me doy vuelta para mostrarle uno me dio un beso en la boca. Me quedé más que helado. Si bien estaba excitado, borracho, y con el deseo por las nubes, en ningún momento me imaginé terminar con mi amigo. Amén de esto, ese beso me gustó. Fue un beso corto, seco, que me dejó con ganas de más.
Me miró a la ojos, con una mezcla de ternura, miedo y provocación. No pude resistirme ante tal y lo besé. Pero esta vez, el beso fue más largo, húmedo, con una lengua tímida que no se animaba a mucho, hasta que pude sentir la de él.
Ya no importaba nada, nos queríamos, nos deseábamos, nos excitábamos. A los besos se sumaron caricias en la espalda, que bajaban muy lentamente, y casi con miedo, hasta llegar a nuestros glúteos. Casi sin pensarlo lo miré a los ojos, y le dije:
-Vamos a mi cama mejor.
Él asintió con la cabeza, y del escritorio pasamos a mi cama. Ya allí, los besos eran con mucha pasión además de hermosos. Y mi mano, sin pensarlo, fue hacia su bulto. Pude notar su pija dura, que pedía a gritos que desabrocharan el botón del pantalón y bajaran el cierre. Justo cuando quise hacerlo, me sorprendí al sentir su mano buscando mi pija. Y no sólo la encontró, sino que me bajó el cierre y la dejó libre.
Le saqué la remera, sin detener los besos, y le bajé el pantalón. Él hizo lo mismo conmigo. Quedamos los 2 en bóxer.
Nos miramos nuevamente. Era una mirada hermosa, y como nunca había visto en mi vida. Se tiró encima mío y me empezó a besar nuevamente, pero esta vez, empezó a bajar, besándome el cuello y los hombros. Era la primera vez que los besos me excitaban tanto.
Siguió bajando, y se detuvo en mis tetillas. Puf, fue un placer intenso y enorme. Empecé a revolcarme de tanto placer. Y él, no paraba. De una tetilla pasaba a la otra, y la que quedaba libre era atacada por sus dedos mágicos.
Pero no se detuvo, sino que siguió bajando y llegó a mi boxer. Pude notar cierta duda en sus movimiento. Seguramente no se animaría a dar el siguiente paso. Casi sin pensarlo le dije:
-Andy, te amo!
Él me contestó:
-Sos hermoso.
Ya sin dudas, me bajó el boxer y me tomó la pija con sus manos. La sensación era espectacular. Yo no podía más conmigo mismo. Andy me pajeaba muy despacio, y en un momento pude sentir la humedad y el calor de su boca. Casi acabo en ese momento. Dios, que placer. Fue la chupada de pija más rica de mi vida, y si bien era un novato, lo hacía más que bien.
Cuando estaba por acabar le pedí que se detuviera, no quería que aquello terminara. Sin pensarlo, me tiré directamente sobre su pija. Le bajé el boxer y me comí su miembro. Era exquisita! Aun recuerdo que estaba húmeda, mojada con algo que parecía un flujo que salía por su agujero. La chupé con muchas ganas, como si fuera el último manjar de mi vida. Podía sentir que se ponía más dura a cada instante, y eso me excitaba mas.
Él gemía, nunca lo había visto así. En un momento acaricié sus testículos, y sus gemidos aumentaron la intensidad, tanto que hicieron animarme a tocar su raya. Casi tocando el ano, Andy me dijo:
-Por favor, quiero sentirte adentro mío.
Directamente le levanté las piernas y le chupé el culo. Empecé por afuera, pasando la lengua a lo largo del agujerito. Era bien chiquito, pero se abría cuando pasaba la lengua. Con una mano lo pajeaba, y con la otra le abría las nalgas. Ya después de una cuantas lamidas, mi lengua se iba introduciendo. Era muy rico, mas que otros culos que había probado. Y a medida que mi lengua luchaba por entrar, Andy gemía y gemía.
En un momento recordé que en el cajón de la mesa de luz tenía lubricante. Agarré la botella y empecé a lubricarle la zona externa del ano. Andy me dijo:
-Fer, no se qué me estas haciendo, pero me encantaaaa.
Seguí tocando su culito y empecé a meterle un dedito.
Andy: -Despacio, porfa, no quiero terminar roto.
Yo: -Tranqui lindo, te voy a hacer volar.
Mientras le metía el dedito, y lo sacaba para lubricar bien, observé su pene lleno de líquido preseminal. No pude contenerme y le pegué una chupada de glande. mmmm, que rica estaba esa pija. Pude sentir cómo se contraía ese culito.
