Algo más que una paja (parte 2), Subiendo la apuesta

Luego de esa paja fenomenal, nos fuimos a lavar y nos acostamos en la cama de una plaza...

-Te gusto? - le pregunté
-No se - me dijo hecho un mar de nervios - Nunca estuve con nadie
-¿Con una mina tampoco?
-Nooo
-Pero te gustaría. Chuparle las tetas, la concha, cojerla

Vi como su verga latía, se iba parando...

-Querés que te llame una buena puta?, conozco varias... pero con una condición
-¿Cual?
-Debutás conmigo - A esa altura mi compañero me calentaba por demás... quería que me cogiera, y también cogérmelo. Además virgen!
-No... no...

Mientras intentaba negarse su poronga ya estaba de vuelta en mi boca. Y el intentó masturbarme. Paré un segundo.

-Pará, no vamos a hacer lo mismo otra vez
-No?
-No, hagamos otra cosa- Me arrodillé y se la seguí chupando, asegurando la dureza de esa pija. Luego lo acosté y (ya lo tenía preparado) y le puse un forrito... - Cojeme.
-¿Pero como?
-Así

Me monté y fui abriendo mi ano con mis dedos. Sentí la punta, seguí (mi cola estaba previamente acostumbrada...) y en unos minutos toda su verga estaba dentro mío. Luego se animó y comenzó. Se puso loco, me quería besar, lo dejé. Me chupaba todo, me agarraba la pija

-Que te pasa con mi pija, la querés saborear?.

Me salí y le puse mi poronga en la boca para que la chupe, pero yo quería esa pija de vuelta en mi cola. Me acosté y me abrí, me sentía tan puta...

-dale, cojeme. Pero no acabes!
-Estoy por hacerlo
-Uhh

Me puse en pose de estrella porno, me arrodillé ante su verga que estaba por estallar, lo masturbé y toda su leche cayó en mi cara y mi boca, luego seguí saboreandole la pija. Pero yo todavía no había alcanzado mi orgasmo. Me paré y comencé a franelearlo, a besarlo , mientras el me seguía masturbando. Era glorioso. Sorprendentemente se bajó para recibir mi semen en su boca y luego subió y me besó, las dos bocas con leche...
Luego me tiré en la cama nuevamente. Me abrí y traje a mi amante a que lamiera suavemente mi ano. Cosa que hizo por un largo tiempo. Cuando mi chota recuperó su dureza entró a chuparla. Ahí vino un 69 de locura, el con mi pija, yo con su año, tratando de abrírselo para penetrarlo, cojerlo...
Al fin pude, era muy tierno, lo cojía y lo pajeaba al mismo tiempo. Glorioso...
Ya a esa altura nos olvidamos de la chica.