Cuando estaba estudiando en la facultad me fui a vivir con Lucas, un amigo y compañero de la facu. Nos llevabámos bastante bien y salíamos juntos bastante seguido. Una noche de sábado en la que yo tenía que estudiar, me dijo que iba a venir Mariana, una amiga suya (que en realidad se garchaba, bah!) y que seguramente después se quedaría a pasar la noche. Me dijo que Mariana podía traer a su amiga Érica, pero la verdad es que no tenía yo muchas ganas de boludear porque tenía parcial el lunes y mucho que estudiar, y pensaba aprovechar esa noche para avanzar un poco.
Tipo 11 de la noche cayó Mariana, y yo aproveché para irme a mi cuarto a agarrar los libros. Escuchaba de fondo cómo Lucas y Mariana charlaban y se reían en el living y en un momento escuché que pasaron para el cuarto de Lucas, que estaba al lado del mío. Siguieron cagándose de risa por un rato largo mientras escuchaban música, lo cual hacía que me costara concentrarme en el estudio. Al rato dejaron de escucharse las voces, por lo que deduje que habrían pasado a algo más interesante. Efectivamente, habían empezado algo mejor, porque empecé a escuchar voces más fuertes, carcajadas y también gemidos de ambas partes. Traté de no pensar en eso y de seguir estudiando (el exámen estaba cerca y no quería fallar).
Estuvieron un rato así y, si bien traté de no prestarle atención, no podía evitar escuchar, lo cual hizo que la pija se me pusiera durísima. Puse algo de música yo también para no escucharlos, pero era imposible. Se notaba que la estaban pasándo bárbaro al lado. Finalmente, y ya resignado, decidí apagar todo y tirarme a dormir, algo que mi verga hacía imposible porque estaba al re palo y no podía hacer que se me bajara. Un rato estuve dando vueltas en la cama para dormirme, hasta que me cansé de intentar lo imposible y decidí masturbarme. Estaba solo, así que nada me impedía hacerlo. Saqué mi verga y empecé a masturbarme, excitado por lo que escuchaba del otro lado de la pared. Los gemidos de Mariana me calentaban mucho, y los comentarios que Lucas le hacía también.
Unos minutos después escuché silencio, indicio de que habían acabado. Si bien no podía escuchar lo que decían, sí escuchaba un murmullo y también un par de carcajadas. Escuché que la puerta del cuarto de Lucas se abría e inmediatamente abrió la puerta de mi cuarto. No sabía cómo hacer para guardar la pija sin que se diera cuenta, pero no hizo falta mucho porque Lucas se acercó y me dijo:
- Mariana quiere que te la cojas!
- Qué? Estás loco?
- No boludo, quiere que te la garches vos.
No llegué a decir más nada, que Mariana había entrado en mi habitación, completamente desnuda. Estaba buenísima, con un hermoso par de tetas y una cara de puta que no podía con ella. Se acercó y me dijo al oído:
- Dale, no querés cogerme vos también? Necesito alguien como vos...
E inmediatamente bajó hasta mi verga. Abrió mi boxer y empezó a tirarme la goma. Yo estaba a mil, así que me relajé y la dejé hacer lo suyo. No duró mucho aquello, hasta que me pidió que por favor me la cogiera. No pude resirtirme ni un segundo, así que salté de la cama y me dispuse a penetrarla.
Mariana se puso en cuatro patas sobre la cama y se ofreció. Yo me acomodé para penetrarla cuando Lucas me dijo "Pará!". Tomó un poco de lubricante que tenía en su mano y me lo pasó por la verga, con esa onda gay que me recalentó. Después metió un par de dedos en el culo de Mariana, tomó mi verga, la acomodó en el culo de ella y me dijo "ahora dale... hacele el orto" Yo la penetré con ganas y empecé a bombearla.
Lucas se sentó en la cama y le ofreció su verga a Mariana para que se la chupara mientras yo me la cogía. Ella chupaba su verga y gemía mientras yo le entraba con fuerza. Lucas se paró en la cama, y se acercó a mí, poniéndome su verga a la altura de mi boca.
- Chupala, dale. -me dijo-
Yo no sabía qué hacer, aunque en el fragor del sexo abrí la boca y empecé a chupársela. Tenía una linda verga y chupársela me hacía calentar mucho. Su pija estaba durísima y yo estaba a full haciéndole el orto a Mariana. La calentura hizo que no durara mucho más, haciendo que mi verga se hinchara a pleno y acabara dentro de su culo con un par de gemidos fuertes y también de ella. Lucas miraba divertido, gozando mientras yo le chupaba su verga.