Seguí con el mete y saca, y noté que se iba relajando. Volví a chuparle la pija, muy suave, y comencé a meterle un segundo dedo. Pensé que se quejaría, pero su culo aceptaba mi oferta, y sus gemidos aprobaban mi intención.
Ya con dos dedos en su culito, me dijo:
-Fer, puede sonar una locura, pero quiero que me desvirgues.
Luego de decirme esa frase, me comió la boca con un beso que denotaba ternura entre sus labios.
Agarré la botella de lubricante y le puse más en su colita, y un tanto en mi pija.
Mientras yo me desparramaba el lubricante, él se dio vuelta, quedando en cuatro. Coloqué mi pija en su entrada, y poco a poco fui introduciéndolo. Al principio costó un poco, pero luego de que entrara el glande, todo fue más fácil.
Él gemía, pero a la vez sabía que le dolía. Me empecé a mover para que el dolor fuera disminuyendo, y se la metí hasta el fondo. En ese momento pegó un grito de dolor. Le pregunté si quería que se la saque, a lo que me contestó:
-Me duele, pero me encanta que me duela.
Entonces seguí, con un mete y saca lento y suave. De a poco fui subiendo la velocidad, ya a lo último le daba con todo. Andy gemía y gemía, tanto que me sentí más que contento. Nunca estuve con una mujer que gimiera tanto, sentía que él lo disfrutaba en serio.
En un momento de locura, a los gritos, me pidió que le llene el culo de leche. Como buen amante, cumplí su deseo. Sentía el orgasmo acercarse, y cuando no pude contenerlo más, acaba dentro de su culito. Dios, fue el orgasmo más hermoso de mi vida. Su culito apretado me daba más y más placer.
En ese momento se aflojó mi cuerpo, y caí sobre Andrés. En ese momento le bese la nuca y el hombro, mientras le decía gracias por el momento que me hizo sentir.
Empecé a salir de su culito. Andy me pedía que lo hiciera despacio. Cuando salió del todo, me dijo: -Que bueno que está esto, me siento todo mojado y me encanta.
Yo me sentía un poco confundido, pero el placer y el alcohol seguían reinando mi noche.
Ya más relajado, vi su pija aún dura, y su expresión denotaba las ganas de acabar que tenía. Lo besé, mucho. Lo besé como nunca besé a nadie, mientras lo pajeaba. Acerqué mi boca a su oreja, y le dije: -Te quiero Andy, sos genial, te re portaste.
Bajé de una a su pija y se la chupé con todas las ganas del mundo. Estaba muy rica, saladita por sus juguitos. Le chupaba la cabeza mientras con una mano lo pajeaba. Estaba realmente rica. Esa pija estaba muy dura, a punto de explotar, cuando me dice: -Fer, no pares!
Seguí como bien me lo pidió y empecé a sentir los espasmos de su pija, acompañados por las eyaculaciones dentro de mi boca. Fue raro, nunca pensé que iba a hacer eso. Pero sus gritos de placer no me dejaron pensar demasiado sobre la situación, por lo que seguí pajeándolo mientras se la chupaba muy despacio.
No sabía qué hacer con esa leche en mi boca. Tenía un gusto salado, pero seco. En eso me mira con toda la expresión de placer y bienestar, y me dice: -Sos increíble Fer.
Me gustó tanto lo que me dijo que me tragué toda su leche, mientras lo miraba a los ojos con cara de "te lo mereces".
Nos relajamos, nos dimos unos besos y fui al baño. Sentado en el inodoro mientras orinaba, pensaba en lo que habíamos hecho y parecía mentira. Hasta me reía de la situación. Efectivamente, el alcohol seguía en mi cuerpo.
Volví a mi habitación, y lo vi recostado. Se puso de pie y se fue al baño él. Yo me recosté, rendido, sin fuerzas, y me quedé dormido.
A la mañana me desperté y él ya no estaba. Yo tenía una sensación rara, no sabía qué pensar, qué sentir. Al principio parecía que todo había sido un sueño, pero al ver la botella de lubricante tirada en el piso me di cuenta de que no.
Bueno, este fue mi primer relato. Espero que les haya gustado. Por mi parte, compartirlo con alguien me da más tranquilidad, ya que nadie sabe de esto. Si les gustó, contaré cómo siguieron las cosas.
Espero sus comentarios.
23 comentarios - Noche de borrachera
Gracias de nuevo!
Bien por Uds! 🤤
Excelente relato, me encantó 🙌
La mejor forma de agradecer es comentando a quien te comenta.