Cuando saqué mi pija del culo de Mariana, Lucas se sentó en la cama y me dijo:
- No querés sentir mi verga, pendejo?
Yo no entendía bien qué pasaba. Había acabado pero seguía re caliente así que la idea, aunque me era extraña, no me disgustaba. Mariana se acercó y, acariciándome me dijo:
- No sabés lo lindo que se siente la verga de Lucas en el culo...
No podía entender qué me pasaba, pero le dije que sí con la cabeza.
Lucas me pidió que me acostara boca abajo, puso un par de almohadas debajo de mi cadera y me lubricó el culo mientras metía sus dedos en él, entrando y saliendo. La sensación era muy agradable.
Mariana se había sentado en una silla con las piernas abiertas, masturbándose con sus dedos mientras miraba el espectáculo.
Lucas se arrodilló detrás mío, se lubricó la verga y apoyó la punta en mi culo, mientras con su mano izquierda me abría las nalgas. Empezó a empujar lentamente hasta que entró, haciéndome dar un gemido de dolor que lo hizo detenerse. No tardó mucho en empezar a moverse mientras yo me mordía el labio inferior. Sentía dolor y placer al mismo tiempo y no quería dejar de sentirlo.
Mariana seguía masturbándose divertida mientras Lucas me decía:
- Te gusta la pija, pendejo? Te gusta mi pija?
Yo no pude contestar más que con un movimiento de mi cabeza, que hizo que Lucas tomara más confianza y empezar a taladrarme el orto más fuerte, lo cual hizo que gimiera más fuerte hasta gritar. Eso hizo que Lucas se calentara más y siguiera entrando y saliendo con fuerza, hasta que finalmente sacó su verga de mi culo para acabar. Mariana se acercó, le tomó la verga y lo masturbó unos segundos hasta que acabó sobre mi culo.
Lucas salió de encima mío y empezó a besarse con Mariana. Luego se pusieron de pie y ambos se fueron al dormitorio de Lucas. Yo me quedé un rato recostado boca abajo, hasta que fui a bañarme. Nunca había pensado en nada igual con Lucas, ni creo que Lucas hubiera pensado algo del estilo...
Sin embargo, después de esa noche Mariana volvió unas cuantas veces, y volvimos a repetir varias de las cosa que habíamos hecho, pero esta vez no tan inesperadamente, y con variantes, claro.
Si gustó comenten y recomienden que hace crecer la verga!
Tipo 11 de la noche cayó Mariana, y yo aproveché para irme a mi cuarto a agarrar los libros. Escuchaba de fondo cómo Lucas y Mariana charlaban y se reían en el living y en un momento escuché que pasaron para el cuarto de Lucas, que estaba al lado del mío. Siguieron cagándose de risa por un rato largo mientras escuchaban música, lo cual hacía que me costara concentrarme en el estudio. Al rato dejaron de escucharse las voces, por lo que deduje que habrían pasado a algo más interesante. Efectivamente, habían empezado algo mejor, porque empecé a escuchar voces más fuertes, carcajadas y también gemidos de ambas partes. Traté de no pensar en eso y de seguir estudiando (el exámen estaba cerca y no quería fallar).
Estuvieron un rato así y, si bien traté de no prestarle atención, no podía evitar escuchar, lo cual hizo que la pija se me pusiera durísima. Puse algo de música yo también para no escucharlos, pero era imposible. Se notaba que la estaban pasándo bárbaro al lado. Finalmente, y ya resignado, decidí apagar todo y tirarme a dormir, algo que mi verga hacía imposible porque estaba al re palo y no podía hacer que se me bajara. Un rato estuve dando vueltas en la cama para dormirme, hasta que me cansé de intentar lo imposible y decidí masturbarme. Estaba solo, así que nada me impedía hacerlo. Saqué mi verga y empecé a masturbarme, excitado por lo que escuchaba del otro lado de la pared. Los gemidos de Mariana me calentaban mucho, y los comentarios que Lucas le hacía también.
Unos minutos después escuché silencio, indicio de que habían acabado. Si bien no podía escuchar lo que decían, sí escuchaba un murmullo y también un par de carcajadas. Escuché que la puerta del cuarto de Lucas se abría e inmediatamente abrió la puerta de mi cuarto. No sabía cómo hacer para guardar la pija sin que se diera cuenta, pero no hizo falta mucho porque Lucas se acercó y me dijo:
- Mariana quiere que te la cojas!
- Qué? Estás loco?
- No boludo, quiere que te la garches vos.
No llegué a decir más nada, que Mariana había entrado en mi habitación, completamente desnuda. Estaba buenísima, con un hermoso par de tetas y una cara de puta que no podía con ella. Se acercó y me dijo al oído:
- Dale, no querés cogerme vos también? Necesito alguien como vos...
E inmediatamente bajó hasta mi verga. Abrió mi boxer y empezó a tirarme la goma. Yo estaba a mil, así que me relajé y la dejé hacer lo suyo. No duró mucho aquello, hasta que me pidió que por favor me la cogiera. No pude resirtirme ni un segundo, así que salté de la cama y me dispuse a penetrarla.
Mariana se puso en cuatro patas sobre la cama y se ofreció. Yo me acomodé para penetrarla cuando Lucas me dijo "Pará!". Tomó un poco de lubricante que tenía en su mano y me lo pasó por la verga, con esa onda gay que me recalentó. Después metió un par de dedos en el culo de Mariana, tomó mi verga, la acomodó en el culo de ella y me dijo "ahora dale... hacele el orto" Yo la penetré con ganas y empecé a bombearla.
Lucas se sentó en la cama y le ofreció su verga a Mariana para que se la chupara mientras yo me la cogía. Ella chupaba su verga y gemía mientras yo le entraba con fuerza. Lucas se paró en la cama, y se acercó a mí, poniéndome su verga a la altura de mi boca.
- Chupala, dale. -me dijo-
Yo no sabía qué hacer, aunque en el fragor del sexo abrí la boca y empecé a chupársela. Tenía una linda verga y chupársela me hacía calentar mucho. Su pija estaba durísima y yo estaba a full haciéndole el orto a Mariana. La calentura hizo que no durara mucho más, haciendo que mi verga se hinchara a pleno y acabara dentro de su culo con un par de gemidos fuertes y también de ella. Lucas miraba divertido, gozando mientras yo le chupaba su verga.
Cuando saqué mi pija del culo de Mariana, Lucas se sentó en la cama y me dijo:
- No querés sentir mi verga, pendejo?
Yo no entendía bien qué pasaba. Había acabado pero seguía re caliente así que la idea, aunque me era extraña, no me disgustaba. Mariana se acercó y, acariciándome me dijo:
- No sabés lo lindo que se siente la verga de Lucas en el culo...
No podía entender qué me pasaba, pero le dije que sí con la cabeza.
Lucas me pidió que me acostara boca abajo, puso un par de almohadas debajo de mi cadera y me lubricó el culo mientras metía sus dedos en él, entrando y saliendo. La sensación era muy agradable.
Mariana se había sentado en una silla con las piernas abiertas, masturbándose con sus dedos mientras miraba el espectáculo.
Lucas se arrodilló detrás mío, se lubricó la verga y apoyó la punta en mi culo, mientras con su mano izquierda me abría las nalgas. Empezó a empujar lentamente hasta que entró, haciéndome dar un gemido de dolor que lo hizo detenerse. No tardó mucho en empezar a moverse mientras yo me mordía el labio inferior. Sentía dolor y placer al mismo tiempo y no quería dejar de sentirlo.
Mariana seguía masturbándose divertida mientras Lucas me decía:
- Te gusta la pija, pendejo? Te gusta mi pija?
Yo no pude contestar más que con un movimiento de mi cabeza, que hizo que Lucas tomara más confianza y empezar a taladrarme el orto más fuerte, lo cual hizo que gimiera más fuerte hasta gritar. Eso hizo que Lucas se calentara más y siguiera entrando y saliendo con fuerza, hasta que finalmente sacó su verga de mi culo para acabar. Mariana se acercó, le tomó la verga y lo masturbó unos segundos hasta que acabó sobre mi culo.
Lucas salió de encima mío y empezó a besarse con Mariana. Luego se pusieron de pie y ambos se fueron al dormitorio de Lucas. Yo me quedé un rato recostado boca abajo, hasta que fui a bañarme. Nunca había pensado en nada igual con Lucas, ni creo que Lucas hubiera pensado algo del estilo...
Sin embargo, después de esa noche Mariana volvió unas cuantas veces, y volvimos a repetir varias de las cosa que habíamos hecho, pero esta vez no tan inesperadamente, y con variantes, claro.
Si gustó comenten y recomienden que hace crecer la verga!
11 comentarios - Noche de estudio...trío (Relato HMH)
buena historia, muy bien relatada.
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